CAPITULO 7
Taehyung se encontraba en el aeropuerto de Los Ángeles, miró su teléfono, tenía 8 llamadas perdidas de su 'padre' y una entrante.
Contestó solo para que él dejara de joder.
"¿Qué quieres?"
"¿Dónde mierda estás Taehyung? Es medio día, llevas horas fuera"
"No te interesa saber"
"Después de todo lo que he hecho por tí, ¿y me pagas con esto? Yo te adopté, merezco respeto. ¡Soy tu padre!
"No, mi padre murió asesinado cuando yo estaba pequeño. Tú solo eres mi padre provisional"
"Idiota, ¡tú y Esme son iguales! Pero te voy a encontrar y sabrás lo que es sufrir"
"Trata de hacerlo Daniel, trata de hacerlo" colgó.
Su padre adoptivo era un asco, su vida entera lo era. Había escapado de esa casa, solo había empacado cosas de valor, ropa y un poco de efectivo.
"Pasajeros con destino a Carolina del Norte favor de dirigirse a la puerta 3, repito, pasajeros con destino a Carolina del Norte favor de dirigirse a la puerta 3. Gracias"
Taehyung se levantó del asiento y se acercó a la puerta para abordar su avión, ya estando arriba y el avión por despegar se dió cuenta que no tenía a dónde ir. Necesitaba que alguien lo recogiera o mínimo supiera que iba hacia allá.
Marcó al número que tenía agendado como Yoongi, después de 2 tonos este contestó.
"¿Hola?"
Vaya, la voz de Yoongi no había cambiado mucho, Taehyung sonrió para después contestar.
"¡Yoongi!"
"¿Quién eres y como sabes mi nombre?"
"¿No me recuerdas? Soy Taehyung. El niño del orfanato"
"¿Es una broma? Detesto las bromas"
"¿Tu crees que haría una broma de ese nivel? Recuérdame, jugábamos con otros dos niños en el parque. Y tú me defendías de los matones"
"No puede ser, pero qué-"
"Te cuento rápido, volveré a la ciudad y quería saber si podríamos vernos"
"¿Vendrás?"
Debía mentir.
"Estoy becado, es una larga historia. ¿Estás libre hoy en la noche?"
"¿Tan cerca estás?"
"Llego entre las siete y las nueve"
Hubo un silencio antes que el mayor volviera a contestar.
"Te veo en la noche, iré por tí al aeropuerto"
"¿Enserio? ¡Eres un sol! Por cierto, ¿sabes dónde hay un hotel económico cerca?"
"¿Ah?"
"No tengo donde quedarme"
"Yo me encargo de eso"
"¡Gracias!"
"Avisando de último momento, como siempre"
"Por supuesto, debo colgarte. Que gusto hablar contigo"
"Igualmente, adiós"
¿Cómo consiguió su teléfono? Pues un amigo de su ex, es vecino de la mejor amiga del primo de Yoongi, así que pudo tener su teléfono. Lo guardó mucho tiempo por alguna emergencia.
Ahora tenía a alguien esperando por él. Extrañaba ese lugar. El avión despegó, la aeromoza le dió una bolsa de comida clase turista al chico, él agradeció y se la comió mientras veía por la ventanilla la ciudad.
Por fin volvería a donde pertenecía.
Y si, llegó a Carolina del Norte a las 7:00 pm. Lo primero que hizo en el aeropuerto fué buscar con la mirada a Yoongi pero no lo encontraba, veía a algunas familias y parejas pero nada.
Después de unos minutos creyó haberlo visto. Estaba de pie junto a unas sillas, vestido totalmente de negro.
"¡Yoongi!" El menor lanzó las maletas al suelo y se aventó a los brazos del pelinegro provocando que casi se cayeran ambos "Eres tú...te extrañé tanto"
"¿Taehyung? Haz cambiado niño"
Yoongi alejó el rostro de Taehyung del suyo para poder verlo más a detalle. El chico era más alto que él, además seguía teniendo su cabello un poco ondulado y castaño, su sonrisa era igual pero sus facciones eran más marcadas causa de la pubertad, sumando que su piel se veía color canela por el calor de Los Ángeles.
Había cambiado un poco pero seguía siendo su pequeño del orfanato.
Ambos se abrazaron nuevamente, lágrimas de emoción salían de los ojos de ambos. La gente a su alrededor los miraba extraño, no era normal ver a dos hombres abrazados y llorando. Tenían tantas cosas que decirse, tanto que contar, tantas historias que mencionar que no sabían por dónde iniciar. Estuvieron así unos minutos antes de despegarse y ver sus ojos, ambos los tenían rojos e hinchados, además de la nariz igualmente roja.
Yoongi se limpió las lágrimas con su sudadera y ayudó a Tae a cargar su maleta; los dos salieron del aeropuerto en busca de un taxi.
"Bien...¿donde me quedaré? Dijiste que te encargarías de eso"
"Serás mi roomie"
"¿Roomie?
Yoongi le sonrió a Tae antes de que llegara un taxi y subieran a él.
Llegando al edificio Yoongi le mostró a Tae el departamento. Era un lugar pequeño a comparación de la mansión donde vivía antes, pero le gustaba.
Tae fue a lo que sería su habitación, cuando llegó a su cama se aventó al colchón mirando al techo. Sería un nuevo inicio, el chico cerró sus ojos y sin darse cuenta en cuestión de segundos cayó en los brazos de morfeo.
"¿Entonces, una fiesta?"
"Si, Jimin me invitó a una fiesta y yo te invito a tí"
Taehyung estaba cenando cereal mientras veía como Yoongi terminaba una llamada con Jimin, Dios tenía años sin verlo. ¿Habrá cambiado mucho?
Al parecer lo habían invitado a la fiesta de un tal Terry. No negaría que tenías ganas de ir a la fiesta, pero llevaba ahí un tiempo aceptable y estaba atrasado académicamente. Debía de estudiar para cuando regrese a clases esté fresco como lechuga.
"No puedo ir, debo estudiar"
"Pero son vacaciones, puedes estudiar mañana"
"Pero estoy becado, debo tener buena calificación si quiero seguir aquí"
"Bien, si no vas yo tampoco voy" Yoongi se aventó al sillón mientras le mandaba un mensaje al rubio negando la invitación.
"¿Prefieres no ir a la fiesta que ir solo?"
"¿Qué sentido tiene ir si haré un mal tercio?"
"¿Mal tercio?"
"Irá Jungkook con él, así que no quiero hacer mal tercio" Yoongi dejó el teléfono y empezó a ver la televisión.
"Tengo tiempo sin verlos, vamos"
"¿Enserio? Pero acabas de decir que no"
"Olvídalo, ya quiero ir" Taehyung se levantó del sillón dejando su plato de cereal en la mesa dirigiéndose al baño.
"Es tarde"
"¿Yo dejo todo a última hora no?" seguido de eso el menor se metió a la ducha. Llegarían tarde pero seguros.
En la fiesta vieron un completo desastre. Gente vomitando por todos lados, unos tipos peleando por otro lado, incluso vieron a dos personas teniendo sexo detrás de unos arbustos.
El castaño llegó con el cumpleañero y lo felicitó.
"¡Feliz cumpleaños Tomás!" El chico lo abrazó y le dió de regalo un perfume que le había robado a Daniel antes de irse. Mínimo debía servir de algo el estúpido perfume.
El menor se aburrió de buscar a los otros así que empezó a bailar y cantar las canciones que sonaban. Hasta que inició Wannabe de Spice Girls, ¡esa era su canción! La empezó a bailar con toda su energía mientras veía como un chico pelinegro bailaba solo, le dió un poco de lástima al pobre; así que se acercó para bailar con él para que ya no estuviera solo.
Empezaron a bailar y cantar, más Taehyung vió como el chico trataba de hablarle, estaba tan ebrio que no podría vocalizar bien. Quizá estaba cerrando ciclos. ¿Tan roto debe estar su corazón para tomar así?
Iba a irse pero vió como el pelinegro tenía ganas de vomitar, así que lo ayudó a ir al baño. Estuvo esperando pacientemente por diez minutos hasta que el otro decidió salir, estaba peor que como entró.
"¿PueDo sabeR el nOooombree de mi salva" hipo "salvador?"
Taehyung no respondió, quizá lo iba a investigar. El pelinegro al ver cómo no respondía decidió sacar su teléfono para tratar de tener una foto juntos.
Tenía miedo, quizá con eso lo secuestraba y su última foto sería con el desconocido ebrio. Ya imagina su cara en las noticias del país.
Después de la foto el joven quería volver a hablar pero apenas y abrió la boca se desmayó. A veces se preguntaba cómo es posible meterse en tantos problemas.
El moreno cargó al joven como costal de cemento, sacándolo de la fiesta y alejándolo del humo de cigarro que había dentro. Lo dejó acostado de lado en el césped afuera de la casa. Esperaba que no se vomitara o si lo hacía al menos no se ahogara en su vómito, en dado caso de morirse tenía un bosque cerca, así que podría aventar el cuerpo ahí.
Pasaron 50 minutos cuando Yoongi los encontró, llegó hasta él junto con un chico rubio de su misma estatura.
"¿Que pasó aquí?"
"Estábamos bailando, luego lo ayudé a ir al baño, el vómito y se desmayó"
El rubio se acercó al pelinegro para verlo más de cerca.
"¿Jungkook? Dios, sabía que era mala idea traerlo. Al menos sigue vivo"
¿Jungkook?
"Es un maldito impulsivo, toma un poco y ya no para. Deberían de coserle la boca para ver si así deja de tomar" Yoongi se alejó de ellos mientras marcaba a un taxi para que los recogiera.
"¿Él es Jungkook?...entonces tú..."
El rubio miró fijamente al castaño durante unos segundos inspeccionandolo, ¿acaso sería él?
"¿Taehyung?"
Ambos estaban en shock, no era la mejor manera de reencontrarse pero lo habían logrado. Jimin se lanzó a él provocando que ambos cayeran al pasto, se abrazaron como si su vida dependiera de ello.
"No puedo creer que estés aquí"
"Te extrañé Jimin"
Ambos rodaban por el pasto mientras se abrazan fuertemente, por suerte el castaño estaba sobrio y Jimin había tomado poco, así ambos podrán recordar ese momento por siempre. Ambos lloraron de emoción, bueno...los dos eran unos llorones por naturaleza.
Minutos después llegó un taxi, Taehyung subió al azabache en la parte trasera del auto y se sentó al lado mientras que Yoongi se sentó en la parte del copito. El rubio se iría en su auto.
Cuando por fin llegaron al departamento Taehyung cargó a Kook a la habitación donde él dormía. Yoongi iba detrás cargando unas cobijas para taparlo y Jimin cerraba la puerta de la entrada. Después de acostarlo de lado y taparlo, todos salieron de la habitación para ir a la sala.
Demasiada casualidad verlos a todos. Los tres chicos empezaron a platicar mientras reían y volvían a llorar de felicidad, emoción, tristeza, nostalgia, melancolía y serenidad; una ensalada de emociones que ninguno sabía cómo contener o controlar.
Se hizo media noche y Jimin se tuvo que retirar prometiendo que volvería a la mañana siguiente por el menor. Los otros chicos le dijeron que se quedara a dormir porque era peligroso salir a esa hora, pero Jimin se negó, así que se terminó yendo a casa.
Esa noche Kim durmió en la sala, aunque no le importaba. Estar bajo el mismo techo que Jungkook lo hacía feliz, quería poder hablarle mañana y abrazarlo para decirle lo mucho que había sufrido sin su presencia, lo mucho que le hacía falta y lo mucho que lo había extrañado.
Al día siguiente Taehyung se despertó temprano, se dirigió al refrigerador. La comida se agotaba. Debía trabajar, no podía vivir de gratis por siempre, él ya había dicho que buscaría empleo pero Yoongi se negó diciendo "Enfócate en estudiar, yo me encargo de los gastos de la casa". Pero no, él también debía apoyar.
Vió el periódico, había varios lugares donde buscaban empleado, tocaron la puerta.
"Jimin"
"Hola" ambos se abrazaron en el marco de la puerta.
"¿Por qué se abrazan en mi casa?"
"¡Yoongi despertaste! Pensé que habías muerto"
"Que gracioso Taehyung"
Jimin se acercó a él "¿Quieres un abrazo también?" el pelinegro se alejó.
"No hagas cosas así"
Los menores empezaron a reírse, era gracioso molestarlo porque a él no le gustaba 'jotear', en cambio a ellos sí. Iban a seguirle el cuento pero se escuchó un sonido en seco donde dormía Kook.
"Yo voy" el moreno fué a su habitación y abrió la puerta lentamente llevándose la sorpresa que Jungkook estaba tirado en el suelo envuelto en las sábanas.
Quería tomarle una foto como recuerdo.
"¿Jimin?" La voz del menor sonaba adormilada y un tanto cansada a consecuencia del alcohol consumido el día anterior.
"Yo me encargo" el rubio se agachó con el menor y Taehyung se alejó lentamente. Llendo con Yoongi nuevamente.
"Buscaré empleo"
"¿Empleo? Te dije que estudies"
"Pero te quiero ayudar, de hecho debo irme ahora mismo. Te veo después"
Taehyung agarró una manzana y salió del departamento en busca de un trabajo. Debía ayudar a su amigo con eso, se sentía una carga para él. Además quería ser un poco más independiente, si no iba a pagar renta mínimo debía ayudar a llevar comida, lo que había no duraría ni dos días.
El día transcurrió y nunca creyó que fuera tan complicado buscar un empleo. Estaba sufriendo.
Se sentó en una banca y empezó a comer un trozo de pizza de dólar que había comprado en un puesto callejero. No sabía mal, pero no esperaba algo mejor por el precio.
Miró hacia el frente encontrándose con unos niños jugando, lucían tan felices corriendo de un lado a otro, le trajo una sensación de nostalgia a su cuerpo.
Su temporada en el orfanato era triste, pero unos pequeños niños habían alegrado su estancia ahí. Ahora los había vuelto a ver, tenía una segunda oportunidad de demostrarles que los quería a su lado. No volvería a alejarse de ellos. No de nuevo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro