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Capítulo 5

 — Buenos días, noona—saludó WooBin dejando su bandeja con el desayuno frente a la suya, SooMin llevaba el cabello recogido en una coleta alta, frunció el ceño mirando alrededor y luego al chico.

— ¿Y tu amigo idol?

— Creo que desayunará más tarde—se mostró algo decepcionado—Anoche escuché gritos de su habitación y algunos enfermeros entraron allí, después de unos minutos dejé de escucharlo.

La chica supuso lo que había pasado y se sintió culpable, ella le había dicho a JungKookie que también estaría en esa situación. Por eso al terminar su desayuno, habló con la enfermera encargada de ella, quería que le llevara a verlo, WooBin quiso ir, pero al mismo tiempo no, algo le decía que el maknae quería estar solo.

Matthew justamente salía del cuarto con una bandeja, después de una pequeña charla le dejó entrar a verlo, pero si empeoraba tendría que salir.

Al entrar a la habitación encontró un cuerpo sobre la cama, éste le daba la espalda y sus hombros se movían despacio en señal de su respiración lenta, SooMin podía jurar que estaba durmiendo, al menos aquel cuarto lucía ordenado, cuando ella tenía sus ataques solía destrozar todo a su paso, lentamente se asomó apreciando el rostro sereno del maknae, claro que le conocía y claro que había sido en parte su fan, Jeon JungKook era un idol muy querido, la chica también quería tenerlo todo tan fácil como él pero...

Olvidaba que para tener lo que JungKook tenía debía trabajar duro.

Se sentó en la cama con cuidado, en la mesa de noche notó unos frascos de color naranja que no le agradaron, cuando ella debía recibir medicamentos se sentía totalmente drogada, sus emociones se estabilizaban y sus ataques o crisis cesaban al menos una semana.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó y ella dio un respingo. JungKook la miraba con ojos dulces, el pobre tenía unas ojeras debajo de esos ojos marrones.

— Buenos días, vine a verte, por supuesto, tu amigo me contó lo sucedido—explicó—Si no fuiste a desayunar ni a correr debes estar muy mal.

— Tú dímelo—suspiró cerrando sus ojos colocándose boca arriba, tenía las sábanas cubriéndole de la cintura para abajo y SooMin notó como la marca de unos dedos se notaban en su brazo izquierdo, a veces el personal debía ejercer fuerza con sus pacientes y estas cosas pasaban, pero no era agradable, algo incómoda apartó la vista mirando a la ventana— ¿Enserio viniste a verme?

— ¿Tiene algo de malo?

— WooBin, ¿Está bien?

— Algo preocupado, pero bien—asintió volviendo a mirarle— ¿Sabes? Siento que en parte fue mi culpa por lo que te dije ayer...

— No, no lo fue—suspiró cubriéndose hasta el cuello con las sábanas y SooMin le pareció notar que el maknae contenía las lágrimas—Tuve una pesadilla, eso me causó ansiedad.

— Algunas veces la mente es nuestra peor enemiga—se cruzó de brazos— ¿Quieres contarme?

— TaeHyung había venido en el mismo auto que nos trajo aquí—susurró con la mirada perdida—Estaba tan contento de volverlo a ver y le dije que sabía que nunca me dejarían—sintió un nudo en su garganta—Pero no vino por mí, vino a decirme que prácticamente mi carrera se había acabado y que por mi culpa todos salieron perjudicados—cerró sus ojos sintiendo dolor al recordar—Era tan real...

SooMin pensó muy bien lo que diría, no quería ser dura con él y si le había contado eso...ella también le contaría algo.

— ¿Recuerdas que WooBin te dijo que era amiga del director?

— Dijiste que tu familia era amiga de su familia...—la miró.

— Conocí a la nieta del director Kwang, estudiamos juntas desde secundaria, ella era muy fan de ustedes y por ella los conocí—comenzó a decir, JungKook escuchó atentamente—De repente no entendí porque ella cambió hacia mí, dejó de hablarme o de escribirme, creí que quizás estaba en uno de esos grupos de chicas populares pero el día que decidí ir a verla...fui a su casa y...—ahora SooMin sonaba tan lejana, metida en sus pensamientos—Me encontré con la noticia de que había fallecido una noche antes.

— ¿Qué le pasó? —no pudo evitar preguntar.

— Su corazón estaba fallando a una edad tan joven, sus padres la sacaron al hospital cuando ella tuvo un ataque de asma—suspiró—Ese ataque de asma se convirtió en un infarto.

— Lo siento.

— Sus padres me dijeron que por eso el cambio de su actitud, creyó que alejándose de mí el daño sería menos, pero...me siento tan culpable de no haber estado con ella, JungKook—dijo lo último con voz muy baja—Prometimos estar en las buenas y en las malas, ella apreciaba tanto el lazo que todos ustedes tenían como hermanos, decía que nosotras podíamos ser un dúo muy poderoso—sonrió amargamente.

JungKook guardó silencio un largo rato y ambos estuvieron así, ambos metidos en sus pensamientos, hasta que...

— ¿Por ella estás aquí?

— Caí en depresión por su muerte, sentía ansiedad cuando pensaba en ella y....comencé a detestar a todos desde su funeral—lo miró—Te digo esto porque no creo que esa pesadilla se haga realidad, tus hyungs quieren lo mejor para ti, eres su maknae, su hermanito menor y sin ti...el grupo no es lo mismo—le sonrió un poco—No le hagas caso a tu mente.

[...]

Había recibido a su psicólogo en su habitación, Matthew sabía que, con lo sucedido anoche, el chico preferiría estar en la cama, le estaba tomando cariño antes de lo previsto. Al día siguiente cuando hacía ejercicio con Matthew estirando las extremidades de su cuerpo recordaba en lo que SooMin le había dicho, confiaba en sus hyungs, pero no en sí mismo.

Eso nunca le había pasado.

— ¿Todo bien? —le preguntó Matt cuando bebían agua en medio de un breve descanso.

— Sí.

— ¿Sabes que puedes contarme cualquier cosa? —lo miró. JungKook lo sabía, pero simplemente ese chico no era SooMin.

— Sí.

En el desayuno se encontraba comiendo cuando distinguió a la chica de cabello oscuro entrar acompañada de WooBin, quien movió su mano sonriendo contento de ver a su hyung ahí, JungKook saludó con una leve sonrisa y un leve gesto, justo cuando la chica volteó a verle sus mejillas se sonrojaron un poco.

— Hyung, ¿Se siente mejor? —el chico fue el primero en preguntar cuando tomaron asiento con él.

— Un poco, WooBin, gracias por preocuparte—los miró— ¿Ustedes están bien?

— Locos, pero bien—bromeó SooMin— ¿Ya comenzaste tus talleres?

— Hoy comenzaré, estoy en dibujo y escritura...

— ¡Yo estoy en esos! —señaló WooBin—Son buenos, te gustará.

— Creí que tomarías música—opinó ella.

— Quiero alejarme de eso por un tiempo.

— JungKook, eres una persona que ama cantar y bailar, además de componer—le recordó— ¿Quieres dejar lo que te gusta?

— No, simplemente voy a tomarme un descanso—se encogió de hombros llevando una cucharada a su boca—No te preocupes, puedes seguir cantando por mí en el salón.

— Sabía que me habías escuchado ese día-sonrió.

— ¿La escuchaste cantar?

— Lo hice y lo hace muy bien—alagó.

Algo apenada se sintió bien con ese comentario.

— Gracias, chico idol—le guiñó el ojo dando por finalizada la conversación.

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