❝𝙃𝙖𝙥𝙥𝙮 𝙗𝙞𝙧𝙩𝙝𝙙𝙖𝙮, 𝙅𝙤𝙣𝙖𝙩𝙝𝙖𝙣!❞

❝𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆❞

❝𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒆𝒅𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒂 guacagomi_uwu  𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒊𝒃𝒖𝒋𝒂𝒓 𝒕𝒂𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐!❞

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El salón dónde van a festejar el cumpleaños de Jonathan está ubicado en el centro de Venecia.

Las personas se encontraban llegando siendo recibidos por Erina y Joseph quiénes son los anfitriones de la reunión.

La familia Zeppeli se encontraban llegando al lugar, todos se encontraban ansiosos por ser invitados por primera vez a una reunión de los Joestar. El más nervioso y ansioso es Caesar ya que no sabe que tantas sorpresas se va a topar está noche.

Vería por fin la famosa novia de Joseph la cuál hace ahora feliz al británico.

Pensar en ello le duele pero puede controlarse. ¿O no?

Cada vez se acercaban más a la puerta del lugar, sus nervios lo traicionaban. No quería entrar, no quería verlo a él.

Al sentir los nervios de su amigo, entrelazo su brazo con el suyo. Esa acción hizo que el rubio se girará para ver a su mejor amiga.

—Todo está bien, sunflower boy— la voz cálida de Lia lo tranquilizó un poco.

—¡Quinn, Mario, Caesar y Lia!— saludo Erina mientras abrazaba a la madre de Caesar —Me alegro que hayan venido, Jonathan se pondrá feliz al ver que vinieron.

—No podíamos faltar— contesto Quinn encantaba por el recibimiento.

—Gracias por invitarnos, señora Joestar— agradeció el hombre que se encontraba a un lado de su esposa Quinn.

—Pasen y diviertanse, no tarda en llegar Jonathan— estiro su brazo para indicar que pasarán sin problemas.

Todos asintieron con una pequeña sonrisa y un "gracias". Se dirigieron a una mesa vacía que se encontraba cerca de la pista de baile.

El salón está adornado a un estilo bastante elegante, los cubiertos se encontraban bien acomodados, las decoraciones y manteles son color azul rey dando un toque especial y característico. Una pequeña orquesta tocaba música clásica cerca de la pista. Varías personas ya se encontraban sentadas conversando en voz baja.

《Parece que al señor Jonathan le gusta el color azul》

Después que pasaran treinta minutos, el salón se lleno con bastante personas desconocidas para los Zeppeli. Los dos adolescentes se pregunraban dónde se encontraba JoJo ya que desde que se encontraban ahí no hacía acto de presencia.

《Hablando de Rey de Roma...》

Por fin los hombres de apellido Joestar hicieron acto de presencia siendo la atención de todos. Primero todos se mantuvieron en silencio ya que Jonathan venía con los ojos vendados y a sus lados Speedwagon y su nieto Joseph que lo guiaban para que no sufriera un incidente. Procedieron a quitarle la venda y todos gritaron "Happy birthday, Jonathan!". El rostro de sorpresa del peliazul fue muy tierno. El hombre abrazo y lleno de besos a su esposa y nieto cómo agradecimiento por la fiesta sorpresa.

Luego de saludos y felicitaciones por parte de los invitados para el festejado, los meseros entregaron primer el plato entrante que es Fagottini di pomodori e mozarrella, después entregaron cómo platillo principal Risotto ai frutti di mare acompañado de una copa de vino, por último los postres estaban puestos en una larga mesa dónde se encontraban otros meseros.

—¿Puedes acompañarme al tocador, Caesar?— la mano de Lia tomo el brazo del contrario para sacudirlo y llamar su atención.

—¿Por qué no vas sola?— arqueo una ceja el rubio mientras bebía su vino.

—Me da pena, además me voy a perder— hizo un puchero.

—Lia, el tocador no está tan lejos.

—Anda, ¡acompáñame!— de nuevo sacudió su brazo con mucha insistencia.

El rubio rodó los ojos, sabía que si no iba parar de molestarlo hasta que aceptará. Tomo el último trago de su copa de vino tinto para ponerse de pie y recorrer la silla de su acompañante, con mucho cuidado tomo la mano de Lia para ayudarla a levantarse.

