En las sombras de la tragedia y el tormento, la historia de Benjamin tomó un giro perturbador y desgarrador. En su búsqueda para destruir la Máscara de Ébano, el ser más preciado en su vida fue arrebatado sin piedad por el malévolo objeto. Su ser querido, su amor más profundo, fue consumido por la oscuridad, dejando a Benjamin sumido en la desesperación y al borde de la locura.

La Máscara de Ébano había reconocido el vínculo entre Benjamin y su ser amado, y lo utilizó como una cruel herramienta para debilitarlo. Visiones grotescas y pesadillas horripilantes atormentaban a Benjamin día y noche, erosionando su cordura y llenando su corazón de un dolor insoportable.

En su desesperación, Benjamin buscó refugio en su compañero de lucha, Ethan. Solo la presencia de Ethan parecía calmar las tempestades que asolaban su mente. Juntos, enfrentaron las sombras que amenazaban con consumirlos por completo.

La batalla contra la Máscara de Ébano se volvió más intensa y sangrienta. Cada paso adelante parecía estar acompañado de más dolor y sacrificio. Ethan y Benjamin se adentraron en un abismo de pesadillas y sufrimiento, sin encontrar descanso ni alivio.

En un enfrentamiento contra la Máscara de Ébano, el dúo valiente logró herirla y debilitarla. Pero en un giro inesperado y macabro, la máscara desplegó su último acto de malicia. Convocando una tormenta de oscuridad, la maldición se adentró en la mente de Benjamin y comenzó a consumirlo desde adentro.

La locura y el dolor se entrelazaron en los ojos de Benjamin, y su cuerpo tembló con fuerza. La maldición de la máscara había encontrado una fisura en su alma y se desataba sin piedad. Mientras tanto, Ethan luchaba desesperadamente para salvar a su amigo, pero era impotente frente al poder del mal.

Cuando todo parecía perdido y Benjamin estaba al borde del abismo de la locura, una voz susurró en su mente. Era su ser amado, la persona que creía haber perdido para siempre. En un último acto de amor y sacrificio, se manifestó desde el más allá para guiar a Benjamin y darle la fuerza necesaria para resistir la maldición.

Con la fuerza renovada y el amor como su escudo, Benjamin desafió la maldición y se liberó del agarre asfixiante de la Máscara de Ébano. Aunque herido y marcado por las secuelas de su batalla, logró mantener su cordura y seguir luchando contra el mal.

La historia de Benjamin y Ethan no ha llegado a su fin. Siguen enfrentándose a la Máscara de Ébano, cada vez más decididos a liberar al mundo de su influencia maligna. Aunque las heridas del pasado los persiguen, el amor y la determinación que arden en sus corazones los guían en su incansable lucha contra las sombras.

El destino aún es incierto y el mal sigue acechando, pero Benjamin y Ethan persisten, unidos en su resistencia.