Susurrando un Te amo a un adiós.
Hola aqui estoy con un One-short, es algo tragico, se los advierto y hay muerte de un personaje.
No recuerdo como se llama el shipping de AtemxHeba.
Por los que no saben, Heba es el nombre de Yigi egipcio, por asi decirlo. Sin mas que decir les dejo este capítulo.
¿Cómo sabes si de verdad amas? Eso es fácil, de verdad amas, cuando prefieres la felicidad de él/ella... en vez de la tuya, porque, si el/ella es feliz, tu lo eres... Ya que el querer lo toma todo y el amar, lo da todo...
-Heba...-murmuro débilmente una voz cansada, el dueño de la voz estaba recostado en una gran cama, que era rodeada por muchas personas.
-Dígame... mi faraón -dijo el mencionado, acudiendo a su lado con prisa, Heba el sirviente principal del Faraón, el siervo más fiel que pudo tener y confiar.
-Padre -lo llamaron algunos individuos que estaban a su lado -por favor, no se esfuerce -agregaron con voz llena de preocupación y angustia, ya faraón ya se encontraba en sus últimos instantes de vida, sabían que faltaba poco, tal vez días, para que el los dejara para siempre.
-Déjenme solo... con Heba... -pidió suavemente
-Pero padre -quiso alegar uno de sus hijos.
-Es... una orden -dijo con el tono mas serio que pudo forzar, todos se miraron, debía de seguir la orden ya que a fin de cuentas el seguía siendo el monarca principal.
-Salgan un momento por favor -pidió amablemente Heba, volteando a ver a todos, el cómo su más fiel sirviente haría cumplir la orden se su rey.
-Pero tío Heba... -intentaron discutir.
-Por favor -los interrumpió con calma -háganle caso a su padre y déjenos solos -agrego sin ser grosero o alzar mucha la voz, ya que sabía que si subía la voz podría molestar el sonido al faraón
-Esta bien -accedieron los hijos del hombre que estaba en cama -pero por cualquier cosa nos llama -pidieron casi en suplica, a lo que Heba solo sonrió y asintió con suavidad. Observo como iban saliendo todos de la habitación, confiaban en Heba, sabían que el seria el mas indicado para cuidar al faraón, no por nada era su sirviente principal y había estado a su lado toda la vida.
Suspiro con tristeza mientras se arrodillaba a lado de la cama, lo mas cerca posible del monarca, lo miro con tristeza, que cruel era la vida a veces, su faraón envicio y el... se quede congelado, el seguía con su juventud intacta, el cabello se Atem se había tenido de gris y el suyo seguía igual, tan igual como antes, el negro, morado azulado y dorado seguían igual de brillantes, los ojos de su faraón se había vuelto un poco opacos, su mirada ya no era de determinación y seriedad, ahora era una mirada cansada, en cambio el... sus ojos seguían siendo dos joyas amatistas, grandes y resplandecientes aunque ahora eran opacados por la tristeza y las lágrimas, la piel canela de Atem se había llenado de arrugas y se había maltratado un poco, en cambio la del seguí igual de lisa y suave... salió de sus pensamientos al sentir una caricia en su mejilla.
-No llores hermano -le dijo el faraón y sonrió suavemente, Heba sonrió un poco y limpio las lagrimas traicioneras de sus mejillas
-Lo siento... -se disculpo con su voz temblorosa -pero no puedo evitarlo, tu y yo sabemos bien que no pasas esta noche... los dioses ya aclaman tu presencia -confeso con tristeza, reteniendo las nuevas lagrimas que amenazaban con salir de sus bellos ojos.
-RA me llama a su lado -murmuro mirando al techo de su alcoba – Ya puedo escucharlo, ¿crees que encuentre a mi familia allá?
-Lo más seguro, a tus hermanos, a tus padres... -dijo con una suave sonrisa.
-Y... lo mas seguro que a Mahad y a mi reina -dijo Atem sonriendo levemente. -Espero que Seth y Mahad no se hayan estado peleado
-No lo creo, seguro Seth encontró a su dragón blanco de ojos azules y bueno... Mahad debe estar esperando a su aprendiz -comento con una sonrisita que contagio al faraón
-Es verdad... te esperare haya...
-No hermano, ni siquiera sé si iré a donde vayas tu -dijo con tristeza el tricolor mientras sentía como su mano era tomada por la ajena.
-No importa -dijo con seguridad en su cansada voz -siempre estuviste a mi lado, en serio irme sin ti no quiero, pero así lo dictamino nuestro padre sol
-Lo se descuida -dijo Heba mientras sujetaba la mano ajena entre sus manos -fue un placer servirte y estar a tu lado, verte crecer y madurar... -sonrió feliz antes de continuar -convertirte en un gran faraón... y todavía fue aun mas el hecho de que crecí a tu lado gracias por dejarme estar siempre a tu lado... hermano -agrego tratando de que no se le cortara la voz, llevando una de sus manos a los cabellos grises.
-No, gracias a ti... por siempre... siempre estar conmigo... ayudarme, apoyarme... pero sobre todo... jamás... jamás dejarme solo y por... quererme...
-Siempre lo hice... y siempre lo hare -prometió mientras permitía que la mano ajena se posara en su mejilla, intento sonreírle – Jamás te dejaría solo...
-Perdóname...
- ¿Por qué? -pregunto confundido el oji-amatista, no entendia a que venía esa disculpa tan repentina de parte de su faraón.
-Por todo, si te debo una disculpa, perdóname -se explicó mirando directamente los ojos ajenos, esos que le recordaban a una amatista o a unas uvas.
-No hay nads que perdonar, no tengo nada de que disculparte Atem, todo lo que hemos pasado bueno y malo, todo lo que hemos hecho tiene o tuvo un propósito ya sea para bien o para mal y todo fue parte de las decisiones que cada uno a tomado. Me alegra que vivieras y conocerás todo lo bueno de la vida. -explico sonriéndole con cariño mientras le regalaba una caricia en su mejilla.
-La mayoría... fue gracias a ti... -confeso Atem con una sonrisa apenada.
-De nada entonces -respondió con una sonrisa que expresaba la ternura que le causo el faraón con ese gesto. Este regreso su mirada al techo y suspiro.
-Te perdiste de mucho por mi... -comenzó a recriminarse a si mismo -No hiciste familia por... siempre estar a mi lado...
-Ustedes son mi familia -acoto sin ninguna duda en su voz y mirando a Atem con confusión ¿a qué venia eso tan repentinamente?
-No tuviste descendencia -volvió a decir molesto consigo mismo, Heba suspiro levemente.
-Si, tal vez no la tuve... -acepto antes de hacer que el faraón lo volteara a ver -pero pienso cuidar de la tuya hasta el final de mis días. -prometió con seguridad y cariño expresado en su voz.
-Jamás amaste... jamás saliste con alguien... en cambio yo sí, ame y amo a mi reina -dijo con algo de rabia, era un egoísta, siempre lo fue con Heba, no lo dejo ser feliz, pero hasta ahora que era el fin de sus días se estaba atreviendo a confesarlo, a decírselo a su mejor amigo, a su hermano a quien siempre estuvo a su lado sin siquiera quejarse de nada.
-Lo sé, yo soy el que mejor sabe eso -dijo con suavidad mientes le hacía mimos en el cabello a Atem, haciendo que este se relajara, siempre le había gustado que Heba lo mimara, desde niño, solo a él le permite hacerlo, solo con él se mostraba débil y desprotegida, solo a él se había abierto por completo, ni siquiera su reina a quien amo, lo conocía tan bien como Heba -y no debes preocuparte por mi Atem -hablo Heba, sacándolo de sus pensamientos -yo fui muy feliz de esta manera -le vio sonríele como solo el sabia, Atem sabía que significaban cada gesto, cada sonrisa que Heba hacia, podía saber cuándo mentía y cuando no, cuando algo le dolía en verdad y cuando no le importaba en lo más mínimo.
Ambos se conocía demasiado bien, sus caras, sus acciones o reacciones, incluso que hacía dormidos, podían hablarse con solo el poder mirarse directamente a los ojos, no necesitaban palabras, con solo una mirada un guiño o una señal se entendía, y bueno no por algo estuvieron juntos desde niños, Heba había estado a su lado desde que el tenia 7 años de edad, había sido un regalo para él, algo que en verdad agradeció y no se iba a cansar de agradecerle a los dioses. Miro fijamente a su acompañante y sonrió, él se veía tan joven y resplandeciente, como cuando eran adolescentes, si se veía mas maduro y sus facciones ligeramente mas marcadas, pero no perdia esa esencia traviesa e infantil que siempre había poseído. A pesar de eso, el maldito pensamiento de que era un egoísta no lo abandono.
-Pero... no conoces esta clase de amor... además... te quedaras solo... ya que ya no estaré aquí... por mi culpa, perdóname por favor -pidió con tristeza, la idea de dejar solo a Heba era lo que más le carcomía, no quería dejarlo, Heba jamás lo había dejado solo y ahora el sí lo hacía, eso era muy injusto.
-No, no, no... -negó rápidamente -no hay nada que perdonar, las cosas no son así como las crees Atem -dijo con algo de desesperación, lo que menos quería era que su faraón se culpara de algo que no tenía sentido.
-Sabes que si -murmuro con pesar, desviando su mirada a otra dirección que no fueran los ojos preocupados y tristes de Heba.
-Si ame y aun amo... -murmuro más para sí mismo, al Atem lo escucho y volteo a verlo algo sorprendido -a pesar de los años y de las circunstancias. Yo si ame a alguien y sé que lo seguiré amando hasta el final de mis días... -aseguro mientras desviaba la mirada sintiendo que sus mejillas se calentaban un poco, en verdad iba a decirlo, algo se calló por tanto años y que nadie jamás supo y jamás sabrían, pero ahora estaba en esa situación y no sabía qué hacer, no entendía por qué,, pero solo quería que Atem se fuera en paz y si era la única manera rompería la promesa que se hizo a si mismo de jamás revelar su secreto más profundo, tomo aire antes de mirar los ojos rubí directamente -Te Amo a ti...
- ¿Qué...? -murmuro sorprendido el faraón, tal vez había escuchado mal, pero... miro como Heba empezaba a sollozar, tratando inútilmente de cubrirse el rostro, pero la mano de Atem sujeta a las suyas se lo impedía, sonrió levemente al ver el rostro confuso de su faraón, pero a pesar de eso, las lagrimas no dejaron de salir de sus ojos.
-Te amo Atem -repitió mirándolo fijamente a los ojos, ambos pares, unos tristeza y llenos de lágrimas y otros confundidos, Atem supo que no metía, que le decía toda la verdad, pero, aun así... eso no...
-Heba yo... -murmuro Atem sin saber que decir en realidad, eso había sido una confesión que jamás se esperó, no de Heba, ver a su pequeño llorar no hacia mas que hacerlo sentir mal, odiaba ver llorar a Heba siempre lo detesto, y ahora este lloraba sin poder detenerse y lo peor, el era el culpable de esas lágrimas y ese dolor.
-No digas nada... solo escúchame -pidió el tricolor con una sonrisa cargada de tristeza -Siempre te he amado, desde la primera vez que te vi me cautivaste por completo -confeso limpiándose las lágrimas y tratando se frenar las que amenazaban con salir -no permanezco a tu lado solo por ser tu sirviente o algo así, sino porque te amo, te amo y quiero lo mejor para ti, siempre lo he deseado, además jure jamás dejarte solo y cuidarte de todo, de todos, aun si mi vida corría peligro -explico mientras acariciaba con delicadeza el rostro de Atem, detallando sus facciones.
- Pero... porque...
- ¿Por qué jamás te lo dije? -pregunto y este solo asintió, soltó un suspiro- Atem... tu y yo sabemos que sería imposible, por tres razones muy obvias. La primera; yo soy un esclavo, un simple sirviente y tú eras el príncipe el futuro faraón. La segunda; Una relación entre dos hombres no era bien vista. La tercera; Yo no podía darte un heredero, que el pueblo te iba a exigir tarde que temprano -explico alejando su mano el rostro ajeno y tomar su mano ahora -Esas eras las principales complicaciones que tendríamos... así que decidí callar, yo solo quería lo mejor para ti, lo mejor era que no supieras de mis sentimientos y que no me amaras, admito que me alegra saber... que no me equivoque en mi decisión -agrego con una sonrisa llena de alivio y tranquilidad.
Sabía que le había dolido y en muchas ocasiones lloro, pero el solo ver la sonrisa de Atem había hecho que todo, todo valiera la pena, el verlo feliz, el verlo convertirse en un gran faraón, verlo enamorado de la reina, que en paz descanse, el verlo tan feliz cuando se enteró que sería padre, todo eso hizo que soportara el hecho se no ser correspondido, el hecho de tenerle tan cerca y tan lejos, se sentía en ocasiones tonto con solo conformarse con poco, pero así eran las cosas y así lo había decidido el. No tenia nada de que quejarse y aun si lo tuviera no se quejaría.
-Mi felicidad... acosta de...
-Si... Tu felicidad acosta de la mía... -lo interrumpió antes de besar el dorso de su mano.
- ¿Por qué? -cuestiono confundido, lleno de dudas.
-Por qué Te Amo -respondió sin dudarlo - ¿porque más habría de ser? Así es al amor Atem, si tú eres feliz yo soy feliz -agrego sonriendo tiernamente, lo único que arruinaba su rostro, eran los rastros de las lágrimas.
-A pesar... de saber que...
-Que no me amabas, a pesar de verte feliz con otra persona, yo era feliz -suspiro un poco, sabía que sería difícil explicarle todo, pero ya lo había confesado, no podía echarse para atrás, además Atem debía irse en paz y haría lo que fuera necesario para que así fuera – Con solo verte feliz a ti.
- ¿Cómo...? -murmuro ya no queriendo hacer preguntas, pero, queriendo a la vez aclarar sus dudas y entender todo lo que Heba paso.
- ¿Cómo lo soporte? -pregunto con simpleza, recibiendo como respuesta un asentimiento, resoplo – Eso es simple... una vez se nos explico ¿recuerdas? La reina fue la que nos los dijo hace años, cuando éramos niños "Cuando amas a alguien quieres lo mejor para esa persona y deseas que sea feliz, aun si tu eres la causa de su felicidad..." Y yo en verdad fui muy feliz a tu lado, incluso de tu reina y no me arrepiento de nada
- ¿Ni siquiera de amarme? -pregunto con suavidad, casi un pequeño susurro.
-No, de eso jamás me podría arrepentir, aunque mi amor jamás fue correspondido y se que nunca lo será, no me arrepiento de haberme enamorado de ti, de amarte de esta manera, ya que mientras pueda verte feliz yo...
-Heba... Mi hermanito... -murmuro con dulzura Atem, sintiendo como su cuerpo se aligeraba, y sus ojos pesaban más de lo normal.
-Ahora lo sabes, espero que lo entiendes y no te culpes de nada, menos por no corresponderme, eso no importa ¿de acuerdo? Por que nada cambiaria -dijo limpiándose las lágrimas que de nuevo desbordaban sus ojos -solo quiero que estés en paz y puedas descansar, además como dije, no me arrepiento de nada.
-Gracias... por estar a mi lado
-No, al contrario, gracias a ti por permitírmelo
-Dame un beso – pido repentinamente, mirando directamente al tricolor, este le miro descolocado, creyendo que no lo había escuchado bien.
- ¿eh?
-Acepto tus sentimientos... -susurro mientras acercaba su mano temblorosa al mentón ajeno -aunque no los corresponda del todo
-Pero Atem... no es necesario Hermano -dijo Heba alejando su mano con suavidad, tratando de que el faraón se moviera lo menos posible.
-Por favor... quiero... irme en paz... -susurro mientras volvía a acercar su mano al mentón de Heba, haciendo un esfuerzo para atraer el rostro hacia él.
-Está bien -acepto Heba con resignación a ver que el terco de su faraón no iba a quedarse en paz hasta hacerlo.
Con suavidad se levanto un poco, para poder inclinarse cobre Atem y lentamente acercarse hasta unir sus labios, el roce fue suave y delicado, pero cargado de sentimiento, por parte de uno era cariño y aprecio, mientras que del otro era una profundo amor, a esa unión de labios hubo un instante en el que un sabor salado llego e hizo que se separaran con lentitud, se miraron a los ojos, notando como ahora ambos lloraba, Heba se llevó los dedos a sus labios y no pudo evitar soltar una risita a pesar de sus lágrimas.
- ¿Qué? -pregunto Atem al verlo reír.
-Recordé... -dijo con una sonrisa y lo miro -cuando me robaste mi primer beso.
-Éramos tan solo unos niños -dijo Atem mientras sonreía e intentaba riese al recordarlo.
-Lo sé, tu querías aprender a besar -recordó Heba mientras tomaba la mano de Atem nuevamente y lo miraba con ternura -pero nadie te quería enseñar
-Si, lo recuerdo bien -dijo Atem sonriendo, cerro los ojos ya que esperaba a sentirse muy cansado, su cuerpo se alegraba cada vez más y sus ojos pesaban demasiado, Ya era la hora, podía escuchar el aleto de su padre RA que había llegado a su ventana, podía sentirlo, estaba allí, venia por él, ya era la hora de irse, le dolía, no quería irse sin Heba, pero no había alternativo, suspiro una ultima vez antes de... - Heba...
-Atem... -escucho su voz cada vez mas lejana, con su último aliento y fuerza apretó la mano de Heba y sonrió levemente.
Este... era su adiós...
-Te quiero... -susurro, antes de tomar la mano de RA para irse, para irse con los demás y esperar que su querido Heba algún día llegara.
-Te Amo... -susurro Heba mientras las lágrimas salían de nuevo por sus ojos, pero repentinamente la presión que sentía en sus manos, había desaparecido -¿Atem? -lo llamo y lo observo con los ojos cerrados y una expresión de paz -¡¿Atem?! – lo volvió a llamar, pero este no se movió, se enderezo con prisa, sin soltar su mano - ATEM -lo volvió a llamar apretando con fuerza la mano ajena entre las suyas mientras de sus bellos orbes rodaban lagrimas gruesas y esta vez no tenían control -¡ATEM! – grito con todas sus fuerza, solo escucho como se abría la puerta abruptamente y todos entraban con prisa, y la escena que vieron les rompió el corazón.
Un pequeño tricolor que lloraba sin control a lado de la cama del faraón, tanto como los hijos y sirvientes lloraron por la perdida del monarca, esa noche se había perdido un líder, un monarca, un gran faraón, un gran padre, y para el tricolor esa noche perdió a su mejor amigo, su compañero, su hermano... el amor de su vida...
Heba lloro y lloro... lloro por su perdida, lloro de felicidad por que su amado iba a descansar en paz, lloro por que en su mente lo imaginaba en su descanso eterno que encontraba s u familia y amigos y a su reina, lloro por qué no lo volvería ver... lloro y rezo para que estuviera bien, en el lugar en el que se encontrara ahora...
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-Descansa en paz... -susurro con una triste sonrisa mientras se arrodillaba frente al sarcófago -que acaba de ser colocado en el interior de la tumba -Mi faraón... -dijo con suavidad, cerro con delicadeza la tumba y esta fue sellada -Mi querido Atem... -una lagrima traicionare bajo por su mejilla.
-No olvides que siempre te amare...
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Buaaaa... si yo, llore mientras lo escribía, ya mientras lo editaba ya no tanto, además de que lo hacia mientras peleaba con mi hermano n.nU
En fin, pense en TAL VEZ hacer una 2da parte, corta pero hacerla, solo que esta seria tal vez Puzzle, asi como sus reencarnaciones o algo asi, pero no se, ¿que opinan?
Le agradezco a mi querida amiga Dany_Neko que me ayudo con el titulo enserio gracias te adoro. 💙
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