Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 44. Christian.

Algo le pasa pasa al idiota de Luke, puedo sentirlo. El tonto lleva toda la semana sonriendo, incluso cuando tiene qué salir a hacer trabajo de campo con Abernathy.

Extraño.

Le lanzo otro vistazo a Ethan, que sigue ordenando expedientes en su computadora con los audífonos puestos. Esta nueva estrategia de ignorar al jodido rubio parece estar funcionando. O eso creo.

—¿Christian? —Ana llama mi atención, ladeando la cabeza y mirandome—. ¿Qué pasa?

—No lo sé, pero creo que algo está pasando con Luke.

Solo no se qué es. Mierda. Las cejas de mi esposa se fruncen un poco.

—¿Te refieres a que ha dejado de pelear con Jesse? Porque eso tenía que haber pasado hace tiempo, Christian.

—No es eso.

Él luce diferente, distraído de una forma curiosa, relajado podría ser. No lo sé. No dejo de pensar que hay algo mal. Por eso, cuando acaba nuestro turno conduzco primero hacia el bar que frecuentamos.

—¿No te parece un poco temprano para un trago? —pregunta Ana cuando me detengo en doble fila.

—Estoy buscando a Luke, nena. Creí que estaría aquí en el bar de tu amiga.

Ana arquea las cejas, pero no dice nada más. Hasta podría decir que está un poco preocupada por ese idiota. Me siento un poco culpable porque nuestras salidas disminuyeron, incluso ha pasado un tiempo desde la última vez que bebimos una cerveza juntos.

—Déjame en el departamento y ve a buscarlo —sugiere—. Y luego dale algo de espacio, Christian. Respetó nuestro tiempo, respeta también el suyo.

Estaciono afuera de Escala y espero a que mi Cerecita entre al edificio. Ella tiene razón, lo que sea que esté haciendo Luke, es totalmente su decisión. Solo me preocupa que esté recurriendo a cosas ilegales para sentirse mejor, demasiada mierda ha ocurrido últimamente con mi equipo.

Reviso el segundo lugar de mi lista, su departamento, en caso de que haya decidido regresar a casa temprano. Si no está aquí, intentaré en casa de su madre.

Su auto no está aparcado afuera, pero igualmente dejo el auto y subo en el ascensor hasta su piso; ni siquiera tengo qué caminar mucho por el pasillo para escuchar el volumen alto del televisor encendido.

Entre todo el jodido ruido de algún juego de béisbol, distingo dos voces masculinas. ¿Así que eso es? ¿El jodido Luke ya me reemplazó? Golpeo la puerta para que escuche.

—Abre la puerta imbécil, sé que estás ahí. —golpeo más fuerte.

El sonido disminuye, la puerta abriéndose rápidamente. Un chico de aspecto latino me devuelve la mirada.

—Tranquilo hermano, ¿En qué te puedo ayudar?

—¿Quién mierda eres? —gruño, tratando de ver al interior.

—Carlos, ¿Quién carajos eres tú?

No se quita de la puerta, así que le muestro mi placa.

—Policía de Seattle, estoy buscando a Luke.

Finalmente el otro hombre se acerca, tampoco es el puto Sawyer.

—Hey, yo te conozco —me mira por encima de las gafas—. Eres Christian, ¿cierto?

—¿Te conozco? —he visto tantos rostros en demasiadas fotografías para recordarlo. Ana es mejor con los rostros.

—Soy Brandon, del bar. Amigo de Leila y Luke —nada viene a mi mente—. Él ya no vive aquí, hace cuatro días me dió las llaves para que me mudara.

¿Qué? ¿El idiota se mudó del departamento y no me lo dijo?

—¿A dónde fue él? ¿Lo sabes? —miro de uno al otro. Ahora que lo pienso, sus nombres me resultan familiares.

—Si. Ahora vive con mi hermana y mis sobrinas, ¿Quieres la dirección? —regresa sobre sus pasos hasta la encimera para tomar una servilleta—. Ustedes son compañeros, creí que lo sabrías.

Yo también.

