Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13. El mensajero de los dioses.



Hyun Su cierra los ojos con los brazos en alto, sintiendo como el dolor de aquella flecha se esparce por cada poro de su cuerpo, mientras una celestial luz emana de este, haciendo que todos a su alrededor dejen de prestarle atención.

El monje siente su cuerpo ligero, como el de una pluma, como si pudiese elevarse con el viento, más y más, hasta llegar a los cielos, donde los dioses le esperan con impaciencia.

Abre los ojos, despacio, percatándose de que es cierto, su espíritu ha subido a los cielos y ahora se encuentra frente a los dioses.

- ¿Qué ocurre? – Preguntó, sin comprender que era lo que ocurría, pues aún no quería dejar atrás a su amada, aún no estaba preparado para ello - ¿Por qué estoy aquí?

- Ya han pasado los 100 días de castigo, este es tu lugar ahora – le informaba el dios más joven de todos.

- Debo volver a la tierra, debo protegerla – espetaba.

- En todo este tiempo ¿no has aprendido nada? Ella y tú jamás podréis estar juntos, ambos pertenecéis a mundos diferentes.

- Devolvedme a la tierra – imploraba, con el alma en vilo, temiendo la posibilidad de no poder volver junto a aquella a la que amaba.

- Tú tomas tus propias decisiones. Tú eliges tu camino, si bajas a la tierra ahora, nunca podrás llegar a la iluminación, nunca podrás ser un semi-dios.

- No me importa. Tengo una promesa que mantener.

- No lo entiendes, ya no podrás ser mortal. Ella morirá de todas formas

- Seguiré siendo lo que soy ahora, pero necesito volver, sólo esta vez, luego haré lo que queráis que haga, pero... por favor...

- Sólo te permitiremos un último viaje, sólo para que puedas dejarla atrás

- Jamás la dejaré, ella es la razón de que esté aquí, ella me enseñó el camino a la iluminación.

- Tus decisiones han elegido por ti, has matado a inocentes, por mucho que esos soldados merecieran morir, no era tu destino acabar con sus vidas.

- Ahora ya te has convertido – aclaró otro de los dioses, esta vez era uno un poco más anciano, con el cabello canoso y vestido con una enorme túnica.- eres un guerrero, un guerrero inmortal. – Concluyó, haciendo un pequeño giro con la mano, provocando que la luz que rodeaba a aquel triste monje cayese hacia abajo, abandonando la ciudad de los dioses, volviendo a aquella montaña.

En aquel momento una enorme luz celestial emanaba de su corazón, haciendo que todo aquel que se acercaba a él cayese hacia atrás cegado por ella. Pero tanto poder era peligroso, todo el poder de los cielos producidos por un solo hombre no sería soportable. Y entonces sucedió... su pecho comenzó a transformarlo, la luz comenzó a expandirse por su cuerpo, volviendo su piel peluda, y con manchas, sus dedos se volvieron redondos y con garras, sus piernas peludas y huesudas, de su parte trasera comenzó a formarse levemente una cola marrón y peluda. Su rostro se alargó, su nariz se tornó en hocico, sus orejas se alargaron y su rostro comenzó a transformarse, todo su ser comenzó a ser uno de ellos. Ya estaba hecho, los dioses le habían acogido. Ahora era uno de los 7 guerreros inmortales. Levantó la vista al cielo, donde el cielo había comenzado a despejarse, y emitió un rugido inhumano, un rugido de lobo que hizo temblar a todo el que estaba a su alrededor.

Todos gritaban y corrían por sus vidas, un monstruo, lo llamaban.

Pero Han Na, fuera de tenerle miedo se acercó a él...

- Hyun Su ... - susurró, haciendo que el extraño ser con forma de tigre mirase hacia ella. Era él, podía reconocer sus hermosos ojos azules bajo aquel disfraz, bajo aquella apariencia, sonrió al percatarse de que seguía siendo él. Pero entonces, antes de que ninguno de los dos pudiese darse cuenta si quiera, una espada se hundió en lo más profundo de su corazón, haciendo que la muchacha dejase caer una lágrima de tristeza, por separarse de su amado tan drásticamente de nuevo. La joven se tambaleó un poco, llegando hasta su amado, acariciando su rostro peludo, admirando lo hermoso que era a pesar de su apariencia

- Jo Han Na! – Gritaba él mientras la agarraba antes de que la joven cayese al frío suelo, intentando agarrar su rostro con sus garras, pero era en vano, no podía agarrarla sin hacerle daño.

- ¿me... bus-ca-ras? – preguntó la chica con voz entrecortada, haciendo que el tigre derramase una lágrima por su peludo rostro, una lágrima helada que bajaba por su felino rostro.

- Te encontraré, esperaré mil años si es necesario – Prometió, haciendo que su amada sonriese al saber que volverían a encontrarse. Y entonces, antes de que ninguno de los dos pudiese decir nada más, la joven había fallecido.

Aquella bestia se levantó de la nieve con su amada en sus brazos muerto por el dolor, y lanzó un temible rugido que resonó en toda la montaña, haciendo que todo aquel que lo escuchase se tapase los oídos. Las bestias de hielo que habían caído, se levantaron de la nieve, un sinfín de lobos, gigantescos osos, dragones y miles de extrañas criaturas heladas más se levantaron de la nieve y miraron en busca de instrucciones a su señor. Mientras este levantaba a su amada en alto y observaba como la joven se convertía en polvo, la joven se desvanecía de sus peludas garras y subía hacia arriba. Bajó la mirada sin saber qué hacer, implorándole al cielo acabar con todo aquel enemigo que había logrado la muerte de su amada, y el cielo pareció escucharle, porque en aquel momento unos seres aparecieron junto a él. Un lobo que andaba sobre sus patas traseras como él. Un toro con forma humanizada. Una loba de pelaje blanco como la nieve. Un león feroz. Una dragona con apariencia humana. Un ratón enorme que caminaba sobre sus patas traseras. El lobo miró hacia él y sonrió, pues aquel nuevo ser era uno de los suyos ahora, era el séptimo guerrero inmortal.

FIN PARTE 2

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro