Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi Mujer

Mika

Estoy loca

Jodidamente loca

¿En qué momento se me ocurrió ofrecerle algo así?

Prácticamente me vendí, pero no toleraba esto, ese hijo de puta siempre quiere tener el control, no lo dejaría ganar siempre, viendo lo desesperado que estaba de tener una especie de aprobación para lo que me hacía. Mi estupidez pensó en sacarlo de la vida de Kim totalmente.

Pagar su deuda

Liberar a Momo y Jackson de este ser despreciable.

El único problema es que no sabía si él aceptaría el trato, no se a que nivel está obsesionado conmigo. Por eso cuando dije su nombre y note como la dilatación de sus pupilas fue muy notoria, no deje pasar mi oportunidad.

Me dio una hoja para leer cuando llegamos a casa, como supuse esto ya lo ha hecho antes, solo soy su diversión actual, son más reglas estúpidas para este acuerdo enfermo.

Deberé dormir en su habitación, debo estar disponible para sus deseos en todo momento, el me escogerá mi ropa diaria y también el método con él que me cuidare. No hay excusas para no meterme en su cama, mis días de regla están incluidos, la más mínima desobediencia es acreedora a un castigo.

Cláusulas y más cláusulas de un contrato bien elaborado, este tipo sabe perfectamente lo que hace.

Ahora estábamos en la oficina del señor Kim, que leía atento el contrato para él, dónde era liberado de la deuda totalmente, todas las acciones de sus empresas que el señor Park poseía le serían devueltas.

—No lo entiendo, todo esto es ¿A cambio de que Mika trabaje para ti?

—Es una súper oferta Nam, tu recuperas todo solo por una empleada más.

—Lo siento pero no me parece, Mika no es un objeto que pueda intercambiar así.

Abrí los ojos de par en par, él señor Park se tenso, yo me acerque con el señor Kim.

—Jefe, es lo mejor para usted, yo lo propuse, estará bien cuidado con los demás, le dejo un equipó de Élite ya no me necesita.

—No es la seguridad Mika, tu eres parte de mi familia.

—Namjoon no compliques más las cosas, esto es algo que no voy a volver a proponerte, ella ya tomo una decisión, firma los putos papeles para que nos podamos ir ya.

—Se lo ruego solo firme Jefe.

El señor Kim volvió a leer las hojas, su entrecejo no dejaba de estar fruncido, no le parecía nada lo que estaba pasando lo conozco bastante bien, dejo la hoja en el escritorio y se froto la barbilla.

—Firmare, pero antes debo de preguntar algunas cosas, ¿Por qué haces esto Mika?

No quería que Park escuchara esto, pero no me quedaba mas remedio, me acomode un poco el uniforme que usaría por ultima vez y después lo mire directamente a los ojos tragándome el nudo en la garganta.

—Fue el único en darnos una oportunidad a Jackson, Momo, y a mi, sabia perfectamente de donde veníamos, y aun así nos dio la mano —jugué con los botones de mi chaleco —antes de tener este trabajo, pasamos un infierno, nadie creyó en nosotros, como usted lo hizo, estoy en eterna deuda Jefe, la verdad siento que es mínimo esto a todo lo que usted hizo por nosotros.

—Esta siempre será tu casa Mika, y si estas dispuesta a volver, aquí te esperaremos.

Park rodo los ojos, golpeando el escritorio.

—Firma que me purga tanta cursilería.

—La otra pregunta es para ti Jimin, ¿En verdad querías seguridad? ¿O solo viniste a robarte a Mika?

El muy hijo de puta solo se encogió de hombros, Namjoon lo tomo como una afirmación, firmo los papeles y prácticamente se los arrojo.

—Si le pasa algo…

—¿Qué? —tomo los papeles del escritorio y reto a el señor Kim con la mirada —Ella ya es de mi propiedad, lo que haga con ella, ya no te incumbe —se acomodo la chaqueta —ten lindo día Nam, disfruta de tu empresa, vámonos Mika.

Solo hice una reverencia antes de la salir de la oficina, seguía de manera callada al señor Park, mire toda la casa, no me había despedido de nadie, personal de la casa de Jimin había venido a recoger mis cosas y las de él, solo espero que los chicos lo entiendan.

Salimos de la casa de los Kim sin decir mas, pero antes de subir al auto, escuche mi nombre.

—¡MIKA! — Momo salto a mis brazos mientras lloraba —¿Por qué me estas dejando? ¿Esto es por mi culpa? —sus hipidos me hacían entenderle la mitad de lo que decía.

La separe para quitarle el cabello del rostro y limpiarle las lagrimas.

—No es nada tu culpa, pórtate bien, no te desveles, y asegúrate de desayunar a tiempo, luego andas durmiéndote mientras haces el aseo.

—No quiero que te vayas.

—Nos seguiremos viendo, ahora debo irme, despídeme de los demás.

Nos volvimos a abrazar, ella se quedo con los ojos hinchados despidiéndose con una mano. Yo sentía una opresión en el pecho por dejarla, es como una hermana para mi, quería llorar, pero no le daría el gusto a Park de verme así.

—Siéntate en mi regazo.

Me acomode para quedar en sus piernas sin que mi cabeza topara en el techo del auto, fue quitando los botones del chaleco, mientras daba pequeños besos en mi cuello.

—Quita la cara triste, te dejare ver a tus amigos siempre y cuando seas obediente — desfajo mi camisa y saco el chaleco —ahora debemos quitarte ese uniforme, ya no lo usaras mas.

—¿Planeas sacarme desnuda de aquí?

Se mordió los labios ante la imagen mental, detuvo sus manos en mis botones, tomo mi rostro besándome, desearía que no besara de esta manera, que sus gruesos labios no fueran tan suaves, que su lengua no dominara la mía, cada que me besa el toma el control y puedo notar su sonrisa entre las pausas para tomar aire, así que cuando vuelve a besarme lo muerdo, el solo lame donde mis dientes atacaron y regresa a comerme la boca.

El calor iba invadiendo mi cuerpo de a poco, mis manos estaban en su pecho arrugando su traje lujoso, no quiero desearlo, pero entre mas me toca mas me domina,  ahora sus manos se había colado por debajo de mi camisa me tomaba por la cintura, queriendo mas cercanía entre nuestro cuerpos, pero en un automóvil no se podía lo que el deseaba.

Tocaron la ventanilla del auto, no me había dado cuenta que el auto se había detenido.

—Jefe ya llegamos, ¿Quiere que los esperemos adentro?

—No, ya bajamos —me hablo al oído —tengo  bastante tiempo para disfrutar de ti, pero primero debemos organizar todo aquí.

Bajamos del auto, yo caminaba tras de él analizando el lugar, la casa era de una planta, pero seguía siendo enorme, a la entrada estaban lo que supongo son los empleados de el señor Park, había tres chicas con uniformes de faldas cortas, que miraban como si dios hubiera llegado, juro que podía ver como movían la cola como perritos.

Su mirada de admiración cambio a una de desprecio cuando me miraron, su vista fue de arriba abajo, no se veían muy contentas de que alguien nuevo llegara.

—Amo Park, bienvenido a casa lo extrañamos—las tres chillaron al mismo tiempo.

Pero este las ignoro como si no existieran, yo caminaba a paso lento, admirada de toda la situación, los otros empleados fueron al auto por las maletas, cuando entramos a la casa, una mujer elegante de gran porte nos recibió, ella es la que dirige a los demás empleados se nota a leguas.

—Buenos días Amo Jimin, ¿Desea comer algo?

—Ahora no Lorain, quiero darme una ducha antes de salir al trabajo, encargarte de que todas las maletas queden en orden, también necesito que en la tarde que regrese vayas a mi oficina.

—Esta bien, ¿La señorita es una invitada? ¿Quiere que le prepare una habitación?

—De eso nada, ella dormirá conmigo, sus maletas van a mi cuarto también, prepárale una merienda y la llevas a mi habitación.

Ella solo asintió con la cabeza, sentí que el aire se tenso cuando pase a su lado, con lo que me gusta estar en medio de líos románticos, no le daré importancia, seguí a el señor Park, por un pasillo hasta una puerta enorme negra, se abrió de par en par, para mostrar una habitación demasiado grande para mi gusto.

La cama estaba al centro cubierta con sabanas negras y guindas, tenia un cuadro que cubría la mitad de la pared, era un paisaje de callejones y casas pequeñas, las ventanas eran bastante amplias una daba al patio y la otra a una especie de terraza con jacuzzi, la alfombra era de un gris opaco, al igual que las cortinas, en la esquina superior había una puerta y al lado de la cama otra mas de persianas negras.

Me acerque a la cama tocando las sabanas de seda, en verdad lo amplio de este lugar es sorprenderte, estaba tan centrada en la habitación, que cuando el señor Park se paro aun lado de mi con el torso desnudo solo me quedo parpadear un par de veces.

—Iré a darme un baño, te deja la ropa que debes ponerte en el armario, hoy te dejare andar por la casa para que observes todo y puedas familiarizarte, regresare hasta la noche, tengo asuntos que atender.

—¿Va a salir? Pero…

Me callo dándome un beso sus manos fueron hacia mi cintura pegándome a su pecho desnudo, después me tomo de la nuca para mirarme a los ojos.

—Ya no eres mi guardaespaldas Mika, no tienes que alterarte, tu propósito en la casa es diferente así que deja de preocuparte por ello.

Se alejo caminando hacia el baño, yo fui directamente al armario, este lugar fácil podría ser un apartamento dentro de otro, mire que un sofá pequeño había un vestido de algodón color verde olivo, con el escote en la espalda no llevaría sostén, la ropa interior era una panty negra de licra, de calzado unas sandalias negras cómodas, supongo que no tiene planeado que salga con el a ningún lado el día de hoy.

Hice una mueva y mire mi atuendo, empecé a quitarme el uniforme frente a un enorme espejo dentro del armario, ser la sumisa de un enfermo pervertido no estaba en mis planes a futuro, pero aquí estoy colocándome la ropa que el había escogido, el vestido me quedaba a la medida, mis pechos entraban perfecto en el escote en V, solté mi cabello no lo necesitaba atado ahora, además cubriría mi espalda casi desnuda.

Salí del armario y camine descalza por la habitación, me acerque a un librero, observe los títulos la mayoría eran de negocios, otros de economía, todo muy organizado, había una chimenea bastante linda al frente de la cama, me imagino que en invierno debe ser acogedor, regrese a la cama, en las mesitas de noche había una jarra con agua y un vaso, también dos controles, tome uno y me senté en la cama analizándolo, leí cada botón, apreté el de Tv.

Se abrió un panel en la parte de arriba de la cama, saliendo una televisión de pantalla plana bastante grande.

—Demasiado extravagante para mi gusto.

Dije sin pensar, mientras volvía a guardar la televisión.

—Es para que no estorbe.

Coloque el control en su lugar, cuando el señor Park apareció al frente de la cama con solo una toalla enredada en su cintura, su cabello algo húmedo aun se le pegaba a la frente, su torso musculoso y su piel blanca.

—Veo que el vestido te quedo perfecto — dejo caer su toalla —ven a la orilla de la cama.

—¿No ibas de salida?

—Shh, guarda silencio.

Gatee hasta la orilla, el señor Park me acomodo, jalo mis piernas hacia arriba, mis piernas quedaron en sus hombros mi espalda sentía su erección, y después sentí como movió la ropa interior seguido de esto sus labios ya estaban pegados a mi entrepierna, intente levantarme en esa posición, pero solo me tope con sus ojos mirándome mientras seguía usando su lengua para penetrarme, las venas de sus manos marcadas al ejercer fuerza al sostenerme de los muslos, la imagen es perfecta.

Me bajo para acomodarse en la cama y sentarme en él, mi entrepierna empapada entre mis fluidos y su saliva, facilito la penetración. Hizo mi mano hacia atrás apretando mi cuerpo contra él, con su otra mano metió su dedo pulgar a mi boca.

—No creo cansarme de ti si es lo que planeas, no hago otra cosa que pensar en ti y en tu cuerpo Mika, estás jodida si crees que podrás escapar de mi.

Chupe su dedo y el gruñó, sus labios y lengua atrapaban mi cuello, escuché que alguien abrió la puerta, detuve el movimiento de mis caderas, me iba a separar pero el me bajo de nuevo manteniéndome clavada en su miembro.

—Le traje la merienda que me pidió —camino hasta una mesita dejando la comida.

La observé pero Jimin giro mi cabeza hacia él.

—Solo mírame a mí.

—¿Desea algo más amo Park?

—No, puedes retirarte, ¿Lorain?

—Diga amo.

Park me observo y  me dio un beso sencillo en los labios.

—Desde hoy toca la puerta, al parecer a mi mujer le molesta que entres así.

¿Su mujer?

—Si amo Park.

La mujer salió de la habitación, giro conmigo para ahora el tener el control de las penetraciones, mis piernas volvieron a sus hombros y sus manos sujetaban mi muñecas.

—Deja de contenerte.

Dio una estocada fuerte, mi cuerpo sintió un espasmo repentino y mi orgasmo llegó de manera sorpresiva.

—Jimin —soltó mis manos para levantar mis caderas y seguir bombeando, me acerque a su oído chupando el lóbulo de su oreja — más quiero más.

No sabía que estaba diciendo, el placer que estaba sintiendo, me domina la cordura, sentí como mordió mi cuello, el dolor me tenso y arañe su espalda causando que terminara dentro de mi, a la par que tenía un segundo orgasmo.

Nos tomo un segundo recuperarnos, sus labios seguían besándome la mandíbula.

—Come algo y sal a analizar la casa, llegaré hasta la noche —no paraba de besarme — me cambiaré.

Camino desnudo al armario, yo me fui al enorme baño a limpiarme y acomodar el vestido, que estaba muy arrugado después de ese encuentro.

—Malnacido.

Tenía una enorme marca en el cuello, mañana estaría toda morada, salí y me senté a comer algo de fruta con yogurt, bebí un poco de jugo.

El señor Park salió ya vestido con un traje guinda, y camisa blanca, su cabello ya estaba acomodado perfectamente mostrando su frente, debo admitir que se ve  demasiado sexy.

Tenía un pedazo de melón en la boca cuando se acercó para quitarlo de mi boca en un beso sucio. Se limpio la comisura de los labios.

—Se buena chica.

Salió de la habitación, yo terminé la merienda y salí después, decidí no ponerme zapatos, la casa está tan impecable que no creo que mis pies se ensucien.

Revise cada habitación, descubrí un gimnasio, una biblioteca, una sala recreativa y habitación de huéspedes.

Pase a la cocina, dónde estaba una mujer algo distraída haciendo un pay, no se veía como las otras chicas, está era un poco más regordeta, tarareaba mientras cocinaba.

—Huele muy bien.

Dio un salto haciendo que la harina saliera del cuenco.

—Perdón, no quería asustarte.

—No pasa nada Señorita Hills.

Hice una mueca al escuchar mi apellido y lo formal que me habló.

—Dime Mika, nada de formalismos, se siente extraño.

—No puedo hacer eso, el amo Park no reprenderla si la llamamos de otra manera.

—El no está aquí, así que no diré nada.

Me regaló una sonrisa sincera. Y siguió haciendo lo suyo.

—¿Cuál es tu nombre?

—Cierto, perdone mi descortesía, soy Eunji, soy la cocinera de la casa, ¿Desea algo de comer?

—Si, muero de hambre, ¿Qué me sugieres?

—Puedo prepararle Japchae de cerdo, también acabo de terminar con el Kimchi, y me quedo delicioso.

—¿Puedo pedir arroz frito con Kimchi?

—Claro, ya se lo preparo.

En lo que ella cocinaba, me puse a abrir los anaqueles, había mucha comida dietética, nada de chatarra, en la nevera no había helado, será un infierno esto.

—Usted no es como las otras señoritas.

Cerré la nevera y me pare a su lado.

—¿A qué te refieres?

—Las otras señoritas, dormían en una habitación aparte, y solo venían por una o dos noches, como divas no salían de la habitación y no eran amables.

—Mi tipo de personas favoritas —ambas sonreímos — supongo que vengo de un lugar diferente.

Eunji me sirvió mi platillo, me senté en un banquito, mientras conversaba y comía con ella, dice que tiene seis años trabajando para el monstruo de Park. Que rara vez está en casa y siempre come algo sencillo porque no se queda mucho rato.

—Espero así sea, y no lo tenga que ver mucho.

—Eun Ji ¿Qué estas haciendo inútil?

Lorain entro gritándole.

—La señorita Hills pidió algo de comer.

—Sabes que no debes de hablar con las mujeres del amo Park, no debemos de ser amistosas, con las cosas efímeras.

Di mi último bocado, y me metí en medio de ellas dos.

—Ella no hizo nada malo, así que déjala tranquila.

—Esto es entre ella y yo, no se meta que no es su problema.

—Es mi problema al regañarla por algo que yo le pedí.

—No se sienta tan importante, señorita —casi sisea la última parte —es una más del montón, de rato ya no la veremos por aquí.

—Espero así sea —ella mostró cara de asombro —pero mientras está “cosa efímera” siga aquí, creo que debes hacer lo que te diga, y ahora es que dejes a Eun Ji tranquila arruinas mi comida.

—No se sienta importante solo porque se la folla, porque no es a la única que toca en esta casa.

Me reí un poco, ella se alejo un poco.

—Me importa un comino si se folla a todos en esta casa, me hacen un favor, también soy una trabajadora más por así decirlo, así que si piensas que estoy aquí porque amo a Park Jimin te equivocas.

Le limpie su perfecto uniforme.

—Follatelo hasta que se cansé y el deje de desear mi cuerpo, que las marcas no se me ven tan lindas en la piel.

Fui por mi plato y lo lave antes de salir de la cocina, creo que tendré problemas con ella más pronto de lo que pensé.

¿Puedo ser una perra con ella?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro