Jimin ha terminado de alistarse, se mira al espejo y es inevitable esa sonrisa de felicidad auténtica, esta vez no necesita fingir, no hay necesidad de esbozar una mueca vacía en su apagado rostro carente de vida.

Por mucho tiempo pasó encerrado en esta enorme y triste mansión, rodeado de reglas y estereotipos que poco a poco lo estaban ahogando al no encontrar salida, no veía la luz, se sentía prisionero en su propia casa, le exigían ser algo que él no es, lo obligaban a adoptar una actitud que no iba con su persona, no lo escuchaban, su palabra no parecía tener valor, la pisoteaban e ignoraban arrastrándolo a un silencio asfixiante.

Pero ya no más, a partir de ahora pasará esa página de su vida, solo espera y ruega a la diosa luna no arrepentirse nunca del gran paso que está por dar.

Camina hacia la ventana, extrañamente ahora está nublado, las nubes grises se oponen contra el sol.

Se sorprende al ver la gran cantidad de personas ya reunidas en el jardín, una gran avalancha de nervios lo golpea abruptamente, provocando cierto temblor en sus manos pequeñas, cubiertas por unos guantes de tela suave y fina.

Muerde su labio ansioso, en pocas horas será un hombre casado y aún le es difícil hacerse a la idea, le gusta pero al mismo tiempo le aterra, sin embargo ya tomó una decisión, y está feliz de aunque sea una vez en su vida haber decidido por el mismo algo que realmente desea.

Mira los arreglos en los grandes pilares del jardín, algunas, plantas rodean las enormes estructuras, hay moños y algunos listones de tela blanca que cuelgan de las paredes, las mesas están cubiertas por manteles blancos y bordados de diferentes diseños, la servidumbre reparte postres y dulces para los niños, incluso mandaron a instalar una fuente en en el centro, Jimin niega sonriendo levemente, sus padres querían tirar la casa por la ventana.

El sacerdote ya estaba en su puesto, solo faltaba que su padre viniera por él para llevarlo al altar.

Frunce el ceño, en todo este rato no había visto a Yoongi, se asoma un poco más por la ventana, teniendo cuidado de no ser visto, gracias a las cortinas es difícil que lo hagan.

Pero no está, no hay señales del pálido, ahora lo que le resulta extraño es que su lobo se ha estado comportando muy inquieto desde hace rato, no le había tomado importancia pero ahora hay algo raro que no le cuadra, hay un mal presentimiento instalándose cada vez más en su pecho.

Niega con la cabeza, está mal, seguramente son los nervios haciéndole una mala jugada.

Sin embargo algo más llama su atención, su padre acaba de ingresar al jardín y está diciendo algo que no alcanza a escuchar, agudiza su oído pero cuando la voz de su padre comienza  a escucharse clara la puerta se abre de repente rompiendo su concentración.

Se sorprende al ver a su madre y lo extraño de todo esto, lo que lo hace de verdad asustarse es verla vestida casualmente, no porta aquel costoso vestido que compró para esta ocasión, no está peinada exageradamente como creyó que estaría, tampoco maquillada para la ocasión.

─ Madre… ─ dice con confusión en su voz ─ ¿porque aún no está lista? ─ se aleja de la ventana.

La mujer finge tristeza, había ensayado esto antes de entrar ─ oh pequeño, ¿cómo te digo esto? Si estás tan ilucionado ─ su forma de actuar es increíble, parece una verdadera actriz.

Jimin comienza a asustarse, esto no le está gustando ─ ¿A que te refieres? ─ hay temor en cada una de sus palabras, siente su lobo removerse inquieto, más lo ignora porque en estos momentos solo quiere escuchar una respuesta ─ ¿dónde está Yoongi? ─ pregunto dudoso, ¿porque sentía que todo esto tenía que ver con el vampiro?

─ Jimin mi vida, tienes que ser fuerte ¿si? Esto nos ha caído como un balde de agua fría a nosotros también ─ astutamente la mujer quería hacerse la dolida, quería hacerse la madre que también sufre a la par de su hijo, así como en estos momentos debía estar su esposo, haciéndose la víctima frente a todas esas personas.

─ Ya… dime por favor ─ dijo casi en una súplica, la incertidumbre lo estaba matando, su agradable aroma ahora revelaba esas emociones que lo estaban atormentando, su labio inferior comenzó a temblar mientras negaba y miraba  a la mujer con suplica, tenía miedo de lo que esta estaba por decir, tenía miedo de que lo que ya se estaba imaginando sea verdad, ni siquiera se esforzó por detener las lágrimas.

─ Lo que menos queríamos era que salieras lastimado ─ lágrimas salieron de los ojos de la mujer, dándole más credibilidad a su actuación.

─ ¡Ya mamá, solo dilo de una vez! ─ grito, ¿qué caso tenía alargar su sufrimiento? si después de todo solo habían jugado con él.

─ ¡Yoongi se fue cariño!... dijo que aún eras muy niño, que él necesitaba a alguien más maduro y que estuviera a su nivel ─ finalmente escupió la mentira que terminó de destruir a su hijo.

Jimin flaqueó, sus piernas perdieron toda fuerza cayendo de lleno contra el colchón que por suerte tenía cerca, lágrimas de dolor se deslizaron por sus mejillas, lágrimas que daban a demostrar lo roto que estaba.

Él había creído cada una de sus palabras, cuando le prometió llevárselo con él, cuando le dijo que esperaría a que fuera su esposo para reclamarlo, cuando le dijo que su opinión era importante, cuando le hizo sentir tan jodidamente diferente Jimin le creyó, ingenuamente lo había hecho.

Sintió las manos de su madre en sus mejillas, pero en estos momentos no podía sentir nada más que un simple y seco tacto, no podía escuchar nada más que el silencio de su sufrimiento, incluso si su madre lo llamaba y limpiaba sus lágrimas Jimin no la escuchaba.

Min Yoongi fue una farsa, un engaño para terminar de dañarlo, fue un tonto el cual creyó que podría ser libre de su martirio, pues se equívoco, Jimin había volado tan alto y ahora que sus alas habían sido cortadas la caída fue tan dolorosa y profunda, volviendo a caer en aquel poso sin salida en el que antes habia estado.

Holii...

Capítulo cortito pero necesario, teorías de lo que pasará a continuación aquí👉

No ignoren, si lo hacen les dará covid, ok no.

Añioo.

07/07/21.