Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVII

La familia Pizza llegó al área de la playa donde Adrián y yo los esperábamos. Me adelanté un paso, saludando con entusiasmo mientras trataba de suavizar la mirada seria de Kofi.

"¡Hola!" dije alegremente, con una sonrisa amplia.

"Hola, Nora," respondieron Kiki y Jenny al unísono, devolviéndome la sonrisa.

"¿Cómo les ha ido hoy?" pregunté, manteniendo la sonrisa. A mi lado, Adrián levantó la mano en un saludo discreto, casi murmurando su "Hola."

Kofi, sin embargo, respondió con una expresión tensa y seria que me hizo fruncir el ceño, aunque intenté no mostrarlo demasiado. "La pizzería cerró hoy porque está en quiebra," anunció, su voz seca quedó colgando en el aire, pesada como una nube. Sentí que mi sonrisa flaqueaba por un momento mientras una incomodidad crecía dentro de mí.

Adrián, a mi lado, primero alzó una ceja y luego suspiró, dándose una palmada en la cara antes de sacudir la cabeza rápidamente, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.

"H-ho... em... eso parece... aah" balbuceé, mi mente buscando desesperadamente algo positivo que decir, pero mi lengua parecía haberse atascado. Por suerte, Nanefua, la madre de Kofi, vino en mi rescate, desviando el tema rápidamente.

"¿Eso es hamburguesa lo que huelo? ¡Muéstrame dónde están!" exclamó, abriendo los brazos con esa sonrisa amplia y confiada que caracteriza a la gente mayor.

"Oh, sí... aquí, amigos, vengan conmigo," respondí rápidamente, agradecida de poder dar un giro en la conversación. Hice un gesto amplio, señalando las mesas donde habíamos preparado las hamburguesas y demás comida. Antes de que pudiera terminar de guiarles, recordé las presentaciones y, con un pequeño carraspeo, dije:

"Pero antes, déjenme presentarles a..." Sin embargo, me vi interrumpida por Garnet, quien dio un paso adelante de repente y, con voz firme y resonante, comenzó la presentación.

"¡Somos las Gemas de Cristal!" exclamó, mirándonos a todos con determinación, antes de hacer una pausa dramática.

Adrián soltó una risa breve y casi inaudible a mi lado. Le di un codazo ligero en el brazo para que se calmara, aunque no pude evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro.

"Garnet," se presentó con autoridad, y en ese instante fue envuelta en una luz brillante. Cuando la luz se desvaneció, su atuendo había cambiado: llevaba un traje de baño rojo oscuro con bordes de color salmón, acompañado de un pareo negro con ribetes rojos. La transformación fue tan majestuosa que Nanefua exclamó en voz baja, "Oh..." impresionada por la escena.

"Amatista," exclamó ella misma y dio un paso adelante, envuelta en la misma luz mágica que la cubrió de pies a cabeza. Al desaparecer la luz, su aspecto era casual pero lleno de estilo: unos shorts azulados y una blusa de color morado oscuro que hacía juego con una riñonera verde que se apoyaba en su cadera.

"Perla," se presentó a si misma mientras avanzaba con elegancia. La misma luz la rodeó y, al disiparse, mostró su nuevo atuendo: un delicado vestido de playa color celeste, con hombreras blancas que le daban un toque refinado.

"Quisiera poder hacer eso," murmuré para mí misma, maravillada con lo que acababa de presenciar.

"¿Viajé a Sailor Moon por error o qué?" escuché murmurar a Adrián con una mezcla de asombro y humor en su voz. No entendí a qué se refería, pero ver su expresión divertida me hizo reír un poco, olvidando por un momento mis nervios.

Nanefua aplaudió suavemente. "¡Qué talentosas son!" exclamó, sus ojos brillando con un asombro infantil.

Kofi, sin embargo, resopló y rodó los ojos. "Eso es como un acto de circo," dijo sin mucho interés, cruzando los brazos.

Perla y Amatista compartieron una mirada de desconcierto, ambas murmurando al unísono "¿Un acto de circo?"

Para evitar que el ambiente se tensara, rápidamente interrumpí. "¡Vamos a comer!" exclamé, forzando una sonrisa mientras los guiaba hacia la mesa de hamburguesas, deseando que la comida ayudara a calmar la situación.

Ya estábamos sentados y la comida puesta en la mesa; a mi derecha estaba sentada Perla, a la derecha de ella Garnet, luego Amatista, después Jenny, Kofi, Nanefua, Kiki, y, por último, a mi lado izquierdo, estaba sentado Adrián.

"Les quedaron muy bien," dijo Kiki, refiriéndose a las hamburguesas.

"Gracias, Kiki," respondimos al unísono Adrián y yo.

Por alguna razón, Jenny se nos quedó viendo a los dos con una sonrisa de gato Cheshire. Esa mirada me incomodó por alguna razón, pero Nanefua me sacó de ese momento.

"¿No tienen hambre?" les preguntó a Perla y Garnet. "No han tocado su comida," a lo que Perla respondió.

"No necesitamos comer," dijo, aunque Nanefua continuó sin mucha sorpresa. "Estos jóvenes y sus dietas experimentales."

"En realidad..." Estaba por decir algo, pero Garnet intervino.

Adrián solo me dio una mirada de lastima por no poder hablar sin que me interrumpieran.

"Soy mucho mayor que usted," dijo Garnet.

Siguiendo el hilo de la conversación, Kofi dijo, "Entonces ustedes viven en esa pequeña casa en la montaña."

"Habitamos en el santuario interior, solo accesible a través de puertas mágicas extra dimensionales," respondió Garnet, su mano resplandeciendo con un brillo místico.

"Porque parece que se estuviera cayendo," comentó Jenny mientras masticaba.

"Bueno, el templo lleva aquí mucho tiempo," respondió Perla.

"Ah, ahora lo entiendo," dijo Kofi. "Cuando algo aquí se rompe lo dejan así... COMO el letrero de mi tienda."

No me gusta hacia dónde va esto, pensé.

...

Por suerte, Nora pudo calmar la situación, pero esa discusión volvió cuando los partidos de voleibol ya estaban terminando.

"Esto no pinta bien," le dije a Nora, quien se veía visiblemente incómoda por la situación.

"Todavía se puede solucionar," me dijo, con esperanza en su voz.

Suspiré ante lo que dijo, pero respondí, "Creo que tienes razón."

Entonces Nora salió a buscar el balón que había salido volando por culpa de Perla. No pasó mucho hasta que llegó gritando mientras el viento empujaba fuertemente todo. Ah, el monstruo gema ha llegado, pensé con un poco de obviedad.

Lo que no era obvio es que además de expulsar aire a presión, también lanzaba lo que parecían cortes de viento.

"a" fue lo único que pude decir al verlo, mientras me concentraba en evitar que matara a alguien con esas cuchillas de viento. Lo cual sería fácil si solo lanzara unas cuantas, pero la maldita cosa disparaba docenas a la vez y no paraba, la arena volaba en todas direcciones, dificultando la visión. Dios, ver cada maldito grano de arena en 64k no ayuda.

La arena salía volando por todas partes y el monstruo no se detenía. Siendo completamente honesto, no representaba una verdadera amenaza para mí o las gemas, pero esas cuchillas fácilmente podrían partir a una persona normal y aquí hay personas normales.

Como si leyeran mi mente, las gemas tomaron a la familia Pizza para ponerlos en un lugar seguro y acabar con el monstruo, mientras este se concentraba en atacarme.

"Ataquen, mancos; yo tanqueo," dije medio en broma y medio en serio. Aunque dudo que alguien haya escuchado eso con tanto viento.

En eso, Nora sostenía a Nanefua, mientras que Perla tenía a Kiki, Amatista a Jenny, y Garnet a Kofi. Por mi parte, me aseguraba de que el monstruo pez globo no se concentrara en ellos; además, estaba protegiendo lo más importante de todo... la mesa de comida, por supuesto.

Vi que Nanefua le susurró algo a Nora mientras la alejaba de la batalla. Luego gritó algo en mi dirección, pero el maldito viento apagó sus palabras. Aun así, entendí por sus gestos lo que necesitaba.

Formé una esfera semi-material de buen tamaño y se la lancé a Amatista, quien la disparó al aire con fuerza. Mientras tanto, Perla y Nora habían tomado la red de voleibol, ayudadas por Jenny, Kofi y Kiki. Garnet saltó alto y, con un golpe fuerte como un martillo, lanzó la esfera directamente hacia el monstruo, que seguía distraído por mí y estaba siendo sujetado por Nora y Perla con la red de voleibol.

La esfera, que ahora ardía a causa de su velocidad de caída, iluminó el cielo mientras descendía. El pez globo sintiendo su muerte cerca intento expulsar más aire comprimido pero me aseguré de cancelar cualquier ráfaga de aire que intentara expulsar, así que no me moví en toda la batalla, concentrado en mantener el control.

Finalmente, después de unos cuantos microsegundos que parecieron horas con mi percepción aumentada, la esfera impactó contra el monstruo, estallando en humo y dejando tras de sí un cristal de tamaño mediano y una estructura de vidrio creada por el calor del impacto. La esfera terminó desintegrándose cuando dejé de suministrarle poder. Todo había terminado, y Nora corrió hacia mí.

"¿Estás bien?" me preguntó, visiblemente preocupada, acercándose más para inspeccionarme.

"Hey, hey, aprecio la preocupación, pero estoy bien," le respondí, lo que pareció tranquilizarla.

Ella lanzó un suspiro de alivio mientras los demás se acercaban. Perla parecía increíblemente frustrada por alguna razón. La mirada de Jenny pasaba de Nora a mí rápidamente, con una sonrisa de gato Cheshire que preferí no cuestionar. Kiki tenía estrellas en los ojos, Nanefua también sonreía como un gato Cheshire, Garnet mantenía su expresión estoica, y Amatista tenía una expresión divertida. Por último, Kofi parecía genuinamente agradecido.

...

"Gracias por su hospitalidad," dijo Kofi. Pero Nanefua, no satisfecha, le dio un codazo, y él agregó: "Y por salvar a mi familia. Oficialmente los autorizo a ir a mi pizzería," dijo, esbozando una sonrisa.

Eso me puso muy feliz, ya que parecía que por fin no había más problemas entre las gemas y la familia Pizza.

"Muchas gracias, Kofi," le dije, mientras una sonrisa se extendía por mi rostro. "Realmente te lo agradecemos, ¿cierto, chicas?" agregué, mirando a Perla, Amatista y Garnet.

"Bien, sí, gracias," dijo Garnet.

"¿A dónde nos habían prohibido ir?" añadió Perla.

"Eh, jajá," me reí incómodamente.

"Bueno, Nora, fue divertido pasar el rato con ustedes, pero tengo que irme," dijo Adrián, comenzando a alejarse. Cuando giré para despedirme, él me devolvió una sonrisa breve y amigable, y eso me hizo sentir un poco más tranquila, me despedí con gesto de mano.


...

Les habla el autor, si les gusta o quieren decir algo comenten.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro