18
Maldice, pateando una lata de refresco que encuentra en su camino, cada golpe acompañado de un paso, llenando de ruido la silenciosa calle.
Está tan frustrado y estresado y no entiende porque, solo tuvo una discusión con su madre, no es nada del otro mundo pero luego ella tuvo que sacar a la luz todos sus problemas y eso solo lo hicieron estallar, azotar la puerta de casa mientras salía corriendo.
Suspira, masajeandose la sien, consiente de que el viento es fresco y debió haberse puesto al menos una maldita chaqueta porque ahora se está helando y sus brazos aún tienen pequeñas heridas visibles y sabe que si se encuentra con alguien cercano, como alguno de sus amigos, va a ser un maldito problema y no quiere la lástima de nadie, no quiere escuchar palabras de aliento, ni regaños ni nada, todo lo que quiere ahora es un abrazo lo suficientemente fuerte que pueda mantener las piezas unidas por un poco más de tiempo antes de que todo se desmorone otra vez y deba de recoger los pedazos uno por uno aunque está harto de hacerlo, de intentar volver a encajar cada pieza como si fuese un rompecabezas, pero siempre quedaran marcas y pegamento por todos lados, lleno de irregularidades.
Sintió un peso en su espalda, unos brazos alrededor de su cuerpo.
-Tranquilizate hyung, estas temblando -Changbin se paraliza ante esa voz bañada de dulzura.
Se suelta del agarre y voltea lentamente, encontrándose con esos brillantes ojos y una hermosa sonrisa que oculta toda malicia. Mierda, casi prefería haberse topado con Minho y que este le diese un gran sermón por seguir lastimándose cuando prometió que pararía pero ambos saben que él simplemente no puede parar porque por alguna razón el dolor físico es mejor que sentir todo esto dentro suyo, esa pesadez, ese cansancio, el dolor es un estimulo, un pequeño recordatorio de que aún está aquí con vida incluso si hay momentos en donde desearía estar muerto, porque está tan cansado y dormir nunca es suficiente y no importa cuanto alcohol pueda entrar en su sistema y lo haga flotar por unos minutos, al final esa pesadez y cansancio regresaran y jamás se irán.
Y a veces desearía que simplemente se vayan porque está demasiado cansado de todo esto, quiere que esa felicidad sea constante y no un breve instante. Quiere dejar de preocupar a sus amigos con sus problemas y disfrutar todos los momentos a su lado sin que haya un molesto pensamiento en su cabeza.
Pero eso no importa ahora porque todo lo que importa es que la persona que está delante suya no es ni Minho, ni Jisung, ni siquiera Seungmin con quien por lo menos no necesitaría dar ninguna excusa de la situación porque ambos se comprendían, se complementaban, mezclaban las piezas rotas y buscaban una unión más duradera.
Lo que importa es que la maldita persona que lo encontró y ahora le sonríe como si fuese amigos es Felix, el dueño de sus pesadillas Lee Felix, la persona que con solo una mirada logra poner todos sus pelos de punta
Felix es peligroso y en este momento cada movimiento y palabra lo hace sentir como si fuese un presa, un insecto el cual un gato se interesó, por lo que se pondrá a jugar con él con sus garras hasta aburrirse y destrozarlo en pedazos.
-Y-yo estoy bien -responde tras todo ese momento de silencio.
El menor asiente con la cabeza, su sonrisa se mantiene amable y comprensiva, sin jamas titubiar. Changbin decide analizarlo por unos segundos, el australiano vestía unas prendas simples aunque lo mas llamativo era la bufanda alrededor de su cuello, aunque el tiempo estaba fresco debido a las lluvias recientes y lo cerca que estaban del invierno, no era aún lo suficientemente helado como para llevar puesta esa prenda, le hizo preguntarse si es que estaba ocultando algo, pero decidió ignorarlo, no importaba realmente, quizás Felix solo era así de extraño.
-Deberías tener cuidado hyung, andar por estas horas solo y además con el clima, podría causarte un resfriado y problemas -le regañó con suavidad, quitándose la campera que tenía puesta, revelando un ligero suéter amarillo.
Con cuidado, observó como el menor envolvía su campera de algodón alredor de sus hombros, tarareando una pequeña melodía mientras lo abrigaba en un acto desinteresado. Felix siempre parecía ser esto, una persona amable y desinteresada, ayudando solo porque así lo quería y no porque buscase algo a cambio, jamás pidió nada por sus acciones, como la vez donde lo vio a los lejos pagarle el almuerzo a una chica que no trajo dinero ese día y podía escucharse el ruido de su estomago. Las mejillas de la joven sonrojadas mientras el rubio le entregaba una bandeja de comida y se negaba a la idea de que le devolviese el dinero.
Pero desde que se hizo amigo de Bangchan, un mal sabor se instaló en su boca, podía verlo, la forma en que aunque todo se observaba real a veces notaba esos titubeos, esa mirada distante. Tanto él como Felix sabían que Bangchan era el enamorado de Jisung, quizás todos en la escuela lo sabían como sabían acerca de los sentimientos del pecoso por su amigo, por ello la amistad que se había formado entre ambos australianos se le hacia sospechosa, incluso si sus risas resultaban tan reales cuando pasaban cerca con Jisung y Minho.
Jisung siempre observando con ojos dolidos y enamorados la sonrisa del australiano mayor, siempre cautivado aún si no era el causante de aquella risa. Así era su amigo, amaba a Chan y su deseo era verlo feliz y cuando lo vio feliz al lado del pecoso, parecía satisfecho aunque también dolido por el rechazó del mayor.
Pero cuando tuvieron una llamada grupal una noche, Jisung estaba tan radiante, su voz llena de alegría y azúcar, suspiros enamorados y fantasías por todos lados mientras contaba su día y como terminó besándose con Bangchan. Ambos lo habían felicitado y molestado mucho esa noche y al día siguiente, solo para descubrir el lunes que el chico no se había presentado a clases y nadie lo había visto, ni siquiera Felix cuando Minho se acercó para preguntar por él.
Pasaron días sin ninguna noticia, la preocupación creciendo por Jisung y Changbin no sabia que hacer para poder ayudar a su amigo a calmar su ansiedad pero todo fue cuesta abajo cuando anunciaron que estaba desaparecido, la policía investigando y preguntando a algunos alumnos pero al final no hubo ningún resultado, ninguna pista de que pudo haber pasado.
Y ahora ya se habia cumplido un mes pero Jisung mantenía a flotes sus esperanzas. Y luego estaba Felix, quien parecía demasiado tranquilo mientras Hyunjin se veía nervioso, luego podías ver al pecoso llorar cuando alguien hablaba sobre su amigo desaparecido.
Y después sucedió lo de Hyunjin, Changbin sabe que no puede solo confiar en su instinto, en un presentimiento, o en lo que han visto sus ojos porque siempre pudo haber estado mal, pudo haberse confundido e imaginarse las cosas pero una parte suya estaba seguro de que tenía razón. Felix mató a su mejor amigo y quizás también había asesinado a Bangchan.
Otro escalofrío, esperaba que el clima fuese lo suficiente para hacer pasar esto como producto del frío y no del miedo que sentía ante aquellos ojos que se posaban en su rostro.
-Estoy bien... -repitió, apartándose de las manos que aún descansaban en sus brazos.
Felix retrocedió unos pasos, notando su incomodidad.
-Está bien, solo te doy una pequeña advertencia, es mejor tener cuidado y no actuar de forma precipitada.
Changbin alzo una ceja, preguntándose si acaso eso fue algún tipo de amenaza, las palabras del menor parecían engañosas como todo en él, un animal inocente que simplemente estaba ocultando sus garras, esperando el momento indicado para clavar.
-Lo tendré en cuenta -decidió ignorar la advertencia, actuar natural, no mostrar lo mucho que el rubio lograba afectarlo.
-Bien, regresa a tu casa pronto hyung -desvió su mirada al cielo nublado antes de regresarla al mayor-. Parece que lloverá, puedes devolverme la chaqueta el lunes, nos vemos hyung, ciudate -se dio la vuelta y comenzó un pequeño trote que consistía en leves saltos antes de detenerse y darse la vuelta-. Oh, y hyung -volteó a verlo, sus ojos amenazantes clavándose contra los suyos, era un venado paralizado enfrente de una carretera donde un auto se iba aproximando, congelado en su lugar por el miedo de las luces acercándose, por ese pequeño dedo que se acerco a sus regordetes labios y susurró "shh"
Sonriendo satisfecho, el pecoso siguió avanzando y Changbin sólo pudo volver a respirar cuando el rubio se halló lo suficientemente lejos, cruzando una esquina y desapareciendo en el silencio.
Sus rodillas temblaron y tuvo que sostenerse de un poste de luz para no llegar a caer, su estómago estaba revuelto y había un sudor frío corriendo por su nuca.
Mierda.
Completa y absolutamente mierda.
-¿Crees que Lee te amenazó? -preguntó Seungmin, apoyándose contra las rejas de la azotea de la escuela, su mirada posada sobre la ciudad de abajo mientras sus manos se sostenían del metal.
-Estoy seguro, él sabe que yo se algo y me está viendo como algún tipo de amenaza, entonces decidió actuar, seguro solo quería ver mi reacción y fui tan idiota como para mostrarle mi verdadera expresión -suspiró, ocultando su rostro entre sus rodillas.
-Solo actúa de manera natural, no dejes que vea a través de ti, si sigues como siempre entonces nada pasará y si sientes que algo podría suceder, dímelo -salió de su escondite, mirando en dirección a Kim que lo veía igualmente.
-Tienes razón, solo debo... -respiró hondo y exhaló-. Actuar natural.
-Un día como cualquier otro -el azabache asintió.
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