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🌻 Ocho 🌻

❝𝙈𝙞𝙤 𝙗𝙚𝙡𝙡𝙞𝙨𝙨𝙞𝙢𝙤 𝘼𝙣𝙜𝙚𝙡𝙤❞

❝𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒆𝒅𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒂 𝒍𝒂 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 sweetmacarroni

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Las dos próximas semanas se volvieron un infierno ya que se encontraban evaluando los profesores. Caesar pidió dos semanas de descanso para poder concentrarse en los proyectos y estudiar sin ser interrumpido, la persona que era dueña de la florería y la señorita Lisa Lisa le otorgaron el permiso de faltar aquellas semanas.

La rutina del Zeppeli era levantarse para ir a la escuela, desayunar junto a sus padres, caminar junto con Lia, tener sus respectivas clases y aguantar al insoportable de su amigo-novio. Aunque todavía no hablaban de lo ocurrido hace días se seguían llevando como siempre aunque con algunos sonrojos, roces y miradas seductoras. Cuando salían de la escuela se dirigían los tres adolescentes a la casa de los Zeppeli para terminar sus proyectos y cuidar del pollito.

Hubo días en que JoJo no podía ir a casa de Caesar poniendo de pretexto que su abuela Erina lo ocupaba saliendo de la escuela. Le restaron importancia y siguieron con los proyectos pendientes.

Los padres de Lia llegaron el viernes por la noche y recogieron a su hija, les entregaron regalos típicos de la India como agradecimiento, algunas cosas que llevaba era té, algunas joyas, algunos dulces, etcétera.

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La mañana comenzó tranquila, los pájaros se encontraban cantando con felicidad, los rayos del Sol entraban por los ventanales del cuarto de Caesar quién se encontraba envuelto en sus cobertores durmiento tan profundamente.

Aprovecharía parte del día para poder dormir para poder recargar sus energías que gasto estás dos últimas semanas.

Alguien toco la puerta, aquello a Quinn se le hizo extraño ya que no esperaban a ninguna visita. Salió de la cocina dónde se encontraba preparando su desayuno y se dirigió a la puerta principal para averiguar quién era. Con delicadeza abre la puerta y se sorprende a quién tiene enfrente.

—Buenos días, señora Zeppeli.

—¡Joseph! Que gusto verte después de días— dijo la señora Zeppeli, se hizo a un lado para que pasará el más alto —. Pasa con confianza, querido.

—Gracias, Quinn— pasa y la contraria cierra la puerta —. Por cierto, ¿se encuentra Caesar?— su vista recorren las escaleras donde llevan a las habitaciones de arriba tratando de ver si baja el rubio.

—Si, pero se encuentra durmiendo— Da un pequeño suspiro, después se dirige a la cocina y por detrás el castaño la sigue—. Me temo que se encuentra agotado. ¿Gustas algo de tomar?

—Todos nos encontramos agotados— estira sus grandes brazos —. Una taza de café, por favor.

Toma asiento en una de las sillas de la mesa ya que se encontraba agotado por caminar hasta la casa de Caesar quien todavía se encontraba dormido. La madre de Caesar se encontraba hablando amigablemente con JoJo mientras preparaba el café.

Con delicadeza extendió la taza hacia el castaño, le acerco la azucarera junto leche en polvo para que arreglará a su gusto su café. Aquello era una gran oportunidad de Joseph ya que le prohíban echarle más de dos cucharadas de azúcar a su café porque se volvía más imperativo, cómo Quinn no sabía y el Zeppeli menor no estaba presente era su hora de romper las reglas.

—Aquí tienes unas galletas para que acompañemos nuestros cafés— extendió la pequeña caja donde se encontraban unas galletas deliciosas.

Joseph se sentía demasiado consentido por la atención de Quinn hacía él.

Paso media hora y la madre de Caesar soltaba algunas carcajadas haciendo que despertaran al bello durmiente.

Los ojos de Zeppeli se abrieron poco a poco con algo de enojo ya que no lo dejaban dormir, se puso sus pantuflas de dinosaurio y se puso de pie para pedir que guardarán silencio abajo.

Bajo las escaleras tallando sus bellos ojos verdosos, cada vez que se acercaba escuchaba una voz bastante familiar, se paro en seco cuando escucho que dijeron;

—Señora Zeppeli, termineme de criar.

Pero si era el estúpido de Joseph Joestar.
Hizo acto de presencia recargándose en el marco de la entrada de la cocina mientras se cruzaba de brazos molesto.

—¿Que haces aquí tú?— la voz gruesa de Caesar de recién levantado hace que los dos presentes se giren con sorpresa.

La comisura derecha de Joseph se levanta un poco al observar como tiene a un Dios Griego sin camisa, la mirada del castaño baja y lo único que lleva es el pantalón de la pijama y unas tontas pantuflas de patas de dinosaurio. De nuevo sube su mirada para observar sus rosados pezones y su piel tan blanca como la nieve, su cabello rubio estaba desordenado. La verdad que la vista era tan favorable y algo excitante.

—Caesar, me alegro que te hayas levantado— hablo Quinn, se puso de pie para darle un beso debajo de sus marcas.

—¿Que haces aquí tú?— vuelve a repetir y los ojos del rubio se posan en Joseph haciéndolo sentir algo incómodo.

—¡Vine para que tu mamá me adopte y me termine de criar!— soltó sin más haciendo que Caesar lo mire confundido y molesto, baja la mirada y observa que su madre se encuentra riendo por la barbaridad que acaba de decir JoJo.

—Oh, sería muy lindo poder criarlo, ¿no crees?— preguntó con una pequeña sonrisa.

—No sabes con que demonio te estás metiendo, mami— sus dedos aprietan el puente de su nariz y su madre vuelve a reír.

Ragazzo mio— la voz dulce de Quinn hace que Caesar la mire con atención —, les prepararé el desayuno, toma asiento.

—Gracias, madre— da un suspiro.

Se sienta a un lado de Joseph evitando su presencia.

—Hey, Shiza— la voz gruesa pero enfadosa de JoJo hace que Caesar ruede los ojos y lo mire.

—No te enojes, eres demasiado joven para morir por tantos enojos que haces.

—Pero si tú eres el que me hace enojar...— murmura molesto.

—Shizaaaaaaa-chan— lo llama de nuevo con su molesta voz.

—¿Que quieres?— agarra el café que antes era de JoJo y le da un sorbo, hace una mueca por tanta azúcar que hay en la taza.

—¡Oye, ese es mi café!— se lo arrebata.

—Ahora entiendo porque estás más insoportable de lo normal— de nuevo aprieta el puente de su nariz con molestia —. Le echaste bastante azúcar y sabes que tienes prohibido consumir más de dos cucharadas.

—Oh, Shiza-chan, no es para tanto— rueda los ojos y se cruza de brazos.

—¿Que querías decirme?— se recarga sus brazos en la mesa y agarra galletas.

—Le pregunte a mi abuelo si podía llevarte a su trabajo, quiero enseñarte en lo que están investigando ya que es algo confidencial — responde con emoción —. ¿Quieres ir?

La mirada de Caesar se posa en su madre la cuál asiente dándole el permiso para poder salir. Da un suspiro y mete una galleta en su boca.

—Está bien, iré contigo JoJo.

Los dientes de Joseph se notan por la gran sonrisa que puso. Terminaron de desayunar y se dirgieron al patio donde se encontraba su hijo, Joseph jugaba con él mientras que Caesar limpiaba su desastre.

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Ahora se encontraban donde trabajaba la fundación Speedwagon y Jonathan Joestar. Joseph guiaba a Caesar donde estaba su abuelo Jonathan. El rubio observaba con atención aquel lugar ya que estaban bajo tierra, había personas que corrían de un lado a otro, otros conversaban de temas que desconocia y había cosas extrañas en aquel lugar.

Pronto llegaron a una habitación dónde se encontraban varías personas, las únicas que podían reconocer eran a Jonathan Joestar y Robert Speedwagon quiénes estaban ordenando papeles importantes.

—¡Abuelos!— los adultos se voltearon para mirar a su nieto. Se acercaron hacía ellos y JoJo se abalanzo contra Jonathan.

—Joseph, ¿te sientes bien?— siente como los brazos de su nieto rodean su cuerpo.

—Te quiero mucho, abuelo Jonathan— murmuró con un leve sonrojo.

Soltaron unas risas y Zeppeli saludo al señor Joestar y Speedwagon quiénes le agradecieron por venir ya que JoJo no dejaba de molestar sobre si podía traer a su amigo. Después de una charla se levantaron y se dirigieron al cuarto donde tenían aquello por lo cual vinieron a investigar a Venecia; Los Hombres del Pilar.

Le dieron una breve resumen donde le explicaban a Caesar sobre el poder de las máscaras, la pelea con DIO, la pelea en México con Santana y lo que están haciendo aquí.

—Esperen, esperen...— los demás se voltearon para mirar al rubio —, ¿Me están diciendo que Joseph derrotó a ese tal Santana sin saber bien las técnicas del Hamon?— observa al JoJo menor quién esta ahora arriba de la espalda de Jonathan.

—Así es, fue cuestión de suerte— responde Speedwagon —. JoJo se las ingenió para salvarnos a su abuelo y a mí.

Mamma mía...— nego su cabeza sin creer que Joseph fue capaz de hacer eso.

Se paran y observan desde una gran ventana aquel monumento donde hay dos hombres posando junto a una máscara. Se encontraban con luces ultravioleta para que no fueran capaces de salir, Joseph baja de la espalda de su abuelo y se puso a un lado Caesar el cual se encuentra sorprendido.

—Debemos ponernos el equipo necesario para poder entrar y verlo de cerca, ven— la mano de JoJo enreda sus dedos en los de Caesar.

El rubio se gira hacía él con un gran sonrojo. Era la primera que le tomaba la mano de esa forma. JoJo lo jala para llevarlo a los vestidores, el agarre de Joseph era fuerte haciendo que fuera inútil que Caesar se soltará. Llegaron a la puerta y se soltaron de la mano para que no sospecharan cosas, entraron y JoJo observo que sus abuelos se encontraban listos con el equipo para entrar.

—Ahí están colgados el equipo— hablo Speedwagon, los adolescentes asintieron y se dirigieron para ponerselos.

Los adultos salieron haciendo que todo quedará en absoluto silencio. El italiano y el Inglés tomaron el equipo para después ponérselo en un absoluto silencio.

Aquello se le hacía raro a Zeppeli ya que Joseph no se callaba para nada, giró su rostro y JoJo se encontraba sumergido en sus pensamientos con su rostro serio mientras se probaba aquel traje de bioseguridad. Aunque no se mirará sus labios rosados por aquella máscara podía mirar sus ojos esmeralda que no tenían ninguna pizca de diversión.

¿Cómo le podía gustar tanto ese imbecil si coquetea hasta con su mamá?

《Dame un balazo, Diosito》

(N/A: AMIGO DATE CUENTA PORDIOOOOS)

Aunque hace dos semanas le dijo lo que posiblemente sentía atracción por él no le creía ya que seguía coqueteando con algunas chicas de la escuela mientras que él estaba presente, algunas veces con Lia trataba de coquetearle ella pronto ponía un alto diciéndole lo que tenía de atractivo lo tenía de puto. Aquello hacía que Caesar Zeppeli sintiera celos y se pusiera distante o molesto con Joseph, el castaño notaba esa pizca de celos y trataba de tranquilizarlo.

Salió de sus pensamientos y frunció el ceño todavía mirando a Joseph quien se probaba unas gafas para que no lastimara sus ojos al entrar a la sala. Se puso de pie y agarro también sus gafas para encaminarse a la entrada. Joseph al notar la actitud del contrario se quedo confundido por su mirada hacía él. Ahora no dijo absolutamente nada para hacerlo molestar, no le tomo mucha importancia y salió de los vestidores encontrándose con sus abuelos que hablaban con el rubio. La mirada de Caesar seguía seria y siguiendo las indicaciones del abuelo de Joseph.

Cuando por fin entraron al cuarto se encontraban otros arqueólogos se acercaron para saludar y darles informes sobre el monumento que contenía aquellos hombres, sin saber de que hablaban los adolescentes se alejaron para que los adultos hablaran de ello mientras que Caesar y Joseph observaban más de cerca.
Los ojos verdes del rubio se encontraban más abiertos de lo normal, nunca había visto algo así. Viendo con más detalle su vestimenta parecía de la cultura azteca o maya. La máscara que se encontraba junto a un Hombre del Pilar que parecía sostenerla en el aire tenía un orificio para poner alguna piedra, se pregunto así mismo; ¿Para que servirá aquel orificio?

Cómo si leyera su mente preguntó el menor de los Joestar —¿También te preguntas para que sirve aquel orificio?— apuntó a la máscara.

—Así es— contesto secamente.

Al notar esa respuesta tan seca frunció el ceño, se acercó a él de manera sutil al más bajo y susurró.

—¿Que te hice para que estés actuando así?— la pregunta con la voz grave de Joseph hizo que Caesar se girará hacía él.

—Nada— se cruzó de brazos y de nuevo se giró de nuevo.

—Se que tienes algo porque actuas así cuando... ¿Cómo lo digo? Estás celoso o molesto conmigo...— sonrió con picardía JoJo aunque no podía ser visto por su máscara.

《Inferno, mi ha scoperto》

Mi sono ricordato di come hai flirtato con le ragazze a scuola— le contesto pero hablando de forma italiana sabiendo que él no sabía aquel idioma.

Son of a bitch!— gritó molesto el castaño y se acerco a su rostro—. You really are annoying!

—¡Te puedo entender idiota ya que nos comunicamos por el Inglés!— alzo la voz ahora Zeppeli.

Holy shit!— soltó con más enojo y se cruzo de brazos —. ¿Tendré que aprender italiano solamente para entenderte?

Forse— se encogió de hombros y se giro para dirigirse a la puerta para salir ya que las luces lo estaban dejando ciego.

—¡Todavía no terminamos de hablar, Zeppeli!— camina detrás de él.

Pasaron por la puerta de los vestidores, Joseph ya adentro prefirió ya no seguirle el berrinche al rubio así que decidió quitarse el traje para ponerse su chamarra marrón con su gran bufanda verde. Los dos se quitaban el traje son aquel aire de incomodidad. Los ojos de Joseph se cerraron por un momento y en ese mismo instante la luz se fue haciendo que todo quedará a oscuras, cuando abrió los ojos se encontraba con la vista oscura.

—¡Shiza, me quedé ciegooo!— chillo con miedo y se lanzo en él.

—Si si serás estúpido...— murmuró ahora teniéndolo en brazos—, la luz se fue.

—Oh, lo siento— soltó una risa tímida y lo abrazo con más miedo.

—Oye, bájate — dijo Caesar soportando el peso del más alto.

—No puedo, estoy chiquito.

—¡Hablo enserio, Joseph Joestar!— alzo la voz el italiano con molestia ya que pesaba demasiado.

—Le tengo miedo a la oscuridad, Shiza— murmuró con algo de pena. Nadie sabia que aquello de que le tenía un poco pero solo un poquitito de miedo a la oscuridad, okay?

Tocaron la puerta gritando sus nombres, salieron de su burbuja escuchando demasiado ruido afuera. Joseph bajó de los brazos de Zeppeli y los dos se acercaron a la puerta trataron de abrirla pero fue imposible.

—¡Abuelo, no puedo abrir la puerta!— chillo JoJo.

—Verás, la puerta es eléctrica y solo se abre si hay electricidad. Hay un problema...— hablo desde el otro Jonathan.

—Que problema?— preguntó el castaño frunciendo el ceño.

—Los generadores de electricidad dejaron de funcionar y ahora estamos en un gran problema sobre la luz que hace que los Hombres del Pilar no puedan salir. Tal vez esto duré unos minutos o incluso horas— respondió con algo de temor —. Lo que me preocupa es que estén ahí encerrados.

—Estamos bien, Señor Joestar— contestó el rubio para tranquilizar al peliazul canoso —. Joseph y yo estamos bien, así que puede encargarse sobre ese asunto.

—Me retiro entonces. Cuida de mi nieto— se marchó para hacer algo al respecto.

Sin saber que hacer se sentaron en una pared que estaba algo apartada de la puerta. Joseph se encargó en Zeppeli y el contrario se encontraba cruzados de brazos sosteniendo la hueca cabeza de su amigo-novio. Los dos se comenzaban a quedar dormidos pero los sonidos de afuera los despertaban. Todavía molestos no decidieron decir nada hasta que JoJo abrió la boca.

—Estoy tan aburrido...— recargo su barbilla en la rodilla de Caesar que se encontraba levantaba.

—¿Que pretendes hacer si no hay nada?— la voz de Zeppeli todavía se escuchaba molesta.

—Podríamos besarnos para reforzar la amistad...— sugirió el castaño con una tonta sonrisa que no podía ver Caesar.

Las mejillas del rubio comenzaron a arder por lo aquel tontería que dijo su amigo.

—Enserio eres tan insoportable— susurró con fastidio.

—Eres un aguafiestas— levanto su rostro y lo dirigió cerca de la cara del rubio.

—Idiota.

—Bobo.

—Estúpido.

—Tonto.

Imbecille.

—Gilipollas.

Stupido.

Las manos de Caesar quitaban la máscara del castaño, cuando por fin la tomo la puso a un lado y estampo sus labios en aquellos labios que decían tantas idioteces. Quería callarlo pero a besos. Las manos de Joseph se recargaron en la pared mientras que mordía el labio del contario.

—¡No me muerdas!— se separó de él con la respiración agitada.

—No me vuelvas a callar— dijo con una aquella sonrisa tan burlona —. Aunque, bueno... si es de la misma forma que lo hiciste no tendría problema.

—Enserio te odio...— rodó sus ojos verdes con las mejillas sonrojadas.

—No me odias, me amas— le robó un pequeño beso —. ¡Ja! Si me odiaras no correspondería a mis besos.

—Cállate— de nuevo se lanzó a sus labios para callarlo, puso sus manos en su mandíbula para sentir la suavidad de aquella zona.

Las manos de Joseph se quitaron de la pared y se dirigieron a la chamarra color verde que llevaba el contario, los brazos de Zeppeli ayudaron con lo que trataba de hacer el castaño. De nuevo se separaron y sus ojos verdes se conectaron, en ellos habían lujuria y excitación. Las manos torpes del rubio quitaron la chamarra marrón que llevaba puesta, desenvolvió la bufanda que estaba en su cuello, bajaron sus manos pálidas a los bordes de la camisa de JoJo para jalarla hacía arriba y poder quitársela. Con la boca luz que entraba notó aquel abdomen bien trabajado del castaño haciendo que le apretara un poco el pantalón. Ahora fue turno de Joseph Joestar quitar la camisa de su amante para admirar de nuevo su aquel bello y excitante cuerpo hecho por los mismísimos Dioses griegos, paso su manos por sus pectorales sintiendo cómo el cuerpo de Zeppeli se estremecía por sus toques. Ahora JoJo no aguanto las ganas y acarició los rubios cabellos de la parte trasera de su cabeza, busco el nudo que tenía el listón que llevaba.

—Creo que tomaré prestado esto— murmuró con su voz aún más grave haciendo que al italiano le sintiera más excitado.

Pudo quitar el nudo y estiro el listón enfrente del rubio.

—Extiende tus manos— ordenó Joestar y Caesar estiro sus manos enfrente de él.

Comenzó a enredar el listón por sus muñecas en forma de atadura, hizo moño y levanto sus brazos hacía arriba, se acercó a su oido.

—Si las bajas recibirás un castigo,honey — susurró con una voz sensual.

Mordió con suavidad el lóbulo de su oreja haciendo que Caesar soltará un jadeo. Comenzó a bajar repartiendo besos húmedos en su cuello y llego hasta sus clavículas que se marcaban. Los pequeños jadeos de Caesar junto a su respiración agitada era tan deleitoso haciendo que creciera un poco más la erección de JoJo. Los labios juguetones del castaño bajaron hacía los pezones rosados del italiano, primero jugó con uno notando que en aquellas partes eran sensibles para Caesar.

—JoJo~— jadeo mientras bajaba un poco los brazos.

—¿Quieres que te castigue?— arqueo las cejas y el rubio negó con las mejillas color carmesí, de nuevo subió sus manos siguiendo la orden de su amante.

—Buen chico— subió su rostro para recompesarlo con un beso, jugó con sus pezones mientras lo besaba, sus labios y lenguas se movían sincronizadas.

Se separó de los labios de su rubio dejando un hilo de saliva. Bajo a sus pectorales y metió en su boca uno de sus pezones, su lengua la movía en círculos haciendo que de nuevo gimiera el contrario un poco más fuerte. Caesar disfrutaba la sensación tan placentera que le brindaba el castaño, en vez en cuando se le escapaba un jadeo con su nombre haciendo que Joseph bajará su pantalón junto con sus calzoncillos dejando ver la virilidad de Caesar Zeppeli.

—¿Me dirás porqué te enojaste hace rato?— preguntó la voz ronca de JoJo.

—Hmmmm, ¿Si te digo no me castigarás? Ah~

—Hmmmm, maybe.

—Me puse a pensar en cómo le coqueteas a las chicas y —dio un suspiro —, me puse celoso porque conmigo no lo haces.

Aunque estuviera en esa situación sintió de nuevo celos y coraje por eso, él solamente quería a Joseph para él, sonaba egoísta pero en verdad deseaba que aquel castaño solamente tuviera ojos para él y no fuera solamente su amigo con derechos.

Por otra parte, Joseph no dijo nada y siguió en lo suyo, dejo a lado sus pezones y observo con algo de dificultad la erección que causo en Zeppeli, su comisura izquierda se levantó un poco enseñando un poco sus dientes. Su mano derecha tomo con delicadeza su miembro, la espalda de Caesar se arqueo un poco por la sensación de como tocaba con su mano su pene. Con pequeños movimientos de arriba hacía abajo comenzó a masturbarlo, con su otra mano tomo sus testículos y los acaricio sintiendo sus vellos rozar con su palma. Si Caesar se estaba volviendo loco por los besos y toqueteos de antes esto lo hacía sentir eufórico y sentía que estaba a punto de venirse, sus gemidos se volvían más ruidosos, cada vez la mano de JoJo se movía más rápido para que su amante pudiera sacar toda su semen.

—¡Joseph! ¡Ahhhhh~!

Su último gemido hizo que se viniera arqueando su espalda y llenando la mano del castaño con su leche. La mano que estaba limpia acarició la mejilla de su rubio haciendo que recargara con algo de cansancio aquel rostro de Ángel. Amaba verlo y sentirlo tan vulnerable para él, amaba la forma en la que decía su nombre entre sus hermosos gemidos, amaba hacerlo enojar o excitar porque sabía que él podía causar eso solamente en él.

《Oh, mi Shiza. Cuanto te quiero》

Los brazos de Zeppeli bajaron, sus ojos verdes se abrieron poco a poco volviendo a la normalidad. Soltó su rostro y busco entre sus bolsillos papel para limpiarse los restos. Ya limpia su mano retiro los cabellos rubios que estaban en la frente de su chico, Caesar sentía cosquillas por sus roces.

—¿Será un buen momento para decirte que te amo?— murmuró Caesar mientras el Joseph retiraba sus cabellos. Aquello le sorprendió a Joestar y sintió cómo se ruborizaba.

Aquello no se lo esperaba, ¡Caesar Anthonio Zeppeli le estaba diciendo que lo amaba a pesar de ser tan mierda con él! Sintió un poco de culpa por todo lo que ha echo a escondidas o enfrente de él haciéndolo enojar y ponerlo celoso, si, lo disfrutaba pero después pensaba en sus sentimientos. Realmente él no se merecía eso por un estúpido cómo JoJo, Caesar sabía exactamente que Joseph no podía hacer lo mismo con él ya que la sociedad lo vería bastante mal.

—Caesar...— se recostó en su pecho escuchando su acelerado corazón, aquel corazón que latía para él. No quería romperselo.

—Sé que no sientes lo mismo, tal vez te gusté alguien más o simplemente esto es un juego para los dos— dijo —, realmente me gustas, tanto en lo físico, tu personalidad insoportable y en lo sexual. Aunque esté mal para la estúpida sociedad el amor que siento un por un hombre, pero, ¿Sabes que? No me importa en absoluto, yo te amo. Amo pasar tiempo contigo, amo explicarte los temas que no entiendes, amo cuando retas a los profesores haciéndolos enojar en especial a Cars, amo cuando hablas emocionado sobre tus cómics de Superman, amo tus ojos verdes que brillan con malicia cuando vamos a hacer una travesura junto con Lia, amo cuando le tienes miedo a tus abuelos, amo cuando gritas "Shiza-chaaan". Realmente amo todo de ti.

Soltó una risa recordando todo lo que amaba de él. Acarició su cabello con sus manos atadas y comenzó a jugar con él esperando alguna respuesta del castaño.

Se encontraba procesado todo lo que dijo, sintió cómo sus mejillas de nuevo se sentían calientes y con todo el color carmesí por la cara. Se acomodó mejor en el pecho del rubio escuchando de nuevo sus latidos, le relajaba escucharlos.
¿Cómo le respondía todo lo que dijo? Si le decía algo sabía que iba a terminar enojado o lastimado y no podría con aquel sentimiento de culpa. También lo amaba, sentía también lo mismo por él pero no estaba preparado para decirlo, primero quería ser mejor persona aunque sabía que le iba a costar.

—Lo único que puedo decir es que te quiero demasiado y... amo cuando te enojas haciendo pucheros demasiados tiernos —. Fue lo único que salió de Joseph y se sintió un poco más tranquilo.

—Me conformo con eso, JoJo— una tonta sonrisa adorable era la que tenía Caesar en su boca.

¿Al fin estaba conquistando a Joseph Joestar? Probablemente.

Mio bellissimo angelo— la perezosa mirada de Joseph se levanto para mirar al rubio —, ¿podrías quitarme ya las ataduras? Creo que mi muñecas ya no reciben sangre.

Eso hizo reír a Joseph, retiro con cuidado el listón de sus muñecas y lo ayudo a levantarse para que se pudieran vestir de nuevo. De nuevo tomaron asiento y Joseph de nuevo se recostó en el pecho de Caesar quién lo abrazaba de forma cariñosa mientras le daba besos en su frente.

Se quedaron dormidos en esa posición hasta que fueron despertados por su abuelo Jonathan quien por fin pudo entrar para rescatar a su nieto y su amigo, antes de eso se quitaron de esa posición que era vergonzosa. Salieron de los vestidores y dieron un vistazo para ver como estaba el monumento de Los Hombres del Pilar, seguía intacto y eso los hizo sentirse mejor. Subieron al auto del señor Joestar para dejar al rubio a su hogar. De nuevo se quedaron dormidos, Caesar ahora se encontraba recargado en el hombro de Joseph.

🌻

💚

Palabras en italiano traducidas en español;

Ragazzo mio: Mi chico.

Inferno, mi ha scoperto: Demonios, él/ella me descubrió

Mi sono ricordato di come hai flirtato con le ragazze a scuola: Recordé cómo coqueteaste con chicas en la escuela

Forse: Tal vez.

Stupido: Estúpido.

Imbecille: Imbécil.

Mio bellissimo angelo: Mi hermoso Ángel.

🌻

💚

Palabras en Inglés traducido en español;

Son of a bitch!: Hijo de puta.

You really are annoying!: Realmente eres molesto.

Holy shit!: Santa mierda.

Honey: cariño.

Maybe: Tal vez.

🌻

💚

❝𝘈𝘭𝘨𝘰 𝘢𝘴𝘪́ 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘳𝘰́ 𝘦𝘭 𝘑𝘰𝘑𝘰 𝘢𝘭 𝘚𝘩𝘪𝘻𝘢.❞

🌻

💚

Holi boli brócoli~

¡Aquí por fin el capítulo que me ha echo sufrir un poco!

Ahora si les di una buena escena de los Jot0s ♡(eso creo).

Es mi primera vez escribiendo algo así, okei¿ No me maten. :"^

Si quieren que les dedique un capítulo déjenme un punto porque sino no voy a saber. Xd

Se que les dije que iba a actualizar hace cómo dos días pero llevaba dos días sin dormir o dormía muy poco, así que me siento de la verga pero al fin mi mente dio para esto y tuve que aprovechar jaja.

En fin!

Me despido! 3:

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