— ¿Puedo hacerlo, pequeño? — dijo el Alfa mientras acariciaba lentamente el vientre del Omega.

— Claro que puedes cariño, soy tu Omega y tú eres mi Alfa. — Jungwon acarició la mejilla de Riki.

Riki solo sonrió y comenzó a besar lentamente el abdomen del Omega, ambos ya desnudos y listos para procrear a su primer cachorro.

A la hora de hacer el amor, Riki siempre le preguntaba al Omega si estaba seguro de querer hacerlo.

Jungwon amaba ese pequeño detalle del Alfa, no era dominante como otros Alfas, cuando el Alfa quería follar, el Omega siempre tenía que ceder.

Riki no era así, Riki siempre era caballeroso y preguntaba si estaba dispuesto, Jungwon algunas veces cedía como otras veces no. De hecho Riki no se molestaba o se incomodaba si Jungwon le decía que no.

Riki siempre respetaría las decisiones de su Omega, así tuviera que aguantar bastantes ganas.

Riki era un Alfa muy educado, no como el resto de Alfas descerebrados que solo piensan en sexo y en marcar al Omega y ya.

Después de haber dado más besitos en el vientre a Jungwon, Riki fue bajando más y más, beso la polla de Jungwon y luego bajó hasta la entrada del Omega.

— Mi amor, ¿Me permites probar tu tentadora escencia? — dijo el Alfa viendo el lubricante natural del Omega escurrir por su entrada y muslos internos.

— Claro Alfa, hazme tuyo como tantas veces anteriormente. — dijo Jungwon abriendo más sus piernas.

Riki solamente sonrió y se acercó a la entrada del Omega, roja y necesitada del Alfa.

Riki se acercó lo suficiente para empezar a degustar el delicioso sabor del lubricante del Omega.

Era totalmente delicioso, el lubricante de un Omega era todo un manjar para un Alfa, y en este caso, el dulce lubricante de Jungwon era un manjar para Riki.

Jungwon por su parte, gemía al compás cuando sentía la lengua suave y húmeda de Riki rozar su entrada.

Tal vez por naturaleza Jungwon ya estaba húmedo, pero Riki amaba preparar a su Omega, y el Omega amaba que su Alfa lo preparara.

— Ki-kinnie- — gimió el Omega al sentir a su Alfa pasar más y más rápido su lengua por su entrada.

Riki se separó para poder ver a su Omega, y Jungwon tuvo la escena más erótica cuando vio a su Alfa.

Riki ya con los cabellos revueltos, su larga cabellera desordenada era lo más erótico y hermoso para el Omega.

Sus labios teniendo una pequeña conexión de saliva y lubricante, lo más caliente para la mente del Omega.

El Alfa sonrojado y recuperando el aire perdido al estar tanto tiempo pegado a la dulce entrada de su Omega.

Todo era sumamente perfecto, ambos se iban a entregar al amor y a la pasión, iban a hacer al cachorro más hermoso y lleno de amor.

♡♡♡

— R-Riki- Kinnie~ — gemía el Omega cuando sintió el cosquilleo en su entrepierna.

— C-cariño l-lo voy a ha-hacer- — dijo Riki sintiendo su climax también cerca.

— H-Hazlo c-cariño... Anudame. — dijo el Omega al sentir como su Alfa iba disminuyendo sus embestidas.

Riki simplemente sudaba, ya era hora de hacer lo que Jungwon le había estado pidiendo durante toda la sesión de sexo.

Ya era hora de hacer el nudo y lanzar todos sus cachorros dentro del Omega, ambos ya estaban listos para eso.

— Ah~ — gimió Jungwon al disparar toda su esperma sobre el abdomen de su Alfa.

— Eres muy lindo, bebé~ es mi turno ahora. — dijo Riki sentando nuevamente a Jungwon sobre su polla.

Riki dio otras pequeñas estocadas, y luego, su glande comenzó a hincharse, indicando que su nudo se estaba haciendo.

Jungwon soltó un chillido al sentir la punta de la polla de su Alfa hincharse en su interior, luego de eso, venía la parte que ambos amaban.

Riki comenzó a soltar grandes chorros de esperma dentro del Omega, mientras que el Omega aún soltaba lubricante en la polla del Alfa.

Ambos se sentían completos, se consumieron en el acto sexual y ya era hora de tener su primer cachorro, la primera alegría de la casa.

Jungwon esperaba pacientemente aún sentado sobre la polla de Riki esperando a que el nudo bajara, aunque claro, su lubricante aún seguía chorreando.

«¿Debería preguntar si Wonie quiere otra ronda?» Pensó Riki viendo a su Omega aún sentado sobre él.

Riki no quería presionar a su Omega, pero de verdad quería otra ronda, por alguna extraña razón las hormonas en su cuerpo estaban totalmente alteradas. Como un cachorro en pubertad.

— W-Wonie...— llamó Riki al Omega, éste de inmediato bajó su vista al Alfa sonrojado.

— ¿D-Dime corazón? — dijo Jungwon aún sentado en la polla de Riki, el nudo aún no bajaba.

— Bueno... T-tú sabes que n-no me gusta presionarte. P-pero por alguna extraña razón yo... Ammmm... Yo... — Decía Riki nervioso.

Riki podría tener ahora veinticuatro años, era un Alfa adulto técnicamente, pero sus actitudes eran de un jóven Alfa enamorado de su primer Omega.

Jungwon sabía lo que quería su Alfa, lo olía en el aire y en el sonrojó y puchero del Alfa, sabía que quería una segunda ronda.

Aunque sus contactos sexuales no hayan sido muchos durante sus años juntos, Jungwon era muy resistente aunque no lo pareciera. Perfectamente estaba hecho a las medidas de Riki.

— Ya sé lo que quieres, cariño. — Jungwon sonrió y acarició la mejilla del Alfa.

Si algo amaba Jungwon, era a su Alfa sonrojado y actuando como un cachorro enamorado.

— ¿E-En serio? — dijo Riki más rojo de lo que estaba antes.

— Sí Alfa, y estaría muy bien hacerlo una segunda vez. — Jungwon se acercó al Alfa.

Y ambos nuevamente aprisionaron sus labios con los del otro, formando un beso que al principio era tierno y hermoso. Y luego lleno nuevamente de lujuria y pasión.

Otra ronda de emergencia no estaría nada mal después de todo.

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