5. Pesadillas.
Premoniciones.
La habitación de Marinette estaba en completo silencio. Las luces estaban apagadas, no había algún ruido que indicara que alguien estaba despierto.
Era de noche en París, una noche nublada, no se notaba la luz de la luna. Lo único que alumbraban las calles eran las luces de las casas o los faroles que están a las orillas de las banquetas.
Marinette ya estaba en su séptimo sueño. Estaba profundamente dormida. Estaba cansada, en pocas palabras, cuando terminó su tarea cayó rendida en la cama.
No sé molesto en apagar la luz. Tikki y los demás kwamis acomodaron sus cosas para después irse a dormir.
No había nadie que pudiera interrumpir su descanso, o eso creía.
No muy lejos de ahí se encontraba un rubio asustado. Corría por los techos parisinos tratando de no hacer tanto ruido.
Su corazón palpitaba rápido, gotas de sudor caían sobre su frente, lágrimas nublaban su vista y ¿lo peor? No sabía a dónde ir.
Tuvo un sueño, una pesadilla. Una de las peores que pudo haber tenido en su vida.
Se había sentido tan real. Tanta soledad, tanta muerte, tantas mentiras, y, sobre todo, muchas mariposas.
Recuerda poco. Hubo momentos donde estaba con Marinette, parecían ser pareja o algo parecido, después ella, así como así, sabia su verdadera identidad.
Ella conocía demasiado.
Todo era borroso; y llegó un punto en que todo era blanco. Había mariposas, recuerda haber sentido una soledad absoluta e increíbles ganas de ver a su princesa. De vengarla.
Despertó llorando gracias a Plagg. Él le dijo que gritaba, parecía sufrir en el mismo sueño.
Fue algo bueno que haya despertado, hubiera conocido más de la cuenta y de nuevo la pesadilla sería realidad.
Por obvias razones, el tiempo sería importante en esa historia, pero por suerte despertó antes de que ocurriera.
Quería contarle a alguien, pero no sabía a quién recurrir. Era de madrugada, su padre no era una opción, Plagg estaba más dormido que despierto. No había nadie a quien contar.
No podía porque quizás ellos terminarían igual o peor que Marinette en el sueño.
Marinette.
Marinette.
Marinette.
Todo se repetía. La historia se repetía de distinta forma.
Sus instintos se activaron. ¿Y si Marinette necesitaba ayuda? ¿Y si aquel sueño le quería avisar que su princesa estaba en peligro?
Algo le susurró que debía de ir con ella. Era algo ilógico o hasta cursi, pero eso fue lo que sintió. Un instinto, una sensación que le suplicaba que debía de ir con ella.
No lo pensó más. Tomo rumbo hacia la panadería Dupain-Cheng.
No recuerda que paso con exactitud en el sueño, pero sabe que ella no termino para nada bien.
Corrió por los mismos techos que de costumbre, pero ahora en vez de estar feliz por ver a su amiga, estaba asustado, ansioso. No sabía que pasaría si no la encontraba.
Ahora la luna no era testigo de nada, solo las nubes grises y opacas que le ocasionaban sentir más nervios.
[―Yo... Ya no te amo.]
¿Por qué todo resonaba en su mente?
¿Por qué todo era tan real?
Quizás, había una ligera posibilidad de que alguna vez llegue a pasar.
Sin pensarlo, diviso el balcón de la chica, donde habían pasado momentos memorables juntos.
Saltó con temor y cayó mientras tambaleaba. No hizo tanto escándalo como había pensado porque esperaba no despertar a los vecinos, después se acercó con pasos silenciosos a la trampilla de Marinette y la tocó tres veces en un ritmo que solo ellos conocían. Dos seguidos y uno lento: Era su contraseña secreta.
Sin embargo, nadie abrió.
Volvió a dar los tres toquidos y nadie parecía salir a recibirlo.
«Vamos, sé que estas adentro»
Toco otra vez y un poco más fuerte que las dos veces anteriores. Empezó a sentir nervios, ¿y si no estaba?, ¿y si alguien se la había llevado?
Iba a tocar de nuevo, pero una azabache adormilada abrió la trampilla.
Él pudo respirar con tranquilidad.
―¡Chat! ―regañó con un tono de voz bajo, se notaba que estaba cansada―. ¿Qué haces aquí?
―Y-yo...
―Cuéntame adentro ―interrumpió seguido de un bostezo―. Aquí hace frío.
Sin protestar entro después de Marinette.
Observo como ella prendía una lámpara que alumbraba lo suficiente, pero no toda la habitación.
―¿Me vas a decir qué te pasa? ―quiso saber Marinette.
Se acercó con pasos lentos hacia ella, y de forma repentina la abrazó. Marinette empezó a sentir como su pijama era mojada por lágrimas del héroe.
―Chat ―lo llamó de forma dulce―. ¿Estás bien?
El negó sin dejar de abrazarla.
―¿Qué te pasó?
―T-tú... Todos nosotros, las mariposas, la s-soledad. F-fue una pesadilla.
―Shh ―acarició su cabello―. Estas bien, ya pasó.
«Mariposas»
―Es como si todo lo que conocemos se destruyera.
―Ya pasó ―susurró―. ¿Quieres quedarte?
―¿Qué?
―No le veo algún inconveniente ―se separó de el―. Puedes dormirte en el sofá de siempre.
El sonrío. No era la primera vez que él dormía ahí.
―Me iré en la mañana.
―Bien ―talló sus ojos―. Buenas noches.
Sin decir más se fue a su cama. Se dio cuenta que estaba como Plagg: Más dormida que despierta. Rio porque quizás en la mañana pensaría que todo fue un sueño.
Chat Noir se dirigió al sofá rosa de Marinette que conocía a la perfección y durmió en él.
Podía respirar tranquilo y al fin pudo descansar.
Pero, con todo lo que paso por su cabeza, el omitió un pequeño detalle de su sueño: En vez de decirle a Marinette "princesa", él le decía "mi lady".
Él tuvo una premonición en forma de pesadilla, porque esa realidad, fue una verdadera pesadilla.
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No olviden seguirme si quieren saben más noticias <3
Capítulo basado en sucesos de Chat Blanc.
Siempre he querido ver algo de esto en la serie y con eso de que en la cuarta temporada se van a conocer mejor 👀 Me pareció algo "lindo" ponerlo como "pesadilla" Aunque todo paso en una línea del tiempo alterna o algo así :vv
También basado en una idea que tuve hace poco por ver capítulos, spoilers , teorías locas y fan fics en el mismo día 😌✌🏻, sooo, ¡Espero que les haya gustado! (Por cierto, ya ando trabajando en esa idea akdkakdka)
¿Les gusto el capítulo de ayer? En serio que ame a Pigella 🤧❤
¡Eso sería todo por hoy!
¡Hasta mañana! ✨
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