II: Intruso.
Canción: Dark paradise- Lana del rey
No confíes en ellos Luhan, ellos te arrebataron a Yixing.
Lo asesinaron para que estuvieras solo por el resto de tu vida.
Aquellas voces fueron las fieles compañeras de Luhan desde su infancia, alejándolo de todas las personas que intentaron ser cercanos al muchacho y que quisieron ayudarlo, sin saber la gravedad de su situación.
Su historial psiquiátrico no es tan amplio como el de otros pacientes, pero tampoco es menor y menos cuando "Esquizofrenia paranoide" es lo primero que se puede leer junto a "tendencia masoquista" y uno que otros términos tales como "Abandono de sus figuras paternas" y "Profundo sentimiento de soledad a temprana edad".
—Yixing...
El revoltijo de voces en su cabeza le estaba colmando la paciencia. Miles de voces hablando al mismo tiempo, algunas más claras que otras, gritándole lo que él no quería oír, más bien lo que su lado racional no quería oír.
—Yixing.
Sintió rabia, impotencia y unas incontrolables ansias de hacerse daño.
— ¡Yixing!
Corrió del jardín con todas las miradas clavadas en su espalda y los enfermeros gritando su nombre, siguiéndolo con rapidez ante cualquier locura que estuviese a punto de cometer.
Llegó al salón principal en el cual todos los pacientes se reunían a compartir de vez en cuando. Divisó un florero en una mesa, necesitando sentir dolor, por lo que rápidamente lo alcanzó para tirarlo estruendosamente en los azulejos, estallando en mil pedazos.
Todos los vidrios estaban esparcidos por el suelo, así que no le importó tomar cualquiera de estos para comenzar a rasgar su brazo con vehemencia.
— ¡Luhan, detente!
Lo único que escuchaba eran las voces en su cabeza, las que siempre lo acompañaron a lo largo de su mísera vida.
Los enfermeros no sabían que hacer, incapaces de adivinar cómo reaccionaría el muchacho al interrumpir su cometido.
—Chanyeol, llama a Kyungsoo. ¡Rápido!
El alto corrió en busca del encargado de Luhan, a sabiendas que era la única persona capaz de detener y apaciguar el arranque del muchacho.
Una vez calmada su ansiedad de dolor, vio a Chanyeol correr y abrir una puerta.
—Yixing... Yixing...
Corrió hacia Chanyeol, creyendo que allí se encontraba el nombrado, pero lo interceptaron los guardias con una camisa de fuerza en sus manos. Intentó esquivarlos, pero uno de ellos lo agarró de su brazo herido, apretando con fuerza sus cortes.
El grito que salió desde su garganta se debe haber escuchado hasta el otro lado del mundo.
Se comenzó a desesperar al sentir la inmovilidad en sus brazos y fue entonces que, con una fuerza inimaginable, comenzó a avanzar hacia la puerta.
— ¡¿Dónde está Yixing?! ¡Maldita sea! ¡¿En dónde tienen a Yixing?!
Pero no calculó su impulso al correr hasta Chanyeol, por lo que terminó cayendo al suelo junto a los hombres y el aludido.
Fue perdiendo fuerza al intentar forcejear con los dos hombres y Kyungsoo incluido, por lo que se dejó poner la camisa de fuerza para así calmar un poco las voces en su cabeza.
—Hannie...
Cuando por fin volvió en sí, levantó la cabeza y observó la triste mirada de su querido enfermero, pero también notó que este no estaba solo, ya que tres hombres más lo miraban atónitos, reflejando miedo en sus ojos.
La intensa mirada de uno de ellos le causo una rara sensación en el cuerpo.
Tenía el cabello oscuro que contrastaba con su mirada, penetrante y hasta un poco inexpresiva, pero a Luhan le transmitían emociones extrañas que era incapaz de describir.
— ¿Estás mejor, pequeño? —Chanyeol estaba arrodillado a su lado, esperando alguna respuesta— ¿Quieres ir al jardín?
Luhan se relamió los labios antes de responder, saboreando un poco de sangre en ellos.
—Quiero estar con Kyung.
Todos miraron al nombrado, quien ya no tenía una mirada triste, sino una comprensiva hacia el pequeño muchacho.
—Pero primero vamos a limpiarte, Lulu.
Le quitaron la camisa de fuerza, exponiendo su brazo y prendas con abundante sangre, pero nadie dijo algo al respecto. Intentó ponerse de pie y una vez logrado su objetivo intentó caminar, pero sus piernas le flaquearon y, antes de caer, unas manos lo agarraron con firmeza por la cintura.
Miró hacia atrás y se estremeció al ver que era el hombre de cabello oscuro de antes.
—Se me olvidaba que perdías fuerzas después de estos ataques —Murmuró, dirigiéndose ahora a a su amigo—. Hunnie, ¿Puedes ayudarlo a llegar a su habitación? Él te dará las indicaciones, de inmediato iremos con ustedes.
Sehun asintió en dirección a Kyungsoo, encantado de poder estar cerca de su ángel caído.
Luhan le dio las indicaciones para llegar a su cuarto, un poco nervioso ante la suave presión de las manos del más alto sobre su cintura, produciendo un calor tan ameno en el resto de su cuerpo.
—Aquí es. —Murmuró suavemente, esperando que no se notase su nerviosismo.
Luhan abrió la puerta de su habitación, exponiendo su lugar más íntimo a un completo extraño.
Solo Kyungsoo y Yixing habían estado en su cuarto.
Sehun lo ayudó a sentarse en la cama, viéndose obligado a sacar el agarre de su cintura.
— ¿Cómo te llamas?
La inesperada pregunta de Luhan lo dejó un poco aturdido, pero no tardó en responder.
—Sehun, Oh Sehun. Tú eres Lu Han, ¿No?
Asintió, de repente sintiéndose avergonzado de estar totalmente expuesto ante la mirada del apuesto muchacho.
—Lamento que hayas tenido que presenciar lo de hace un rato.
El modelo miraba los muchos instrumentos ordenados en uno de los rincones de la gran habitación, algunos colgados en la pared amarilla que le daba al lugar un toque alegre, sin mencionar la gran cantidad de luz que entraba por el ventanal que daba al jardín.
—No te preocupes, no fue nada —Intentó hacerlo sentir mejor, lo que claramente funcionó, porque de pronto las mejillas de Luhan se tiñeron de un ligero tono rojo—. Una vez te escuché cantar en un evento de beneficencia y me gustó demasiado tu voz.
Sehun se hipnotizó ante la reacción de él, porque con su comentario logró que algo en esos ojos mieles brillaran junto a la sonrisa que Luhan le regaló.
—Me halagas, Sehun, casi nunca escucho ese tipo de comentarios después de que se enteran del lugar al que pertenezco.
Sehun le devolvió la sonrisa y Luhan intentó grabarla en su memoria.
No caigas ante él, Luhannie.
Recuerda que acordamos no aceptar intrusos en tu vida, conmigo es suficiente.
No obstante, Luhan por primera vez ignoró las voces, totalmente encantado con el hombre junto a él.
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