29. Rosas.
Diferentes locuras.
Marinette.
...―Este amor es una locura ―lo escuche decir mientras apretaba con fuerza mi ramo de rosas que Chat Noir me había dado minutos atrás. De alguna forma estaba tratando de protegerlo.
―¿Que? ―fue lo único que logre formular―. E-eso no es cierto. Tu y yo... nos amamos.
―Lo hacemos, Marinette ―me dijo más serio de lo normal mientras veía un resplandor azul reflejarse en sus ojos―. Pero, esto no es correcto.
―¡¿Y qué importa si es correcto?! ―grite casi a punto de estallar―. Jamás te había importado tanto las opiniones de las personas, fuiste tú mismo el que lo dijo, Chat Noir.
El me miraba molesto, sin capaz de entenderme.
Mientras yo tampoco lo entendía. ¿Qué sentido tenía regalarme algo si luego diría locuras?
―No lo entiendes ―susurró haciendo que aumentara mi confusión al ver que su traje era blanco―. ¡Él lo sabe! ¡Todos pueden saberlo! Y, ¿sabes que significa?
Moví mi cabeza negando y el sólo bufó con pesadez.
―¡Nos separaran! ¡Nos obligaran hacerlo! ―exclamo mientras veía que lágrimas amenazaban por salir de sus ojos gatunos―. ¡Esta es mi única forma de decirte que te amo! ―gritó―. Aunque sea por última vez.
Ese susurro me hizo temblar.
¿Por qué por última vez?
―Las rosas rojas siempre significaran el amor más puro e inocente que pude brindarte, princesa ―dijo con calma ignorando lo anterior―. Son muchas para que no olvides lo mucho que te amo.
―N-no te entiendo.
El negó tratando de que pareciera divertido, pero no lo era. No se acercaba a ningún chiste malo que el haya dicho.
―No necesito que me entiendas ―volvió a decir mientras me tomaba de mis manos que estaban cubiertas por guantes negros y motas rojas. ¿Y las rosas?―. Quiero que te quedes con esta imagen. De este Chat Noir: el super héroe de París.
―Eso es lo que eres, gatito ―lo mire tratando de encontrar una respuesta, sin embargo, solo veía un rostro melancólico, triste, pero lleno de amor.
―Bien ―sonrió tímido, pareciendo que quería ocultar su dolor―. Es hora de que me vaya.
No opuse alguna queja. Simplemente pensé que al día siguiente me daría una explicación de su comportamiento y todo volvería a ser como antes.
―Hasta mañana, Chat Noir ―le dije como todos los días.
―Hasta siempre, Marinette.
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Narrador omnisciente.
Aquel sueño o pesadilla se seguía repitiendo con mucha intensidad con el pasar de los días.
Chat Noir marchándose, incoherencias en esa realidad y sobre todo aquellas locuras que le decía su novio. En la forma en que se despidió de ella, y por supuesto, que solo estaban ellos en aquel lugar indescriptible.
Un vacío negro que empezaba a dar ligeros destellos de blanco. La mirada de Chat Noir de ser verdosa pasaba a ser azul, mientras ella se veía con el traje de Ladybug y en otras con uno totalmente opuesto.
«¿Que me está pasando?» Se preguntó mientras miraba sus manos.
Su corazón empezaba a ser vulnerable ante cualquier recuerdo de esa pesadilla. Ya le temía al sueño. Simplemente no quería ver como Chat Noir afirmaba que su amor los lastimaría a ella, a él y a todos.
Estaba asustada porque sabía que había razón en todo eso.
Marinette no puede ser novia de un superhéroe porque tarde o temprano Shadow Moth se enteraría.
O quizás ya está enterado.
―Princesa ―la llamo Chat Noir desde una silla en su habitación―. Ya debes de irte a dormir y yo también.
Ella sintió que estallaría con solo escuchar esa palabra :«Dormir»
―No tengo sueño ―trato de asegurar, pero después de decir eso un sonoro bostezo escapo de sus labios, además que sus ojeras no la ayudaban.
―Marinette, ya casi son las doce y mañana tenemos que ir a clases ―dijo tratando de hacerla entrar en razón, y llego a funcionar un poco.
―Lo sé ―admitió mientras sus labios se curveaban hacia abajo―. Pero no quiero.
Hizo un puchero demasiado tierno para el chico, y el la miro con dulzura.
Esa ternura que empezaba a asustarla, porque se sentía una especie de deja vu.
―¿Vas a contarme? ―le pregunto mientras se acercaba y se sentaba junto a ella―. Has estado extraña los últimos días y no me has dicho ni una palabra―Marinette miro al suelo tratando de ignorar su presencia, mientras el solo suspiro―, no quiero que exista otro secreto en nuestra relación.
El único secreto que existía por ahora era la identidad de Chat Noir.
―Tuve un sueño ―le dijo tratando de calmarse―, como el tuyo. Era una pesadilla confusa donde tú me decías que nuestro amor era una locura.
»Parecía ser el día opuesto, ¿sabes? Había veces que traías un traje blanco y yo uno negro. Tu personalidad me asustaba y yo... no lograba reconocerme.
Esto lo hizo pensar. Quizás sería una obra de algún akuma.
―¿Desde cuándo? ―pregunto susurrando Chat Noir.
―Desde que me trajiste la rosa en ese biombo.
El rubio asintió en señal de que había entendido.
Aquella rosa roja se la había regalado en señal de que su amor era puro e inocente, y que pasara lo que pasara, siempre se quedaría en su corazón, mientras que el biombo que la envolvía simulaba la protección que ambos se brindaban cuando estaban juntos.
―Como tú me dijiste: Los sueños solo son sueños y las pesadillas solo son malos ratos. Sabes bien que yo jamás te diría algo como eso. Amarte no es una locura, es una de las mejores que me pudo pasar en la vida, Marinette ―le dijo de una forma tan sincera que Marinette le creyó―, Se que nunca lo olvidaras, aunque estés en un sueño como ese.
La chica sonrió no solo por ver la ingenuidad del rubio, sino porque todas esas palabras parecían ser tan honestas y sencillas que la hacían creer que estaba en un sueño, de esos donde todo parece ser fantasía.
―¿Esto es real? ―preguntó haciendo que el héroe soltara una carcajada.
―Si que lo es, tontita ―le dijo con diversión mientras pasaba su brazo por detrás de cuello―. Si quieres te pellizco.
―Eso me basta ―contestó con la misma gracia.
―Entonces, ¿estas lista para irte a dormir?
―Si, s-sólo si te quedas hasta que verdaderamente me duerma.
―Bien ―comento ignorando el nerviosismo de su contraria―. Ve y duérmete.
Marinette empezó a acomodar su cama y Chat Noir apago las luces. Solo dejo una prendida que se encontraba en la mesita de noche.
―Voy a dejarla prendida ―susurró al ver que la azabache ya estaba con los ojos cerrados―, para que no te asustes.
Noto que ella sonreía y le dijo con el mismo tono de voz:
―Gracias, Chat Noir. Por todo.
―No hay de qué.
La observo por un largo rato. Notando como se removía incomoda y soltaba ligeros balbuceos, hasta que, por fin, ella pudo caer rendida en su cama.
Se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla.
―Buenas noches.
Después de decir eso él se fue más tranquilo al ver a Marinette en ese estado.
Sin saber que sería la última vez que pasaría una noche tan tranquila como esa.
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¡Hola!
Esto se empieza a descontrolar 🥴 El capítulo de "Confianza" en fundamental y lo considero la continuación de este :3
¿Qué opinan del sueño de Marinette? Me costó imaginarlo, pero al fin salió como sería "Chat Blanc y Princesa Justicia" Todo narrado desde la perspectiva de Marinette ;) También hay ciertas advertencias que tendrán relevancia 😎✌🏻
Oficialmente se acaba mayo, sólo que voy retrasada dos días :'v ¡Aún quedan dos capítulos más por disfrutar! Pero para otros hoy se acaba el reto *se va a llorar*
No les aseguro que actualice mañana porque ―según yo― ese capítulo será largo, sin embargo, no aseguro nada.
Otra cosa que quería comentarles es que mi ig queda "inactivo" hasta nuevo aviso :( Me dio el susto de mi vida y no quiero que se vuelva a repetir por lo que lo que tenía planeado no se eliminara de mis planes, pero se pospondrá un poco 🥺 No subiré posts ni nada, sólo entrare para buscar noticias y serán por tiempos limitados ¡Mil disculpas! Y si quieren hablar conmigo, recomendarme algo o simplemente ser amigos no duden en mandarme mensaje por wattpad. Con gusto les contesto ;)💜
Eso sería todo por hoy. ¡Espero que les haya gustado!
¡Hasta el siguiente capítulo!❤
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