Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 34. Todo vuelve a su cauce.


Joana.

Esa mañana, al levantarme, me sentía realmente extraña, como si hubiese una parte de mi vida que no tuviese sentido. Pero aun así no dejé que aquello me abrumase en exceso y caminé a paso ligero hacia mi trabajo, en la cafetería de la señora Park. Era extraño, aun sabiendo que llevaba bastante tiempo trabajando allí, una parte de mí sentía como si no fuese así, como si fuese mi primer día de trabajo.

- ¿qué es esto? – Pregunté hacia la señora Park, mientras ella levantaba en alto una hermosa cinta del pelo en color salmón. La agarré entre mis manos, comprobando que la tela era realmente suave.

- Es tu cinta, te la dejaste olvidada anoche – aseguraba mi jefa, provocando que la mirase extrañada, pues no recordaba aquella cinta – ven a desayunar con nosotras – me animaba, mientras se sentaba en la mesa junto a su familia, invitándome a que lo hiciese también.

Sonreí hacia ellos, y me senté junto a la señora. Me sentía agradecida de tenerles después de la muerte de mi padre me había quedado bastante sola en la vida, y ellos habían sido como una segunda familia para mí. Lo cierto es que trabajaba allí para ayudar a la señora Park, pues la mujer no tenía hijos ni nadie a parte de su marido y sus padres para que la ayudasen con el negocio familiar.

Lo cierto es que antes de entrar como camarera allí había querido entrar en la estación de correos, pero como ella me lo había pedido tan amablemente, no había podido negarme.

La puerta del establecimiento sonó, haciendo que comprendiésemos que un nuevo cliente, el primero de la mañana había entrado por la puerta. Pero lejos de levantarme a atenderle, cogí los palillos y comencé a comer un poco de tortilla, mientras el señor Park se levantaba y atendía al cliente.

Puse la cinta que la señora me había dado sobre mi regazo, esa que agarraba sobre mi mano, para luego agarrar la cuchara y comenzar a devorar mi cuenco de arroz.

Me levanté, tan pronto como hube terminado de desayunar, despidiéndome animadamente de los padres de la señora Park, percatándome de que había olvidado la cinta y en aquel momento caía al suelo.

Me agaché para cogerla, al mismo tiempo que alguien más lo hacía, la recogía, se levantaba y miraba hacia mí. Me levanté y miré hacia aquella persona, que tenía una enorme sonrisa en el rostro.

Le miré divertida, mientras le tendía la mano para que me diese la cinta. Alargó su mano un poco más y posó la cinta sobre mi mano, para luego volver a sonreír, y caminar hacia su mesa, para luego sentarse sobre ella. Era el cliente que había entrado, nuestro primer cliente.

Caminé hacia él, dispuesta a agradecerle su gesto, mientras el daba un sorbo a su café.

- Gracias por lo de la cinta – agradecí, provocando que el dejase su taza sobre la mesa y volviese la cabeza para mirarme.

- ¿realmente quiere agradecerme? – Preguntó, divertido, provocando que le mirase con curiosidad, mientras asentía hacia él – entonces siéntese y déjeme disfrutar del café – rogó, haciendo que comprendiese que era un don juan, estaba ligando conmigo. Reí divertida.

- Estoy trabajando – le aclaré.

- No hay muchos clientes, así que puedes sentarte con él, Joana – me decía la señora Park, haciendo que él riese divertido.

Me senté frente a él, divertida, mientras él se tomaba su café.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro