Las clases de matemáticas eran aburridas como siempre y esta no fue la excepción. Felix, al igual que varios de sus compañeros, detestaba esta materia tan llena de números y letras que lo confundían y miles de formulas que realmente no le servirían en el futuro.

Dicen que la escuela te enseña a como sobrevivir pero estaba bastante seguro que si un ladrón le amenazaba con atacarlo si no le daba todo lo que tenía y él le respondía con como se saca el eje vertical, el resultado no sería bueno. El ladrón quería su dinero, no una explicación matemática.

Ah, se está perdiendo en su cabeza nuevamente con pensamientos tontos pero no puede evitarlo, es casi parte de su personalidad. Como tampoco puede evitar distraerse en fantasías con Jisung sentado delante suyo.

Era tan difícil prestar atención a la nueva formula que explicaba el profesor, diciendo que era sencilla y mostrando un ejemplo corto y fácil para luego dar como trabajo un ejercicio súper extenso y para nada fácil. Pero en fin, la clase quedaba completamente en segundo plano mientras su mente divagaba, observando con atención y un brillo en sus ojos la espalda del chico que tenía enfrente.

Su amado sol se ubicaba en el asiento delante a él, por lo que siempre podía admirar su cabello rubio, recientemente teñido y un poco desordenado, sus hombros un tanto anchos y su espalda bien formada, junto a sus brazos y las mangas cortas que se apretaban a estos.

Dios, era una gran imagen.

Felix realmente quería en este momento extender su mano y al menos poder acariciar su cabello, descubrir si era tan suave como se veía, pero si lo hiciese, si se dejase llevar por la tentación y las fantasías, terminaría en el momento más vergonzoso de su vida, o al menos entraria en el top 3.

Quedaría tan mal frente a su amado sin saber que excusa dar, tartamudeando con sus manos temblorosas moviéndose exageradamente, y Jisung seguramente terminaría alejándose de él mientras le ofrecía una mirada extraña y pensaba que era un rarito o un tipo de acosador, cosa que no podría negar tanto pero ¡no era un acosador! No a un nivel extremo al menos... Simplemente disfrutaba de observar a Jisung desde la distancia, no había nada de malo con ello, todos alguna vez tuvieron un crush y lo seguían con sus ojos y a veces fingían hablar por teléfono para conseguir tomar una foto.

Ahh, está volviendo a distraerse.

Desearía poder concentrarse pero la clase era tan aburrida y Jisung era tan brillante que simplemente no podía apartar sus ojos de él, todos sus pensamientos rondando alrededor de él mientras en su pecho se expande una bella sensación de confort.

Lástima que admirar a su amado no lo ayudará a aprobar la materia pero bueno, pequeños detalles sin importancia, luego le pedirá a Hyunjin que lo ayude y soportará todos sus regaños.

Hyunjin era un buen amigo y tutor, ayudándolo despues de clases, reuniéndose en su casa, ya que su tía nunca estaba presente, por lo que podrían estar en un comodo silencio y una tranquila soledad, y luego todo el silencio se rompería en estruendosas risas porque el azabache comenzaría a bromear y pelearían entre ellos en una animada batalla de cosquillas donde ganaría porque es un gran luchador, ignorando el hecho de que Hyunjin es demasiado débil con él y siempre lo dejaría ganar.

Sonrió, sus pensamientos ahora yendo hacia otro lado hasta que escuchó un pequeño estornudo, Jisung había estornudado y nunca había escuchado un ruido tan tierno como ese, oh dios, tuvo que morder su labio inferior con fuerza para aguantar un arrullo; dios, ese chico sería su perdición.

¿Por qué Jisung tenía que ser tan adorable y guapo al mismo tiempo? Eso no le hace ningún bien a su pobre y débil corazón que se descontrola con cada pequeña acción que realiza el contrario.

Ah, tan perdido estaba en su cabeza que apenas notó el ruido de la campana y una voz cercana pero que se sentía lejana hasta que logró enfocarse, sus ojos parpadeando confundidos mientras se enfocaban en la bella sonrisa de corazón del chico delante suyo.

Oh dios, oh dios, ¿Jisung realmente le estaba sonriendo? ¿Había muerto de aburrimiento y terminó en el cielo?

—Hey, ¿estas bien? –Jisung preguntó, volviendo a sacar a Felix de sus fantasías.

—Y-yo... S-si, muy bien –asintió rápidamente con la cabeza, sonriendo nervioso y ocultando algunos mechones que habían caído sobre sus ojos detrás de su oreja.

Estaba seguro de que sus orejas se hallaban tan rojas ahora.

Todo su rostro debe parecer una manzana o tomate en este momento.

—Genial, entonces como te decía, ¿prefieres hacer la tarea en mi casa o en la tuya? O también podríamos juntarnos en la biblioteca de la escuela.

—¿Trabajo? –preguntó confundido, dios, ¿tanto se había perdido en su cabeza que ni siquiera sabía sobre la tarea?

—Oh ¿no escuchaste? El profesor Kim nos dejó varias hojas del libro de matemáticas como tarea pero al menos nos permitió hacerlo en grupos, aunque él fue quien los eligió –comenzó a explicar–. Y nos puso juntos, a menos que tu no seas Lee Felix y eso sería realmente incomodo –rió nervioso.

—T-tranquilo, lo soy.

—Es bueno saber eso, seguro haremos un gran trabajo juntos –extendió su mano, esperando a que el pecoso la chocase pero Felix estaba tan perdido y tan nervioso que apenas pudo reaccionar porque sintió a Hyunjin palmear su espalda, chocando tímidamente su mano contra la del rubio.

Dios, su palma era tan suave.

—Bien, mis amigos me están esperando así que podemos arreglar lo de la tarea después; espera –se dio la vuelta, arrancando un pequeño trozo de la hoja de su carpeta, anotando algo antes de volver a girar en dirección a Felix y entregarle el papel–. Toma, este es mi número.

El pecoso lo tomó con dedos temblorosos.

—Mandame un mensaje y te responderé tan rápido como pueda –comenzó a guardar sus cosas antes de levantarse–. Te veo luego Lix –se despidió, dirigiéndose a la puerta donde sus dos amigos lo estaban esperando para ir a la cafetería a disfrutar de la hora del almuerzo.

Felix admiró el papel que tenía en manos, sonriendo a la desordenada letra de Jisung, quien parece que se había olvidado que el pecoso ya tenía su número gracias a un viejo trabajo de historia que habían hecho junto a otros dos compañeros hace un tiempo.

—Puedo ver que estas realmente feliz con lo que acaba de pasar –comentó Hyunjin, parándose a su lado.

—Creo que matemáticas se volverá mi materia preferida y el señor Kim mi profesor favorito.

Su amigo rió divertido.

—Dios, eres un exagerado.

—Y alguien realmente enamorado que se siente tan bendecido en este momento, realmente, realmente –chilló, era increíble como su profunda voz se había transformado en un chillido tan agudo y adorable mientras ocultaba su rostro detrás de sus pequeñas manos, sus mejillas ardían y su corazón latía tan rápidamente, la sonrisa que se dibujaba en sus labios era tan amplia mientras se bañaba en este precioso sentimiento de estar enamorado y que su amado le haya hablado.

Oh dios, va a hacer un trabajo con Jisung, va a hablar con Jisung, va a juntarse con Jisung.

Esta es una señal del universo, la oportunidad que el mundo le estaba dando de acercarse a su crush.

Se levantó, tomando a Hyunjin de los hombros mientras lo zarandea de un lado a otro y su amigo sólo sonríe divertido, hasta que lo detuvo, tomando sus manos.

—Muchas felicidades pecoso, la suerte estuvo de tu lado en esta ocasión, pero ahora vayamos a comer que muero de hambre –revolvió sus cabellos y el contrario asintió en respuesta.

Guardó sus cosas para luego salir junto a Hyunjin, sin perder en ningún momento su gran animo, comenzando a hablar sobre Jisung, desde ese tierno lunar en su mejilla hasta la forma en que sus piernas se doblaban cuando estaba sentado.

En algún momento comenzó a divagar, imaginando como sería su vida juntos, como esta maravillosa historia de amor comienza con algo tan simple como un trabajo, para nada sencillo, de matemáticas.

Y Hyunjin lo escuchaba, tan atentamente como siempre, asintiendo con la cabeza y sonriendole, alimentando incluso más sus fantasías.

—Pero más te vale que no me dejes cuando comiences a salir con Jisung, sigo siendo tu mejor amigo y me romperas el corazón si me dejes atrás –fingió una expresión dolida.

—Jamás te dejaría Jinnie, eres mi mejor amigo, mi alma gemela –lo abrazó con fuerza antes de separarse y cada uno tomar una charola y comida.

Su conversación manteniéndose activa hasta llegar a la mesa, donde Felix buscó con la mirada a Jisung, encontrándose con que solo Changbin y Minho estaban sentados en la mesa.

—Jisung no está... –murmuró, casi parecía que su expresión se opacaba al no ver a su sol.

—Quizas fue al baño, llegará pronto y si no, siempre puedes verlo en la siguiente clase.

—Cierto –asintió, sonriendo levemente, aunque no tan convencido, sintiendo algo extraño en su pecho nuevamente.

Espero les haya gustado, se que apenas voy dos capítulos pero me gustaría leer sus opiniones acerca de la historia ^^