Resaca
Jimin
Esta ebria
Camina despacio, y se tropieza con sus propios pies.
Cuando la vi saliendo sostenida de Shownu tuve que correr, sentí que la sangre me hirvió deje a Nina hablando sola sin mas, cuando salí del salón tarde poco en encontrarlos, iban hacia su auto.
—¿Qué pasa jefe?— Jk se paro a mi lado.
—Ese imbécil se lleva a Mika —Sali corriendo de nuevo —¡Shownu suéltala!
Mika estaba abrazada de el con su rostro metido en el cuello.
—Solo la llevo a casa Jimin no te alteres.
—Yo la llevare, dámela.
La sujete del brazo para poder cargarla, pero ella se jalo de mi agarre.
—Sueldtame stronzzo de merda.
Su voz es extraña, y habla en coreano e italiano.
—Mika ven vamos a casa.
Se soltó de los brazos de Shownu.
—Me..me.. iré yo sola, no necesito a ninguno de los dos.
Trataba de señalarnos pero no podía mantener el equilibrio, empezó a caminar mientras se quitaba la los zapatos.
—Ella no quiere que tu la ayudes Jimin, mejor déjame hacerlo yo.
—Ella no se manda sola, y tu no te metas, me encargare, regresa a la fiesta.
Ahora estoy caminando tras de ella, mientras esta vulnerable, Jk y Eun Wo me siguen con el auto.
Nunca la había visto de esta manera, no entiendo porque esta molesta, solo se que no quiere hablarme, y va balbuceando improperios en italiano mientras camina. La veo detenerse y sentarse en la acera, se sujeta la cabeza. Me espero antes de acercarme.
—¿Mika?
—Déjame sola —mete su cabeza entre sus rodillas —no quiero verlo, regresa a tu estúpida cena, con tu estúpida amiga.
—¿Amiga?
—Si..si.. Nina, Mina, esa rubia bonita a la que le sonreías.
Soporte el sonreír, sentí una especie de remolino en el pecho, esta celosa Mika esta celosa, eso es algo nuevo, además abulta los labios haciendo una especie de berrinche, me senté a su lado.
—Vámonos a casa.
—¿CASA?
Me ve con los ojos llenos de lágrimas.
—Yo no quiero ir a “casa”, no quiero sentir que pertenezco a algún lado con usted, no quiero que me guste, no quiero sentir celos.
Me sujeta de la camisa y sigue llorando mientras piensa que más decir.
—Es molesto, egocéntrico, un sádico, no le interesa nadie más que usted, ¿Por qué me molesta que este tocando a alguien más? —le tome del rostro — si solo está jugando conmigo, termine de una vez, y déjeme tranquila, antes de que vuelva a querer golpear a alguna otra mujer que se le acerque, estoy rota, muy rota por sentir algo por alguien como usted.
Quería decir algo, pero ella solo seguía llorando, nunca la había visto así, solo pude abrazarla hasta que se le pasó el llanto y quedó dormida entre mis brazos. La lleve a casa y la cambie para recostar la en la cama dejándola dormir.
Me senté en el sofá junto a la ventana sirviéndome un trago, el rostro de Mika mientras duerme es tan delicado. Jamás había deseado tener a una mujer como a Mika.
¿Pero que siento por ella?
La llamo mi mujer, y cuando ella está feliz estoy tranquilo, es confuso todo esto. Sea lo que sea lo que siento por ella, no dejaré que este con nadie más. Me termine el trago y me fui a acostar, escuchando cómo seguía balbuceando mientras dormía.
Mika.
Nunca en mi vida, había tenido un dolor de cabeza tan intenso, siento que todo me da vueltas aún, con poco de fuerza me levanto de la cama para abrazarme a la taza y regresar todo rastro de alimento de mi cuerpo, la luz del baño me molesta y tengo muchas ganas de llorar.
Me lavo el rostro y observo el reflejo que me dice de lo mal de mi estado, luzco terrible, tengo la pijama puesta y estoy en la habitación, dios no recuerdo una mierda después de salir del brazo de Shownu.
Si estoy en la habitación no hice nada estúpido, me duele el cuerpo, y por si fuera poco mi periodo acababa de llegar.
Me di una ducha para sentirme mejor, ya iban a dar las dos de la tarde, lógicamente Jimin no estaba en la habitación. Solo busque ropa cómoda para andar en casa y fui a la cocina como un zombi.
—Señorita Mika —Eun ji hablo bajo y camino hacia la cafetera —no sabía a qué horas despertaría, pero está listo el café y unos analgésicos para su resaca.
—Gracias, siento que me voy a morir, no siento que tome demasiado.
—Según el señor Park usted tomo casi cuatro botellas de vino.
Me sostuve la cabeza.
—No recuerdo nada, espero no haber hecho alguna estupidez.
—Deje de pensar en eso, mejor le haré un estofado de tofu.
—Esta bien, mientras moriré en la sala, la resaca y los cólicos pelean por quién me matara primero.
Me tomé las pastillas y me arrastre hacia la sala con la taza de café en la mano, porque yo no estaba caminando era más bien como esos caracoles de la televisión que creen que se mueven a velocidad impresionante pero en realidad no avanzan una mierda.
Eun Ji me había traído una compresa caliente junto con la comida a la sala, quiero tanto a esta mujer, solo algunos empleados tenían contacto conmigo sin temor a que Jimin los asesinara, los demás preferían evitarme, así que en la casa solo veía a Eun Ji y Lorain la mayor parte del tiempo.
Aunque prefiero no ver a esta última.
—¿Sigue acostada?
Lorain entro a la sala mirándome con cierto desprecio.
—Disculpa, no sabía que tú manejabas mi agenda ahora, ¿Según tu qué debo de estar haciendo ahora?
Rodó los ojos y se puso a acomodar los cojines de la sala sin contestarme, yo estaba en la alfombra comiendo mientras la veía.
—¿Desde cuándo estás enamorada de Jimin?
Se quedó quieta al escucharme hablar, pero después siguió en lo que estaba.
—¿Él lo sabe? Dices que se acuesta con todas las mucamas, pero no he visto que se acerque a ti con otras intenciones, creo que el no te ve de esa manera, ¿o me equivoco?
—¿Usted que intenciones tiene? Dice que no le agrada el señor Park pero sigue aquí, y la noto cada día más cómoda con él, es muy hipócrita de su parte.
Deje la cuchara en la mesa y me acomode para verla mucho mejor.
—Debo de sentirme cómoda, me jodo yo sola la situación si me resisto demasiado — eso quiero creer —además no estoy aquí por gusto, soy el objeto más caro de la casa, Jimin hizo un trato enorme por qué estuviera aquí, que no te impida el declararte a él —volví a mi comida — solo no te joda cuando el te rechace.
—Que manera tan elegante de decir que es la puta del señor Park —se escuchaba furiosa — él señor Park se pudo obsesionar con usted, pero no pasará de ahí.
Es verdad no hay un sentimiento en esto, solo es su obsesión y lo carnal.
—Entonces no deberías sentir celos de mi si solo es pasajero, piensa positivo y algún día lo tendrás para ti.
¿Celos?
Espera ¿Celos?
Ay dios no.
Una imagen de Jimin siendo abrazado por la rubia llegó a mi mente, recuerdo ciertas palabras, dios no, ¿Le dije a Park Jimin que estaba celosa?
Ahora tengo otra razón más para morirme. Ignore a Lorain y metí mi cabeza en una almohada, en lo que la resaca se pasaba me quedé dormida un poco más.
—Mika, cariño despierta —el aroma de su colonia fue lo primero que identifique.
—No quiero moriré aquí en la sala.
Escuché una risa femenina y abrí los ojos.
—Hola Mika un placer conocerte.
Enfrente de mi estaba la rubia, podía notar lo bonita que es aún más de cerca, yo me levanté, tomando mi compresa y la almohada que Eun Ji me había traído.
—Si, igual un placer, me iré a mi habitación no me siento bien.
No deje que dijera nada más, solo camine hasta el cuarto, prefiero no ver la linda convivencia de esos dos, ya tengo suficientes náuseas.
Fui directo al baño y mi aspecto seguía deplorable, que bien, luzco como un espíritu de película de terror, mientras ella parece sacada de una revista de modelaje.
Me acosté en la cama y me puse a ver televisión, unos minutos mas tarde entro Jimin, que traía un vaso y pastillas.
—Te traje los analgésicos, ¿Cómo va tu resaca?
—Es más mi periodo, ando algo irritable.
—Eso puede explicar muchas cosas.
—¿Disculpa?
—Nada toma la pastilla y descansa.
Me dio el medicamento pero antes de que se aleje lo tome de la camisa.
—¿Podrías quedarte un poco?
—Solo deja ayudó a Nina a instalarse y regreso.
Me voy a arrepentir de lo que voy a decir.
—Eso puede hacerlo Lorain, Jimin por favor.
Subió a la cama y me acomodo encima de él, metí mi cabeza en su cuello y disfrute del calor que me daba mientras acariciaba mi espalda.
—Nina es como una hermana para mí, está de visita junto con su hija está semana, ambas se quedarán en casa en lo que regresan.
Tomo mi mentón y comenzó a besarme, mis dedos se enredaban en su cabello, mientras se apretaba a mí.
—Tu y yo nos ducharemos más tarde.
—Pero mi periodo.
—No hay tiempo fuera, si de estar contigo se trata, creo que será algo nuevo para ti, pero te mostraré ciertas cosas Mika, no tengo tabús contigo —se me acercó al oído — además debo de castigarte por irte con Shownu anoche.
—¿Hice algo? No recuerdo nada, yo solo…
—Shh —me mordió los labios — no es necesario que recuerdes nada de eso, solo compláceme y estaremos bien.
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