Es sábado, uno de los días más aburridos para mí. Mi tío me pidió que fuera a abrir yo el drink que él tenía iría a verse con unos amigos que llegaron de EE.UU. yo le dije 'vale' de todas formas tenía que ponerme a estudiar para los exámenes de la semana siguiente y preparar trabajos finales. Solo ansiaba el momento en que se acabara el año para poder descansar y liberar mi mente, sentía que no era solo esclava de mi tío, sino que de la Uní también.

Así que, después de prepararme unos tostones, con queso frito, salami, cebolla con vinagre también un jugo limón frío me dirigí a abrir el drink a las dos y cuarenta. Cuando llegué que ya eran las tres me sorprendí de que ya estaba allí el hombre rutinario del lugar. Me saludó, me hizo conversación de que iba a relajarse allá porque trabajaba toda la semana de site a cinco y también tenía un trabajo extra por la noche, eso me hizo sentir comprendida, le dije que también trabajaba doble, además del drink en la semana trabajaba también él me pregunto si es que no estudiaba, le dije que sí le conté en qué Uní estudiaba mientras él me ayudaba a sacar las mesas y sillas para ponerlas fuera del drink, limpie a dentro mientras mis compañeros comenzaban a llegar y atender unos pocos clientes, el señor salió afuera pero me continuó observando.

Lo que me faltaba, es que ese día mis compañeros estaban más empeñados en unirme al señor, tomaban algunos pedidos para que yo no lo hiciera y atendiera al señor. Incluso, uno de mis compañeros le pregunto qué pensaba de mí y el señor contesto que yo le parecía hermosa y trabajadora, que me admiraba. Esas palabras no salieron de mi cabeza, al oírlas de boca de mi amigo me sonroje, toda la noche estuve evitando la mirada del señor, pero me acerque cuando recogí valor y le pregunte si en verdad pensaba esas cosas de mí. Nadie me había dicho esas palabras, entonces me desconcertó más cuando me dijo que tenía mucho valor para estar trabajando ahí además de estudiar, que le parecía una gran mujer. Eso fue demasiado en verdad, creo que estaba borracho, pero se escuchó tan sincero más que lo dijo viéndome a los ojos.