22. Cosplay.
Fiesta.
«¡Manon, Manon, Manon!»
La azabache pasó sus manos por su cabello demostrando su ansiedad, mientras repetía el hombre de la niña incontables veces en su cabeza.
―Marinette, trata de calmarte.
La voz de Tikki podría llegar a tranquilizarla algunas veces, porque sentía de alguna forma u otra que exageraba en diversas situaciones.
Pero ese no era el caso en esos precisos momentos. Ahora sentía que su kwami también estaba estresada y asustada si ocurría aquel "encuentro".
―Eso intento ―susurró tratando de ocultar su desesperación―. Simplemente todo empezó a tornarse cada vez más perjudicante para nosotros.
Y con eso también se refería a Chat Noir.
―Trata de relajarte. ¡Es una fiesta después de todo!
Cuando Tikki es excesivamente positiva, significa que estaba en problemas.
Porque claro que sólo es una simple fiesta de disfraces en la que posiblemente se encuentre con su novio.
Suspiró mientras le daba la ultima vista de desconfianza a su kwami para luego abrir la puerta del gran salón de fiestas donde celebrarían el cumpleaños número seis de la hija de Nadja Chamack.
Rechinó un poco, y luego vio lo que parecía el mismísimo paraíso para niños pequeños; pero decidió ignorarlo y concentrarse en recordar en como se vio envuelta en esa situación.
Al principio, la niñera favorita de Manon se mostró divertida por la invitación y su gran celebración, pero al conocer la temática, Marinette sintió que iba a desfallecer.
[―Las niñas van a ir disfrazadas de Ladybug y los niños de Chat Noir.]
Ella junto con la madre de Manon trataron de convencerla de que cualquiera decidiera llevar el disfraz que quisiera, pero como lo supuso, la niña se negó rotundamente.
Y por si fuera poco, cuando le contó a Chat Noir todo acerca de esa "increíble fiesta", él se puso pálido, y lo único que dijo fue:
[―También estoy invitado a esa fiesta.]
Obviamente Marinette lo regañó por revelar algo de su vida personal y el único argumento convincente del rubio por decirlo sin pensar fue: «Podrás verme sin ser Chat Noir. O bueno, no totalmente»
Intento hacer que la situación pareciera graciosa y hasta cierto punto lo era. Inclusive parecía ser «revelador».
Pero le causaban increíbles ganas de salir corriendo de ese lugar.
¡Por todos los croissants! ¡Ella podría estar en el mismo lugar que su novio ahora mismo!
Miró hacia todos lados. Concentrándose únicamente en los chicos vestidos de Chat Noir e ignorando las miradas burlonas de las chicas que estaban vestidas de Ladybug.
Oh, sí. Ella hizo un cosplay demasiado improvisado de Chat Noir, mientras ignoraba la regla principal de la fiesta.
Caminó deseando que la tierra la tragara. No creía soportar las risas para nada disimuladas de un grupo de Ladybug's menores que ella.
Era el hazmerreír del lugar, pero prefería mil veces eso a que alguien se diera cuenta de que ella era Ladybug, la única y autentica, no las cosplayers de cuarta que veía.
«Apuesto a que si les quitó la máscara, dejarán su altanería para después»
Calmó sus impulsos y se concentró en el lugar. Eso serviría para distraerse de su mente .
Las mesas estaban cubiertas por un clásico mantel blanco, distintos vasos de colores transparentes llenos de refresco y unos bocadillos en en centro de la mesa.
Tampoco podrían faltar los adornos de Ladybug y Chat Noir que decían: "Felicidades, Manon".
―¡Marinette! ―escuchó la voz de la cumpleañera gritarle a sus espaldas y la azabache sólo cerró los ojos esperando a que no la niña no se enfadara con ella.
―¡Hola, Manon! ―gritó mientras se daba la vuelta y se agachaba para después envolverla en un dulce abrazo―. ¡Feliz cumpleaños!
―¡Gracias! ―le contestó con alegría pura, y luego se separó de Marinette.
La escaneó con la mirada, no se sintió a modo de burla, sino parecía curiosear y hasta cierto punto estaba confundida.
―¿Porqué no te disfrazaste de Ladybug? ―cuestionó Manon cuando se acomodaba su antifaz rojo.
―Fue una decisión de ultima hora, pero creo que salió bien ―dijo Marinette sin dar alguna respuesta en concreto.
―Se te ve bien ―admitió la niña―. ¡Pero como Ladybug te hubieras visto mejor!
La ojizarca rio con dulzura al escuchar eso, porque no se equivocaba del todo.
O eso creía.
―Me gusta romper las reglas de vez en cuando ―dijo con diversión la chica―. No tienes algún problema con esto, ¿verdad?
Manon pareció pensarlo un poco, pero luego sonrió.
―No, ¡porque tu traje es genial! ¿Me puedes hacer uno?
Si esa era la condición para evitar la burla de una niña pequeña, lo aceptaba.
―Claro ―respondió con una sonrisa.
―¡Gracias! ―brincó en su lugar, luego se despidió con la mano y corrió a los juegos infantiles.
«Bien. Primer obstáculo superado» Pensó mientras sonreía.
«Pero faltan dos por superar»
Miró que algunas chicas de aproximadamente su edad la miraban con desprecio mientras resaltaban más su atuendo de Ladybug.
Todas iguales. Un disfraz de motas negras con una máscara a juego, y su peinado era de dos coletas como él de la heroína.
A veces se pregunta porque todos intentan ser como ella, porque a Marinette le enorgullecería que la intenten superar.
Después, siguió caminando hacia una mesa alejada de los demás. Esperando a que fuera la hora del pastel para irse a casa, y de casualidad esperar a que un rubio vestido de Chat Noir sea idéntico al verdadero.
Claro; si se presentó por lo menos.
Al momento de notar que todas traían el mismo peinado que ella, se sintió «una de muchas» y le pareció algo normal que ella decidiera soltar su cabello.
No quería parecerse a ellas.
Simplemente ser la verdadera Ladybug se lo impedía, además que su personalidad era tan extraña que no le causaba diversión que se disfrazara de ella misma.
Era demasiado raro.
Pero otro obstáculo para ella fueron las miradas curiosas de diferentes Chat Noir's.
Había riesgo de que la confundieran con Lady Noir, pero gracias a que sólo ha aparecido una sola vez no es tan conocida.
Muchos de ellos la alabaron por su disfraz tan "original" aunque ella sabía que sus intenciones eran totalmente diferentes.
Hasta que vio a Max saludarle con entusiasmo y ella le regreso el gesto. Fue demasiado fácil distinguirlo a pesar de que llevara una máscara.
También se dio cuenta que algunos compañeros suyos disfrazados de Chat Noir estaban con él, pensó en saludarlos, pero algo que captó su atención fue un chico que estaba de espaldas.
Era rubio. Platicaba con ellos entre risas y se movía de una manera que jamás olvidaría, además que la forma de la espalda era demasiado obvia.
Tragó la poca saliva que le quedaba.
«¿Chat?»
Se prometió que si lo veía no iría detrás de él, pero de todo ese grupo de Chat Noir's el sobresalía.
Porque para ella, el siempre sería único.
Se acercó al grupo, en especial a esa persona. Cuando lo tuvo en frente, ella tocó du hombro.
―Hola ―habló casi susurrando. Tenia miedo de verlo.
Aquella persona se sobresaltó y volteó para verla directamente a los ojos.
―H-hola, Marinette ―habló un poco tímido, y se sorprendió de la forma en la que iba vestida su novia.
La chica lo observó por un momento. En la forma en la que él iba vestido era como cualquier otro cosplay, pero su máscara era de Ladybug.
La voz era de un chico que conocía perfectamente pero no era la persona que esperaba.
La voz le resultó irreconocible.
―¿Eres Adrien? ―cuestionó curiosa.
―¡S-si! ―tartamudeó―. ¿Quién más podría ser?
Después de decir eso soltó risas extremadamente fingidas y todos sus amigos intercambiaron miradas sin comprender del todo la situación.
―Oh... ¡Hola! ―saludó Marinette a todos tratando de ignorar la cara babeante de Adrien.
―Hola, Marinette ―saludaron los demás chicos.
―¡Tú disfraz es genial! ―exclamó Kim―. ¿Porqué no te disfrazaste de Ladybug? Creí que las chicas debían de disfrazarse de ella.
―Me gusta romper las reglas de vez en cuando ―contestó con algo de diversión―. Además, hay alguien que me inspiró a hacerlo.
―¿En serio? ―intervino Adrien tratando de ocultar su egocentrismo ―. ¿Se puede saber quién?
―No ―sonrió―. Aunque si sirve de algo también fue el mismísimo héroe de París.
Los ojos del Agreste brillaron y los Chat Noir's seguían sin comprender. También parecía que sus compañeros fueron sacados de la conversación.
―Vaya, jamás pensé eso de ti.
Ella rio junto a él tratando de ocultar su nerviosismo.
―¿Y a ti quién te inspiró bicho-gato? ―preguntó en son de burla.
―Una princesa que conozco me lo supuso―le guiño el ojo haciendo que Marinette sintiera un escalofrío―. Disfruta la fiesta, Marinette.
Después de decir eso ambos fingieron que nada de eso había pasado; pero no dejaba de cuestionarse: ¿Qué fue eso?
La actitud y su forma de ser le recordaron a Chat Noir.
―Quizás sea un buen cosplay ―susurró para ella misma.
Aunque muy en el fondo sabía que no era verdad.
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Siempre ciegos nunca inciegos 😼✌🏻
¡Hola!
Un capitulo desesperante por la ceguera de los novios🤭
También mañana va a ser la continuación de este :3 Transcurre en la fiesta de Manon.
Por cierto, ¿Qué les pareció Señor Pichón 72?
En mi opinión, ¡lo amé!🥴♥️
¡La última escena da mil años de vida!🛐✨
No hay mucho que decir.
Espero que les haya gustado :3
¡Hasta mañana!❤✨
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