He ansiado a alguien a más de miles de kilómetros de distancia. Mi afecto ha cruzado pantallas, llamadas y mensajes de texto. He pasado noches despierta intentando imaginar lo que se sentiría tener el control de mis sueños y volverlos realidad. Sin embargo, ahora te vuelvo a encontrar y resulta ser que estás mucho más cerca de lo que esperaba. Que ver tu rostro está al alcance de una llamada o un mensaje de texto. Que no hace falta que te dibuje en mis sueños para poder estar junto a ti o siquiera recordarte. Pero tu corazón está imaginablemente lejos. Nunca escribes o llamas. Eres el protagonista de tus desvelos. Por más que intento escaparme de ti, siempre regresas sin importar la distancia. Por más que intento ignorarte, me llamas casualmente o me escribes un mensaje de repente. Por más que intento llenar mi cabeza de cosas, solo hace falta una pequeña distracción para que vuelvas aparecer en ella. En fin, nunca creí decir esto, pero estás tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Aunque yo siempre haya estado mucho más que cerca.