Aparentemente las cosas son más serias de lo que imaginé. Ahora tengo más curiosidad por hablar con Luke y no quiero esperar a verlo en la oficina.

Me despido de los dos chicos y busco la nueva dirección de Sawyer en el mapa de mi móvil, un lugar no tan alejado de aquí. Conduzco hasta la dirección, y de nuevo el auto de Luke no se encuentra.

Pero el chico dijo que estaría aquí, así que estaciono en la calle y voy por el caminillo hasta la entrada. Esta vez el sonido de caricaturas proviene de adentro. Golpeo la puerta y espero.

—¿Si? —Luke asoma la cabeza—. ¡Christian! ¿Qué haces aquí?

Parece contento de verme, incluso abre más la puerta para que yo pase. Lo sigo dentro, mirando a dos niñas dormidas en un sofá frente al televisor.

—Te mudaste. —no es una pregunta, es una acusación. ¿Por qué carajos hizo eso?

—Si, lo hice —sonríe, lo sigo a la cocina—. No fue planeado, solo quería sacar al hermano de Becca de mi camino. Y tengo un departamento de soltero que ya no uso.

—También tenías un auto —señalo hacia la calle—. ¿Compraste una jodida minivan o algo así?

—No —sus cejas gruesas se fruncen—. Becca fue al bar, me quedo a cuidar a las niñas mientras trabaja.

Mierda, definitivamente es más serio de lo que creí. ¿Luke prestando su auto, cuidando niñas y teniendo sexo con una sola mujer, voluntariamente?

El mundo debe estar de cabeza.

Ni siquiera sé qué preguntar. Es obvio que siente algo más por esta mujer, algo más permanente. ¿Y las hijas? Enorme responsabilidad para Luke.

—Espero que sepas lo que haces —digo en cambio—. Esto no es algo de lo que puedes salir así como así.

—Lo sé.

Toma un empaque de palomitas de maíz con mantequilla y lo pone dentro del horno de microondas, el delicioso olor llenando la cocina y la sala.

—Voy a terminar de ver la película, ¿Te quedas?

—No. —no quiero estorbar a las pequeñas en el sofá—. Te veré mañana en el trabajo.

Él asiente, luego vierte la bolsa caliente en un tazón metálico. Se llena la boca del maíz caliente y chilla.

—¡ieda!

Espero que esta mujer Becca sepa en lo que se metió al aceptar a este tonto. Aunque no pienso discutir porque probablemente fui así antes de Ana.

Sabiendo que todo está bajo control, vuelvo a casa con mi esposa y las novedades de mi mejor amigo. Sé que ella querrá interrogarlo, tal vez incluso lo haga con su amiga.

Y así ocurre a la mañana siguiente, cuando Ana intercepta a Luke en la entrada del edificio. Decido que no es mi asunto y voy dentro por una maldita taza de café.

—¿Chris... Detective Grey? —Mía llama mi atención antes de que coloque el código en la puerta—. El jefe Welch quiere hablar con usted.

¿Welch? ¿Otro puto favor?

Ignoro a la rubia en el mostrador y voy directo a su puerta, empujando al mismo tiempo que digo buenos días. Welch levanta la vista de su periódico.

—¿Querías verme?

—Si —rebusca entre los papeles de su escritorio—. Toma esto.

Extiende un sobre que tomo rápidamente para leerlo, una jodida hoja con los logos del equipo SWAT. Una petición.

—¿Qué es esto? —paso la vista rápidamente sobre las líneas pero no entiendo. ¿Qué carajos tiene que ver conmigo?

—El teniente de los SWAT renunció hace unos días, necesitan a alguien urgente para entrenarlos —me hace una seña para que salga de su oficina.

—No voy a dejar mi puesto, Welch, trabajé mucho para... —me interrumpe con un gesto de irritación.

—No es para ti, Grey. Quieren al mejor tirador para entrenar a los francotiradores. Dale la puta hoja a Sawyer para que se presente el lunes.

Jodida mierda.

—¿Sawyer? —repito.

—Si. Ahora sal de mi maldita vista.

Mierda.

♠️

Se nos acaba el mujeriego 🥺😢

~ • ~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro