—Sabes bien que no todo mi tiempo está destinado a ti, Nico. 

  El Italiano parpadeó, haciendo una mueca.

—Es porque no quieres pasar tiempo conmigo, te aburro.

—Es porque no puedo pasar tiempo contigo y lo sabes.

—No quieres.

—No puedo.

—No quieres.

—No, Nico, ¡entiende!—el rubio jaló unos de sus cortos mechones dorados—. Tengo otras cosas que hacer...

—Otras personas por las que preocuparte. Personas más importantes, tal vez.

  Will parpadeó, su mueca cambiando a una de enojo verdadero y sus ojos azules oscureciéndose.

—No vuelvas a pensar eso, jamás. Eres importante y...

—¡¿Por qué no quieres aceptar que soy solo alguien más, que en realidad tienes más y mejores cosas por las que preocuparte?!—realmente no se sentían sus palabras, era como si el hecho de que su mejor amigo pasaba menos y menos tiempo con él cada semana y el dolor de la pérdida reciente de su hermana se hubieran unido contra él para alejar a la gente que más quería—. Vamos, ¡¡dilo!!

  Por unos segundos sólo se quedó el eco de su grito resonando en las paredes llenas de azulejos del salón donde se encontraban, y después...

—Esta bien, como quieras—Will tomó su mochila y se la echó al hombro—. Tengo muchas más y mejores cosas por las que preocuparme, Nico.

  Nico ni siquiera intentó detenerlo cuando salió, dando grandes pisotones y echando humo por las orejas.

  Una vez que el rubio estuvo fuera del salón y sus pasos ya no se escuchaban en la distancia se permitió golpearse la cabeza repetidas veces contra una mesa cercana y enterrar la cara en los brazos.

  No pudo evitar sentirse como un idiota porque Will tenía razón, había muchas más y mejores cosas por las que preocuparse. Y tal vez, sólo tal vez, había sido un poco egoísta de su parte demandar atención excesiva de su mejor amigo a sabiendas de que él estaba obligado a ayudar a los demás.

  Empezó a juguetear con la pequeña cadena de su brazalete, los ecos de niños corriendo en el pasillo para salir a jugar con todos sus amigos resonando en sus oídos.

  Entonces la realidad le pegó como un ladrillo, Will no solamente era su mejor amigo.

  Will era su único amigo.