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Iluminación y Perfección (1)

- Minutos antes del comienzo de la ronda fantasma -

***

Desinteresado, irrespetuoso y hasta cierto punto ignorante del peligro. Típico de un adolescente…

– Solo soy un hombre de negocios, ¿Te importaría si hablamos de negocios?

Buda Gautama ha comenzado su jugada; ahora, su objetivo es la diosa egipcia de la bóveda celeste nocturna, Nut… aquella diosa que había otorgado una victoria a la humanidad durante el segundo Ragnarok.

Ambos estaban cara a cara: Buda sosteniendo un balde de palomitas casi a reventar, con una sonrisa engreída en el rostro, y Nut con su rostro apagado y frío, mirando de pies a cabeza a aquel dios…

Cosa que no duraría mucho, a causa de Nut:

– … No tengo tiempo. – Nut se dió la media vuelta y comenzó a caminar en otra dirección.

– ¿En serio? – Buda comenzó a seguirla, con pasos cortos para seguir a su ritmo – ¿Qué tiene que hacer una diosa tan importante como usted?

– Cosas que no te incumben.

– … ¿Y si me cuenta? A lo mejor podría ayudarla. Por cierto, ¿No gusta un poco?

Buda le extendió la cubeta de palomitas, que Nut se quedó mirando por un segundo con ojos perdidos, para después bufar por lo bajo.

– De hecho, si puedes ayudarme; hace poco tuve una reunión muy molesta y deseo estar sola.

» Me sería de mucha ayuda que te largaras de mi vista ahora mismo.

La diosa ignoró la cubeta de palomitas y apresuró el paso, consiguiendo alejarse y crear más distancia del dios hippie…

– ¿Sola? ¡Eso es malo para la salud mental! ¡No debe estar sola, bajo ninguna circunstancia!

Buda alargó sus pasos y en un santiamén alcanzó a Nut mientras terminaba de devorar las palomitas, tomándola por sorpresa.

« ¿Huh? ¿Es en serio…? »

El rostro de la pequeña diosa egipcia se hinchó en ardor y molestia; en tan solo unos pocos segundos de conocer a ese dios ya estaba segura que le reventaría la cara en la más mínima oportunidad.

– Tú… – sus ojos le fulminaron de forma asesina – ¿No tienes un mejor lugar al que ir?

– Si… A dónde usted vaya, Majestad.

– Me refiero a cualquier otro lugar que no sea conmigo.

– … ¡Claro que si! ¡Justo a 2 metros de usted!

– ¡Carajo…! ¡Lárgate de aquí!

La diosa volvió a echar a correr, metiéndose entre los pasillos y jardines de los Campos Elíseos como un pequeño ratón en un laberinto; aunque se sintió humillada por haber recurrido a esa táctica…

« Bien… » Nut se detuvo al final de un pasillo, inclinándose sobre sus rodillas para recuperar el aliento « Maldito irrespetuoso… ¡Obligándome a hacer esto, huir como una cobarde! Y todavía no me he terminado de recuperar de mi pelea… ¡Maldito--!

» No importa. Ya no importa… Ahora que me libré de él, no debo preocuparme más de-- »

– ¡La encontré! – Buda apareció en la vuelta de esquina, justo enfrente de Nut; aquello le pegó un susto y le hizo tirar su corona divina.

– ¿¡Qué!? ¿¡Cómo…!?

La diosa fijó su mirada en el dios, para usar sus Ojos en Búsqueda de la Perfección y desvelar todo lo que necesitaba saber de Buda. Cosas nada agradables para ella…

– … Así que puedes ver mi alma… y anticipar todo lo que haré.

– ¡Correcto! – el dios le guiñó con su ojo destapado – ¡Cómo podría esperar de alguien tan magnífica como usted!

– Deja de halagarme… – Nut se giró para retirarse de nuevo – Y ya déjame sola.

– ¿Por qué le gusta la soledad? – rápidamente Buda empezó a seguirla.

– … Eso no te incumbe.

– Eso no es bueno, como le estaba intentando decir… ¡Alguien como usted, debería estar en compañía de mucha gente! ¡Debe tener amigos!

– … ¿Amigos? ¿Qué tonterías tienes en la cabeza? No necesito eso… Una diosa perfecta como yo no necesita eso.

– ¡Claro que lo necesita! Un dios verdadero tiene amigos que le ayudan… ¡Compañía! ¡Testigos! ¡Cómplices!

Buda se le adelantó a Nut para cerrarle el paso al pasillo; se giró a otra vuelta de pasillo y apuntó con su mano en aquella dirección.

– ¡Cómplices para ayudar en misiones difíciles!, ¿No es así, pequeña?

Lo siguiente ocurrido: silencio.

Silencio entre Nut y Buda, quien permanecía con esa pose; algunos segundos después el momento se volvió muy incómodo.

– … ¿Qué haces?

– Lo siento. Creo que hablé bajo… – Buda se aclaró la garganta y volvió a gritar, con más fuerza – Dije: ¡"¡Cómplices para ayudar en misiones difíciles!, ¿No es así, pequeña?"!

Más silencio.

– ¿Qué mierda haces? ¿Un tonto juego para molestarme?

– … Espéreme un segundo…

Buda rompió su postura y se asomó por la vuelta de pasillo, llevándose la sorpresa de que la pequeña valkiria que había dejado allí ya no estaba: su rostro palideció de inmediato.

« ¿¡Pero qué…!? ¡Solo me fui por 5 minutos! ¡Claramente le dije que no se moviera de aquí…! Ahora entiendo cómo pudo enfadar a los dioses de la fortuna. »

– ¿Que clase de juego estás…? No me importa. – Nut se dió la media vuelta para huir – No perderé más mi tiempo. Ya déjame sola, maldita sea…

– ¡Oiga! ¡Todavía no terminamos…!

El dios persiguió a Nut de manera apresurada, que ni siquiera se dio cuenta que tropezó con sus propios pies y terminó casi cayendo sobre la diosa egipcia; por suerte, con su habilidad de ver el futuro, consiguió erguirse y chocar con la pared…

Aunque ahora, el dios Buda tenía acorralada a Nut contra la pared, teniéndola muy cerca debido a la postura; abrió ambos ojos con sorpresa, dejando salir un brillo de emoción.

« ¡Un kabedon*…! »

– … ¿Qué… estás haciendo…? Maldito loco…

Por desgracia su diferencia de estaturas volvía aquella situación un tanto incómoda; la cara de Nut estaba golpeando prácticamente el estómago de Buda. La diosa levantó un poco su cabeza para mirar al dios, mientras él bajó la cabeza y sonrió de lado.

– ¿De qué habla? – Buda aprovechó la situación – ¿No le gusta estar así?

– ¿Mi cara contra un dios inútil? – Nut apretó los ojos – Absolutamente no.

– ¿No le parece… un poco atractivo? ¿Alguien como yo?

La diosa fulminó con claras intenciones de matar.

– ¿Para eso me quieres? ¿Crees que puedes tocar mi perfecto corazón con trucos estúpidos…?

Aprovechándose de su pequeña estatura, Nut salió de ese espacio tan cerrado y procedió a continuar con su camino a su habitación; ya había estado fuera por demasiado tiempo, para su gusto.

Buda no podía perder esa oportunidad, de arriesgarse a sí mismo para tener su objetivo cumplido.

Si yo no puedo ganarme su corazón, ¿Podría entonces ganarme su apoyo?

Eso detuvo los pasos de Nut.

– ¿Mi apoyo? ¿Por qué crees que… mereces mi ayuda?

– Es un halago que piense en mi, pero no es así. La ayuda no es para mi… sino para la humanidad.

– … ¿Qué dices? – Nut giró la mirada para observarlo.

– En primer lugar, vi su participación en la tercera ronda… ¡Joder, qué buen espectáculo visual entre 2 mujeres tan hermosas! Y también ví cómo prefirió apoyar a los humanos en vez de aceptar la traición de esa reina… ¡Tanto que conmovió mi corazón!

– No te confundas. No lo hice para ayudar a los humanos, sino para limpiar los Cielos y no manchar su honor.

– ¿"No manchar su honor"? – Buda giró la cabeza dubitativo – ¿No hizo lo contrario con su cambio de bando?

– Dejar que esa humana fuera nombrada una diosa habría sido una mancha para los Cielos… No iba a permitir eso. Ese fue el único motivo de mi cambio.

El silencio se volvió a mostrar entre ambos, siendo roto por la fuente de agua cristalina a pocos metros de los dioses. Al cabo de un tiempo, Buda chasqueó los dedos y apuntó a ella:

– ¡Mentirosa, pequeña mentirosa ☆!

– ¿¡Huh!? ¡¿Cómo me llamaste!?

– Esa fue una buena mentira, ¡Cualquiera se la tragaría sin dudar! Pero, eso no es todo… – Buda encendió sus ojos de loto, quitándose el parche, y acercó su mirada completa a Nut – Pudo ver parte de mi, y yo también puedo ver en usted, ¿O lo está olvidando?

– ¿¡Huh!? – por instinto Nut se tapó el cuerpo con su cabellera – ¿¡Quién te crees para profanar mi morada perfecta!?

– Sus ojos… Son distintos a los que esperaba, y a los que usted misma cree.

– ¿Huh?

– Esos ojos no son como los de ese rubio mala cara que quiere cumplir caprichos de perfección… – Buda volvió a acercarse a Nut, haciendo que la diosa retroceda bastante – Esos ojos… de deseo~

Nut por primera vez quedó en silencio.

Por primera vez, ese dios hippie había atinado en un punto específico: por más que tratase de ocultarlo con su perfección, había un deseo interno que quería satisfacer. Incluso para sus parámetros, era algo superficial y tonto… Pero, por algún motivo, demasiado importante…

" ¿Por qué me siento tan sola…? "

« ¿Qué rayos pasa conmigo…? ¿Por qué estoy actuando así? » Nut se llevó ambas manos a la cabeza.

– ¿Qué pasa, Majestad? No es malo tener esos deseos, aunque… A mitad de un tratado, podría ser peligroso.

– ¿Tratado…? ¿Te refieres a…?

– Usted acaba de decirme que tuvo una reunión molesta, así que… uniendo cabos, me hace suponer que esa reunión se trataba sobre… ¿Ciertos dioses, molestando su presencia, respecto a su participación de la tercera ronda?

– … Espera… – los ojos de Nut escudriñaron en la mente de Buda para explorar sus más recientes recuerdos – ¿¡Me espiaste!?

– … Espiar es una palabra fuerte. Diría más bien: "Me los encontré de casualidad".

– ¿¡Qué rayos pasa contigo!?

– Aunque no le guste oírlo, debía estar presente, para asegurarme que no hiciera un mal uso de recursos… incluyéndola a usted misma.

– ¿Eso es todo lo que ves en mi? ¿Un recurso valioso?

– ¿Usted no se ve así?

Buda se puso más coqueto todavía: usó una de sus manos para de nueva cuenta acercarlo a Nut, tocando a manera de roce sus delicados, suaves y poco carnosos labios.

Se podría decir, metafórica y literalmente, que usted es la mujer más codiciada en los Cielos.

Unas palabras que no cambiaron el rostro indiferente de Nut, aunque si encendieron un poco sus mejillas; levantó su mano para apartar a Buda de un golpe.

– Dime algo que no sepa.

– ¿Algo que no sepa…? ¡Sí! ¡Me gustan las mujeres de cabello oscuro, y si son más pequeñas que yo, mucho mejor!

Nut se volvió a ruborizar, por enojo y sorpresa.

– … ¿Cuál es el punto de todo esto?

– Volviendo a lo que le decía… – Buda comenzó a caminar en círculos, para rodear a Nut y poco a poco hacerla caminar a su ritmo – Ví el trato que hizo con los dioses para ayudarlos, así como sus pocas ganas…

» Podría preguntar, ¿Por qué lo hizo, si no tenía ánimo de eso?

– … Si pusiste suficiente atención, sabrás la verdad.

– Palabras más, palabras menos: "Un dios nunca pierde. Ganen sin mi ayuda, y no molesten".

– Mejor manera de resumirlo no habría.

– Al final, aceptó pelear en su bando si cumplen sus caprichos de la perfección y excelencia.

– Es mi victoria, y mi decisión. Yo peleé por ese punto, y hago lo que quiera con ello, ¿No es así?

– ¡Por supuesto que tiene todo el derecho! Pero… "¿Quién se merece mi victoria? ¿Los dioses o los humanos?" No tiene sentido tener poder pero no decisión…

» O acaso… – Buda sonrió de lado a Nut – Es que usted no quiere dárselo a los dioses… Porque prefiere a la humanidad.

– Ya te dije que no tengo opinión sobre ellos, ¿De dónde sacas esas conclusiones tontas?

– Es cierto, usted dijo eso: "No los quiero ayudar". Pero también dijo, si no mal recuerdo… "Ellos ya ganaron un Ragnarok".

– Dije eso para que dejaran de molestarme.

– ¿En serio? Yo no creo que haya sido así… Sus hermosos ojos hablan de algo más, ¡No hablan de una mentira, pequeña mentirosa--!

– ¡No me vuelvas a llamar así!

Nut levantó su mano, haciendo aparecer el Bastón del Cielo; se lanzó precipitada sobre Buda, haciéndolo caer de espaldas al suelo mientras ella quedaba por encima suyo, apuntando con el báculo listo para convertirlo en otra arma divina.

– ¡No vuelvas a hablarme de esa manera! ¡Soy una diosa perfecta, no una mentirosa! ¡Dime qué mierda quieres, o lárgate de mi presencia ahora mismo antes que te corte la cabeza!

Buda no había esquivado el salto adrede, ya que ahora que tenía tan cerca a Nut pudo vislumbrar mejor su alma y sus emociones.

Entre todo ello, ver el atisbo de oscuridad que, si no se medía adecuadamente, podría ocultar el alma de la diosa… Algo que había visto en una ocasión previa por parte de una amiga cercana con un diagnóstico médico emocional muy malo: una severa depresión.

– Así que de eso se trata… – Buda abrió ambos ojos con sorpresa – Requiere ayuda para arreglar asuntos de su vida…

– ¿"De eso se trata"…? ¡¿Crees que solo por ver mi alma puedes deducir qué pasa conmigo!? ¿¡Qué clase de arrogante eres!?

– … Es cierto… Yo difícilmente podría entenderlo, pero… ¿Sabe, Majestad, quién podría tener idea?

» La humanidad.

Aquello silenció los ánimos de Nut por completo, y le dejó el rostro abierto; Buda se levantó del suelo y Nut se hizo a un lado, con los ojos abiertos aunque todavía el báculo en mano por si lo requería.

– ¿De qué estás hablando?

– Los únicos, en el Cielo y en la Tierra, que pueden entender los sentimientos existenciales sobre la vida y la muerte… Irónicamente, son aquellos que más lo sufren: los humanos.

» Aún con sus limitaciones, debilidades y necesidades… Mejor dicho, gracias a esas características tan mediocres es que ha nacido en ellos el corazón humano: capaz de empatizar, capaz de escuchar, capaz de entender…

» Capaz de encontrar la solución incluso para un dios perfecto como usted.

Escuchar eso despertó en las memorias de Nut aquella conversación final que tuvo con su humana rival… Una mano fundida en oro que se extendida a ella de manera amistosa:

« Déjame ayudarte y yo te dejaré ayudarme… ¿No te gustaría volver a ser feliz? »

Buda levantó su mano al cielo.

– No debería ser correcto permitir la eliminación a aquellos que podrían solucionar sus problemas. Los dioses, aún siendo tan poderosos, no han podido dar con la solución… ¿No debería ser el turno de la humanidad para intentarlo?

Ambos quedaron en silencio, aunque ahora la diosa egipcia tenía muchas más cosas en la cabeza:

¿Un corazón capaz de entenderla? ¿Solución a su problema de falta de perfección? ¿Ayuda para alguien como ella? ¿Por qué estaba pensando en esas cosas tan poco importantes!

¿Por qué ese vacío no se llenaba?

– Así que, déjeme hacerle una propuesta… Si los dioses hicieron su jugada con usted, intentaré lo mismo:

» Los dioses quieren ganar con su apoyo para demostrar la perfección y mandato divino supremo. Yo quiero darle una ayuda a la humanidad con usted, para que ellos sigan viviendo con sus propios destinos escritos y para que usted pueda resolver sus dudas con gente que es capaz de entenderla…

» Así que, le doy una contraoferta; aumentemos la apuesta que ha hecho. Si la humanidad obtiene 3 victorias consecutivas, usted les dará su victoria y será una aliada para la humanidad y su salvación, ¿Qué me dice?

Fecha de publicación: 06/03/24

ASFD

Nota de autor: Primer capítulo de este spin-off, ¡Qué emocionante!

Ya ha comenzado la reunión entre Nut, la diosa perfecta, y Buda, el dios iluminado; ahora ya tenemos más idea de lo que se trae entre manos el hippie, pero todavía no ha terminado su reunión…

¿Qué pasará a continuación? ¿Buda logrará convencer a Nut a seguir sus planes? ¿Nut podrá por fin responder a sus dudas y llenar ese vacío interno? ¿Dónde rayos Lif se metió en esta ocasión?

Sin más que decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!

***

Nuevos términos

* KabedonSituación donde un chico acorrala a una chica contra una pared, situándose muy cerca de ella, con una mano apoyada en la pared.

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