I
Corre lejos de él.
Algo en aquella advertencia le parecía absurdo a Kyungsoo, ¿por qué tendría que huir de alguien tan dulce como él?
Kyungsoo tiene en mente la sonrisa adorablemente adornada por unos labios rosas que pronuncia dulce y suave su nombre.
No entiende por qué sus vecinos le han dicho que tenga cuidado.
Tampoco se detiene a pensarlo porque cuando quiere hacerlo, un par de piernas largas y torneadas llaman su atención.
- Hyung...
Ese sonido suena tan delicioso a sus labios, igual que la forma en que la piel pálida del joven se torna rojiza, tan tierno por como ese par de manos juegan nerviosas apretando el suéter rosa que el muchacho trae puesto.
Kyungsoo se puede derretir ante tal escultural joven actuando de aquella forma.
Él debería ser quién corra.
O tal vez...debería hacerlo correrse.
Una sonrisa apodera de sus labios y no deja pasar la oportunidad de hacer espacio en el elevador del edificio y ser amable, atento y un poco contento con el niño bonito que vive en el apartamento frente al suyo.
- ¿A dónde van las estrellas del firmamento tan temprano?
- Oh, hyung...
- Perdona, pero no puedo evitar decirte que iluminas cada partícula de este lugar.
- Por Dios...
- Por Dios que el cielo se ha quedado celoso de tal hermosura...
Kyungsoo aun no comprende porque los vecinos se alejan cada vez que el muchacho pasa a su lado, o el por qué la señora de las floristería intenta ser lo más indiferente cada vez que va a comprar pequeños tulipanes.
Para Soo, la gente actúa como idiota ante el pequeño joven.
Como si quisieran huir de él.
Kyungsoo puede llegar a pensar que quizá es por envidia, ¿quién no evitaría a alguien tan perfecto que opaca todo con tan solo sonreír de esa tímida forma?
O quizá es porque es demasiado dulce.
Un chico dulce, él es dulce....
Y en un mundo tan amargado, Kyungsoo piensa, todos lo odian y evitan por miedo a ser contagiados de aquel dulzor.
- Nos vemos después, hyung...
- Ve con cuidado, no quiero que te roben...¿quién llenaría de vida mi incoloro día?
Kyungsoo puede asegurar que esa sonrisa entre coqueta y tímida es el inicio perfecto de su día.
- Debería tener cuidado joven Do.
Kyungsoo no hace caso al portero del edificio.
No entiende porque las personas pasan con disgusto de él.
- Hmp...
- Lo digo en serio, joven Do.
Kyungsoo frunce el ceño indiferente, olvidándose de sus modales en esa mañana.
No puede creer cuán tonta es la gente.
¿Por qué son así?
No comprende el por qué lo odian, si Oh Sehun es un chico tímido y lindo.
Él es dulce.
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