6. Medianoche.
Miedos.
Se sentía extraño, embobado, perdido entre un mar de preguntas a las que no les encontraba sentido.
Cuando Adrien habla con Marinette ella se comporta diferente. Balbucea y lo mira de una forma que él no sabría describir. Pero cuando esta con ella en forma de Chat Noir todo es normal para él. Hay más confianza, bromean entre ellos y el tiempo se pasa volando.
Su princesa es especial para él, pero no sabe hasta qué punto.
Desconoce si sus sentimientos están nublados, o solo tiene un cariño muy especial por alguien. Una amistad verdadera... ¡Ja! Como si alguien le creyera eso. Amigos, o algo más. Eso el tiempo lo dirá.
Se sentía a salvo con ella, tenían momentos memorables en esa habitación rosa, todo mientras jugaban y aprendían más acerca uno del otro. Habían tenido acercamientos que les permitieron abrir los ojos y supieron valorar la compañía del otro.
Pero, ¿hasta qué punto?, ¿hasta cuándo una ciudadana y un héroe seguirían siendo amigos?
Quizás por no mucho tiempo. Hawk o Shadow Moth se podría aprovechar de su amistad.
La pesadilla que había tenido noches atrás lo seguía atormentando y lo ponía en dudas. ¿Estaría haciendo lo correcto?, ¿Marinette y el podrían seguir siendo amigos, consejeros y bromistas?
Suspiró y se desordeno su cabello rubio algo enmarañado. Miro por última vez el paisaje nocturno de Paris y extendió su bastón, salto y empezó a correr a través de los edificios.
¿Por qué ya se había acostumbrado a hacer eso?
Ahora estaba tomando rumbo, de nuevo, hacia la Panadería Dupain-Cheng.
Solo quería verificar que nadie le hiciera daño como en su pesadilla. Aunque él fue el que la daño de la peor forma posible.
[―Lo lamento, Chat. No tengo tiempo para hablar contigo]
[―¿Porque te apartas?]
[―¡No lo ves! ¡Me haces daño!
[―¿Qué es lo que quieres, Adrien?
―Tus aretes]
Su cabeza empezó a doler de nuevo. Sentía miles de agujas clavándose en sus ojos. Paro un momento y se detuvo a pensar.
¿Qué fue eso?
Aquellas palabras dichas le erizaron la piel, no tiene idea de lo que pueden significar, pero algo que no va a permitir es que Marinette se aparte de él, y mucho menos piensa alejarla.
No encuentra una razón cuerda para que terminen alejados de esa forma y sean tan fríos entre ellos mismos. Le conto a su princesa, ella dijo que los sueños no tienen sentido, o ¿la realidad no lo tendrá?
Gruño por lo bajo. Debe dejar de desvariar. Ira a verla y se ira a dormir.
Todos los días se ha escapado de su casa para transformarse y ver si Marinette está bien. No la pudo ir a visitar ese día, pero podría hacerlo en la medianoche. Por lo menos para verla dormir sin algún peligro está acechándola cerca.
Soltó un resoplido pensando en que estaba siendo paranoico y siguió con su camino para ir a ver a Marinette.
Salto por los edificios de siempre, solo que ahora el camino lo sintió más largo. Sentía que no avanzaba para nada, no podía concentrarse por temer a algo que ni siquiera era seguro que pasaría.
O quizás pasaría de otra forma.
Se sentía impotente por no recordar, piensa que así podría evitarlo, pero no era así. Tendría que pasar de una forma u otra.
Así era el tiempo, tan injusto y despiadado que te hace creer que la monotonía es lo único que lo evita. En ese caso, ese tipo de locuras implican la resurrección, las horas, minutos, segundos, y milésimas: Esto lo vale todo, o eso creía Gabriel.
Seguía corriendo a través de los edificios. Intentaba no hacer tanto ruido, no quería alarmar a nadie. Ya era suficiente con ir a visitar a Marinette a esa hora.
Se paró en el mismo techo de siempre, donde había sido rechazado por su Lady y se había abierto un poco más con Marinette. Ambos necesitaban ayuda, y que mejor la de alguien con un corazón roto.
Observó en completo silencio la habitación de Marinette. Desde esa distancia se veía tan acogedora, donde se siente la seguridad y certeza de que todo estará bien. Un refugio lo consideraba.
Pensó en acercarse a su balcón, tocar la trampilla y esperar a que le abriera como la vez anterior, y las veces anteriores a esa.
«No; eso no». No quería preocuparle más, ya era suficiente que escuchara sus problemas como héroe.
Pensó en algo mejor. Así se aseguraría que su princesa estuviera a salvo.
Saltó y se acercó a la ventana de la habitación de Marinette. Tuvo que usar su bastón e hizo un poco de ruido, pero no lo suficiente como para despertar a los vecinos.
Se acercó a la ventana para verla. Se sentía un acosador. Río ante lo pensado, eso era una locura.
Acerco sus ojos gatunos para ver el interior de la habitación y finalmente la vio.
Se noto sorprendido ante lo que observo: Marinette estaba despierta, muy concentrada diseñando algo.
Él sonrió con ternura, de esas sonrisas que enamoran a cualquiera. El sabe que cuando Marinette no puede dormir diseña para mantener su mente ocupada, en vez de divagar y pelear contra el monstruo que todos tenemos dentro.
Toco tres veces la ventana y ella lo miro.
Se noto sorprendida al verlo, pero luego también sonrió.
―Buenas noches ―susurró Chat.
Colocó su mano lentamente sobre el vidrio y ella imito la acción.
Lo único que los separaba era la ventana, aquel vidrio frio que marcaba la única distancia entre ellos.
Observo como ella sonrió pareciendo entenderle, y vio como ella también le susurraba "Buenas noches"
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¡Hola, Hola!
Un capitulo cute sin muchos diálogos 🥰✨ pero importante para lo que sigue :)))
Chat Noir respetando los horarios nocturnos y solo verifica si su princesa esta bien 🥺 Además que su sueño sigue siendo algo curioso. Aclaro que en algunos capítulos se tocara este tema pero no en todos ya que lo considero relevante ;D
Eso sería todo por hoy.
¡Hasta mañana! ✨
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