❝𝘿𝙞́𝙖 𝙙𝙚 𝙥𝙞𝙘𝙣𝙞𝙘 ❞

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La fundación Speedwagon fue formada en el año de 1932 poco después que su fundadores acumularon una fortuna al encontrar y refinar petróleo crudo. Esto ocurrió cuando Jonathan Joestar y Robert estaban de exploración por el trabajo de arqueología de Jonathan.

Para el bien de la comunidad, la fundación trabaja en investigaciones médicas, arqueológicas y de ciencia.
Pero el verdadero propósito de la fundación es el misterio tras la máscara de piedra.

Años después, la armada alemana se intereso en hacer una investigación sobre el Hamon, así que la fundación Speedwagon y la armada se hicieron socios. Pasaron más años, y la armada encontróuna extraña cosa que había en México, a lo que llamaron a la Fundación Speedwagon para que pusieran manos a la obra.

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El cuerpo de Joseph estaba recostado en el sofá de la sala improvisada de reuniones, leía un cómic de Deadpool mientras masticaba chicles.

Hoy se encontraba acompañando a su abuelo en la investigación de los Hombres del Pilar. Había ocurrido algunos problemas y tuvieron que salir de emergencia el día sábado por la mañana.

Dejo a un lado el cómic e hizo un puchero con molestia, se encontraba aburrido y no podía salir ya que Jonathan se lo prohibió hasta que el pudiera venir y poder supervisarlo.

Se tiro al piso, se quito los guantes y recorrió las mangas de la camiseta que ocultaban sus brazos, con mucho cuidado observo las cicatrices que estaban marcadas en su bronceada piel. En ocasiones les decía a sus abuelos que se las hacía por estar entrenando, pero no era así, eran para hacerse a si mismo daño.

Sus ojos soltaron lágrimas recordando de nuevo a su querido compañero, esas marcas llevaban el nombre de Caesar.

Tocaron la puerta, dio un pequeño brinco, limpio con sus antebrazos sus lágrimas.

-Adelante- la persona entro ante la indicación.

-El señor Joestar y el señor Speedwagon solicitaron su presencia en la zona de observación- informó Mark, uno de los soldados alemanes que trabajan también en la investigación.

Joseph asintió acomodando sus mangas, y puso sus guantes en cada mano. Salió de la sala custodiado por Mark.

-¿Sabes para que me llaman mis abuelos?- interroga el más alto para sacar algo de conversación.

-No tengo idea, joven Joestar- contesta.

-Hummm- se queja un poco mientras acomoda su cabello. Piensa en que más preguntar-. ¿Qué me cuentas de tu comprometida? Me dijo mi abuelo Speedwagon que te irás en una semana a Alemania con ella.

-Es que ya en una semana es la boda- se sonroja un poco -, por eso me tomaré unas vacaciones.

-¡Que felicidad!- le da una palmada en la espalda -, esa mujer es muy afortunada de tenerte. Pero ahora que me dices eso -frunce el ceño y lo mira-, no nos has invitado a tu boda.

-¡Claro que lo haré, solamente que he estado esperando el momento indicado para comentárselo a los señores, pero cómo se encuentran muy ocupados con todo esto de la investigación, dudo que puedan ir a la boda- suelta un suspiro.

-Tu tranquilo, Mark- sonríe -convencere a mis abuelos que vayan.

-Gracias, joven Joestar. Espero de verdad que asistan.

-Dime JoJo, Mark. Sabes que me fastidia un poco tanta formalidad- al decir lo último, estaban habían llegado enfrente a la sala de observación.

Abrió la puerta el alemán para que pudiera pasar Joseph. Dieron unos cuántos pasos y el contrario hablo.

-Aquí se encuentra su nieto cómo me lo solicitaron, Señores Joestar y Speedwagon.

Los dos nombrados se giraron, todos llevaban máscaras para protegerse de las luces ultravioletas que había en la sala. Speedwagon hizo un movimiento de mano para indicar que el soldado alemán se marchara de aquí, y eso hizo.

Joseph frunció el ceño porque no entendía nada, camino hacia sus abuelos y se puso en medio de los dos.

Jonathan le extendió unas máscaras para que él también lo hiciera, su nieto la tomo y se la puso.

-Joseph, tienes que ver esto- le indico Jonathan con algo de temor.

-El sujeto está puesto contra la luz ultravioleta- hablo uno de los científicos.

En una pequeña cabina estaba dentro una roca color negra expuesta ante muchas luces ultravioletas. Frunció el ceño sin saber que significaba lo que pasaba.

-!Envía la serpiente!

Uno de los hombres con bata blanca abrió una compuerta de la cabina para que una serpiente pudiese entrar, comenzó a avanzar hacía la cosa rocosa y cuando estuvo bastante cerca la absorbió convirtiéndose parte de está.

-Absorbió la serpiente- con sorpresa JoJo -. ¿Esto que quiere decir?

-Que Santana sigue vivo- le responde un científico -. La formación rocosa es solamente un mecanismo de defensa. El se moverá de nuevo en el momento en que tenga oscuridad.

-Increíble...- suelta con temor Speedwagon.

-¿Cómo lo vamos a matar?- la voz de Jonathan sonaba preocupante.

- El consume humanos y vampiros incluso la luz solar no lo mata, pero no se preocupe señor Joestar, mientras esta bajo las rayos ultravioletas, Santana no se irá de aquí.

Cuando terminan de ver por la pequeña cabina, esta se cierra.

-Menos mal- suelta un gran suspiro el peliazul.

-Una carga menos- habla Robert con algo de alivio.

-Ustedes no se preocupen, buscaremos pronto una forma para matarlo.

La mayoría de personas que se encuentran ahí se comienzan a quitar las máscaras para poder respirar mejor.

-¿Eso quiere decir que estaremos bien?- pregunta Joseph un poco inquieto.

Una pantalla se prende para mostrar una fotografía que era tomada directamente de la curva dónde dormía Santana. En esta fotografía muestra cuatro rostros, abajo hay una pequeña cara y arriba de este se encuentran en fila otros tres rostros pero más grandes.

Cada rostro o figura llevaba cuernos diferentes.

-Si Santana es el que se encuentra abajo, ¿Quiénes son los otros tres?

La pregunta de Joseph era interesante, ya que solamente había dos Hombres del Pilar.

-De acuerdo a investigaciones, los alemanes encontraron más hombres en pilares aquí en Italia, así que los dos hombres que también tenemos en observación son los dos después de Santana, pero lo que no logramos identificar quién es el que encabeza arriba. No hay ninguna prueba que indique quién fue, pero lo poco que sabemos es que fue el líder.

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El domingo por el mediodía llego indicando que los soldados alemanes que custodiaban la zona de investigación dónde estaba el gran pilar que mantenía a los hombres inmóviles, podían marcharse ya que habían cumplido con su trabajo.

En ese lapso mientras salían y entraban nuevos soldados, algo inesperado ocurrió.

Dónde se situaba un cuerno de uno los hombres del Pilar, desapareció y solamente se encontraba un profundo orificio.

Las ordenes que dio el sargento era que nadie debía acercarse, ya que podía ocurrir algo catastrófico, y que debían comunicarse con urgencia con los responsables de la investigación.

Una llamada entrante solo en la cocina del departamento dónde se hospedaban los Joestar y el viejo Speedwagon.

-Habla Jonathan Joestar, ¿con quién tengo el gusto de hablar?

-Somos de la fundación Speedwagon, tenemos un gran problema referente a los Hombres del Pilar.

-¿Que ha pasado con ellos?- pregunto con preocupación.

-Uno de los Hombres, tiene un orificio dónde debería de estar un cuerno. Necesitamos de su presencia y la del señor Robert Speedwagon lo más antes posible.

-Oh, my god-hablo mmientras tocaba su rostro con frustración. Esto cada vez empeoraba -. Vamos para allá.

El peliazul colgó la llamada, camino con rapidez a las habitaciones de su viejo amigo y nieto para comentarle lo que estaba pasando, y que posiblemente habría una nueva batalla.

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Los dos adolescentes caminaban por las calles y canales de Venecia con bastante ánimos. Lia llevaba un cesto de comida, daba brincos y algunas vueltas luciendo su largo vestido blanco, y Caesar que iba a lado suyo cuidando que no le pasará nada, él vestía un traje blanco con detalles magenta, un moño del mismo color y un sombrero de copa, y por último llevaba en brazos a su gallina Puki.

Los dos llegaron al campo de girasoles, montaron un picnic para pasar tiempo juntos mientras comían snaks que preparo la madre del rubio y bebían algo de vino tinto.

Después de una sección de fotos para el álbum de recuerdos de Lia & Caesar, se recostaron en la manta para poder descansar. En el estómago de Caesar descansaba plácidamente Puki, quién llevaba un pequeño moño en su cuello, y a su lado izquierdo estaba su mejor amiga quién emitía un tarareo de la canción The Working Man de la banda Creedence Clearwater Revival.

-¿Ya escuchaste todo su álbum?- le pregunta para sacar tema de conversación.

-Si, me encantó su nuevo álbum- le responde la albina con emoción.

-Oye- apoya sus hombros contra el césped y me hace un puchero -, pensé que íbamos a escuchar juntos su nuevo álbum.

-¡Lo siento!- se disculpó -, Mi padre lo puso antier por la noche y ni pude resistirme a escucharlo. Me hubiera gustado haberlo escuchado contigo, Sunflower boy.

-No te preocupes- se alza de hombros -, de todos modos también ya lo escuche.

-¡Caesar!- chilla la contraria un poco molesta.

-Tú perdiste primero ya que lo escuché ayer por la radio- se justifica, ella solamente rueda los ojos y juega con el césped -, ¿Que canción fue tu favorita?

-Susie Q- le responde -, es romántica, me encantaría que me la dedicarán.

-Bueno...-se voltea para quedar enfrente suyo, acerca su mano a su rostro y pone un mechón de cabello detrás de su oreja -Yo te la dedico, mi hermosa chica.

La melodiosa voz de Caesar comenzó a cantar la canción para ella.

《Oh, Susie Q

Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Cómo te amo
How I love you 》

Los ojos de la italiana se llenaron de lágrimas al escuchar la letra de la canción.

No podía creer que él se la estaba cantando y dedicando.

《Mi Susie Q
My Susie Q

Me gusta tu forma de caminar
I like the way you walk

Me gusta como hablas
I like the way you talk

Me gusta tu forma de caminar
I like the way you walk

Me gusta como hablas
I like the way you talk 》

-I like the way you talk...- la voz dulce de Lia decidió seguir la canción.

《Mi Susie Q
My Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Bebé te amo
Baby, I love you》

Siempre la ha amado, y lo seguirá haciendo porque es uno de sus pilares para seguir de pie.

Ella es tan maravillosa.

Tan hermosa.

Tan interesante.

Tan inteligente.

Tan linda.

Tan... ella.

No había nadie cómo ella, y por eso la amaba.

Dime, ¿quién no ama a ésta bella mujer?

《Mi Susie Q
My Susie Q

Bueno, di que serás sincero
Well, say that you'll be true

Bueno, di que serás sincero
Well, say that you'll be true

Bueno, di que serás sincero
Well, say that you'll be true

Y nunca me dejes triste
And never leave me blue》

Sus lágrimas de felicidad recorrieron sus sonrojadas mejillas. Los brazos de Caesar la envolvieron en un cálido abrazo mientras le seguía cantando al oído.

《Mi Susie Q
My Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Oh, Susie Q
Oh, Susie Q

Cómo te amo
How I love you

Mi Susie Q
My Susie Q》

Los labios de Caesar depositaron muchos besos en la cabeza de la más pequeña, mientras que, ella se escondía con mucha pena en su pecho.

-¿Por qué...? ¿Por qué lo hiciste?- murmuró en voz baja.

-¿Hacer que?

-Dedicarme la canción y cantarla...- le responde mientras levanta su rostro -No debías hacerlo, no deberías porque no somos pareja.

-No es necesario dedicarle canciones únicamente a tu pareja, se la puedes dedicar a cualquier persona que sabes que se la merece -. toma su mentón con mucho cuidado, cómo si su rostro fuera de porcelana -. Cuando la escuche por primera vez, supe muy bien a quién dedicársela.

-¿Pensaste en mí?- él asintió con una pequeña sonrisa -Eres un tonto.

-Soy un tonto por pensar en mi mejor amiga con esa canción.

《Mejor amiga...》Cómo dolían esas palabras.

-I love you...- se escondió de nuevo el su pecho.

Rompió en llanto de nuevo, ya no era por felicidad sino por recordar que sus intentos de conquistar al chico de sus ojos eran inútiles. Nunca dejaría de verla cómo su mejor amiga.

Cómo le dolía el pecho recordar eso.

-Hey, no llores- saco su pañuelo para poder secar sus lágrimas -. No quiero que lo hagas, no me gusta verte así porque me rompes el corazón -. Trata de separarla de él pero es inútil, ella se niega a separarse del rubio -. Lia... - la llamo pero fue ignorado -, dime si cometí algún error en dedicarte la canción.

La contraria levanto su mentón, sus ojos azules estaban rojos por el llanto y la nariz roja. De nuevo tomo el rostro de ella para limpiarla. El pañuelo recorría sus mejillas.

-¿Por qué no puedo gustarte de una forma romántica?- escupe la pregunta, él da un suspiro.

-Li, ya hablamos de esto...- termina por limpiar su nariz.

-Ya lo sé, pero no entiendo algunas cosas- habla -, y esas cosas me confunden.

-¿Que cosas no entiendes, pequeña?- la mirada de Caesar se posa en ella haciendo que se sienta incómoda y volteé hacía otro lado -, si no hablas, no entenderé a lo que te refieres, Lia.

-Son cosas tontas...- aprieta su mandíbula aguantando las ganas de llorar.

-Nada de lo que digas me parecerán cosas tontas, cariño. Puedes decirme con toda la libertad de decirme lo que sientes, que te molesta de mí y que es lo que quieres- mientras habla, con sus manos peina un poco el fleco de la albina.

-Está bien...- murmura aceptando revelar todo lo que se guarda -. Lo primero sería que no es justo que te hubieras enamorado de Joseph. Yo estuve llamando tu atención por tantos años para que llegue él y te guste para que después te lastime y se vaya sin más...- odiaba lo que había echo JoJo -. En segunda, siempre me has tratado cómo si yo fuera tu novia, a la vez me siento tan afortunada pero después recuerdo que simplemente somos mejores amigos, y eso me duele. Esos tratos me ilusionan y pienso que tal vez puedo tener una oportunidad contigo - las lágrimas de nuevo salieron -. Odio no poder ser algo más que tu mejor amiga. Odio sentirme tan tonta por pensar que yo pudiera llegar a gustarte. Odio ser invisible para ti de forma romántica. Odio sentirme insuficiente por no gustarte. T-tal vez estás confundido por JoJo y-y no eres homosexual.

El italiano comienza a procesar todo lo que estaba diciendo. No sabía cómo sentirse al respecto. No sabía que él podía hacerle daño indirectamente.

-Yo...- aclara su garganta para poder hablar - No se que decirte, te pido perdón antes que nada por hacerte sentir de esa manera, no tenía que sentías todo esto -se separa un poco de Lia para tomar distancia para poder hablar -. Sobre lo de Joseph... Yo no pedí enamorarme de él, solamente ocurrió de repente. Así cómo llego se fue y no pude hacer nada. Lo siento por tratarte de tal manera que creyeras eso. Yo solamente quiero tratarte bien para hacerte sentir cómoda y feliz porque es lo que mereces, pero si te molesta o te incomoda puedo dejar de hacerlo-Suelta un gran suspiro mientras la mira a los ojos -. Entiendo que estés molesta por el echo que nunca he correspondido a tus sentimientos hacía mí, pero no mereces aferrarte a mí, date la oportunidad de conocer a más personas que estén dispuestas a amarte de una manera romántica.

-Pero no hay nadie cómo tú- dice entre sollozos -Yo te quiero a ti, no a alguien más. No quiero que dejes de ser tú por mi culpa - con sus manos toca su rostro para secarse las lágrimas.

Siente cómo le duele el pecho por verla en este estado, no podía romperle más el corazón, no a ella.

La envuelve con fuerza en sus brazos mientras el también comienza a llorar.

Odiaba esto.

Odiaba no poder corresponderle.

Odiaba romperle el corazón a la persona que más lo ha ayudado.

Odiaba sentirse mal.

Odiaba no ser una persona normal.

¿Por qué siempre escogía situaciones difíciles por las cuáles debía pasar?

-Perdóname, cariño- acaricia su pequeña cabeza -. Me encantaría remediar mis errores para hacerte sentir mejor.

-No, no tienes que arreglar nada. Solamente que...- da un grito de frustración, en segundos se aleja de él y procede a encajar sus uñas en sus mejillas rosadas haciéndose daño a si misma.

-!Lia, no!- reacciona de inmediato y la toma por los brazos para que no se haga daño.

-¿Por qué siempre tengo que arruinar todo...? Si no fuera por mi culpa y mis tontos sentimientos no estuviéramos en está situación- trataba de zafarse del agarre del ojiverde pero era imposible -. SI tan solo me hubiera quedado callada no estarías pensando que soy egoísta, no te sentirías mal y seguiríamos felices.

-Lia...- la llamo con una cálida voz.

-Perdón, perdón, perdón...- lloraba aún más.

-Lia, tranquilízate.

Por última vez, la envolvió en sus brazos para tratar de tranquilizarla. En su cuello posaba la cabeza de Lia mientras lloraba con tanto sentimiento por lo ocurrido. Con una mano sostenía las muñecas de la albina mientras que con la otra aferraba el débil cuerpo de la contraria.

-Tú no eres la culpable de nada...- susurra en su oído -No has arruinado nada, princesa - acaricia sus cabellos blancos -. Todo seguirá igual si así lo deseas, y tus sentimientos no son tontos, esos sentimientos te hacen más especial de lo que eres. Tampoco debes guardarte las cosas porque te harán daño, y es lo que menos quiero, querida.

-¿Entonces n-no soy e-egoísta?- pregunta entrecortado por el llanto.

-¡Claro que no!- le responde - tienes el derecho de decir lo que no te parece y te disgusta.

Una sonrisa desanimada salió de los labios rosados de Lia, se sentía degastada por llorar. Poco a poco Caesar soltó su agarre para liberar las manos de la contraria.

-¿Quieres regresar a casa?- ella emitió un sonido respondiendo que si -. Okie dokie. Déjame recoger y guardar a Puki en la cesta para irnos.

Se separo de ella por un momento, le ofreció un jugo de cartón.

-Toma, debes tomar líquidos para no deshidratarte, no queremos que te duela la cabeza - con sus manos pálidas tomo el recipiente y bebido el jugo.

Mientras bebía, veía cómo Caesar corría detrás de su gallina para poder tomarla e irse.

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Después de un rato, Caesar llevaba en brazos a Lia quién se encontraba profundamente dormida, sus manos abrazan el cuello de este y su cabeza reposaba en uno de sus hombros. La cesta dónde llevaba a Puki y las cosas que ocuparon estaban en una de los brazos del rubio.

Llegaron por fin al hogar de los Zeppeli para poder dejar las cosas y llevar a casa a Lia. Cómo no podía abrir la puerta porque sus brazos y manos estaban ocupados por la albina y la cesta, así que toco.

Espero unos momentos para que su madre abriera la puerta para poder pasar ya que se encontraba cansado. La puerta se abrió y vio la gran sonrisa característica de aquella mujer.

-Caesar, me alegro que llegarás bien- lo recibe cómo de costumbre y ve la cesta donde Puki asoma su cabeza y enseñando su cresta-oh, déjame ayudarte con esto.

-Hola, mami- le dedica una sonrisa, le entrega la cesta y acomoda el cuerpo de Lia para poder cargarla con más comodidad -Gracias.

-Por cierto, tienes visitas- le comenta antes que se adentre a la casa.

-¿Quién es?- susurra.

-Velo con tus propios ojos.

El rubio frunce el ceño algo confundido pero se adentro a la casa sintiendo curiosidad por quién estaba ahí. Cuando dio el último paso para llegar a la sala de estar abrió los ojos por el asombro y sintió cómo se le acelero el corazón. Estaba él sentado moviendo impaciente su pierna derecha.

-Caesarino, al fin llegas- su voz hizo eco en sus oídos.

-Joseph- murmuró su nombre quedando en un tranque por el asombro.

El cuerpo delgado de la chica que estaba en brazos del rubio se movió un poco, con su mano empezó a tallar su ojo despertándose un poco.

-¿Ya llegamos...?- dijo con un tono adormilado la de cabellos blancos.

Al no obtener respuesta abrió sus ojos azules y pudo ver de pie el gran cuerpo del castaño, sintió cómo se le revolvió también a ella el estómago, giro su cabeza para ver la reacción de Caesar.

Su mandíbula estaba tensa, sus ojos verdes limón estaban abierto, su expresión era de sorpresa y su corazón latía con fuerza.

《Deve essere un fottuto scherzo》

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Traducción de italiano a español:

Deve essere un fottuto scherzo: Debe ser una maldita broma.

No se si este bien escrito, ya saben que pueden corregirme.

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Holi boli brócoli~

Es un gusto poder escribir esto, lo siento si metí mucho drama pero senti que iba a quedar vacío el capítulo.

¡En fin!

Espero que les haya gustado y hayan llorado un poco. Yo si llore para meterme en el papel JAJAJA.

Saben que me ayudan un montón con sus comentarios y sus votos.

Muchos, muchos besos y abrazos para todos ustedes.

Feliz diciembre.

Los amo.

Me despido! 3: