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08


La escandalosa risa de Niall retumba por los pasillos del edificio, haciendo que Louis sonría por ello. Zayn y Liam se disponen a entrar en su apartamento entre besos mientras Niall les dice que son demasiado empalagosos antes de entrar en su propio hogar, deseándoles una buenas noches a Harry y a Louis con movimiento de cejas incluido.

Louis tiene que rodar los ojos ante eso.

—Ha sido divertido, gracias por invitarme. -Harry dice, con una sonrisa de hoyuelos y ojos brillantes mientras se apoya contra la pared del pasillo-

Louis lo mira y sonríe. No sabe si es el alcohol, el cansancio o el sentimiento de todavía estar en una nube por haber besado a Harry. Es un poco de todo mezclado, el hecho de haber pasado toda la noche con sus mejores amigos, riendo, bailando y besando de vez en cuando a su bonito vecino.

Y Louis no quiere decirlo en voz alta, no quiere admitirse así mismo lo que realmente ya sabe, pero cree que no podrá retenerlo por mucho más tiempo. Cree que si sigue así, acabará explotando.

Porque tiene a Harry ahí, mirándolo de esa forma que Louis no entiende todavía, sus ojos verdes brillan y su sonrisa es tan grande y bonita que quizás el castaño tiene que retener la respiración unos segundos al verla.

Así que, bueno, si tiene que perder la cabeza por él, que así sea.

—Ciertamente lo ha sido -Murmura acercándose a él, colocando sus manos en la cintura del rizado-

Harry se muerde el labio, y Louis vuelve a ser rodeado por el increíble olor a perfume de Harry. Su corazón late con fuerza y solo quiere hacer durar el momento, retrasar el momento de alejarse de él lo máximo posible, porque no sabe cuándo se volverá a repetir.

—Louis... -Susurra, mirando por un corto segundo a los labios del mayor antes de volver a levantar la mirada-

—¿Mhmm...?

—Estamos en mitad del pasillo -Dice divertido, y a Louis realmente no podría importarle menos-

Mantiene firme el agarre en la cintura de Harry, y están tan cerca que sus respiraciones podrían convertirse en una sola.

—¿Puedo preguntarte algo? -Susurra, a lo que Harry asiente-

—Ya lo estás haciendo -Dice de igual forma-

Louis desea con todas sus fuerzas que el corazón del rizado esté volviéndose tan loco como el suyo.

—¿Puedo besarte o estas demasiado cansado?

—Dios, no, nunca. -Suspira- Bésame.

Louis junta sus labios con los del rizado, y en aquel momento tan solo puede pensar en lo bien que aquello se sentía, en lo natural y correcto que era besar a Harry como si hubieran nacido para ello. Y tal vez así era, tal vez estaban destinados a hacerlo, a estar juntos.

Quizás todo aquello de las almas gemelas existía, quizás Harry siempre había sido la suya.

—Buenas noches, rizado -Susurra cuando finalmente se apartan-

—Buenas noches, Lou.

***

Louis despierta a la mañana siguiente con el fuerte sonido de la lluvia chocando contra la ventana de su habitación. Siente el fuerte dolor de cabeza y el solo pensamiento de levantarse de la cama le hace querer volver a dormir para el resto del día.

Pero el sonido del timbre le obliga a hacerlo, soltando un gruñido mientras camina hasta la puerta principal.

Cuando la abre, su corazón parece detenerse. Harry se encuentra ahí, con su cabello un tanto despeinado y un vaso de café para llevar en una de sus manos. Viste una sudadera marrón y unos pantalones deportivos grises junto a unas converses blancas, y Louis no entiende como puede verse tan bien después de una noche de fiesta.

Es ridiculo, Louis de verdad no lo entiende.

—He traído tu café -Harry dice avergonzado, con una pequeña sonrisa nerviosa en su rostro-

—¿Has salido a comprarme un café con esta lluvia? -Pregunta con el ceño fruncido mientras siente un cosquilleo por todo su cuerpo-

—Te dije que lo haría. -Se encoge de hombros antes de entregarle el café con una sonrisa- Feliz cumpleaños.

—Joder, gracias otra vez -Louis sonríe tomando el vaso entre sus manos- Realmente no esperaba que lo hicieras.

Harry frunce el ceño.

—¿Por qué?

—Supuse que ya tuve un buen regalo anoche.

Las mejillas de Harry explotan en colores carmesí, y aquello no tendría que hacerle sonreír orgulloso al castaño, pero lo hace.

—Oh Dios mío, te acuerdas de eso.

Louis no entiende como puede decir eso, como si olvidar todo lo que hicieron anoche fuera una opción. Como si la forma en la que sus cuerpos encajaron, la forma en la que sus labios se sentían sobre los suyos, como si la risa sincera que retumbaba por todo el cuerpo de Louis pudiera ser olvidado. Es decir, para el castaño todo aquello ahora se sentía como un sueño, como si realmente no hubiera sido real.

Pero lo había sido, y no habría alcohol en el mundo que consiguiera eliminar aquello de su cabeza.

—Sería imposible olvidarlo.

Las mejillas de Harry se enrojecen todavía más y Louis realmente tiene que contenerse para no acariciarlas, para no acercarse a él y besarlo.

—Louis... -El rizado susurra, bajando la mirada-

—¿Quieres pasar? Los chicos van a venir en un rato.

Harry lo mira, apretando los labios antes de negar suavemente.

—No puedo, tengo que hacer unas últimas compras, llamadas y...

—Está bien, Harry -Louis lo interrumpe con una sonrisa, apretando el agarre en su vaso de café-

El rizado asiente, escondiendo sus manos detrás de su espalda.

—¿Nos vemos pronto? -Pregunta, haciendo que Louis sonría-

—Por supuesto.

***


—Recuérdame por que estamos haciendo esto -Niall pregunta con el ceño fruncido, metiéndose un puñado de palomitas a la boca-

—Porque tenemos una horrible resaca y estamos en navidad -Zayn responde con obviedad-

A veces, juntarse con los chicos después de una fiesta era un tanto caótico. Pero Louis no podría quejarse, quizás aquello era una de sus cosas favoritas. Estar todos juntos en la sala de su apartamento, viendo aburridas películas navideñas con palomitas y los molestos quejidos de Niall.

Era reconfortante saber que los tenía a ellos, que a pesar de que su familia estuviera tan lejos de él, tenía a los chicos para no sentirse solo.

Aunque quizás, allí faltaba un rizado de ojos verdes.

—Esto solo empeora mi resaca.

—Eres un aburrido, Niall.

—Cállate ¿A quien le puede gustar esta jodida película?

—A Liam -Louis responde divertido, a lo que Niall suelta una pequeña risa-

—Os odio -Liam dice, a lo que Zayn deja un beso en su mejilla-

—Veamos Harry Potter. -Niall sugiere-

—¿Cuantas veces hemos visto esa película? -Liam pregunta con el ceño fruncido- Además, eso no es muy navideño.

—Es un clásico, da igual. -Dice el rubio, tomando el mando de la televisión para cambiar la película-

—¿Y si hablamos de la estupida sonrisa que Louis tiene desde anoche? -Zayn pregunta mirando a Louis, quien rápidamente rueda los ojos-

—Sí, eso es mucho mas interesante que esta mierda. -Niall asiente, dejando el mando de lado-

—No te dará galletas pero te da otras cosas eh -Liam dice, haciendo ese estupido movimiento de cejas que hace que Louis quiera echarlos a todos de su apartamento-

—Sois lo peor -Louis murmura cruzándose de brazos-

—Hacéis buena pareja -Zayn dice, y aquello no tendría que sentirse tan bien-

—Solo somos amigos.

—Por ahora. -Niall dice divertido, volviendo a tomar el mando-

Louis quiere decir algo más, pero el sonido del timbre le interrumpe, haciéndole fruncir el ceño.

—Hablando de Harry.

—Sois insoportables.

El castaño se levanta para abrir la puerta, soltando un leve gruñido al tener que moverse.

Y al abrir la puerta, Louis sonríe al verlo.

Harry se encontraba igual que aquella mañana, con la diferencia de que ahora había algunas manchas de harina en su ropa. Sus manos se encuentran detrás de su espalda y una sonrisa casi nerviosa dibujada en su rostro.

—Harry, hola.

—Hola, em, he estado bastante ocupado hoy así que ha sido un poco difícil encontrar el tiempo para prepararlas, pero aquí están.

Y entonces, Harry saca de detrás de su espalda un bol repleto de galletas navideñas.

—¿Las has hecho para mi? -Louis pregunta con el corazón latiendo con fuerza-

—Sí, bueno, es navidad y es tu cumpleaños y... Quería hacerlo.

El corazón de Louis se acelera y sus ojos se abren con sorpresa. Finalmente, Harry le había preparado galletas, tan solo para él. Louis siente que puede lanzarse a los brazos de Harry, besarlo, abrazarlo y decirle lo mucho que ese pequeño gesto significa para él, lo mucho que había esperado aquello durante todo un mes.

Quiere preguntarle "¿Por qué ahora?" Pero se contiene, simplemente las toma y sonríe.

—Gracias, Harry. -Retiene todas las palabras que quiere decir, apretando los labios-

—No es nada.

Se quedan allí por unos segundos, mirándose en silencio. Ambos queriendo decir más.

—¡Louis! -Zayn exclama desde la sala- ¿Quien es?

Los ojos de Harry se abren en sorpresa, bajando la mirada rápidamente.

—Oh, están los chicos aquí -Murmura-

Louis frunce el ceño, un tanto confundido por su repentino cambio de actitud.

—Sí.

—Entonces será mejor que me vaya.

—¿Puedes esperar aquí un momento? -Louis pregunta-

Harry frunce el ceño pero asiente, y Louis sonríe antes de cerrar la puerta y correr hasta la cocina para dejar el bol repleto de galletas, y puede, que las esconda para que ninguno de los chicos se acerquen a ellas.

Seguidamente corre hasta su habitación, tomando un suéter y poniéndose sus vans lo más rápidamente posible.

—¿Louis, que estás haciendo? -Liam pregunta cuando lo ve salir de su habitación-

Los tres siguen tumbados en el sofá viendo ahora Harry Potter, Louis considera que no pasa nada si se va por un tiempo.

—Me apetece un chocolate caliente -Dice mientras se pasa los dedos por su cabello, en un intento de peinarlo.-

—¿Ahora? -Zayn pregunta frunciendo el ceño-

—Lo que le apetece es ir detrás de Harry -Niall dice sin apartar los ojos del televisor-

Louis rueda los ojos pero no puede evitar sonreír levemente. ¿Era tan obvio?

—Vete a la mierda -Susurra-

Los tres se ríen, y Louis los ignora mientras corre al cuarto de baño para mirarse por última vez antes de volver hasta la puerta principal.

—No vuelvas tarde y usa protección -Niall grita, haciendo reír a Liam y Zayn-

—Que os den. No me destrocéis la casa.

—¡No prometemos nada!

Louis suspira antes de abrir la puerta y encontrase con Harry en el mismo lugar en el que se encontraba escasos minutos atrás.

—Sigues aquí -Dice con una sonrisa, a lo que Harry se encoge de hombros-

—Tal y como me has pedido.

Louis sonríe divertido.

—Buen chico.

Las mejillas de Harry se tornan carmesí, y Louis tiene que retener la sonrisa que amenaza con dibujarse en su rostro.

—¿Vamos? -Louis pregunta, escondiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta vaquera-

Harry frunce el ceño con una pequeña sonrisa todavía en sus labios, viendo como Louis comienza a caminar por el pasillo del edificio.

—¿A donde? -Pregunta, comenzando a caminar detrás de él-

Louis se gira para mirarlo y seguidamente se encoge de hombros.

—Donde sea.

Minutos después, salen a las calles de Nueva York, con el cielo repleto de nubes oscuras y el frío calando los huesos. A Louis sin embargo, no parece importarle.

—Eres consciente de que va a volver a llover ¿No? -Harry dice-

—¿Confías en mi? -Louis pregunta ignorando al rizado, caminando calle abajo en busca del coche negro de Harry-

—Me das algo de miedo. -El rizado sonríe y Louis rueda los ojos-

—¿Lo suficientemente como para dejarme conducir tu coche? -Pregunta de nuevo, ignorando su comentario-

—¿Mi coche? ¿A donde quieres ir?

—Pretendo secuestrarte, pero me lo estás poniendo algo difícil, rizado.

—¿Y dependes de mi coche para poder secuestrarme?

Louis rueda los ojos y se detiene, girando su cabeza para mirar al rizado

—Sí, no tengo presupuesto para más.

—Eres un idiota -Dice soltando una pequeña risa antes de tomar las llaves del bolsillo de su pantalón y entregárselas al castaño-

***

El trayecto en coche puede reducirse a Harry preguntando cada dos minutos "¿a donde vamos?", Louis elevando el sonido de la radio con una sonrisa y suspiros dramáticos del rizado. Y cuando finalmente Louis detiene el coche, Harry frunce el ceño mirando a su alrededor. Todo lo que les rodea son árboles y tierra, se encuentran en un campo vacío en mitad de la nada.

—¿Donde estamos?

Louis sonríe antes de bajarse del coche sin responder, y Harry aún un tanto confundido lo imita. Al salir son recibidos por el aire frío de diciembre, haciendo que Harry se abrace a si mismo.

—¿Que estás haciendo?

Louis no le responde y simplemente se sube sobre el capó del coche, tumbándose sobre este con la mayor sonrisa en sus labios.

—¿A que esperas, rizado? -Harry niega-

—Definitivamente has perdido la cabeza.

—No se que te hace pensar eso -Louis dice, cerrando sus ojos mientras coloca sus manos debajo de su cabeza-

Harry rueda los ojos, apretando los labios en una sonrisa mientras lo mira. El viento mueve el cabello castaño de Louis, despeinándolo. Sus mejillas son de un leve color rosado y sus finos labios se ven demasiado rojizos. Louis casi parece un ángel, y Harry podría mirarlo por horas sin cansarse.

—Si te tumbas a mi lado podrás admirarme de cerca, rizos. -Louis habla de repente aún con los ojos cerrados, haciendo que Harry se sobre salte-

—No se de que me hablas. -Murmura, apartando la mirada-

Louis abre los ojos y Harry no puede evitar sonrojarse. Había sido pillado mirándolo, pero tampoco podría evitarlo. Louis era absolutamente digno de admirar.

—Ven conmigo, Harry. -Louis dice, y Harry siente como todo su cuerpo se eriza-

—Está bien -Susurra-

Finalmente se sube al coche para tumbarse a su lado, haciendo que Louis sonría y se gire para mirarlo.

—Hola -Susurra, mirándolo a los ojos-

—Hola.

Los ojos verdes de Harry se iluminan y Louis jura que podría pasarse horas observando cada distinto tono de verde que hay en ellos.

—Juguemos a algo -Louis dice con una sonrisa-

—Soy todo oídos.

—Un secreto, a cambio de un beso.

Harry suelta una risa sincera, y Louis observa como sus mejillas explotan en colores rojizos.

—Debe ser un juego nuevo, no creo haberlo jugado nunca.

Louis sonríe al mirarlo.

—Eso es, porque me lo acabo de inventar.

—¿Esa es tu forma de decirme que quieres besarme de nuevo, Louis?

La forma en la que lo dice hace que la piel del castaño se erice, la forma en la que pronuncia su nombre como si saborease cada letra, cada sílaba. No quiere responder a la pregunta, porque considera que es demasiado obvia la respuesta.

—Juega conmigo, Harry. -Pide en un susurro- Un secreto a cambio de un beso.

Harry aprieta los labios en una sonrisa, moviendo la cabeza para ahora mirar al cielo nublado.

—Me da miedo lo grande que es esta ciudad, hay tanta gente aquí, me siento algo insignificante la mayoría del tiempo.

Louis sonríe colocando su mano sobre la mejilla del rizado, haciendo que este lo mire. Le acaricia con cariño antes de inclinarse levemente para colocar sus labios sobre los de Harry.

Se besan lentamente, y Louis no puede retener el sonido gustoso que se escapa de lo más profundo de su garganta. Ya no estaban bajo los efectos del alcohol, ahora podía saborear a Harry y quedarse con la forma en la que sus finos labios se mueven contra los suyos, la forma en la que su boca ahora sabe a masa se galletas y té, la forma en la que

A diferencia de todas las otras veces, este beso se siente diferente.

Es lento y tranquilo, suave y delicado, como si ambos tuvieran miedo de romper los labios del otro. Los dedos de Louis acarician las mejillas rojizas de Harry mientras se besan y todo lo que puede sentir es la maravillosa sensación de la electricidad recorrer su cuerpo.

La primavera floreciendo en mitad del invierno.

—Te toca -Harry susurra cundo se separan, rozando sus labios levemente antes de apartarse del todo-

Louis sonríe, apretando los labios mientras piensa en que decir.

—Cundo era pequeño, pensaba que las luces de navidad eran por mi.

Harry se ríe, y Louis tiene que morderse el labio inferior para retener su sonrisa. Lo siguiente que sabe, es que las manos de Harry están en su rostro y sus labios chocándose con los suyos.

—Eres adorable -Harry susurra cerca de sus labios, y el corazón de Louis podría explotar en aquel preciso momento-

Se miran a los ojos y Louis quiere quedarse con la imagen de Harry eternamente, con el sabor de sus labios grabado, con lo bien que se siente al tenerlo tan cerca. Con la forma en la que su cabellera rizada se mueve con el viento, como sus mejillas y la punta de su nariz se encuentran sonrojadas por el frío y la forma en la que sus hoyuelos aparecen al final de su sonrisa.

—Si tu lo dices -Dice en un suspiro-

—Mañana vendrá mi familia desde Londres para pasar la navidad conmigo y estoy un poco nervioso.

—¿Puedo saber por qué? -Harry sonríe mientras niega-

—No.

Louis rueda los ojos.

—Aburrido.

—Me debes un beso -Susurra, y el corazón de Louis parece agrandarse-

—¿Que pasa si no te lo doy? -Pregunta con una sonrisa divertida-

—Que serías un tramposo. -Harry susurra, y el corazón de Louis se acelera-

—Entonces supongo que tendré que besarte.

Harry se acerca más a él, sus respiraciones se mezclan y Louis está seguro de sus corazones laten al mismo ritmo acelerado.

—No tienes otra opción. -Harry responde, mirando fijamente a los labios del castaño-

—Es la única opción que quiero de todas formas.

Harry sonríe y Louis vuelve a juntar sus labios en un beso está vez algo más desesperado. Cada beso se siente mejor que el anterior, y Louis considera que podría pasar toda la tarde allí, besando a Harry en mitad de la nada y descubriendo cada parte de él.

El rizado va a separarse pero Louis coloca sus dos manos en sus mejillas, obligándolo a que lo siga besando. Harry suelta un sonido gustoso que hace que la piel del castaño se erice, siente como la electricidad se trasforma en fuego y cada pequeña parte de su cuerpo se prende en llamas por Harry.

Cuando finalmente se separan, Louis se mantiene cerca del rostro del rizado, rozando su nariz con la suya.
Lo mira a los ojos, y Louis quiere decir tantas cosas que no sabe por donde empezar.

Supone que por algo simple, algo que no haga que Harry salga corriendo, algo que no delate lo jodido que realmente está.

—Tengo un último secreto para ti -Susurra, y Harry están tan concentrado mirándolo, que Louis casi quiere preguntarle en que está pensando. Si está pensando en lo natural aquello se siente, en lo bien que funcionan juntos, en lo mucho que le gusta sentirse así junto a él.-

—Sorpréndeme -Murmura-

—Creo que me gusta demasiado besarte, quizás más de lo que debería -Dice escuchando los latidos de su corazón en sus propios oídos- ¿Eso está bien?

Harry suelta una pequeña risa nerviosa, apartándose de Louis y girando su cabeza hacia el cielo y cerrando los ojos con fuerza.

Louis se pregunta si lo está procesando, si quizás necesita un momento para digerir sus palabras, grabarlas en su memoria. Se pregunta si Harry se está volviendo tan loco como él.

—Sí -Harry asiente con la respiración un tanto agitada antes de volver a míralo- Esta bien.

Y una vez más, se besan.

***

—Tengo que admitirlo, no me importaría que me volvieras a secuestrar de nuevo. -Harry dice cuando entran de nuevo en el edificio horas más tarde-

—Pronto no podrás vivir sin mi, rizado -Louis dice divertido, encogiéndose de hombros-

—Eres un idiota.

Louis va a decir algo más, pero es interrumpido por la presencia de sus mejores amigos que caminan con sonrisas divertidas hasta ellos.

—¿Que tal, chicos? -Niall pregunta-¿Lo habéis pasado bien?

—¿Donde está tu chocolate caliente, Louis? -Zayn pregunta, a lo que Harry frunce el ceño-

Louis quiere golpearlos, pedirles que se callen y le dejen terminar su increíble tarde con Harry en paz. Que le dejen acompañarlo hasta la puerta de su apartamento, decirle lo mucho que a disfrutado de pasar la tarde con él y lo mucho que desea repetirlo.

—Creo que se le ha olvidado -Liam dice, haciendo que el castaño ruede los ojos-

—Sí, habrá estado ocupado con otras cosas.

Harry mantiene la mirada en el suelo, como si de repente se encontrase cohibido, avergonzado. Y Louis quiere preguntarle porque, quiere tomar su mano y decirle que todo esta bien, que sus amigos son algo idiotas pero solo están de broma.

—Buenas noches, chicos -Es todo lo que Harry dice antes de comenzar a caminar a paso apresurado hasta el ascensor-

Louis les dirige una mirada un tanto molesta a los chicos antes de seguir al rizado.

—Harry, espera.

Pero antes de que pueda hacer algo, las puertas del ascensor se cierran frente a él. Dejándolo confundido y un tanto preocupado.

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