Mika

Me levanté un poco más temprano de lo normal, quería pasar la mayor parte del día con Momo, así que le dije que iría por ella lo más temprano que pudiera su pereza levantarla. Jimin estaba en cama no se movió ni un centímetro cuando me levanté a ducharme, su perfecto cuerpo estaba solo cubierto por una sábana, habíamos dormido desnudos, así que la vista de su musculosa espalda fue lo que me recibió al despertar.

Maldito imbécil ¿Por qué tiene que estar tan bien?

Me metí a la ducha y observé las marcas en mi cuerpo, algunas ya son menos visibles pero otras están demasiado marcadas, como las de las muñecas y muslos. Creo que las del cuello podré cubrirlas con una mascada, no quiero asustar a Momo.

Cuando salí del baño, Jimin nada más había cambiado de posición al dormir, ahora estaba boca arriba, pase enfrente de la cama hacia el armario, pero algo llamo mi atención.

La sábana que estaba cubriendo solo las piernas de Jimin estaba algo alzada, esa imagen de carpa me hizo aguar la boca, se que hay debajo de ella, una erección mañanera, el miembro duro y firme de Jimin, mordí mi labio y con cuidado quite la fina seda que cubría el pecado entre las piernas de mi dueño.

Un bocadillo antes de irme no me hará mal.

Subí con cuidado a la cama, no quería despertarlo aún, hice un poco de saliva para dejar caer en el tronco, de ahí pase mi lengua desde la base hasta la punta, se siente caliente algo salado, pero quiero más.

Lo tome para meterlo a mi boca, empecé a chupar la punta y baje mis labios hasta que sentí el glande tocar mi campanilla. Escuché el primer gemido.

Glorioso.

Los movimientos de mi cabeza comenzaron, sostuve el tronco mientras lamía y succionaba lo demás.

—Mierda Mika —su voz gruesa y ronca cuando se despierta me excita aún más.

Su miembro se hincha un poco más y el sabor salado del líquido preseminal comienza a llenar mi lengua, sus gruñidos me hicieron humedecer, ya no solo quería el bocadillo.

Jimin se acomodo un poco apoyándose en sus codos, lo observaba como quitaba mi cabello de vez en cuando para disfrutar no solo de la sensación de mi boca pegada a su miembro si no de la vista que le daba, al estar yo encantada con lo que estaba realizando.

Saque su miembro de mi boca, pero continue masturbándolo, su dedo pulgar se deslizo por mis labios.

—Ver tus labios así de hinchados por estar succionando mi miembro es lo mas rico al despertar.

Volví a bajar, pero esta vez hasta sus testículos, usando mi boca para chuparlos y lamerlos, sin que mi mano perdiera el ritmo, no podía cerrar totalmente el puño para poder abarcar mas del falo, pero no me dejo seguir, me alcanzo la mano para jalarme hacia él, se subió encima y solo tuvo que abrir la bata de baño para tener mi cuerpo a su disposición, alzo mi pierna y entro de lleno.

—Estas muy húmeda —su lengua paso desde mi cuello hasta mis labios —¿Te excita tocarme?

No me dejo contestar, porque mi boca era apresada en un salvaje beso, que se llenaba con gemidos debido al disfrute de su pelvis pegando duramente contra la mía, no quería que se separara de mi, me encantan sus labios gruesos, debes en cuando los muerdo entre besos, cosa que a él no le disgusta.

—Voy a desear que me despiertes más seguido de esta manera.

—Se puede negociar.

Sonrió y continúo moviéndose, sin duda es una buena manera de comenzar el día.

Después de nuestra pequeña sesión, me fui a terminar de alistar para irme, ya que mi guardarropa es muy diferente ahora, debo buscar algo cómodo que quede al gusto de Jimin ahora que no se ha puesto a elegir mi atuendo.

Encontré un shorts de vestir negro algo corto, me puse una camisa color rosa pálido semitransparente y debajo un braleth negro, pude elegir una mascada morada con negro que no se viera muy ostentosa cubriendo las marcas del cuello, de zapatos no me quedaba de otra que usar tacones. Me hice un moño alto y puse un poco de perfume.

Me mire al espejo, parezco una mujer muy diferente a lo que solía vestir.

—Te vez muy linda.

Mire el reflejo de Jimin tras mío, traía un pequeño bolso en las manos, se me acercó.

—Aquí dentro va esto —saco un celular —viene mi número por si necesitas algo, también tienes una pequeña cartera —la saco también —trae un poco de efectivo y aparte las tarjetas —me entrega el bolso —esas dos tarjetas están a tu nombre no tendrás problemas en utilizarlas, abajo diles a los chicos que coche te llevarás.

Tomo mi mentón y dio un beso.

—Diviértete.

—Te veo más tarde.

Salí de la casa algo impactada con él cambió de actitud de Jimin, Eun Ji tiene razón, puede que el controle mi existencia, pero si le doy lo que busca yo también obtendré lo mío y eso me ayudara mucho.

Quede de verme con Momo en la plaza central, había un restaurante que deseaba conocer, así que después de verla y abrazarnos como por media hora nos fuimos a almorzar.

—¿Cómo te está tratando el señor Park?

Bebí de mi copa de vino y me encogí de hombros.

—Tienes sus ratos buenos supongo.

—Mika, he visto tus moretones, ¿te golpea?

—Son marcas de sexo.

Momo dio un trago a su agua y miro a otra parte.

—Jimin es muy posesivo, pensé que entre más lo retará se cansaría de mi y me dejaría ir más rápido, pero no sé hasta qué punto está obsesionado conmigo.

—Siento que debes estar pasándola muy mal.

—Me estoy adaptando.

Llegó lo que habíamos pedido, en lo que estábamos charlando y desayunando, Momo solo pellizcaba la comida. De vez en cuando me evitaba la mirada.

—¿Ya me vas a decir que es lo que te pasa?

Dio un bocado al postre que pedimos.

—No de como decirte esto, siento que te vas a decepcionar de mi.

Sus ojos se empezaron a cristalizar, mientras su labio temblaba amenazando con el llanto.

—¿Qué pasó?

Se observo las manos y suspiro un poco, pero no levantó la mirada.

—Estoy Embarazada.

Todavía no le estoy diciendo nada y ya está llorando de manera exagerada, deje mi copa de vino aun lado y tome sus manos.

—¿Taehyung lo sabe?

—No —empezó a tener el hipo por el llanto —desde que te fuiste no me había metido a si habitación, me había sentido mal, no tenía ganas de nada, entonces el empezó a llevar a más mujeres —le pase una servilleta —dejo de hablarme, entonces me enteré, pero no le he dicho nada.

—Primero que nada —le limpie las lágrimas — ¿Quieres tener a este bebé?

Parpadeo un par de veces antes la pregunta, creo que es algo difícil de contestar.

—Puede sonar algo duro, pero ¿Te sientes lista para ser madre Momo?

—No lo sé, es que ¿Qué vida le voy a ofrecer? —Se sujeto la cabeza —no se cómo vaya reaccionar el señor Kim al saber que estoy embarazada, me va a correr y seré madre soltera sin empleo.

—Independientemente de eso —le tome el rostro —si deseas este bebé, encontraremos la manera de darle lo mejor que podamos, no estás sola —también si no lo deseas, yo jamás te juzgare, estoy aquí para sostener tu mano mientras tomas la decisión, sea cual sea te apoyaré.

—Mika —siguió llorando un rato más.

Después que se calmo, seguía con sus manos entre las mías.

—No necesitas elegir ahora, aún tienes tiempo, ya veremos qué hacer con lo que elijas.

—Eres la mejor amiga del mundo.

—Ahora aclarado todo —le jale un mechón de cabello —eres una cabezota —me cruce de brazos —espero seas más responsable ¿Ok?

—Si.

La mesera que nos estaba atendiendo se acerca algo nerviosa.

—Señorita, disculpe —alce una ceja —el dueño del restaurante, dice que la cuenta está pagada, que si desea algo más corre por la casa.

—¿Cómo?

En eso vimos que se acercó una cara conocida, pero nada agradable. Esta vez no venía solo caminaba con dos tipos, supongo que su servicio de seguridad, analice la situación y no pintaba nada bien.

—Hola querida, es agradable verte de nuevo.

—Ya nos íbamos gracias.

Iba a levantarme, pero me tomo del hombro y me sentó.

—¿Qué sucede? ¿Tan rápido? ¿Ya no te sientes tan segura sin el señor Park tras de ti verdad?

—¿Mika?

—Tranquila Momo ya nos vamos —mire al sujeto —¿sería tan amable de quitarme su asquerosa mano de encima?

—Pequeña estúpida ¿No tienes ni idea de dónde estás? — me apretó las mejillas —este lugar es mío, y no te hagas la ruda, eres como las otras perras de Park.

Quitó la mascada del cuello, empecé a sentir la sangre arder.

—Solo las usa para sus juegos y después que las marca las arroja a la calle cuáles putas.

Los de seguridad se estaban riendo, más viendo las marcas en mi cuello, Momo me miró asustada.

Mientras el sujeto estaba centrado en rodear mi cintura, observé a sus guardias, solo uno está armado con arma de fuego, él otro posiblemente solo tenga arma blanca, el debe traer su arma en la cintura como la vez pasada.

—Supongo que buscas las sobras del señor Park.

Deslicé mi mano, por la chaqueta del sujeto, el guardia armado estaba acariciando los mechones de cabello de Momo, el restaurante estaba casi vacío, debí poner atención, pero estaba concentrada con el tema del embarazo.

—Tienes dos segundos para quitar tus asquerosas manos de mí, y tu estúpido guardia alejarse de ella.

—¿O si no qué?

Mi tolerancia en cero en cuanto a Momo se refiere, si no me movía rápido ella podría salir perjudicada de esto.

Metí la mano en donde recordé que estaba el arma la última vez, así que fue sencillo hacerme de ella, tome impulso de su hombro, para poder patear al sujeto armado, el tacón de mi zapatilla se quebró al impactar contra el sujeto, el segundo guardia casi sujeta mi muñeca, pero me zafe del cerdo de su jefe, para dar una vuelta y que mis muslos quedaran en los hombros del desarmado, tuve que guardar el arma que había tomado en mi cintillo del short, para cruzar mis piernas y ahogar al sujeto entre mis piernas, dio un poco de lucha alcanzando a rozarme el muslo con la navaja, en cuando se desmayo y su cuerpo iba cayendo al suelo, caímos y di otra patada a los tobillos del guardia aun armado, cuando puso una rodilla en el suelo, aproveche y me levante desarmándolo también, ahora tenía las dos armas.

Les quite el seguro, una la apunte a la sien del guardia consciente y la otra al cerdo.

—Momo, toma mi teléfono de la bolsa y marca el único número registrado ahí, después de lo que hare necesitare su ayuda.

—No puedes matarme, no saldrías de este lugar sin que te atrapen.

—¿Quién dijo que deseo matarlo?

La tenia las manos arriba por el miedo, di dos disparos uno en cada mano, acertando al centro de estas, el sujeto se tiro y empezó a revolcarse por el dolor por el suelo. Momo ya estaba marcando, le di un cachazo al guardia haciendo que también quedara en el piso.

—Ay Mika tu temperamento —sobe mi sien con el mango de la pistola —malditos ricos bastardo que me sacan de mis casillas.

Tomé el vino de la mesa y di un trago enorme a la botella, los pocos empleados que estaban en el lugar miraban con terror la escena, además de que los gritos de dolor de los su jefe los alteraba aun más.

—¡Te matare perra, te juro que te voy a matar!

—Cierra la puta boca, aun tengo mas tiros y estoy pensando muy seriamente en ponerte uno en la frente.

—¿Mika que vamos hacer? — Momo estaba mas pálida de lo normal —Esto no está bien.

—Solo debemos esperar, ¿Qué dijo el?

—No me dejo terminar de decirle nada, solo colgó diciendo que vendría para acá.

Ese hijo de perra sabe donde estoy, libertad mis cojones.

No pasaron ni cinco minutos cuando las puertas del restaurante se abrieron, dejando entrar a Park Jimin, el sujeto estaba siendo atendido por el personal del lugar, yo solo me mordía los labios con los tacones rotos en la mano, JK y Eun Wo entraron alejando los cuerpos inconscientes de los guardias, los dejaron a un lado.

Jimin me miro y después la escena de película de terror que parecía el jefe del lugar. El cual ahora estaba respirando con miedo, nadie decía nada, Park Jimin se me acerco tomándome de la cintura y el cuello.

—¿Qué paso amor? ¿Estas bien?

—¿ELLA? —bramo con ira — ¿No estás viendo como estoy yo?

Basto con que Jimin mirara al sujeto para que este guardara silencio.

—Déjame te explico algo, Wong Kyhung, mi mujer solo te atacaría por dos cosas —me dio un beso simple en los labios — se defendió o amenazaste algo que ama —me miro a los ojos —¿Cuál de las dos fue cariño?

—Creo que ambas, desde la otra vez en el club ya me había molestado, ahora se metió con Momo y...

Volvió a besarme pero ahora un poco mas intenso, sus manos sintieron la herida en mi muslo.

—¿Me estas diciendo, que sabia quien eras tu? —se alejo de mi para caminar hacia la escoria que estaba muriendo de terror —¿Y aun así te atreviste a tocarla? No solo eso, a lastimarla Kyhung.

—Jimin espera creo que ya lo entendió —no se porque me dieron ganas de defenderlo sentía pena por él.

—Los acuerdos Park, recuerda los tratos, no harás nada estúpido.

—Claro que no ¿Cómo piensas eso?

Jk se había acercado con un arma y se la dejo en las manos a Jimin, el cual disparo sin pensarlo a la pierna de Kyhung.

—Pero ella entra en los acuerdos, y tu la lastimaste primero.

Coloco el arma en la frente, no se le entendía nada al tipo solo balbuceaba y temblaba, no sabría si de dolor o por el terror que estaba sintiendo.

—No te puedo matar, en eso tienes razón, pero si te puedo destruir, quiero que te quiere bien claro, a ti y a todos los de tu tipo, Michaelle Hills, es mía, cualquiera que la lastime, o se atreva a ponerle un dedo encima estará cavando su tumba, ¿Lo entiendes?

—Si... si..si señor Park.

—Bien — hizo señas para que se llevaran a kyhung —Háblale al comandante Han, dile que fue un incidente menor, lleven a Momo a casa y atiendan a esta basura antes de que se muera desangrado.

—Perdona por las molestias, creo que debo de controlarme un poco más.

—Vayamos a curararte esa pierna —me alzo en brazos —es tu primera travesura, pero me alegra que llamaras.

—¿Puedo despedirme de Momo?

—Le marcas llegando a la casa, ahora es mas importante la herida en tu muslo —me habla al oído —además no tienes idea de lo duro que estoy, por imaginarte destrozando a Kyhung.

El auto se tuvo que llevar al lavar después demancharlo un poco el señor Park y yo.

MIKA NUESTRA MUJER