【 025 】
୨ ♡ ୧
Cuando Carlisle terminó de curar a Bella, ambos salieron de la habitación y se encontraron con Edward quien los estaba esperando en el pasillo. Carlisle entendió que las cosas con Jasper no estaban muy bien y seguramente no podía con la culpa que lo consumía en ese momento.
—¿Puedes adelantarte al auto? —Edward colocó sus manos en los hombros de Bella— estaré allí en un momento.
Bella miró a ambos hombres y se marchó sin decir una palabra pese a que quería escuchar cualquier cosa que ambos hombres tuvieran que decir.
Carlisle y Edward se miraron con precaución antes de que el rubio comenzara a hablar.
—¿Cómo está Jasper? —preguntó mientras ambos entraban al estudio. Carlisle comenzó a limpiar las cosas que había dejado por el escritorio.
Edward negó con la mirada baja.
—No muy bien. Intenté hablar con él y decirle que no había sido su culpa pero se siente realmente culpable por lo que pasó.
Carlisle cerró su maletín y se acercó a Edward para colocar una mano en su hombro.
—Hablaré con él más tarde —hubo un corto silencio— aunque hay alguien más quien me preocupa.
Se miraron a los ojos. Devon.
—Ronan se hará cargo de eso.
Pero Carlisle negó con una sonrisa triste.
—No creo que necesite escuchar las palabras de Ronan, realmente creo que te necesita a ti, Edward. Además, supongo que entiendes que es necesario tomar una decisión muy importante. ¿Podrías traerlo mañana a casa?
—De acuerdo.
—Es fácil protegerlo y controlar su sed mientras estemos aquí pero será un verdadero peligro si lo dejamos solo. Nunca antes se había expuesto directamente a la sangre humana y seguramente estará pensando en lo que pasó.
Edward asintió y estaba por decir algo más pero se arrepintió.
—Mañana lo traeré —caminó hacia la puerta— iré a dejar a Bella a casa.
Carlisle asintió y lo vio alejarse por el pasillo. No se suponía que debía terminar de esa forma la noche.
Bella ya estaba en el asiento del copiloto cuando Edward se subió a la camioneta. La chica tenía la mirada baja y abrazaba sus propios brazos. Edward arrancó sin decir una palabra pues no estaba muy seguro de qué podría decir. El camino fue silencioso la mayor parte.
—Esto no habría pasado si me convirtieras —habló de pronto Bella sin dejar de mirar al frente. Sonaba casi molesta.
Estaban muy cerca de su destino.
—Sabes lo que opino sobre eso y no cambiaré lo que pienso —habló en voz baja pero firme.
Bella resopló y se acomodó en su lugar.
—Pero ahora soy más grande que tú —le reclamó y a Edward casi le pareció divertido— todos los días estoy envejeciendo y estoy segura de que ya no me querrás cuando luzca como mi abuela. Además... —su tono de voz se relajó— si me transformas... podríamos ser felices los dos juntos para siempre.
—Bella... podemos ser felices de esta manera. No necesitas ser transformada para ser feliz —la miró rápidamente. Ya estaban a punto de llegar.
Bella rodó los ojos con molestia.
—¿Entonces por qué transformaste a Devon? Él ni siquiera sabía de ustedes.
Edward frunció el ceño con cierta molestia.
—Sabes por qué lo hice —habló con voz alta y molesta— Devon se estaba muriendo.
La ira inundó las venas de Bella. Odiaba que Edward se preocupara tanto por Devon y la dejara a ella en un segundo plano. Estaba con ella, no con él.
—¡Pues tal vez debiste dejarlo morir! —gritó y el auto frenó con fuerza.
Un silencio aterrador conquistó la cabina de la camioneta mientras Edward miraba a Bella queriendo creer que no dijo realmente esas palabras.
Entonces Bella cayó en cuenta de lo que dijo pero ya no se podía arrepentir. Las palabras habían salido y aunque pidiera perdón, nada sería igual.
—Yo no... —comenzó con arrepentimiento— no quise decir eso.
—Pero lo hiciste —la voz de Edward sonó más fría de lo que Bella había escuchado nunca. Incluso sintió un escalofrío recorrer su espalda— deberías poner tus pensamientos en orden.
Bella se sintió molesta de nuevo y sin pensarlo, salió el auto azotando la puerta tras de sí. Edward también la salió del auto y la miró alejarse y adentrarse a su casa sin decir nada más.
Esperaba que la chica reflexionara sobre lo que había dicho.
Al día siguiente, Devon despertó con Ronan abrazado a él como si fuera alguna clase de koala. Sonrió un poco mientras miraba la hora, dándose cuenta de que era bastante temprano.
Ronan también se despertó en es momento y miró a Devon con una sonrisa.
—Hola —saludó Ronan abrazando con más fuerza a Devon.
Devon pasó sus dedos por el cabello de Ronan. Era como un gatito.
—Hola —saludó de vuelta.
Ronan se levantó y se acercó a Devon para unir sus labios con los de él en un suave y lento beso. Las ventajas de estar muerto, era que no tenía mal olor de boca. Se separaron luego de unos segundos y Ronan volvió a acomodarse entre los brazos de Devon. Devon no pudo evitar pensar en que estaba actuando extraño.
—¿Está todo bien? —se animó a preguntar.
Ronan se tensó por un segundo pero enseguida se relajó y sin mirar a Devon, asintió.
—Por supuesto. Solo... me gusta estar contigo de esta manera.
Devon sonrió pero sabía que Ronan no estaba siendo sincero. Sin embargo, no quiso insistir.
Un par de horas más tarde, Devon salió de la casa aunque aún era baste temprano. Se despidió de su madre que le había entregado su almuerzo y de Charlie quien estaba mitad de su taza de café. Bella no había aparecido aún.
Sin embargo, apenas salió de la casa y vio a Ronan esperando junto a la motocicleta. Tenía el ceño fruncido y parecía preocupado por algo. Estaba mirando su celular pero en cuanto se percató de la presencia de Devon, lo guardó en su pantalón.
—Hoy no iremos a clases —le dijo Ronan mientras le arrojaba un casco— hoy habrá reunión familiar.
Devon no comprendía lo que pasaba pero aún así se colocó el casco.
—¿Reunión familiar? —se subió a la motocicleta detrás de Ronan y lo abrazó por la cintura— ¿qué quieres decir?
—Con los Cullen. Quieren hablar de lo que pasó ayer con Bella y... parece que se tomaran ciertas decisiones en la que es mejor que participes.
Devon no estaba seguro de sí comprendía por completo lo que pasaba pero no preguntó nada más. Tenía curiosidad por saber qué clase de reunión era.
Fue un viaje rápido y sin conversación. Y una vez que estacionaron la motocicleta al frente de la casa, ambos se adentraron hasta la sala donde ya estaban todos reunidos y ellos eran los únicos que faltaban.
Devon no se perdió las expresiones de todos y lo decaídos y tristes que parecían. No dijo nada y simplemente tomó asiento en uno de los sillones. Carlisle estaba al frente de todos y cuando Ronan también tomó asiento, comenzó a hablar.
—Les agradezco a todos que se hayan reunido aquí el día de hoy. Se que es precipitado pero es algo que consideré se debía hablar en familia —miró a Devon— tú también eras parte de esta familia, Devon. Espero que lo sepas.
El nombrado asintió con una pequeña sonrisa de agradecimiento. Le causaba cierta felicidad que lo consideraran de esa manera.
—La cuestión es —continuó Carlisle— que hablando con Jasper y Alice esta mañana, ambos decidieron irse de Forks por un tiempo. Todos entendemos que no fue culpa de Jasper, sin embargo, debemos respetar su decisión. La cuestión es... ¿lo ideal es que todos nos marchemos?
Hubo un corto silencio y Edward se puso de pie haciendo que todas las miradas se dirigieran a él.
—Por mi culpa expuse a Isabella a muchos peligros —comenzó— y de ninguna manera creo que Jasper sea culpable de lo que pasó pero creo que lo mejor sería alejarnos de aquí por un tiempo. Quiero que Bella esté segura y desde que la conocí, no he hecho nada más que ponerla en peligro. Entonces, sí... creo que todos deberíamos irnos.
Carlisle asintió.
—Pienso algo similar a Edward —dijo Carlisle— Esme y yo lo estuvimos hablando antes de que nos reuniéramos y pensamos que irnos por un tiempo sería lo más ideal.
Emmett y Rosalie se miraron.
—Me gusta el pueblo —comentó Emmett— pero si todos están de acuerdo con esto, está bien. Rosalie y yo habíamos estado pensando en tener otra luna de miel —la chica sonrió y le dio un pequeño golpe en el brazo a su esposo.
Carlisle asintió y miró a Devon.
—Devon, la razón por la que te pedí que vinieras es porque ahora eres uno de nosotros y al ser convertido recientemente no tienes un control suficiente para estar por tu cuenta. Al final es tu decisión, Devon, pero creo que lo mejor sería que te marches con nosotros.
Miró a Carlisle con el ceño fruncido y luego miró a los demás que parecían tristes. No querían presionarlo pero todos sabían que esa era la mejor decisión. Incluso él lo sabía. Si no era Jasper quien hubiera atacado a Bella, lo más seguro es que hubiera sido él.
—Entiendo —murmuró— supongo que sería lo mejor.
Alice, que estaba sentada a su lado, colocó una mano en su brazo y lo miró con una sonrisa triste.
—Puedo ayudarte a buscar una excusa para tu madre.
Devon le devolvió la sonrisa.
—Gracias, Alice. Pero no te preocupes, creo que ya sé que podría decirle.
Devon sentía que estaba tomando una decisión apresurada pero... ¿tenía otra opción? ¿Qué iba a pasar si de pronto un día perdía el control y no estaban ninguno de los Cullen cerca? ¿Y si mataba a alguien por accidente? No tendría ni la más mínima idea de qué hacer. Este mundo aún era nuevo para él.
El chico se puso de pie y miró a Carlisle.
—¿Cuando se irán?
—Jasper y Alice se marcharán hoy mismo. No estaremos juntos, así que puedes decidir con quien irte —Carlisle le dirigió una rápida mirada a Ronan que no había dicho nada— aunque no creo que quieras irte con Rosalie y Emmett.
Los presentes rieron.
—Ven conmigo —habló de pronto Edward y todos lo miraron. Devon no sabía que decir, no esperaba que le dijera eso.
Ambos se miraron directamente a los ojos durante un largo momento.
—De acuerdo —lo dijo casi sin pensar.
Ronan se puso de pie y caminó hacia las escaleras pero se detuvo antes de subir.
—Muchas gracias por recibirme, Carlisle. Me iré esta noche —sin mirar a nadie más, se fue escaleras arriba.
Devon miró a Edward pero sin decir nada fue tras de Ronan que ya estaba a mitad de camino a su habitación. Ambos entraron a la habitación de Ronan quien sacó una mochila y comenzó a meter algunas cosas que más bien parecían ser al azar. Devon se sentó en el borde de la cama y miró a su contrario ir de un lado para otro.
—¿Estás molesto? —tal vez estaba preguntando algo obvio pero quería que las cosas fueran claras.
Ronan se detuvo un momento y sin mirar a Devon contestó.
—No —sonó bastante herido— sólo... pensé... no sé —no estaba seguro de qué decir— creí que estaríamos aquí mucho más tiempo y... tiene poco tiempo que llegué y quería disfrutar de esto un poco más. Sólo es eso.
Devon no lo comprendía.
