Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. Lluvia.

El comienzo.

Todo inicio bajo la lluvia.

―¡Nos vemos! ―la chica le gritó a sus padres.

―¡No llegues tarde!

La campana de la panadería Dupain sonó indicando la salida de alguien: De una chica azabache.

Marinette había quedado de verse con Alya ese día, tenían proyectos que querían adelantar y cosas de chicas de que platicar. Eso la tenía feliz más feliz que nunca ya que ser Ladybug y Marinette al mismo tiempo la tenía un poco ocupada, pero gracias al clima parecía que los villanos se habían tomado un descanso.

Caminaba con el paraguas negro en mano. Escuchaba como la lluvia se rompía en él y caía al suelo. Miró sus pies, apenas tenía un minuto fuera y ya los tenía empapados.

Caía un aguacero, la llovizna era muy fuerte y el viento que hacía por todo París le ocasionaba que fuera difícil caminar.

El viento parecía que quería arrancarle el paraguas.

Iba caminando en dirección contraria de donde provenía el viento por lo que tenía que hacer el doble de esfuerzo para avanzar.

A pesar de traer consigo el paraguas negro que le había regalado Adrien tiempo atrás, sentía algunas gotas en su cara. El viento hacía que la lluvia no llevara dirección.

Era un completo desastre.

Escuchaba como personas se quejaban porque los charcos le manchaban su ropa y como a otros se le caían sus paraguas debido al viento.

Caminó más rápido. Si llegaba lo más rápido que pudiera a casa de Alya seguro que no pescaría un resfriado.

Vio una luz en el cielo y un trueno se escuchó. Era otoño, era normal que lloviera de esa forma.

Sintió una ventisca mucho más fuerte que antes. Debió de abrigarse más, no llevaba tanto tiempo afuera y ya empezó a sentir frío.

Dejo de sujetar el paraguas con las dos manos, con la mano izquierda empezó a frotar la mano derecha por el frío que sentía, lo cual fue un error.

El viento silbó, y debido a la gran fuerza que llevaba, hizo que su paraguas cayera y rodara por la calle.

―¡No! ―gritó, pero nadie pareció hacerle caso. Todos parecían pelear contra el mismo viento para que no le sucediera lo mismo que a ella.

Vio que el paraguas empezaba a alejarse por la corriente de aire. No lo pensó dos veces y corrió tras él. Pisaba los charcos sin algún cuidado y había mojado a varias personas, no le importaban los reclamos.

Debía de recuperar ese paraguas.

Quería pedir ayuda, pero, ¿Qué diría exactamente? «Ayuda, el viento me arrebato mi paraguas» Todos iban más preocupados en sí mismos, era obvio que no mostrarían una pizca de preocupación por una desconocida.

Iba corriendo detrás de él, pero cada vez que estaba a punto de tomarlo, el aire lo empujaba. Parecía un suceso de película, donde algo inexistente quiere que se encuentre con algo desconocido.

Sentía un hueco en el estómago, el aire le empezó a faltar. No quería dejar ir aquel objeto.

―¡Mi paraguas! ―volvió a gritar, pero las personas solo la miraban con lástima mientras luchaban contra el viento.

En la acera por la que corría no había tantas personas por lo que le era mucho más fácil correr, pero era más propenso a que perdiera el paraguas para siempre.

Quizás todo termine bajo la lluvia.

Sacudió su cabeza. Debía recuperarlo.

Parecía muy lejano alcanzarlo, pero no podía. No podía permitir que alguien le arrebatara algo tan preciado como ese paraguas.

Lo veían tan cerca. El viento había bajado su intensidad por lo que quizás sería más fácil tomarlo, pero algo o alguien cayó sobre el suelo desde uno de los techos del edificio. Y esto hizo que le salpicaran agua a Marinette.

―¡Oye! ―reclamó a la persona desconocida que había caído. Ni siquiera se preguntó, ¿Quién rayos cae desde esa altura? Solo estaba preocupada por su paraguas.

Aquella persona desconocida en movimientos rápidos sujeto el tan anhelado objeto de la chica.

No sabía si estar agradecida o molesta con aquella persona vestida de negro.

El volteó, y Marinette al fin pudo saber quién era: El héroe parisino llamado Chat Noir.

―Ten, princesa ―sonrío―. Tu paraguas.

Sentía la mirada verdosa del chico sobre ella. Sintió lo mismo cuando Adrien le entregó ese mismo objeto. Eso no podía ser, Adrien y Chat Noir eran personas distintas. No había punto de comparación.

Claro que lo había.

―Gracias.

Lo tomó rápidamente y pudo protegerse de la lluvia.

La azabache observo como el héroe estaba parado en medio de la acera mojándose, pisando un charco de agua, y a pesar de eso él sonreía. La chica se sintió culpable, si no fuera por ella el no estaría en esa posición.

Y su corazón se ablandó. Las buenas acciones se agradecen con buenas acciones.

―Vas a resfriarte si sigues ahí ―dijo Marinette―. Ven, camina conmigo.

Eso era una oferta algo arriesgada, y Chat no podía negarse ante eso. No quería lastimar los sentimientos de la chica, mientras ella solo quería enmendar su "error".

―Tranquila, estaré bien.

―¡No seas testarudo! ―regañó como si lo conociera de toda la vida―. Vas a resfriarte como todos aquí lo haremos.

El suspiró derrotado, ¿Qué más daba? Solo caminaría con una "ciudadana" y las personas los observarían de forma extraña. Definitivamente era algo normal.

―Bien.

Caminó y se puso justo al lado de ella. Ambos goteaban y de nuevo empezaron a sentir frío.

―Sólo te acompañaré hasta tu casa ―advirtió Chat Noir―. Después yo me iré por mi cuenta.

La chica rio al verlo incómodo. No le veía nada de malo hacer algo así. Después de todo iría a ver a Alya después.

―Tranquilo, solo quiero que no te enfermes por mi culpa.

Después de decir eso empezaron a caminar en completo silencio. Pensando en porque ambos se encontraron de esa forma o porque fue la única persona que la ayudó.

―Chat ―lo llamo haciendo que este tuviera toda su atención puesta sobre la chica ―. ¿Qué hacías en el techo?

―Estaba patrullando.

―¿Ladybug y tu patrullan cuando llueve?

Ella sabía la respuesta y era un rotundo «no». Sólo salían en caso de que hubiera un akumatizado.

―No. Solo yo.

―¿Por qué?

―¿Ya te han dicho que haces muchas preguntas?

―Si ―sonrió―. Pero prefiero eso a estar callada.

Ambos rieron.

―Solo quería salir de mi casa y algo me dijo que debía de estar ahí.

Eso le pareció curioso. Todas las situaciones los motivaron a estar en ese lugar, a ella porque quería estar con Alya, y a él... No lo sabe. Algo muy dentro de él le susurró que debía de estar en ese preciso lugar.

Y todo volvió a empezar bajo la lluvia.

¡Ha empezado el reto Marichat!

Al parecer todo parece estar tranquilo para estos dos y todo volvió a comenzar 👀

Espero que les haya gustado :3❤

Si les gustó la historia no olviden seguirme para más noticias <3

¡Hasta mañana diría Adrien! ✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro