¿Qué tan difícil fue amar? ¿Qué tan difícil fue para ti comprenderlo? No me explico cómo alguien, tan bello en el exterior, esté muerto por dentro. ¿Por qué viniste a mí fingiendo infinidad de sentimientos, aquellos que jurabas tener por mí, porque te parecían lo más bello del universo? ¿Por qué viniste a mí, a tomar mi mano, a decirme "te amo", pero todo con engaño?

Yo soy más real que la sangre que corre por tus venas. Soy más real que todo aquello que por tus ojos entra, pero tú, tú eres menos que una diminuta bacteria, porque no sabes ni lo que deseas. Yo sí demostré lo que soy con transparencia; yo demostré amor, incluso si tú, cegado por la mentira, no lo veías. Qué feo eres, porque finges todo aquello que no eres. Yo espero, con el amor que nace en mi alma, que algún día todo aquello gris y opaco que albergas ahí dentro, en el vacío que dices llamar corazón, florezca como un campo de girasoles cuando el astro rey se asoma allá, en el horizonte.

No confundas mi amor con olvido. Porque amar no significa volver. Es por eso que sé con seguridad que yo amo. Porque te solté, porque te dejé ir, porque amar no significa olvidar. Y yo me amo, y recordé que soy primero, incluso por delante de todo. Porque yo jamás me olvidé de mí.

Amar no es difícil para aquellos que lo buscan; es difícil cuando no hay una meta que seguir, cuando no se sabe lo que se anhela. Amar jamás fue difícil; simplemente eras tú, un ignorante que va por la vida sin rumbo fijo. Ojalá algún día lo comprendas, pero será muy tarde para ti. Porque yo me habré ido, porque yo sí comprendí el significado de amar, porque para mí no fue difícil.