Capítulo 20
Cinco meses después
Agosto estaba siendo un mes muy caluroso y el calor inquietaba a la mayoría de los pacientes, por esa razón los dejaban estar más tiempo en la piscina. SooMin miraba distraída el agua moviendo sus piernas creando olas pequeñas, estaba sentada al borde de la piscina, sus brazos ya no tenían vendas, pero las cicatrices quedarían allí, JungKook si estaba en el agua y la veía con una ligera sonrisa, tenía la mala costumbre de mirarla mucho cuando estaba distraída.
Sabía que los padres de SooMin insistían en casarla, sobre todo su padre, pero Soo sabía que eso no solucionaría nada y además que la chica se considera muy joven para atar su vida a alguien.
JungKook ha estado allí todos esos meses para ella, de nuevo están ahí para el otro.
— ¿Vas a dejar de mirarme o debo golpear ese lindo rostro de idol?
El chico avergonzado apartó la vista, subió a la orilla haciendo fuerza con sus brazos quedando sentado a su lado.
— WooBin me escribió hace unas semanas.
— ¿Enserio?
— Su hermana tuvo a la bebé, ya es tío—asintió—Se llama Luna.
— Es un bonito nombre—miró el agua—Si tuviera una hija me gustaría llamarla...
— Me pregunto si serías una buena madre—bromeó para hacerla enojar y lo logró. SooMin golpeó su brazo escuchando sus risas.
— ¿Te dijo algo más?
— Dijo que pronto pasaría por aquí, está trabajando con su padre en la fábrica de pinturas—JungKook lució algo pensativo— ¿Crees que realmente podamos curarnos? ¿Quién nos asegura que no volveremos a caer en lo mismo?
A SooMin le interesó eso, pensó unos minutos su respuesta y no dudó en decirla.
— Estar en un centro de rehabilitación no significa que mejorarás o te curarás, significa que aprenderás a controlarlo de diferentes formas—habló bajo la mirada atenta del chico—Tenemos que vivir así.
— ¿Y si nunca aprendemos a controlarlo?
— Es por eso que dicen que el proceso de rehabilitación se basa en el apoyo de familias o amigos—contó—Si dudas de tu fuerza de voluntad, necesitas que te ayuden.
— ¿Y si no quiero esa ayuda porque lastimaría a todos?
— De acuerdo, señorito Jeon, ¿Por qué tanta negatividad de repente? —sonrió burlonamente para luego preguntar más preocupada— ¿Tuviste una crisis?
— No, la verdad hace semanas que no la tengo y estoy esperando que llegue de la nada...—SooMin golpeó su frente con la palma de su mano— ¡Auch!
— No seas negativo.
— Mira quien lo dice, también eres negativa a veces...—Soo volvió a golpearlo.
— No juzgues.
— No estoy juzgando...—otro golpe— ¡Deja de golpearme!
— Es divertido.
— No lo es—JungKook la empujó al agua y ahora era él quien reía al último.
[...]
— Hyung, ya tengo el regalo para noona, lo enviaré al director y él se lo dará a...
— ¿Qué regalo? —JungKook tenía el celular en su oreja, recién salía de la ducha por lo cual una toalla era lo único que lo cubría de la cintura para abajo, su cabello castaño estaba mojado también.
WooBin le había llamado exactamente cuando acababa de bañarse para dormir.
— ¿No te lo he dicho?
— ¿Decirme qué? —frunció el ceño dirigiéndose al armario para sacar algo de ropa.
— Hyung, el cumpleaños de SooMin es el dieciocho de agosto y estamos en agosto por si lo olvidó.
JungKook se quedó de piedra, claro que no lo sabía y eso que estaba todos los días con la chica, ¿Por qué SooMin no le dijo nada? Respiró profundo negando con la cabeza.
— No sabía eso.
— ¿Ella no le dijo?
— ¿Cómo es que ella si te contó sobre su cumpleaños y yo no lo sabía?
— Oh, no, noona nunca me lo dijo pero una vez lo vi en la oficina del director, la carpeta de SooMin estaba allí y lo vi—le restó importancia— ¿Va a regalarle algo? ¿Piensa confesarse al fin?
WooBin sabía del beso y lo sucedido entre ambos, el menor apoyaba esa relación y tenía esperanzas en que JungKook le confesaría realmente lo que sentía.
Pero ni el mismo Kook sabe que siente.
— Deja eso, no va a pasar.
— Hyung, no sea terco.
— WooBin—reprochó con tono dulce. Comenzó a vestirse colocando la llamada en alta voz— ¿Qué piensas darle a Soo?
— Mi hermana le hizo un vestido perfecto para el verano, es de una tela fina y fresca—JungKook de inmediato pensó en un detalle y era que a SooMin no le gustaban los vestidos, por eso nunca la ha visto usar uno—Es blanco y tiene algunos pájaros negros, muy pequeños bailando por la falda.
Claro, pájaros.
— ¿Sabes? Acabas de darme una idea.
— ¿Qué se le ocurrió?
[...]
SooMin tomaba su desayuno con calma, veía a los presentes en el comedor extrañándose de que JungKook no haya estado corriendo con Matthew ni haya llegado primero a comer. Se maldijo por no tener el celular en su poder, así le escribiría y sabría si pasó algo, aunque lo duda, ya se hubiese enterado de alguna otra forma.
— ¿Dónde se habrá metido este chico? —murmuró mirando a la puerta.
En medio de la espera recordó a sus padres, se habían alterado con sus cortes cuando fueron a verla el siguiente mes en las visitas. Incluso los chicos de BTS fueron a verla también preocupados por lo que les había dicho JungKook.
"JungKook, ash, este chico..."
Decir que se había enamorado de un idol sería cliché y más aún de alguien como Jeon JungKook, el pobre es muy inocente en temas de relaciones, SooMin podría aprovecharse y sacarle ventajas a esa relación, sus padres fueran los más felices del mundo, en especial su padre.
¿Su hija teniendo una relación sentimental con el maknae de BTS? El chico cobraba millones con su trabajo, pero no, Yeong SooMin no era así y jamás lo sería.
Ahora, no miente cuando dice que siente algo por él, algo que quisiera llegar a aclarar del todo. Quizás es una atracción, desde el comienzo no niega que le atrae, cualquier tonto sabe que el chico tiene sus encantos y además de que JungKook es la clase de tipo ideal para ella.
Pero tampoco es que SooMin sea una experta en relaciones, de por si su último novio fue en la secundaria, eso lo dice todo.
"Piensa, Soo, ¿Qué es Jeon JungKook para ti?"
•••
¿Qué creen que le regale JungKookie a SooMin en su cumpleaños?
💙
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