10|Cálidos Besos, Frías Sorpresas
En resumen, lo que sucedió fue que ahora tengo que ir obligatoriamente a psicología. Fui, pero me mantuve callada toda la sesión; me congelé y todo se volvió confuso, incapaz de decir absolutamente nada.
Estaba en mi habitación, intentando dormir, pero no lo lograba. Detestaba esta situación, de verdad la odiaba.
—¿Ahora qué, Lili? —respondí la llamada de mala gana.
—¡Día de disfrutar, bebé! Tenemos una fiesta organizada por nuestro queridísimo amigo que cumple años. Es genial, porque también organizaré una así de grande para ti, que ya se acerca. Pero eso es después. —Yo solo puse los ojos en blanco. —Compré un vestido que te encantará. Voy para tu casa, espérame con un plato de snacks. —se río y colgó la llamada.
Dejé mi celular cerca e intenté dormir nuevamente.
—¡Llegué! —gritó Lili, abriendo la puerta bruscamente y despertándome asustada.
—¿Por qué no entraste por la ventana? Así me matas más rápido del susto —me senté restregándome los ojos.
—No exageres, pero lo tendré en cuenta.
—¿Qué me trajiste esta vez? —pregunté curiosa.
—Este vestido verde colorido, mira —lo puso frente a mí—, el cierre es hasta arriba. Cuando lo vi, pensé: "Será perfecto para Nora, le va a encantar". Y lo combiné con este abrigo de tejido.
—Ayer, cuando Liam vino para ir al psicólogo, me dijo que parecía una vagabunda y que mi bolso parecía de siglos atrás. Y mi hermana me recalcó que nunca conseguiré novio por cómo me visto... pero me da igual lo que digan.
—Así se habla. Tú te vistes como te sientas cómoda, que no importe lo que digan los demás.
—Me ha encantado.
—Lo sé.
Pasamos horas escuchando música mientras nos alistábamos. Esta vez decidí que Lili me maquillara. Sentía que debía disfrutar mi juventud.
—¿Por qué no te dejas crecer el cabello? —preguntó de repente.
—No sé, lo he tenido corto desde pequeña y ya me acostumbré. ¿Y tú, por qué no te cortas el cabello?
—¡NOOO!
—Tranquila, igual vuelve a crecer.
—Porque, al igual que tú, ya me acostumbré y me gusta —se rió—. Por cierto, Eva no viene porque tiene que cuidar a su hermano.
—No será lo mismo sin ella.
—Eso le dije, pero dijo que disfrutáramos por ella. Así que bueno, vamos a disfrutar.
Lili revisó su celular.
—Ya está aquí, nos está esperando desde hace media hora. —Yo la miré—. Perdón, no me di cuenta. Lo bueno se hace esperar.
Bajamos como unas diosas. Mis padres estaban en la sala.
—Ya vuelvo, mamá —le di un beso en la mejilla—. Adiós, papá —él solo asintió y yo puse los ojos en blanco.
—No llegues tarde ni muy borracha —me advirtió mi madre.
—Yo no bebo, mamá —dije antes de cerrar la puerta.
Si tan solo supiera... Llegué a la fiesta y ver a tanta gente haciendo lo que quería me contagió, y mis palabras se fueron con el viento.
Después de beber con Lili y bailar, decidí subir a las habitaciones con una botella en mano. Tenía sueño. Quería mi cama, dormir. Abrí la primera puerta y me encontré a una pareja teniendo sexo. Estaba mareada.
—Dios mío, qué posición —dije sonriente—. Tanto tiempo sin tener sexo, creo que necesito liberarme. Eso quizás me tiene estresada —hablaba para mí misma.
Hasta que, en la quinta puerta, encontré una habitación vacía. Cerré la puerta con la pierna y puse seguro después de varios intentos.
—Oh, por Dios, hay un balcón. Siempre quise uno, para ver la linda noche y la luna.
Bebí de nuevo, arrugando la cara.
—Mierda, me muero de calor —decidí quedarme en braga y sujetador.
Tiré mi celular en el suelo, probablemente cerca de la cama.
Avancé hacia la cama y me tiré de golpe. Las luces estaban apagadas; lo único que iluminaba la habitación era la luz de afuera y la luna.
—¡Auch! —caí encima de un cuerpo.
—Hasta que por fin llegas, mi amor —susurró una voz masculina mientras sus manos pasaban por mi cintura, provocándome un cosquilleo—. Ya te estaba extrañando, no pensé que demorarías tanto.
Esta es mi oportunidad, es mejor tener sexo con un desconocido para no complicar las cosas.
—¿Quieres un poco? —le ofrecí un trago.
—Acepto solo un trago, ya he bebido suficiente.
—Se viene a la fiesta a divertirse, no a ser amargado. Toma un trago más largo. No seas aburrido.
Me separé para acomodarnos, quedando sentada sobre él. Bebió y dejó la botella en el suelo. Pasé mis manos por su cuello mientras él las colocaba en mi cintura.
Me acerqué a él, rozando mis labios con los suyos, nuestras respiraciones se entrelazaban. Sin pensarlo más, lo besé, tomándome todo el tiempo del mundo para recorrer cada milímetro de su boca.
El beso se volvió más explorador, más seductor y provocativo. Lo saboreé, lo acaricié, y él me dio pequeños mordiscos que me hicieron estremecer y gemir. Sus manos recorrieron mi espalda desnuda hasta apretar mi trasero, y pude sentir su erección.
Me separé para respirar y aproveché para quitarle la camisa, mientras él se encargaba de desabrocharme el sujetador. Nos volvimos a besar, y en un movimiento rápido me dejó sobre la cama, quedando él encima de mí. Su boca se despegó de la mía y comenzó a recorrer mi cuello, bajando lentamente hasta mi abdomen, y yo gemía de placer, sintiéndome en el paraíso.
Cuando estaba a punto de bajarme la braga...
—¡La policía! ¡Vístanse y salgan de mi casa! ¡Ahora! —gritó una voz masculina, golpeando la puerta con fuerza.
Me puse nerviosa. ¿Y si la policía entraba y me encontraba medio desnuda?
El chico se levantó de la cama para buscar nuestra ropa. Yo me levanté para agarrar mi celular, aunque lo más lógico era encender la luz, pero la borrachera no me dejaba pensar con claridad.
—Espera —me detuve, comenzaba a sentir frío—. No, no, no, mierda. No puede ser.
No entendía su actitud tan rara y repentina.
La luz se encendió justo cuando, con torpeza, encendí la linterna de mi celular y lo apunté, aun sabiendo que la habitación ya estaba iluminada.
—Nora... —Su rostro mostraba confusión, me miró de pies a cabeza y tiró su cabello hacia atrás con frustración.
—Liam... —Mi expresión era de horror, y lo único que hice fue cubrir mis senos.
Y en ese instante, sentí cómo la borrachera se me quitaba de golpe. Esto lo iba a recordar al día siguiente y toda la vida. ¿Por qué tenía que ser con él?
¿Qué les está pareciendo la historia?
Qué feo que Liam no haya reconocido a su novia, pero bue ajajaja
Teorias de que posiblemente suceda en el siguiente capítulo...
Acerca de:
Nora
Liam
El director Núñez
Mike
Rebeca
Lili
Eva
Los padres de Nora
Sección de chisme:
No hay chisme para este capítulo tampoco, bueno relacionado con el capítulo. Porque no me he emborrachado para llegar hacer tal cosa como Nora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro