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Devon estaba en la cafetería tomando su almuerzo en la mesa de siempre. Todos hablaban al mismo tiempo pero era bastante divertido escucharlos, ya se había acostumbrado un poco a todos ellos y les agradaba. Por primera vez sentía que tenía amigos, tal vez no eran súper amigos o muy cercanos pero se sentía bastante bien tener personas con las cuales decir tonterías, contar chistes o salir en grupo.
Todos habían soltado una gran carcajada, a excepción de Bella, luego de que Eric contara aquella vez que salió de pesca con su padre y ambos terminaron cayendo al río cuando Mike se acercó con una enorme sonrisa. Llevaba abrazando un gran bonche de hojas con su brazo que dejó caer un momento en la mesa donde todos estaban. Todos lo miraron con curiosidad por un momento.
—Hola chicos —tomó asiento junto a Eric— por fin imprimí las invitaciones, así que espero que todos vayan —les entregó una hoja a cada uno— será una fiesta increíble.
Devon observó la invitación un momento cuando Mike le entregó una de las hojas. Era simple e incluso se atrevería a decir que fea pero cumplía con su misión. Había estado escuchando a todo mundo hablar de la fiesta de Mike en cada clase a la que asistía pero honestamente no esperaba que fuera algo espectacular aunque sí tenía muchas ganas de ir.
Mike dijo algo más pero Devon ya no le estaba prestando atención, aunque notó que se marchaba y seguía repartiendo invitaciones a todo mundo. A todos excepto a los Cullen. Tal vez sólo le daba vergüenza entregarles a invitación pues parecía querer ir con alguno de ellos pero al final se arrepentía. Devon no pudo evitar encontrar graciosa la situación.
Desde su lugar vio como una de las chicas Cullen, Alice, se acercaba a Mike para preguntarle qué estaba repartiendo. Mike no pudo decir nada mientras un intenso color rojo cubría su rostro y le entregaba una hoja a Alice.
—¡Claro que iremos! —Devon la escuchó decir con muchísima alegría. El chico sonrió para sí mismo sin dejar de ver la graciosa escena.
Mike se quedó pasmado en su lugar un buen rato mientras asimilaba lo que había ocurrido y cuando procesó la situación continuó con su camino repartiendo invitaciones. Era bastante gracioso, ya que Mike siempre decía que Alice era muy extraña pero en ese momento parecía más bien encantado o fascinado de que la chica le hubiera hablado.
Devon volvió a mirar la invitación mientras los demás ahora comenzaban a hablar de la fiesta. Preguntando si irían, qué se pondrían y a qué hora llegarían.
—Sí irás, ¿verdad Devon? —el nombrado levantó la mirada para encontrarse con la de Jessica. Parecía muy entusiasmada por escuchar su respuesta. Pero no sólo ella, todos parecían expectantes a sus palabras.
Devon dejó ver un pequeña sonrisa mientras asentía.
—Por supuesto que sí.
—¿Y tú, Bella? —esta vez le preguntó Eric.
La nombrada se removió con incomodidad en su asiento ante la repentina atención que comenzó a recibir.
—Uhmmm... no lo creo. No me gustan mucho las fiestas —se llevó un mechón de cabello detrás de su oreja— además tengo un libro pendiente y me gustaría terminarlo este fin de semana.
—Deberías venir —le insistió Ángela— será divertido.
Bella la miró con una sonrisa ladina y por un segundo miró hacia la mesa de los Cullen. Ella también había escuchado que irían a la fiesta y tal vez podría animarse a ir si ellos estaban ahí.
—Lo pensaré —dijo finalmente.
El almuerzo terminó y todos regresaron a clases.
El sábado llegó con rapidez y Devon ya se estaba preparando para salir. Aún estaba adolorido su hombro pero era lo suficientemente soportable para salir y divertirse un rato. De todas formas, no planeaba pelearse o sobrepasarse con la bebida.
Eran casi las ocho cuando Devon salió de su habitación con su casco en una mano y su chaqueta en la otra ocultado un par de botellas de tequila y whisky con ella.
—No tomes si vas a manejar —le recordó su madre con un tono bastante fuerte cuando lo vio bajar.
