Capítulo 5: Primera fraugua.

Un extraño paisaje se revelaba ante mi visión tres enormes ojos de cristal observan directamente a la ciudad, la tétrica luz que producían hacia que parecieran que tres soles más que se alzaban en el cielo, como un atardecer corrupto.

"uh no esperaba esto" dije con una expresión un tanto amarga en mi rostro "apenas me dieron de alta en el hospital y pasa esto al día siguiente creí que tendría al menos unas semanas para prepararme pero no... tenía que pasar esto" hable en voz baja despotricando mientras me acercaba lo más sigilosamente que podía a la playa donde a lo lejos vi a cuatro mujeres extrañas una alta de piel granate, cabello afro en forma cuadrada, lentes que cubrían casi toda su cara, la siguiente una alta mujer de piel celeste claro tirando a blanco, cabello corto y una gema incrustada en su frente, la siguiente una chica de piel morada y bajita, cabello blanco largo, y la última, una adolecente de piel blanca normal, cabello y ojos rosados, camisa negra con una estrella amarilla y jeans, también está un hombre adulto de cabellera larga pero con una calva en la parte de arriba junto a una camioneta algo grande ah y claro un cañón laser de color rosado resquebrajado en algunas partes. Al ver a las primeras tres mujeres mi mente me decía que no eran naturales y que no me debía acercar mas, no es miedo sino la sensación de valle inquietante llevada al extremo. Si no supiera quienes son no me habría acercado tanto.

Observando a los ojos de cristal todavía en el cielo pensé como ayudar sin que me notaran por ahora porque sé que eventualmente lo harían y quisiera estar más o menos preparado para eso.

Como eran más ojos que en la serie original y dudo que el cañón que parece estar en mal estado funcione más de una vez pensé con algo de pánico "que puedo hacer sin exponerme?" pensé aceleradamente descartando algunas ideas como usar telequinesis porque no tengo nada que lanzarles más que arena y la presión telequinetica no será muy alta y las cosas como la telepatía no sirven en este caso, pero de todas formas tenía que apresurarme porque la succión de esos ojos ya se está poniendo un poco fuerte, cuando mire el cañón destartalado una idea paso por mi cabeza " si uso poder disforme para hacer que el cañón lance un tiro triple en vez del estándar normal?" considerando que la idea es buena y si eso no funciona bien podría exponerme usar una ilusión y decir que soy mitad gema. " esto tiene que ser rápido" dije mientras la que parecía ser la versión femenina de Steven? Se daba cuenta de la clave para activar el cañón ,en ese momento los ojos empezaron a succionar violentamente el aire y las cosas como un agujero negro. Apresurándome empecé torciendo el poder y dirigiéndolo al artefacto para empoderarlo de la manera que quería pero me faltaba algo de enfoque por lo que use los conceptos de "Triple, Poder, Mejora" para dirigir el "hechizo" entonces una parte sustancial de mi poder psíquico fue dirigido al cañón el cual ya estaba siendo disparado.

El artefacto empezó a abrirse como una rosa hecha de cristal mientras es inundado por una hermosa luz rosada y un toque imperceptible de platino, el grupo de mujeres calibro el cañón en pleno lanzamiento y este disparo una línea de luz rosa que se dividió en tres mujeres de luz que golpearon a los ojos de cristal, esto hizo que explotaran en tres rosas de luz, pero antes de que la mujer del centro golpeara al ojo, solo por un momento me devolvió la mirada con esos ojos como rombos fríos juzgándome pero esto fue por unas milésimas de segundo "Esa es mi señal para irme" dije porque eso ultimo NO debería haber sucedido.

Mientras Adrián se iba no noto que la mujer de color granate observaba su partida con una expresión ilegible en su estoico rostro.

...

"Así que esta es el vertedero" hable más para mí mismo mientras observaba las montañas y montones de chatarra metálica por todo el lugar y el olor del óxido y aceite viejo llegaban a mi nariz "como dicen la basura de unos es el tesoro de otros" pensé en voz alta mientras recogía algunas piezas de metal que me llamaron la atención y las puse en mi bolso.

Tras caminar un rato, encontré un lugar adecuado para lo que tenía en mente. Usando mi telequinesis, cavé un hoyo en la tierra, moldeando el terreno para construir un horno rudimentario. Con una imagen clara del fuego en mi mente, encendí el horno con poder disforme. Las llamas de un color plateado cobraron vida, llenando el espacio con una luz sobrenatural. Me aseguré de mantener la temperatura entre los 1000 y 1300 grados, lo necesario para lo que estaba a punto de hacer.

"Aluminio 2024" pensé mientras reunía los metales, y los introduje en el horno. Con un toque adicional de poder disforme, aceleré el proceso de fusión de los materiales. No tenía herramientas físicas a mano, pero la telequinesis era suficiente para manipular el metal fundido, obligándolo a los diferentes metales a fusionarse y adquirir la forma que yo deseaba.

Una vez que el metal alcanzó la consistencia adecuada, lo extraje del horno con el poder de mi mente. Lo moldeé en una barra burda, y con un martillo pseudo-material hecho de poder del alma comencé a golpearla. El sonido de los golpes resonaba como el tarareo de una canción por todo el vertedero mientras le daba forma a la espada que imaginaba en mi cabeza. Este proceso continuó durante varias horas, en las cuales me mantuve absorto en mi trabajo casi hipnotizado.

Finalmente, la espada tomó forma, aunque al sostenerla en mis manos, supe que era solo un primer intento. Su calidad era aceptable, considerando que era mi primera creación, pero estaba lejos de ser perfecta es más con solo verla puedo decir que su centro de gravedad esta desviado unos cuantos milímetros de donde debería, le falta filo, el mando es ligeramente irregular, pero aun así es una espada utilizable. Me permití un pequeño respiro y una pregunta flotó en mi mente: "¿No estaba usando muchas habilidades antes? ¿Cómo es que aún tengo energía?"

La respuesta era tan simple como compleja si lo pensaba detenidamente. No estaba concentrando demasiado poder en ninguna habilidad en particular, lo que me permitía hacer varias cosas a la vez sin agotarme por completo. Mi cuerpo estaba cansado, sí, pero mi magia no se agotaba. La magia provenía del alma, y el alma como tal es infinita. El límite no era como en eso videojuego donde por hacer magia pierdes mana, sino en cuánto podía extraer en un momento dado. Era como tener una batería infinita; el hecho de que nunca se agotara no significaba que pudiera aumentar los voltios o el amperaje de golpe solo que podía spamear ataques siempre que estuvieran en mi límite de energía.

Con ese pensamiento en mente, aparté la idea de la mente y me concentré de nuevo en la espada que estaba forjando. Era funcional, sí, pero sabía que no era lo suficientemente buena para mis estándares. "Toca re-forjarla", pensé, decidido a mejorarla. Mi habilidad en herrería aún tenía mucho espacio para crecer, y no pensaba detenerme.

El día ya había dado paso a la noche, pero el tiempo dejó de importar. La luna colgaba en lo alto del cielo, pero yo seguía trabajando, ajeno a todo, enfocado en la tarea frente a mí. Mientras el metal volvía a brillar bajo el fuego, mis manos —o mejor dicho, mi mente— continuaban moldeándolo, dándole forma una y otra vez, hasta que mi visión se hiciera realidad.