Capítulo 15
JungKook esperaba en la entrada del lugar con Matthew, SooMin terminaba de arreglarse para ir a correr, ya era costumbre dejarlos solos. El castaño miró al chico quien lucía decaído esa mañana, el sol comenzaba a brillar en el cielo.
— ¿Te sientes bien? —preguntó JungKook mirándole.
— La verdad no—suspiró—Creo que voy a irme por dos semanas.
— ¿Por qué?
— Mi padre está enfermo, sus pulmones están fallando, tiene años sufriendo con el asma, pero ahora con su edad...—chasqueó la lengua—Le he dicho que debe dejar de fumar, eso le afecta más, pero él dice que más daño le hace al que no fuma que al fumador.
JungKook notó que estaba algo molesto y decepcionado.
— Saldrá bien, ¿Hablaste con el director?
— Lo hice, me dará respuesta al final del día—lo miró—Hablaré con Suzy para que esté atenta a ti.
Suzy era la enfermera que estaba encargada de SooMin, era agradable y tratable, pero para JungKook no sería lo mismo.
— ¿Dos semanas dices?
— Dos semanas—asintió— ¿Estarás bien o necesitas que vaya menos tiempo?
— No, Dios, quédate con tu padre, te necesita ahora—le sonrió un poco—Te esperaré aquí, además, Soo estará conmigo...
— ¿Yo qué? —la chica apareció vistiendo deportivo y con su cabello recogido en una coleta alta— ¿Sucede algo?
— Matthew debe volver a su país, su padre está enfermo—contó mirándola de pies a cabeza.
— Oh, que pena, espero que se recupere.
— Suzy se encargará de JungKook—señaló—Espero que puedas cuidarlo por mí también.
Soo miró al chico quien veía el suelo, volteó hacia Matthew y asintió con una pequeña sonrisa.
[...]
JungKook batía los huevos en el tazón mientras SooMin se encargaba de picar los champiñones, estaban en el taller de cocina y debían seguir al pie de la letra, la receta anotada en el pizarrón, la pareja trabajaba junta como siempre.
— No me respondiste la pregunta—JungKook le miró deteniendo su tarea—Ya sabes, de haber tenido novia.
— ¿Quieres seguir con el tema? Pensé que lo habíamos dado por finalizado...
— No puedes dejarme con la duda.
— Sí, he tenido, pero nada serio—siguió batiendo los huevos moviendo su brazo. SooMin frunció su ceño.
— Entonces si eres un rompecorazones.
— No.
— Sí.
— Como sea, sólo olvida el tema.
— Bien—sonrió burlonamente.
[...]
Una semana después
— Fue muy agradable estar con ella toda una tarde en el bosque—comentó con una vaga sonrisa—SooMin sabe cómo aprovechar un día.
— Me parece que hay otro que está aprovechando su compañía—comentó SeokJin, a su alrededor otros seis chicos intentaban ver por la pantalla del celular, JungKook realmente quería estar allí.
— Dinos algo en lo que SooMin no esté involucrada—bromeó Tae pillándolo al instante. JungKook se había quedado callado con un sonrojo en sus mejillas.
— ¿Cuánto tiempo estará esa chica allí? —inquirió YoonGi.
— Un año, así como yo.
— Si sigues así podrían soltarte antes—señaló NamJoon dejando ver sus hoyuelos al sonreír—Lo importante es que mejores y te sientas mejor, JungKook.
El chico suspiró asintiendo.
— SooMin dice que no preste atención a las noticias—chasqueó la lengua sosteniendo su celular frente a su rostro estando boca abajo en la cama—Hyungs, ¿Qué dice la agencia con esto?
— ¿La agencia? Oye, preocúpate por ti—Hoseok había hablado muy serio—Si tú estás bien entonces nosotros lo estaremos.
— Sí, JungKook-ah, piensa en ti ahora—aconsejó Jimin.
Unos toques a la puerta le hicieron voltear a ver, SooMin entró cerrando detrás de sí con una pequeña sonrisa. El corazón de Kook se aceleró y se despidió apresurando a cortar la videollamada, dejó su celular en la mesa de noche, Soo se tumbó a su lado en la misma posición abrazando parte de la almohada porque la otra mitad la tenía JungKook.
— ¿Todo bien?
— Todo bien—miró sus ojos—No pensé que vendrías esta noche.
— La verdad es que...pensaba ir a caminar por el edificio—una sonrisa maliciosa apareció en sus labios— ¿Vienes conmigo?
— ¿Estás loca? Hay enfermeros haciendo guardia...
— No es primera vez que hago esto, JungKook, sé por dónde ir y por donde pisar.
Unos treinta minutos después, JungKook no podía creer que caminaba por el pasillo del lugar, ese que daba vista al jardín ahora oscuro y tenebroso, no le gustaba como era la noche allí, además había comenzado a llover y eso le inquietaba de cierta forma. SooMin no soltaba su mano, la idea era vagar sin rumbo, iban en silencio por supuesto, miraban a cualquier lado manteniendo cuidado, llegaron al poco rato a la piscina.
Ésta se mantenía iluminada por las luces debajo del agua, aquel salón no era tan frío, se podía ver hacia el bosque y se podía ver que llovía, pero todas las ventanas estaban cerradas por completos. JungKook se detuvo en el acto cuando sus zapatos tocaron un charco de agua.
— Es mejor volver...
— No pensé que fueras tan miedoso.
— No es miedo, es temor a que nos vean y nos quiten los celulares por este comportamiento—miró alrededor y luego a la chica jalando su mano.
— Desde hace varias noches vengo aquí y me siento a ver el agua, créeme, no ha pasado nada—sonrió de forma cálida.
— ¿Por qué vendrías aquí en medio de la noche cuando todos duermen?
— A veces es bueno venir a un lugar silencioso y simplemente pensar en nada—se encogió de hombros. A JungKook le preocupó eso, dio un paso a ella mirando fijamente sus ojos.
— ¿Te has sentido realmente bien?
A Soo le enterneció que él preguntara por su estado, pero la verdad era una.
— Estoy bien.
De nuevo esas miradas silenciosas pero que lo decían todo, sus manos aún tomadas y a poca distancia, un ruido los volvió a la realidad, iban a revisar aquel salón, JungKook hizo lo primero que dijo su mente. Jaló a SooMin con él y entró despacio a la piscina sintiendo el agua algo fría pero soportable.
— Ahora tú estás loco—se rehusó a entrar.
— Tú me metiste en esto ahora haz lo que te digo y ven aquí—apresuró. SooMin se sentó en la orilla deslizándose luego, las luces de las linternas se apreciaban a lo lejos y ambos sabían que era ahora o nunca—Respira profundo y sumérgete.
— Pero yo...
— Hazlo ahora—ordenó.
SooMin lo hizo al mismo tiempo que él, pero el problema era que ella no sabía mantenerse hundida, una enfermera entró al salón de la piscina echando un vistazo. Su compañera de guardia esperó en la puerta.
— ¿No debían apagar las luces de la piscina? —se quejó la mujer rodando los ojos.
— Ya sabes que en este lugar todos son olvidadizos—comentó su amiga.
La mujer se dirigió al final del salón apagando los interruptores, SooMin y JungKook hundidos aún en el agua se encontraron a oscuras, Soo sintió cierto pánico con tanta oscuridad y sin poder respirar, su corazón se aceleró el doble y supo que necesitaba salir. JungKook miró hacia la superficie sabiendo que debían esperar un poco más, las luces de las linternas seguían en ese lugar, si SooMin salía por aire los atraparían.
Recordó el gesto de unos personajes que había visto en una película, esperaba que funcionara, pero también ante el desespero no dudó en tomar el rostro de Soo uniendo sus labios con los de ella.
•••
No sé si esto cuenta como beso...😐 Tengo un debate mental.
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