four.
— Mira cachorro, estás bolsas son para ti. — dijo Rosé entregandole las ropas de Riki a Jungwon.
Jungwon recibió las ropas de Riki, rápidamente Jungwon vació el contenido de las bolsas sobre su cama, dejando ver varias prendas de Riki.
— M-mami, ¿Estás son las ropas de Riki? — dijo Jungwon tomando una camisa de Riki.
— Sí, todas estas ropas son de Riki. — dijo Rosé viendo cómo su cachorro comenzaba a oler todas las prendas de Riki.
Jungwon no se sintió como se sentiría otro Omega, otro Omega se sentiría abandonado por el simple hecho de que su Alfa prefirió darle una tela con su aroma que a él mismo.
No, Jungwon se sintió amado, su Alfa se había preocupado por él, había mandado sus prendas para que Jungwon pasará su celo tranquilamente.
— Cariño, recuerda las cosas que debes hacer. — dijo la Omega acercándose al otro Omega.
— Sí má, ya sé las cosas que tengo que hacer. — dijo Jungwon oliendo una camisa de Riki.
— Bien pequeño, tú madre y yo iremos a dar un paseo para que tengas tu espacio, cuídate, si vas a usar el consolador, trata de no ser tan rudo contigo mismo. — dijo la Omega abrazando a su hijo.
— Está bien mami, nos vemos. — dijo Jungwon correspondiendo el abrazo de su madre Omega.
La Omega sonrió y salió de la habitación, dejando solo a Jungwon junto con las ropas de Riki.
Jungwon sabía algo, no iba a profanar el dulce aroma de su Alfa, así que no usaría el consolador mientras olfateaba las ropas de Riki.
No, Jungwon preferiría construir un nido con las ropas de Riki que a profanar el dulce aroma de su Alfa.
♡♡♡
Jungwon ya tenía construido su nido con la ropa de Riki, se adentró en este junto con una camisa de éste que le serviría para olfatear.
Jungwon estaba siendo inundado por el dulce aroma de ese Alfa, el Alfa al que tanto amaba, ese Alfa diferente a los demás.
Riki era especial, demasiado, tanto que cautivo el corazón del Omega, Jungwon teniendo a tantos Alfas a sus pies prefirió darle la oportunidad a ese Alfa tierno.
Jungwon amaba la personalidad de Riki, mejor dicho, amaba cada centímetro de Nishimura Riki, el único Alfa que tuvo la decencia de preguntarle si podía cortejearlo.
Los demás Alfas solo llegaban y le ordenaban a Jungwon que tenía que ser cortejeado por esos imprudentes Alfas.
No, Jungwon no era de esos Omegas que cedían ante cualquier Alfa imponente, Jungwon tenía sus gustos. Y vaya que los encontró en Nishimura Riki.
Un Alfa que amaba las mismas cosas que él, que sería capaz de entenderlo en todo, básicamente ambos tenían la misma mentalidad.
Riki respetaba a Jungwon, como Jungwon respetaba a Riki, un amor recíproco, donde ambos se daban amor y recibían amor a cambio.
Jungwon lentamente cerró sus ojos, el aroma de Riki lo hacía calmarse demasiado, era relajante y tranquilizador, no era como esos aromas fuertes que los Alfas suelen tener la mayor parte del tiempo.
Para Jungwon, Riki era el Alfa más perfecto que podía existir, educado, respetuoso, cariñoso y demás cualidades que Yang Jungwon amaba.
El Omega cayó en un profundo sueño, el aroma del Alfa lo hizo sentir demasiado pleno y pacífico, incluso logró calmar ese molesto ardor en su interior.
Cualquier Omega estuviera brincando sobre una polla o un consolador en su celo, Jungwon simplemente quería el aroma de su Alfa cerca para poder calmar su dolor.
Jungwon ya estaba decidido, quería a Nishimura Riki a su lado para el resto de su vida, quería formar su propia familia con él, quería tener su boda con él, quería ser de Riki.
♡♡♡
Riki daba demasiadas vueltas al asunto que ya no podía concentrarse en el dibujo que estaba haciendo.
Riki estaba en su casa totalmente desesperado, la misma pregunta rondaba en su cabeza, ¿Estaría bien su Omega, no se sentiría rechazado?
Estaba preocupado por lo que su Omega pensará, Riki jamás permitiría que Jungwon se sintiera abandonado, eso jamás pasará.
— Mi pequeño Wonie, ¿Cómo debes sentirte en este preciso momento? — dijo Riki cubriendo su frente con sus manos.
Riki estaba preocupado y estresado, nunca quería que Jungwon se sintiera mal por su culpa, no iba a permitir que su Omega se alejara de él.
Después de todo, ese Alfa y ese Omega estaban enamorados y destinados a estar juntos por el resto de sus vidas.
— Pequeño, perdóname, perdóname por no ser un buen Alfa para ti y dejarte solo en el momento en que más me necesitas. — dijo Riki viendo su fondo de pantalla de Jungwon.
Riki traía puesta su pijama de conejo rosa, la razón era simple, la ropa que tenía esta mañana se la había dejado a Jungwon.
Las demás prendas estaban lavadas, por lo que Riki sabía que no habría demasiado aroma de él impregnado en la ropa.
Por lo que la ropa que tenía esta mañana sí, estaba llena de su aroma, así que le dio esa ropa a Jungwon.
Y quién diría que justamente esa era la camisa que Jungwon tenía en estos momentos en sus manos, abrazando aquella prenda como si el Alfa estuviera ahí para él.
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dedicado a Konon_officiall <3
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