I: Un ángel caído.
Canción: Asleep- The Smiths
Hyorin besó sus labios antes de que Sehun se marchara a una sesión de fotos, por lo que dejó pasar el desagradable acto de su "novia", puesto que nada le alegraba más que una sesión de fotos.
Salió de su departamento y una vez que cerró la puerta suspiró cansinamente, limpiándose los labios con cierto asco. ¿Por qué de todos los modelos de la agencia tenían que elegirlo a él para salir con aquella actriz para obtener beneficios extras? Le gustaba estar en boca de todos por su apariencia física y su encanto, pero aborrecía ser el chisme de todo el país solo para darle fama a modelos nuevas y a la empresa.
Intentó no amargar más su actual situación y tomó el ascensor hacia la primera planta donde su chofer lo esperaba. Antes de bajar, miró su reflejo en el espejo de la pared y sonrió con cierta amargura. Su cabello había dejado de ser rubio hace unas semanas atrás, ya que su obsesión con el cabello oscuro había ascendido a un nivel irreconocible.
Su obsesión con el cabello oscuro y una encantadora cara angelical.
A pesar de los muchos contactos que tenía, no pudo saber nada más del cantante. Ese muchacho abarcó la totalidad de su mente durante estos dos meses, desde aquella noche en la cual se realizó el evento de beneficencia para ayudar a un orfanato que iba a ser clausurado.
Salió del ascensor y saludó a su chofer antes de subir al lujoso auto, sumido en el recurrente protagonista de sus pensamientos.
¿Cuándo te volveré a ver, Luhan?
Al terminar la sesión de fotos, junto a Baekhyun y Jongin, fueron directo al nuevo trabajo del novio de este último. Hacía tiempo que no se juntaban como en los viejos tiempos, así que se encontraba más emocionado de lo que aparentaba.
Junto a Kyungsoo, los cuatro eran mejores amigos desde la primaria. Sehun, Kyungsoo y Jongin admitieron sentirse atraídos por el sexo masculino en su primer año de preparatoria, aunque estos dos últimos lo admitieron luego de haberse besado en una fiesta. En cambio, Baekhyun aseguraba ser heterosexual porque nunca ha sentido atracción por un hombre.
Una vez que el trío de amigos llegó al dichoso trabajo, Jongin se adentró al recinto emocionado, teniendo muchas ganas de ver a su novio.
Pero Baekhyun, al ver que el menor de ellos observaba el lugar atónito, retrocedió unos pasos hasta quedar frente a su amigo.
—Sehun, ¿Qué sucede?
— ¿Kyungsoo trabaja en un hospital psiquiátrico?
El castaño sonrió levemente y tomó del brazo a Sehun.
—Vamos, no puede ser tan malo.
Caminaron por la extensa entrada del lugar. El hospital psiquiátrico de Geumcheon era catalogado como uno de los mejores de Corea del Sur. Por ello, se encontraba apartado de la ciudad entre los cerros, casi a las afueras de Seúl.
Sehun se percató de que la entrada estaba entre rejas, detrás de estas había unos verdes y hermosos jardines con un sinfín de flores y plantas. Incluso pudo ver a algunos pacientes caminando libremente detrás de los barrotes de acero.
Entraron a la recepción del hospital, dejando ver un lugar un tanto rústico, pero con un ambiente acogedor.
A lo lejos el par de amigos divisó a Kyungsoo sentado en uno de los sillones junto a Jongin, sonriéndoles alegremente mientras se acercaban.
— ¡Tanto tiempo, Kyung!
Baek se abalanzó sobre el más bajo y lo apretó entre sus brazos.
— ¡No revientes a mi chico, idiota! —Jongin los separó— ¿Ves? Le agrandaste más los ojos.
Kyungsoo golpeó a Jongin en el brazo, mientras se levantaba y abrazaba a Sehun, dejando a un novio adolorido.
—Y luego te quejas de que Soo es gruñón. —Soltó Sehun mirando burlonamente a Jongin.
Todos rieron y el más bajo de todos abrazó al de cabello oscuro.
— ¿Cómo has estado, pequeño Hunnie?
Todos reunidos, después de un largo tiempo separados, se pusieron al tanto de sus vidas, felices de al fin estar juntos nuevamente.
Luego de un rato, la puerta que daba al área de pacientes se abrió cuidadosamente. Un chico muy alto con una bata de doctor se asomó mirando al grupo de amigos, conectando la preocupada mirada de sus ojos saltones con la de Kyungsoo.
— ¿Chanyeol? ¿Qué sucede? —El ceño fruncido no se hizo esperar por parte de todos.
—Bueno... lamento interrumpir su conversación— miró apenadamente a los presentes, sus pálidas mejillas se enrojecieron levemente al verlos a cada uno observarlo fijamente— pero hay un problema con-...
No pudo terminar la oración cuando un grito desgarrador se escuchó detrás de la puerta. Kyungsoo se levantó rápidamente, luciendo bastante preocupado.
— ¿Qué pasó, Yeol?
El nombrado iba a hablar, pero otro grito le interrumpió.
— ¡¿Dónde está Yixing?! ¡Maldita sea! ¡¿En dónde tienen a Yixing?!
Todo pasó muy rápido.
De un momento a otro Chanyeol se encontraba en el suelo sujetando junto a dos hombres más a un menudo muchacho, quien tenía un poco de sangre en una de sus mejillas, al igual que en la camisa de fuerza que los sujetos le intentaban colocar.
Kyungsoo suspiró y agachó un poco la cabeza antes de voltearse un poco, a lo que sus amigos lo miraron un tanto asustados.
—Luhan... —Su mirada era triste, al igual que la sonrisa que le dedicó a sus amigos y a su novio— Lo lamento chicos, no tenían que presenciar esto porque pensé que hoy sería un día tranquilo —Realizó una pausa, dándole una mirada rápida al alboroto a su lado—. Este es mi paciente especial y soy el encargado de su tratamiento psicológico.
Sehun no daba crédito a las palabras de Kyungsoo. Miró otra vez hacia el muchacho que luchaba inútilmente con la camisa de fuerza. El modelo pudo ver claramente su rostro y su piel se erizó al dar con aquella imagen que llevaba buscando desde hace un par de meses. Su piel parecía ser de porcelana, sus rosados labios eran pequeños, al igual que su respingada nariz.
Pero su mirada le quitó la respiración. Unos grandes ojos de color miel cargados de dolor y misterio.
Allí estaba su ángel, o más bien su ángel caído.
Allí estaba Lu Han, quizás el chico más demente que pudo conocer.
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