—¿Estás molesto porque Edward me pidió ir con él?
Esta vez sí volteó a mirarlo y se acercó hasta sentarse a su lado.
—No te voy a negar que me sentí un poco dolido pero yo no podía pedirte que vinieras conmigo porque tengo unos asuntos que atender por mi propia cuenta. Aunque deseara que fueras conmigo, no es posible —sonrió un poco— es sólo que... me enferma que pese a todo sigas amando a Edward.
Devon bajó la mirada.
—Creí que teníamos un acuerdo. Me dijiste perfectamente que no querías nada serio conmigo y que no te importaba si estaba con alguien más.
—Lo sé —murmuró— y es algo que siempre me había funcionado. El problema es que esta vez... esta vez yo... me enamoré de verdad por primera vez.
Devon se sintió culpable.
—Rony... —pero él negó.
—Está bien —intentó sonreír— supongo que fue mi culpa. Yo te pedí que no me amaras, que me mantuvieras sólo como un amigo y yo debí seguir mis propios consejos.
—Te quiero, Ronan —tomó una de sus manos y la llevó a sus labios para darle un beso— y perdón por no poder amarte de la manera que mereces.
Ronan sonrió un poco acercando su cabeza hasta que su frente se unió con la de Devon.
—Te amo, Devon. Pero no eres mío —cerró los ojos— quiero que sepas que conocerte fue de las mejores cosas que me pasaron en la vida.
Se acercó para darle un rápido beso en los labios y se puso de pie de nuevo para seguir guardado sus cosas.
—Pero no es un adiós definitivo —habló Ronan de nuevo— nos volveremos a ver.
—Espero que sí.
Devon se puso de pie y se acercó por la espalda a Ronan pasando sus manos por su abdomen y abrazándolo. Luego dejó un beso en su hombro y finalmente se alejó y salió de la habitación.
Era raro. Antes había terminado con relaciones, tal vez no muchas y aunque no había tenido una relación formal con Ronan, era realmente doloroso tener que decirle adiós.
Devon llegó a la sala, donde ya no había nadie. Probablemente estaban haciendo sus preparativos para marcharse. De la cocina salió Esme, quien le dirigió una amable sonrisa y se acercó a él para darle un abrazo.
No sabía que lo necesitaba hasta ese momento. Solo un abrazo, sin palabras ni otra cosa.
—Todo estará bien —le dijo la mujer luego de separarse— no es adiós para siempre, será por algún tiempo.
Devon asintió.
—Lo sé. Sé que esto es lo mejor —intentó sonreír— iré a ver a mi madre.
—Aquí estaremos cuando vuelvas.
Devon se marchó. Se sentía confundido y su cabeza daba vueltas. Era todo tan apresurado pero no tenía un plan B. Sabía que era lo mejor pero recién comenzaba a convivir con su propia madre y ahora tendría que decirle adiós.
Antes de darse cuenta, ya estaba afuera de la casa Cullen y Edward estaba frente a él.
—¿Quieres que vaya contigo? —se ofreció.
Devon negó.
—Es algo que quisiera hacer solo —sonrió un poco— pero te veré más tarde. Supongo que aún debes hablarlo con Bella.
Las palabras de Bella aún resonaban en la cabeza de Edward. ¿Siempre había pensado de esa forma sobre Devon?
—Sí. Aunque esperaré a que todos se marchen para que no intente buscarnos. ¿Está bien?
Devon asintió.
—Haz lo que tengas que hacer.
Devon se subió a su motocicleta y se colocó su casco. Había otro, que se lo lanzó a Edward.
—Dáselo a Ronan por mi —le dijo— es de él.
Edward sonrió apenas.
—De acuerdo.
Y Devon arrancó. Tenía la mente en blanco pero sabía perfectamente lo que tenía que hacer ahora. Sólo esperaba no lastimar a su madre. Aunque si lo pensaba bien, todo esto era para no lastimar a nadie más.
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