Devon la miró. Era cierto que manejar en Forks ya era bastante peligroso sólo por el hecho de que las carreteras siempre estaban húmedas y a veces incluso congeladas. Pero también era cierto que quería beber tanto como le fuera posible.
—Yo te puedo llevar —escuchó la voz de Bella a sus espaldas y la miró. Parecía estar lista para salir— no me gusta tomar nada así que puedo ser tu conductora designada.
Devon le dirigió una sonrisa.
—Oh, gracias Bella.
Ella asintió con una diminuta sonrisa.
—Entonces vayan a divertirse —les dijo Amy— Charlie va a regresar tarde pero no se sobrepasen. Si hay algún problema no duden en llamarme a mi o Charlie, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —dijeron a la vez.
Devon dejó su casco en el sofá y salió junto a Bella a su camioneta.
—Si quieres yo puedo manejar de ida y tú manejas de regreso —sugirió Devon.
Bella lo pensó un momento hasta que asintió y le arrojó las llaves del auto. Devon dejó ver una gran sonrisa mientras la atrapaba en el aire y ambos subieron. Fu un camino corto y silencioso, silencioso en el buen sentido. No era incómodo o extraño. Devon entendió que a Bella no le gustaba mucho hablar y eso estaba bien.
Llegaron a la casa de Mike, Devon se sorprendió un poco al descubrir que era bastante grande muy bonita. No era de ninguna manera una mansión o tan espectacular como la casa de los Cullen, pero sí era grande.
Ya había varios autos estacionados afuera y por todas partes. También había varias personas en el jardín delantero con vasos rojos en sus manos y la música que sonaba en el interior en realidad no era mala. Devon dejó el auto un poco más lejos para evitar que algo le ocurriera y bajó junto con Bella. Los dos caminaron en silencio aunque Bella parecía muy arrepentida de estar en ese lugar. Devon lo notó y detuvo su caminata antes de estar más cerca de la entrada.
—Bella, no tienes que estar aquí si no quieres —le habló con suavidad— si no te gusta estar en estos lugares no pasa nada. Igual no te sientas responsable por llevarme, puedo pedirle a alguien más que me lleve de regreso a casa o podría quedarme aquí hasta mañana y regresar cuando me sienta mejor.
Bella pareció agradecida por las palabras de Devon pero al final negó.
—Estoy bien, realmente quiero estar aquí.
Devon frunció el ceño preocupado pero asintió y siguieron caminando.
Ambos entraron a la casa, las luces normales estaban apagadas pero en su lugar había luces azules y moradas parpadeando por todas partes. Había bastantes personas que Devon ni siquiera recordaba haber visto alguna vez en la escuela pero todos parecían estar muy divertidos.
Los dos caminaron entre la multitud, Devon había tomado a Bella de la muñeca para que no se perdiera o quedara aplastada entre la gente. Bella se lo agradeció mentalmente. Ambos llegaron hasta la cocina, donde era la única habitación con las luces encendidas. Allí estaban Mike, Eric, Ángela y Jessica.
Bella corrió junto a Ángela y las dos comenzaron a conversar. Devon por otro lado les mostró las dos botellas que llevaba en la mano. Ambos chicos dejaron ver una gran sonrisa.
—Eres genial, Devon —Mike tomó ambas botellas y las colocó en la isla junto a unas cuantas más.
—No hay problema.
—Honestamente no quiero saber como lograste comprarlas —comentó Ángela dándole un sorbo a su vaso.
Todos dejaron salir una risa.
Devon tomó un vaso rojo nuevo y lo llenó de lo primero que vio. Bella por otra parte aceptó un vaso que Ángela le ofreció y que sólo contenía un poco de soda de limón. El chico bebió de un solo trago todo el contenido y enseguida volvió a llenarlo con algo diferente pero no lo tomó por completo.
—Nos vemos por ahí —Devon les dirigió una sonrisa antes de regresar con la multitud.
Se sentía bastante calor en el lugar. Había muchas personas bailando y bebiendo, algunas otras estaban por las esquinas besándose y casi desnudándose. Devon se unió a los que estaban bailando, una chica rápidamente se acercó a él para bailar y Devon le siguió el ritmo.
No había pasado mucho tiempo cuando Devon se percató de que los Cullen habían llegado. No eran todos, sólo Alice, Edward y Emmett. Los tres se dirigían a la cocina, Alice y Emmett llevaban algunas botellas en las manos y parecían bastante felices de estar ahí. Edward no tanto, él más bien parecía estar buscando con la mirada a alguien.
Devon no pudo evitarlo y ya que tenía vacío su vaso, decidió regresar a la cocina por más. Se movió entre la gente, sonriendo cuando algunas chicas se acercaban para bailarle pero él simplemente sonreía un poco y seguía avanzando.
Al llegar, Mike estaba poniendo las botellas que llevaron los Cullen junto a todas las demás. Eric les estaba entregando un vaso con algo que habían estado preparando y los tres tomaron su vaso.
—Espero que les guste el bourbon —dijo Alice luego de darle un sorbo a su vaso— es de la reserva especial de Carlisle. Él no toma mucho, así que no le importara que lo tomemos.
Devon caminó más cerca del grupo hasta estar cerca de Eric para tomar una botella.
—Muchas gracias —le dijo Mike sin creer aún que los Cullen estaban en su casa— espero que diviertan.
Bella, que estaba hablando con Ángela y Jessica miró a Edward fijamente ignorando las palabras de sus amigas. Sin embargo, Edward estaba mirando a Devon y seguía cada uno de sus movimientos mientras se servía más en su vaso.
—Oh, hola Devon —saludó Alice y se acercó a él para darle un abrazo.
Devon pareció confundido al principio pero luego sonrió y le devolvió el saludo.
—Me alegra que hayan venido. El whisky está muy bueno.
Alice dejó ver una gran sonrisa.
—Apuesto a que sí, pero prefiero el vodka —la chica tomó la botella de vodka para vestir un poco en su vaso.
Devon le dirigió una sonrisa pero dirigió su vista a los otros dos hermanos Cullen.
—¿Quieren que les sirva algo? Si prefieren algo más ligero, hay cervezas en la hielera.
Emmett dejó salir un bufido que más bien parecía ser una risa y le entregó su vaso ahora vacío a Devon.
—Algo pesado, soy bastante tolerante al alcohol.
Devon tomó el vaso y preparó una bebida con tequila y Coca Cola. Más tequila que Coca Cola y bastantes hielos. Se lo regresó a Emmett, quien le dio un sorbo y sonrió bastante complacido por el resultado.
Entonces Devon miró a Edward.
—¿Algo para ti?
Edward lo miró y se acercó para darle su vaso.
—Quiero de lo que estás tomando.
Los demás ya estaban absortos en alguna conversación o ya se habían ido para bailar o besarse con alguien de la fiesta. Incluso Bella se había ido con Ángela luego de que ella le insistiera para bailar un rato. Jessica se había llevado a Mike y Eric estaba conversando con Alice. Emmett por su parte, parecía niño en dulcería, bastante fascinado con la fiesta frente a sus ojos.
Devon sonrió y miró su propio vaso que estaba completamente lleno con lo que había preparado hacía un momento. Le dio un sorbo y se lo ofreció a Edward quien no dejó de mirarlo a los ojos. El chico Cullen tomó el vaso y sin dejar mirarlo, le dio un gran sorbo sintiendo el whisky combinado con ginger ale en su lengua.
—¿Qué tal? —le preguntó Devon.
Edward dejo el vaso sobre la mesa y asintió.
—Nada mal. ¿Qué más sabes preparar?
Devon se encogió de hombros.
—¿Vodka con jugo de piña? Es mi favorito.
Edward asintió y Devon comenzó a prepararlo. Al finalizar, le entregó la bebida a Edward y él la bebió de un solo trago.
—Creí que eras un chico bueno, Edward —se burló Devon— pero veo que no.
Devon tomó otra botella, era de brandy que combinó con Coca-Cola. No esperó a que Edward le dijera algo más cuando salió de la cocina de regreso a la fiesta. Devon ya se sentía más relajado y se unió a los chicos que bailaban.
Pasaron un par de minutos, Edward seguía en la cocina tratando de no pensar en el molesto ruido que golpeaba su cerebro. A veces odiaba mucho leer mentes, en otras ocasiones le gustaba bastante saber lo que los demás pensaban. Dejó el vaso que Devon le había entregado y decidió ir a mirar por ahí.
Alice estaba muy divertida bailando por todas partes y Emmett estaba con algunos sujetos en el patio trasero bebiendo de un barril enorme de cerveza. Al menos sus dos hermanos se estaban divirtiendo realmente.
Edward caminó entre las personas, habían muchos que ni siquiera eran de la escuela pero a nadie precia importarle. Sin embargo, rápidamente dio con la figura de Devon. El chico bailaba y las luces de neón salpicaban su piel. Siguió sus movimientos un buen rato, era evidente que Devon ya había tomado bastante pero probablemente no lo suficiente. Entonces lo vio acercarse a un chico que no era de la escuela y Devon simplemente se inclinó para besarlo. El otro chico también le regresó el beso e incluso llevó una mano debajo de su playera.
Cullen no entendió por qué se sintió molesto al ver esa escena. No tenía ninguno derecho pero no le gustaba. Vio entonces que Devon se separó de aquel chico y ambos siguieron bailando en diferentes direcciones. Devon se sentó en el sofá para descansar un rato y Edward decidió acercarse y tomar asiento a su lado.
Devon lo observó desde su lugar, se sentía mareado y algo aturdido pero aún estaba en sus cinco sentidos.
—¿Disfrutando de la fiesta? —preguntó Devon.
—Es todo muy ruidoso —contestó simplemente— tu pareces bastante divertido.
Si Devon era honesto consigo mismo, sólo quería olvidar por un momento todo lo que había pasado en los últimos meses. No quería pensar en nada por un pequeño momento y disfrutar de las pequeñas cosas que le daba la vida.
—La estoy pasando muy bien, la verdad. Tal vez brusque a alguien con quien pasar la noche y entonces será una noche perfecta.
Edward lo miró ligeramente molesto.
—¿Cualquier persona?
Devon dejó salir una risa.
—¿Por qué?, ¿te estás ofreciendo? —se burló pero Edward no parecía divertido— vamos, Cullen. Sólo estaba bromeando, no pongas esa cara.
—¿Qué cara?
Devon sonrió pero negó.
—No importa. Nos vemos luego —se puso de pie, Edward casi lo toma del brazo pero se contuvo y lo miró alejarse.
También lo vio acercarse a un chico al azar e inclinarse para besarlo. Edward sabía que estaba mal mirarlo fijamente pero no pudo evitarlo. Devon y ese chico prácticamente se estaban comiendo y Edward se sintió irritado y con ganas de ir a interrumpirlos. Sin embargo, alguien más tomó asiento a su lado y dejó de mirar. Era Bella quien estaba ahora junto a él ahora.
Las horas pasaron y poco a poco los estudiantes caían rendidos en cualquier parte de la casa o se retiraban junto a sus conductores designados.
Devon estaba en el sofá individual de la esquina dormido con la camisa totalmente desabotonada y un montón de chupetones por todo el cuerpo.
Edward y Bella estaban frente a él pues era hora de regresar a casa, aunque Bella no tenía ni idea de cómo lo llevaría hasta el auto. Fue Cullen quien se inclinó para despertar a Devon y ayudarlo a ponerse de pie. Devon estaba más dormido que despierto pero se dejó llevar hasta el auto.
Fue una corta despedida luego de que Edward acomodara a Devon en la camioneta. Los tres Cullen se subieron a una Jeep y también se marcharon a su hogar.
De alguna manera, Bella logró hacer que Devon llegara a su habitación por su propia cuenta sin ser tan ruidoso.
Cuando Devon despertó a la mañana siguiente, apenas recordaba lo que pasó la noche anterior pero juró que jamás volvería a tomar.
Honestamente creo que este capítulo es muy malo, demasiado largo y algo innecesario, pero salí de fiesta y tomé muchísimo y de pronto no podía quitarme esta idea de la cabeza SJAKALA igual espero que les haya gustado <3
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