🌻 Uno 🌻
❝ 𝙀𝙡 𝙃𝙖𝙢𝙤𝙣. ❞
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Caesar Zeppeli era un joven demasiado apuesto, su trabajo era atender una tienda de flores, en su tiempo libre le gustaba entrenar el Hamon que le enseñó la señorita Lisa Lisa y soplar sus burbujas entre los girasoles que se encontraban cerca del campo donde vivía. Quería ser un bioquímico, así que se mataba mucho en sus estudios para quedar un una de las mejores universidades. Vivía en Venecia, Italia. Su edad era de 17 años.
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Llevaba una gabardina blanca con unos pantalones del mismo color, el clima no era el mejor porque llovía y su ropa se ensuciaba con facilidad, soltó un bufido, miro la hora en su reloj y faltaba 5 minutos para que entrara a clases, camino a paso veloz tratando de no llegar tarde.
Cuando sono la chicharra apenas había pisado su salón de clases. Suspiro aliviado y tomo asiento en su habitual asiento que se encontraba hasta el final del salón. Algunas chicas lo saludaron y este les devolvió el saludo con una sonrisa. Se quito su fina gabardina para ponerla en la silla para que se secará por el agua que la mojo. Sintió el frío calar en su piel pero le restó importancia. Una chica de cabello gris se acerco a él.
—¡Caesar! Casi llegas tarde.
—Lo sé, la lluvia me retrasó— comienza a sacar su material para la clase, la joven lo observa y mira hacía la puerta.
—Dicen que habrá alguien nuevo— sonríe con picardía, —¿Y si es un chico? ¡Podría ser muy apuesto!— chilla emocionada, Zeppeli rueda los ojos tratando de ignorar lo que dijo.
—Ojalá y sea una persona agradable y no problemática, es lo que le falta a esta escuela— saca unas mentitas de su bolsillo, estira el empaque para ofrecerle a la chica, toma una y se lo mete a la boca.
—Te dejo, Caesar, no tarda en llegar el profesor— se alejo hacía el otro lado del salón donde estaba su asiento.
Aquella chica se llama Lia Gatti, sus ojos eran color grises y grandes, sus labios siempre los pintaba color magenta, siempre lleva su cabello gris agarrado en una coleta. Su padre es italiano pero su madre española, así que su acento es algo gracioso.
Todos tomaron asiento ya que había llegado el profesor, este hizo una señal hacía la puerta, una figura masculina entro por esa puerta. Caesar abrió la boca al ver al chico tan mamado que estaba parado ahí. Aquel chico llevaba una arrogante sonrisa y sus ojos verdes resaltaban mucho. Sus cejas se hundieron preguntándose a si mismo.
《¿Cuántas esteroides toma este hombre para que esté así?》
El castaño sintió la mirada de aquel rubio que se encontraba en la esquina del final del salón, se miraron fijamente haciendo que Caesar se volteara por aquella mirada algo pesada. El profesor callo a unas chicas que murmuraban cosas del nuevo chico.
《¡Pero que guapo es!》
《¡Es igual de apuesto que Caesar!》
Caesar frunció el ceño, no era verdad, él era más apuesto que ese maldito chico que parecía todo un arrogante.
—Hoy un nuevo chico se intengra al salón de clases, ¿Cuál es tu nombre jovencito?
—Joseph Joestar— lleva sus manos hacía su nuca sonriendo picaramente, —pero para los amigos soy Jojo.
—Bueno, señor Joestar, un gusto. ¿Podría platicamos un poco de donde viene y que quisiera estudiar?— pregunta con interés el profesor.
—Soy de New York, tuve que venir a Venecia por negocios de mis abuelos— se encoge de hombros, —así que me quedaré un buen tiempo aquí. Quisiera ser piloto como mi padre.
—Suena que tiene una vida llena de viajes. En fin, como la mayoría de lugares están ocupados puede sentarse en...— busca lugares vacíos y algunas chicas gritan que Joseph se siente con una de ellas, como veía solo a Zeppeli se le ocurrió la maravillosa idea de sentarlo con él ya que era un buen muchacho y podría ayudarle en cualquier cosa ya que es un buen caballero, —tome asiento con el señor Zeppeli que se encuentra hasta el final del salón.
Cuando escucho su apellido pronunciarse levantó la mirada con confusión, ¿por qué quería que se sentará con él? Trago saliva y vio como se acercaba Joseph, el castaño dejo su mochila en el suelo y tomo asiento junto al rubio. Caesar dio un suspiro.
—Hola, soy Caesar Zeppeli— se presento educadamente, Joseph hizo un puchero y lo ignoro.
《Mamma mía, será difícil llevarme con él》
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El día se mantuvo con nubes grises que amenazaban con soltar gotas de lluvia nuevamente. Aunque no fuera el mejor día, las chicas acosaban a Joseph, algunas querían enseñarles la gran escuela, otras lo invitaban a que se sentará en el receso para desayunar o unas simplemente le hacían preguntas o cumplidos. Aunque Joseph ya estaba harto de toda la atención de ellas, no dijo nada, solamente negaba aquellas propuestas y les daba las gracias por sus halagos.
Caesar miraba desde lo lejos a Jojo, comía lasaña que hizo su madre ayer en la cena mientras que tenía a un lado a Lia que comía una ensalada Caesar, se encontraban sentados en la fuente del jardín de la escuela.
—Caesar, ¿Por qué te pusieron como la ensalada?— pregunto divertida Lia, el contrario la miro con una sonrisa.
—Es que soy demasiado delicioso como la ensalada— le respondió, de nuevo su mirada se puso en Joseph. Lia se dio cuenta y aclaro su garganta llamando la atención de nuestro Caesar.
—Se nota que te quito tus seguidoras Joestar— lleva una hoja de lechuga a su boca.
—Claro que no, solamente me da curiosidad aquel chico, siento que será un dolor de cabeza, solo míralo.
Lia rueda los ojos. —No le veo nada malo a Jojo. Parece un tío divertido y atractivo.
A lo lejos Joseph comienza a correr hacía ellos gritando.
—¡Nigerundayo!
Las chicas corren hacía él, se para enfrente de Caesar.
—Shizaaaaa, ayúdame con esas perras locas— se esconde detrás de él. Caesar se queda confundido por lo que dijo Jojo.
—Chicas, ¿Por qué no dejan tranquilo a Joseph? Lo agobian con sus voces chillonas.
—¡Pero Caesar!— la interrumpe.
—Dije que lo dejen en paz.
—Vámonos chicas, Caesar tiene razón— se dan la vuelta y caminan lejos de ahí.
Este se asoma desde la espalda del rubio confirmando si se fueron aquellas chicas molestas. Da un suspiro de alivio y se sienta a un lado de Zeppeli.
—Gracias por salvarme de ellas— su mirada se desvía algo avergonzado.
—No es nada, JoJo— sigue comiendo su lasaña.
—¿Puedo estar con ustedes? Por culpa de ellas no he probado bocado de mi desayuno— pone su lonchera en sus piernas para sacar sus cosas.
—Claro— le contesta Lia amable.
—Gracias, señorita— le sonríe.
Caesar mira a Lia con una ceja levantada y un puchero, esta se encoge de hombros.
Joseph saca su spaghetti con tinta de calamar y una botella de agua natural. Comen los tres callados mientras ven a unos que juegan en la cancha vóleibol y otros caminando mientras hablan.
Caesar comía algo tenso por la presencia de Joseph, sentía algo raro en él y sentía que lo conocía.
—Oye, Joseph— la mirada del nombrado viaja a Lia, —pareces un tipo muy divertido.
—Es que lo soy, y tu próxima línea dirás "y muy apuesto también.
—Y muy apuesto también— esta lo mira sorprendida, —¡Joder, Jojo! ¿Acaso ves el futuro?
—No, bueno fuera— come su spaghetti haciendo que su boca se ponga negra. Hace unos gestos de satisfacción.
Caesar ve el cielo perdiéndose en la conversación de las personas que tiene a un lado. Pensaba en que podrían coincidir Joseph y él, sentía aquella conexión con el castaño. ¿Vidas pasadas? ¿Alguna vez se conocieron cuando fueron niños? ¿Tal vez sus parientes se llevaban con los parientes de Jojo? No lo sabía y eso le daba mucha intriga. Su mirada se quito del cielo pasándola en los ojos verdosos de Joseph.
《 Pareces un chico misterioso. Quiero saber más de ti, Jojo.》
—Tengo pregunta— hablo después de un rato Cesar, Joseph arqueó una ceja intrigado por lo que preguntaría el rubio, —¿Sabes que es el Hamon?
Joseph casi escupe la pasta, su abuelo entrena el Hamon para seguir manteniéndose un poco más joven. Algunas veces entrenaba con él pero no le veía tan importante. Aunque alguna vez el abuelo le conto como conoció el Hamon y gracias a él casi derrotaron al vampiro Dio Brando, hermanastro de Jonathan Joestar.
También le conto que pocas personas saben del Hamon y como utilizarlo.
Caesar era la primera persona fuera de su familia que oía hablar de ello.
—Si, mi abuelo lo conoce al igual que yo y mi familia. Yo no lo entreno pero me se algunos trucos con él— guiña el ojo, —chequea esto, Caesar.
El tenedor con pasta le comienza a salir algunas chispas haciendo que la pasta se ponga dura y tome la forma de un palito. Este lanza la pasta en forma de palitos haciendo que aterricen en una botella de vidrio rompiendola en pedazos.
Caesar por un momento se sorprende pero se ríe de aquello.
—Eso no es nada, yo puedo hacer esto.
Deja a un lado su desayuno, se pone de pie y estira los brazos haciendo que salgan muchas burbujas, las burbujas se acercan a Jojo y lo envuelven haciendo que quede dentro de una burbuja gigante, el castaño queda impactado por lo que hizo.
—Oh, my god!
Estalla la burbuja y moja el cabello de Joseph haciendo que se enoje, duraba mucho para que su cabello tomará aquella forma. Frunce el ceño y se sienta en la orilla de aquella fuente.
—Arruinaste mi cabello, Zeppeli.
—Lo-lo siento, pero admite que mis burbujas con el Hamon son fantásticas.
—Eso no lo negaré, Shiza.
Lia sonrió, sentía que estos dos se iban a llevar bastante bien, hacían cosas parecidas.
Su primera conexión fue con el hamon y con sus ojos verdes. ¿Con que más iban a conectarse?
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¡Hola!
Sino me conoces, me presento
¡
Soy Bliss_uwu o Bananie, pueden llamarme la Banana también ♡.
¡En fin!
Ojalá les guste este proyecto que estoy haciendo con mis queridísimos Caesar y Joseph. Son unos de mis personajes favoritos en el anime y manga.
¿Cuáles son los tuyos?
Pueden dejar sus críticas.
Perdonen si ven faltas de ortografía D:
No soy muy buena, así que alguien me quiere ayudar editar eso, me sentiría muy feliz. QwQ ♡
Me despido. 3: ♡
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