18. Ups.
Sorpresas.
Marinette iba caminando hacia la panadería con completa tranquilidad, sumida en su propio mundo, al que todos sus conocidos son ajenos y muy pocas personas lo logran entender.
Como de costumbre, miro al cielo, estaba nublado, parecía que quería llover de nuevo. Pero ya no sabía que creer, si a las noticas o a sus instintos que estaban por los cielos esos últimos días.
Sus pasos eran normales, aunque quería ir más lento de lo usual. No quería llegar a casa porque tendría que investigar más acerca de los Miraculous y estresarse cada dos segundos. Todo por ser la Guardiana, y todo por ser Ladybug.
Suspiro sintiendo de nuevo aquella carga que la asfixiaba y miro su bolsita. Pensó en decirle a Tikki que iría a casa de Alya para distraerse, además que sus investigaciones con ella eran mucho mejor que cuando estaba sola con todos los kwamis agobiándola. Sin embargo, recordó que Tikki debe de estar descansando, porque ella también se ha estado desvelando con ella para vigilar que su portadora no se duerma mientras investiga.
Su kwami le ha insistido en ayudarle, pero ella se niega debido a las reglas. No quería romper mas de las que ya había ignorado, y esa era una esencial.
Los kwamis no deben de saber nada acerca del «Libro de los Miraculous»
Bostezo recordando la noche anterior y extendió sus brazos pensando en algo que la ayudaba a relajarse. Inmediatamente paso por su cabeza Chat Noir, aquel héroe de mirada juguetona que parecía empezar a interesarle más de la cuenta.
Eran cercanos, ya no lo sentía como una amistad (aunque lo niega cada vez que Alya le pregunta) pero no llega a saber que es lo que realmente son.
Decidió dejar eso de lado. Le restó importancia, como a todas las cosas que en verdad importan.
Simplemente no quería manchar los momentos junto a Chat Noir.
Quería que fuera lo único bueno del dia ya que siempre que lo veía ella lograba sonreír, se carcajeaba junto a el y bromeaban por cada cosa sacada de contexto.
Inevitablemente sonrió de una forma que la hacia sentir extraña, y hasta cierto punto enamorada. Cada dia se reprochaba que solo era una simple confusión o algo pasajero, pero entre mas lo negaba mas se intensificaba. Le era muy difícil ocultar esos sonrojos que le causaban sus halagos y bromas.
Solo que esa sonrisa se transformo en una llena de diversión y un poco de malicia.
Para intentar "rehacer" esa relación que tenían como hermanos desastrosos se le ocurrió una idea.
Algo alocada y fastidiosa, pero divertida.
Ups, Chat Noir. No te salvaras de mi.
O O O O
Más tarde.
―Buenas tardes, princesa ―dijo Chat Noir como todos los días, mientras llegaba y abría la trampilla, pero, Marinette no respondió a su llegada.―¿Marinette? ―pregunto algo desconcertado―. ¿Hay alguien?
Nadie contesto.
―Marinette.
Después de llamarla unas cuantas veces más empezó a recorrer el cuarto de la chica. No sabía porque, pero sentía y estaba seguro que la chica estaba en ese lugar, escondiéndose en algún lugar para después asustarlo y burlarse de el mínimo una semana. Como máximo toda la eternidad.
―Princesa ―susurro de igual forma―. Se que estas aquí.
No sabe si son sus instintos de gato o ya se había acostumbrado a su presencia, pero de cualquier forma el sabía que su amiga estaba en aquel sitio.
―Deja de esconderte ―dijo el héroe―. No quiero causar un desastre como la vez pasada.
―Y no lo causaras gatito ―contesto la chica mientras ponía sus manos sobre los ojos de Chat Noir de forma abrupta.
―¡Oye! ¿Por qué haces eso?
―Por diversión ―contestó con simpleza.
―Todos los días nos divertimos, Marinette. Esto parece más una broma tuya.
―Podría ser ―dijo mientras se recargaba sobre la espalda del héroe―. Solo quiero jugar, es todo.
―Estas algo rara, ¿Tienes fiebre?
―¡No, tonto!
«Solo quiero que todo vuelva a ser como antes. Sin sentimientos ni vergüenzas. Solo... amigos»
―Tenia mucho que no jugábamos a algo divertido ―agregó Marinette.
―Quizás porque casi la casa se quema ―respondió con obviedad el rubio.
―¡Lo se! Pero esto no tiene nada de malo.
El chico podría apostar que Marinette estaba haciendo sus "ojitos de tlacuache aplastado" para conseguir lo que quiere, y con solo imaginarla sintió algo que empezaba a gustarle más de lo normal.
―¿Qué tienes en mente?
―Sólo bromea como siempre. Quiero que volvamos a ser como antes.
―Pero, princesa... No hemos cambiado en nada.
―Siento que si.
El también, pero lo sigue negando.
―¿Qué sugieres? ―preguntó Chat de igual forma, sin siquiera contestar y admirar el cambio que ambos habían tenido.
Ya no habían más chistes, ni juegos, ni risas.
Sólo momentos incómodos y charlas que involucraban los sentimientos encontrados.
―Un juego.
O O O O
Semanas después.
―Miraculous, lo más genial.
El humor de Marinette estaba mejor que nunca. Todo porque todo volvió a ser como antes, y gracias a eso, ese "bloqueo" que tuvó se estaba yendo.
Todo gracias a ese lindo gatito.
Y gracias a eso sus sentimientos estaban más claros que nunca.
―A resolver lo que anda mal.
Ella rio al escuchar la voz de Chat Noir seguirle la canción y también porque sintió las manos del rubio sobre sus ojos.
―¿Día de Karaoke, princesa?
―Algo así ―soltó unas risitas―. Yyyy, ¿Qué sorpresa me tienes hoy?
―Esperame tantito. Esto requiere de concentración.
―Ahora hasta saliste mago y ayer fuiste un mimo. ¿Que falta? ¿Que seas un payaso?
―Shhhh. Se que te gustará.
―También lo sé.
Ambos rieron y Marinette se dispuso a esperar pacientemente el detalle que le traía Chat Noir.
El juego consta de intentar superarse en regalos o cualquier cosa que implique que se den cuando tengan los ojos cerrados y su contrario los preparé para la sorpresa.
En esa ocasión Chat Noir se pasaría un poco de la raya. Pero todo sea por probar algo nuevo, e intentar sorprenderla.
Sin pensarlo mucho, el se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, Marinette sonrió ante lo hecho.
Se había acostumbrado a ese tipo de actos y ella quería subirlo un poco de nivel.
―¿Hay otra cosa? ―preguntó la chica.
―Sí ―contestó Chat con una sonrisa mientras quitaba las manos del rostro de la chica.
―Bueno, pero antes yo te quiero dar algo.
Eso lo sorprendió un poco pero de igual manera sonrió.
―Adelante, princesa.
Ella cerró los ojos y le dio un beso fugaz en los labios.
―Ups ―rio con ironía y un poco de vergüenza para después intentar fingir que nada de eso había pasado.
Aunque ambos se estuvieran muriendo de ganas por volver a repetirlo.
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¡Hola! No hay mucho que decir~
Espero que estén súper bien✨❤
Creo que actualizar tarde se está volviendo parte de mi >.<
¡Hasta mañana! ✨😼
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