Llegó hasta su hogar, ingresando por la ventana de su cuarto que continuaba abierta, sacando su celular del bolsillo y respondiendo la llamada.

—Realmente crees que iba a dejarte ganar tan fácilmente, el mundo necesita un culpable para avanzar ¿cierto?

—¿De qué mierda estas hablando? –responde irritado, abriendo la puerta y bajando las escaleras, le resulta extraño el silencio que lo rodea y tiene un presentimiento de que algo ha pasado.

—Sólo espero que puedas pagar por el favor que acabo de hacerte –cortó la llamada, Seungmin detuvo sus pasos frente a la cocina.

El olor a sangre le dio la bienvenida en el momento que ingresó, su tío descansando contra la silla, su respiración débil, sus ojos apenas abiertos y el cuchillo clavado contra su abdomen, sin las suficientes fuerzas para sacarlo. Había botellas de alcohol su alrededor, algunas en buen estado y otras rotas, con los vidrios esparcidos por todo el suelo, crujiendo bajo sus zapatos, acercándose al cuerpo del hombre que había hecho de su vida un total infierno.

No puede negar que hay cierta satisfacción al ver al hombre desangrarse lentamente, agonizar con cada bocanada de aire, sus ojos rogando por salvación cuando realmente no merece ser salvado.

Su mente queda en blanco, su guardia baja, sus labios se curvan en una pequeña sonrisa que está llena de rabia y asco.

La forma en que el hombre llora su nombre y le ruega que busque ayuda es tan asquerosa pero Seungmin no responde a su llamado ni realiza ningún moviento.

Él no merece su ayuda, después de tantos años siendo su presa, tantos toques, tantos abusos, tantos golpes y lágrimas, ¿por qué ahora debería ser misericordioso y ayudarlo?

Pueden decir que esto lo convertirá en otro villano de la historia pero nunca buscó ser un héroe, sus intensiones no siempre fueron buenas. Él solo buscaba venganza, quería que Felix pagase por la muerte de Changbin y si el plan llegase a fallar y el rubio saliese inocente, entonces Seungmin tomaría otros métodos, no le importa cuales fuesen con tal de acabar con la persona que le había arrebatado todo.

Sabe lo que Lee está haciendo, sabe cual fue su intención al hacer esto. Lo supo en el momento que recibió la llamada e ingresó a la cocina, lo supo desde que las sirenas se escuchaban cada vez mas fuerte, pronto la policía llegaría.

El mundo necesita un culpable para que uno de ellos dos salga adelante, Felix cree que ha ganado, que esto será suficiente para convencer a todos. Después de todo, ¿qué puede evitar que Seungmin sea culpable? No sería extraño, la primera víctima era un chico al que golpeaba e insultaba, la segunda quedara por siempre como un accidente, el tercero fue su amigo más cercano y el último un chico con el que había comenzado a acercarse.

Y ahora se sumaba un cuerpo más, el de su propia familia, sus huellas en el mango del cuchillo, presionando con más fuerza, si iba a ser el culpable, al menos disfrutaría de esto unos minutos.

Los golpes en la puerta le indican que su tiempo ha acabado, que ha perdido el juego pero eso no es cierto porque Seungmin jamás pierde, jamás rompe sus promesas y oculta su sonrisa mientras suelta el cuchillo y voltea hacia la puerta.

Alza la mirada, sus ojos encontrándose con la pequeña cámara escondida. No erá completamente inocente debido a sus acciones pero no importa realmente porque el verdadero culpable será descubierto.

Oh Felix, nunca suspiste con quien te estabas metiendo.

Seungmin jamás ha sido una presa fácil.

La puerta es derribada, la policía entra con armas apuntándolo y Seungmin tranquilamente alza sus manos, no hay resistencia en sus acciones.

Dos policías lo esposan y sacan del lugar, los otros se encargan de su tío quien ya ha dejado de respirar y en sus adentro, Seungmin sonríe agradecido de que la bestia al fin haya muerto. Hay gente amontonada afuera de la casa, ojos curiosos que desean saber que está pasando, mirando fijamente al chico que estaba siendo arrestado. Y entre todas esas miradas sintió una en particular, una que pudo reconocer, alzó los ojos y se encontró a lo lejos con ese rostro pecoso que le ofreció una pequeña sonrisa y murmuró algo.

"Gané" sus labios parecían decir.

Pero Seungmin no se dejó intimidar, negó con la cabeza y sonrió igualmente, sus labios moviéndose en una frase no dicha pero que el rubio pudo leer perfectamente.

"No, yo lo hice"

Un policia se acercó a otro, hablando sobre algo, no podía escuchar mucho ya que estaba siendo metido en la patrulla, solo pudo distinguir las palabras, joven, encerrado, ayuda y sabe que Felix también las ha escuchado.

Antes de irse a la comisaria, sus ojos captan el momento en que el pecoso escapa.

Está acabado, el juego ha finalizado y Seungmin salió victorioso y lo sabe. Mira por la ventana hacia el cielo, las nubes comienzan a ocultar la luna.

Su mente divaga y cierra los ojos, permitiéndose descansar por unos minutos.

—Siempre te quejas de que tienes que salvar mi trasero y que no volverás a entrometerte pero al final lo haces, vienes y me salvas –Changbin sonríe, mirando al chico a su lado quien frunce el ceño.

—Callate y agradece que te salvé de que te sacaran los dientes de un golpe –aparta la mirada, no dispuesto a seguir viendo el rostro arrogante del mayor.

—Siempre tan duro pero se que en el fondo me adoras, por algo eres mi héroe~ –suelta una pequeña risa, acercando su mano hasta la del menor, entrelazando con cuidado sus dedos–. Puede que me meta en problemas pero se que siempre estarás allí para salvarme y realmente te lo agradezco, así que te lo compensaré pagando las cervezas de hoy, por favor, sigue cuidado tan bien de mi~

—Idiota, ¿y así esperas que te trate como hyung algún día? –lo insulta como siempre ha hecho porque es parte de su rutina.

Las bromas, los insultos, las quejas, los cumplidos, es parte de su extraña relación todo esto. Changbin se meterá en algún problema, formará una gran pelea y Seungmin vendrá y lo rescatará, ambos saldrán con moretones o rasguños en el mejor de los casos, se dejarán caer en su callejón de siempre y mirarán hacia el cielo, entrelazando sus dedos.

—Yo se que me adoras Kim –le lanzó un beso y el castaño respondió con una mueca de disgusto.

—Ten más cuidado, no siempre podré salvarte el trasero así que deja de meterte en problemas.

Changbin deja caer su cabeza contra su hombro, sus miradas conectándose.

—Tienes razón, prometo ser mas cuidadoso la próxima vez.

—Idiota, deja de hacer promesas que sabes que no vas a cumplir –le regaña, golpeando con su dedo su frente.

Observa el puchero que se forma en los labios del mayor, la forma en que se queja y soba su frente, está tan borracho y aún así quiere seguir bebiendo.

—Pero sabes, aquí hay una promesa que siempre voy a cumplir.

—¿Y cuál es? –alzó una ceja.

—Por siempre voy a estar a tu lado –sonrió, acercando su mano y acariciando con cuidado su rostro.

El más suave rubor posándose en las mejillas del menor y apartó al chico de su lado, poniéndose de pie y empezándose a alejar mientras Changbin lo perseguía.

Abrió los ojos, el auto se detuvo y fue llevado hasta una celda. Esperaría a que comience su interrogatorio.

Miró sus manos, admiró el recuerdo que había llegado a su cabeza y suspiró.

Idiota, cuantas veces te dije que dejaras de hacer promesas que no vas a cumplir.

Al menos Seungmin logró cumplir la suya.

La policía llegó al lugar del destino, derribaron la puerta y exploraron la casa hasta encontrarse con una pequeña puerta en el suelo, estaba cerrada y usaron la fuerza para abrirla.

Bajaron las escaleras y se encontraron con un joven de cabello naranja atado a una silla, procedieron a actuar rápidamente.

No estoy tan convencido con estos últimos capítulos pero espero a ustedes les guste ^^