Capítulo 29: Entrenamiento.

La vista era completamente extraña, contradictoria pero no por eso menos majestuosa, la cálida luz del sol de la mañana caía junto a la brisa salada del mar sobre un gran faro en el acantilado en un lado por otra parte la oscuridad de la noche bañaba las frías tierras baldías del desierto un lugar solitario solo acompañado por la luz de estrellas distantes.

Todo parecía algo sacado de una pintura surrealista que verías en algún Museo de arte famoso, pero no es una pintura es algo más desconcertante. Lo que vemos es la realidad siendo desgarrada y reconstruida a la voluntad de un mero humano.

...

"es casi un éxito y en el primer intento" Dije alabando la vista de mi experimento, usar el principio de los portales de las gemas y el desgarro que usa el León de Nora, ahora podía observar tanto el lugar en el que me encontraba como otro, más no podía 'cruzar'.

"No es lo que buscaba pero esto podría servir como una forma de observación remota, algo como el espejo que usaba Ainz en Overlord" Me dije a mi mismo mientras dejaba de suministrar poder disforme al "hechizo".

"Tomará un par de días tener el primer portal exitoso" pensé mientras veía el desierto desvanecerse y la realidad regresar a su estado habitual.

"Todavía me falta poder" Dije ignorando las sensaciones vacías que se arremolinaban dentro de mi "Nada que un montaje de entrenamiento no solucione" Pensé que ya es hora de entrenar de verdad después de tantear tanto mi poder.

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El viento salado y frío soplaba sobre la figura flotante en el tumultuoso mar, con un movimiento de mano un pequeño trozo de hielo se formó a los pies de la criatura este pequeño trozo empezó a congelar el agua circundante en un frenesí que solo se detuvo con un chasquido de dedos del hombre.

Ahora un iceberg plano se erigió sobre el mar, el hombre como si estuviera probando sus límites dio un gran golpe en centro y esta estructura mostró una gran grieta que casi lo destroza pero casi inmediatamente fue reparada.

"Así que esta es mi fuerza total" Dijo el ahora reconocido como Adrián mientras su mano dejaba de sangrar empezando a curarse lentamente pero aún visible.

"Sigamos" Dijo mientras el iceberg era rodeado de una tormenta extrañamente ordenada casi artificial, una obra hecha por las manos de algo que no es Dios pero tampoco humano.

El aire se retorció bajo una voluntad sobrenatural, las velocidades eran tan altas que cortaron casi cualquier cosa que osase interrumpir a tal criatura.

Las nubes anteriormente blancas como perlas ahora oscuras como sombras acechando en el cielo, los rayos y truenos como tambores que anuncian el fin del mundo.

Todo lo anterior fue creado por este único ser solo para deshacerse con la misma facilidad con la que fue invocado.

Ahora el mar estaba en calma, las nubes como deberían ser, el hielo en los bordes del iceberg se derretian lentamente y el "humano" Estaba revolcándose en el piso con dolor mientras se sostenía la cabeza respirando pesadamente, por alguna razón no sólo el dolor se ve veía en su rostro si no también aceptación sobre algo que solo él sabrá.

"U-una vez más" dijo entrecortado mientras se ponía de pie y reanudará la locura sobrenatural sobre el ambiente, si alguien lo observará se daría cuenta de que cada vez que creaba la tormenta le era más fácil y se cansaba menos todo a un ritmo cada vez más rápido, demasiado preocupante pensaría cualquier humano, pero este ser no es cualquier