05
Louis está disfrutando de una maravillosa taza de té caliente, viendo su serie favorita mientras el cielo comienza a oscurecerse afuera del inmenso ventanal en su sala. Es ese pequeño momento del día, donde se permite estar solo y disfrutar de su propia compañía.
Y ver Castle con una taza de su té favorito suena como la mejor forma de terminar la semana.
Pero es entonces, que el timbre suena haciéndole fruncir levemente el ceño.
Lo primero que piensa, es que debe de ser uno de los chicos. A pesar de que las noches de los viernes suelen ser cuando se juntan para cenar y ver películas, pero para ser honestos, los chicos aparecen a cualquier hora de cualquier día.
Ellos dicen que el apartamento de Louis es el mejor, porque está en el medio y las vistas son levemente mejores, pero el castaño piensa que esa es solamente la excusa perfecta para destrozar su casa, aunque realmente no le molesta. Adora a sus amigos con todo lo que es, así que tenerlos alrededor es ciertamente encantador.
Así que se levanta, esperando que cualquiera de los tres se encuentre detrás de la puerta. Pero para su grata sorpresa, se topa con unos ojos verdes y una cabellera rizada.
—Harry -No puede esconder la sonrisa que aparece en su rostro al verlo-
Esta jodido, y ya ni se sorprende ante aquello. Ante el simple pensamiento en su cabeza que grita "no seas tan obvio" Ante el cosquilleo en la punta de sus dedos, ante el extraño latido acelerado de su corazón.
—Hola -Harry sonríe levemente, y casi parece tímido de encontrarse ahí-
Se encuentra vistiendo una sudadera roja junto a unos pantalones de deporte, y Louis solo puede pensar en lo completamente injusto que es, que sin importar lo que Harry lleve, siempre se ve igual de bien.
Incluso, Louis piensa que cada día que lo ve, Harry está más bonito que la vez anterior.
—¿Todo bien? -Le pregunta-
—Sí, bien -Asiente mientras aprieta los labios en una pequeña mueca- Eres tatuador ¿Verdad?
La pregunta sorprende un poco al castaño, quien frunciendo levemente el ceño, asiente.
—Lo soy.
—Podrías... -Harry murmura- ¿Podrías hacerme un tatuaje?
Louis sonríe, una sonrisa amplia y sincera. La pregunta le hace sentir una especie de calor en su pecho, como si de pronto, en mitad del invierno, un campo repleto de flores florecieran en su pecho. Como si después de una horrible tormenta en mitad del océano, el mar se encontrara en calma.
Harry estaba ahí, preguntándole a él entre todos los tatuadores que podían haber en Nueva York, pidiéndole a él si podía hacer lo que más amaba hacer en su piel.
—Sí, claro -Responde con los ojos repletos de ilusión, intentado fallidamente esconder la emoción ante la idea.- ¿Para cuando lo quieres?
Harry sonríe, y de golpe parece menos tenso. Como si se hubiera quitado una especie de peso de encima.
Louis quiere rodar los ojos ante eso, porque Harry parecía nervioso, como si preguntarle a Louis aquello le hubiera costado tanto como a Louis hacer aquellas estupidas galletas.
Y entonces, una absurda idea pasa por la cabeza del castaño. "Quizás esta es su excusa, quizás esta es su forma de acercarse a mi"
Pero enseguida elimina aquello de su mente.
—Lo antes posible.
—Puedo hacerlo ahora, si quieres.
Realmente, aquello es un impulso. Y en el momento que las palabras salen de su boca, una pequeña parte de él se arrepiente.
Genial, ahora va a pensar que estoy desesperado.
Y quizás lo estaba, un poco. Pero Harry no tenia que saberlo.
—¿Ahora? -Harry parece un tanto sorprendido, mirando al castaño con el ceño levemente fruncido- Es domingo, no quiero molestarte.
—No eres ninguna molestia -Louis dice como sin nada, encogiéndose de hombros-
—¿De verdad? -Harry pregunta, con ambos hoyuelos apareciendo en sus mejillas-
Y de verdad aquello no tendría que sentirse tan bien, pero Louis ya se ha rendido. Ya no puede evitarlo, es débil.
—Claro, pasa.
Harry parece un tanto inseguro, juega con los anillos en sus dedos antes de finalmente entrar dentro del apartamento del castaño.
Y Louis no sabe exactamente que hacer en aquel momento, ahora que Harry se encontraba dentro de su apartamento por primera vez. Piensa en todas las cosas que podrían estar desordenadas, en que quizás no ha recogido la cocina después de hacerse el té o que tal vez todo está repleto de polvo y Harry va a salir corriendo en cualquier momento.
Pero Harry sonríe una vez se encuentra en el pasillo de su hogar, viendo como unas luces en el techo de la sala iluminan la habitación mientras el capítulo de castle continúa reproduciéndose, así que los pensamientos en la cabeza del castaño se detienen.
—¿Como lo vamos hacer? -Harry pregunta mirando a su alrededor-
Y Louis está concentrado en aquel momento, en Harry. En observar cada pequeño detalle en él.
—¿El que? -Pregunta en un susurro, sin apartar la vista del rizado-
Harry se gira para mirarlo, una sonrisa divertida en su rostro que hace que el castaño se sienta un tanto mareado.
—El tatuaje -Harry dice obvio, con la mayor sonrisa en su rostro-
—Oh -Louis asiente- Tengo un pequeño estudio aquí ¿Tienes una idea de lo que quieres?
Harry levanta las cejas ante eso, sorprendido ante las palabras.
—¿Tienes un estudio en tu propio apartamento?
—Así es -Louis dice orgulloso, guiando al rizado por el pasillo de su apartamento hasta una pequeña habitación. Cuando ambos entran, Harry intenta fallidamente retener una pequeña sonrisa.-
La habitación es un pequeño estudio, nada demasiado llamativo. Tiene una camilla negra y una peque silla giratoria, un escritorio con diferentes cuadernos repletos de bocetos y una estantería con todo el material necesario.
—Una mariposa -Harry finalmente dice, una vez ha terminado de examinar toda la habitación, mirando a Louis con una sonrisa- En mi abdomen.
Las palabras son como fuegos artificiales que explotan en el interior de Louis, quien siente como todo en él se tensa ante la idea.
Y claro, él puede hacerlo.
—Bien, bueno -Aprieta los labios en una sonrisa- ¿Que tan grande la quieres?
—Bastante grande.
—Pues, eso podría llevarnos un tiempo -Louis camina hasta el escritorio para coger una de sus libretas-
Louis se mueve de un lado a otro en la pequeña habitación, tomando todas las cosas necesarias bajo la atenta mirada de Harry.
—Lo sé, por eso no quería molestarte. Puede ser en otro momento.
—¿Tienes algo que hacer en las siguientes próximas horas?
—No. -Niega levemente, escondiendo sus manos detrás de su espalda-
—Entonces -Louis sonríe, mirándolo- Si quieres, puedo hacerlo ahora.
Harry baja la mirada, sonriéndole al suelo por unos segundos.
—¿Seguro? -Pregunta entonces, levantando la mirada para clavarla en los ojos azules del castaño-
—¿Acaso no te gusta mi compañía, rizado? -Louis pregunta divertido, a lo que Harry suelta una pequeña risa-
—En lo absoluto.
—Claro, por eso estas aquí. -Dice con la mayor sonrisa en sus labios- Debo ser el único tatuador en Nueva York ¿Verdad, rizos?
Aquello le hace sonrojar, le hace apartar la mirada y parecer tímido de repente. Y Louis tiene que morderse el labio ante la imagen, tiene que callar a los pensamientos que gritan con fuerza en su cabeza y retener a las mariposas que luchan por salir de sus jaulas.
Y se pregunta, si tal vez, Harry siente algo parecido.
—Aún puedo pedírselo a Zayn. -Harry dice, mostrando de nuevo sus hoyuelos-
Louis rueda los ojos, pero mantiene la pequeña sonrisa en sus labios.
—Zayn no te va a tatuar a estas horas.
—¿Y por qué tu si?
La pregunta sorprende a Louis, haciendo que se quede en blanco por unos segundos. Louis sabe porque, Louis podría dar mil razones por las que tatuaría a su vecino la noche de un domingo, sin embargo, no se permite decir ninguna en voz alta.
Porque decirlo en voz alta, lo vuelve real. Confesarlo haría que todo fuera más complicado.
Así que no dice nada, sonríe ampliamente y miente.
—Porque, a mi si me gusta tu compañía.
***
Louis se está ahogando.
No sabe que parte de él había sido tan estupida como para pensar que podría hacer aquello, que podría estar durante horas en una pequeña habitación con Harry. Con Harry sin camiseta.
Louis se considera bastante profesional, ha visto a montones y montones de hombres sin camiseta en su trabajo, y nunca ha pensando nada más de ello.
Pero de alguna manera, esto se siente distinto. Quizás, porque se trata de Harry. Quizás, es porque está tocando el trabajado abdomen del rizado mientras esté suelta pequeños quejidos.
Y Louis se siente débil, como si el aire en la habitación desapareciera con cada segundo que pasa, con cada pequeño sonido proveniente del rizado.
Aunque Harry y él han hablando un par de veces durante el proceso del tatuaje, Louis esta demasiado desconcertado como para intentar entablar una conversación.
Y es jodidamente ridiculo, porque está es la excusa perfecta para conocer un poco al rizado. Pero el castaño esta demasiado concentrado en no perder la cabeza y no estropear lo que está haciendo, que simplemente guarda silencio durante la mayoría del tiempo.
—¿Estas bien? -Harry pregunta en algún momento, y louis no se atreve a mirarlo-
Si lo hiciera, podría ver la sonrisa divertida en Harry, sus pupilas dilatadas y sus labio inferior rojizo de tanto morderlo.
Si lo hiciera, quizás Louis no hubiera podido continuar.
—¿No tendría que ser yo quien te pregunte eso? -Dice seriamente, concentrado en su trabajo para poder terminar lo antes posible-
Harry suelta una pequeña risa, haciendo que el cuerpo entero de Louis se estremezca.
—No creo.
Louis se muerde el labio. Es como si Harry lo supiera, como si se estuviera riendo en su cara, como si realmente supiera que Louis está intentado con cada pequeña parte de su cuerpo no mirar más de lo que debe. "Sé que soy un jodido dios griego, ese es el efecto que causo en la gente" Y Louis definitivamente no lo entiende, como alguien a quien apenas conoce le hace sentir todas esas emociones.
Pero intenta no darle más importancia de la que tiene, intenta no pensar en ello más de lo que debe. Así que continúa tatuando a Harry como si nada, como si por dentro no se hubiera desatado un huracán.
—Listo -Dice finalmente cuando termina-
Harry se levanta levemente para mirar su abdomen, donde ahora una mariposa se encontraba. Y sonríe, mira a Louis con la mayor sonrisa en sus labios.
—Esto es increíble, gracias Louis.
La forma en la que dice su nombre no tendría que sentirse tan bien, no tendría que sentirse diferente a cundo otras personas lo dicen. Y Louis está seguro de que va a perder la cabeza.
—Gracias
En los siguientes minutos, Louis le explica cómo debe cuidar el tatuaje por las próximas semanas, indicándole los productos que debería comprar y las mejores formas para hacerlo sanar correctamente. Y Harry lo escucha con toda su atención, mirándolo fijamente a los ojos.
Y finalmente, Louis lo acompaña hasta la entrada. Sintiéndose un tanto mareado por todos sus propios sentimientos.
—Tengo la cartera en mi apartamento, enseguida vuelvo -Harry dice, a lo que Louis lo detiene tomándolo del brazo para acercarlo a él-
—No, no hace falta que me pagues nada -Murmura-
El rizado frunce el ceño, mirando a Louis con confusión.
—Por supuesto que sí, los materiales para hacer tatuajes no son precisamente baratos.
—Tómalo como un favor.
Silencio. Louis todavía sujeta el brazo de Harry, y de golpe, el espacio entre ambos parece casi inexistente. Se miran a los ojos, y Louis tiene tantas cosas que decir, tantas que no se atreve a decir ninguna.
—Eres un completo idiota ¿Lo sabes? -Harry susurra, sin apartar la mirada-
—Me lo dicen mucho últimamente -Responde de la misma manera, sonriendo levemente-
—Gracias. -Es todo lo que Harry dice-
—No hay de que.
Y entonces, antes de que Harry abandone el apartamento, Louis puede ver algo en sus ojos. Hay un brillo, el reflejo de algo que Louis realmente no consigue descifrar.
Un impulso, la idea de algo que parece retener. Algo, que tan solo dura por unos cortos segundos. Y lo siguiente que sabe, es que Harry sale de allí lo más rápido posible.
Y Louis no termina de comprender que ha sucedido, que es todo lo que está sintiendo con su jodido vecino.
Pero ciertamente, le está haciendo perder la cabeza.
***
N/a: Holaa, tengo twitter por si queréis seguirme larryflowers28w <3
Pd: gracias por leer, os adoro :*
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