—Ahora venimos, iremos al tocador— sus padres asintieron y siguieron degustando de sus postres mientras platicaban.

Los dos adolescentes caminaron hasta el baño para que Lia pudiera hacer sus necesidades y retocar su maquillaje.

Caesar espero afuera a su amiga, recargo la espalda en la pared cruzándose de brazos viendo a las personas con más atención. Tal vez podría encontrar un rostro familiar y poder hablar un poco con esa persona.

A lo lejos pudo ver cómo se acercaba una hermosa mujer a lado de un hombre bastante apuesto. Al ver que se acercaban pensó que también la mujer quería entrar al baño, pero mientras más se acercaba Caesar abrió los ojos viendo a la señorita Lisa Lisa, la contraria también se dio cuenta de la persona que se encontraba ahí, camino rápido apurando a su acompañante a llegar dónde estaba el rubio.

《¿Que hago? ¡Me va a regañar!》

Quedo paralizado en ese lugar pensando en un plan pero ninguno era bueno ni era tan efectivo. Así que prefirió enfrentar el mayor regaño que le podía dar su maestra.

—¡Caesar!— los brazos delgados de la castaña envolvieron en un fuerte abrazo al joven. El abrazo se sintió tan cálido. Después de unos segundos de abrazo la mujer se separo —¿Que paso contigo? ¿Por qué desapareciste? Me tienes preocupada desde que me llamaste y cancelaste tu entrenamiento.

Espera...

¿Qué?

¿Por qué no lo estaba regañando?

Eso lo hizo sentirse un poco confundido pero al mismo tiempo se sentía especial porqué ella se preocupó por él, ¿saben que se siente cuando la persona que admiras y te gusta en secreto se preocupa por ti? Exacto, se siente bastante asdfghjkl. (O sea un sentimiento muy bonito e inexplicable).

(N/A: Joder, que buena explicación, Caesar. xD)

—Este...— el color se le subió a las mejillas ya que no sabía cómo explicar que paso —Tuve un episodio... ¿depresivo?— no sabía cómo explicar todo lo que paso— fue bastante terrible, me alejé de todo el mundo, deje de hacer lo que me hace feliz, deje de comer y... casi me muero.

Bueno, tal vez estaba exagerando un poquito al decir que casi se muere pero lo demás era verdad. Aunque si Lia no hubiera intervenido esa mañana en el baño pudo morir.

Quién sabe.

—Ay, Caesar...— acarició su mejilla, no se imaginó eso de su querido aprendiz.

《¿Cómo pudo entrar en un episodio depresivo? ¿Que fue lo que paso para que llegará a ese extremo, Caesar Zeppeli?》 Se pregunto a si misma.

—Estaba bastante angustiada, al no saber nada de ti y que Joseph no quisiera decirme absolutamente nada me puse algo paranoica— puso una mano en su pecho al sentir ese dolor que tenía días al recordar su angustia. Lo consideraba un hijo suyo y le dolía.

—Lo siento por desaparecer así, señorita Lisa Lisa— se disculpó el más alto por hacer pasar malos momentos a su amor platónico.

—Está bien, verte bien ahora me pone tranquila— dijo —Por cierto, tienes que volver a entrenar sino vas a ponerte más delgado de lo que estás. De castigo te pondré una rutina bastante pesada, mariconetti.

—¡Pero...!

—Sin peros— interrumpió a Caesar —Empezamos el lunes.

—Está bien— soltó un gran suspiro.

—Ejem...

Los dos se voltearon al ver cómo el acompañante de Lisa Lisa llamaban su atención. Ella se sonrojo un poco y se acerco a él tomándolo del brazo.

—Te presento a mi pareja.

Crush.

Así sonó el corazón de Caesar romperse de nuevo.

¡No podía ser!

No era posible que ahora su amor imposible le rompiera el corazón presentando su nueva pareja.

Ya van dos veces que le rompen el corazón, ¿cuántas veces más lo harían?

—Un gusto, mi nombre es Jack Conway— estiró su mano para saludarlo, el hombre lucía bastante serio e intimidante.

—Mi nombre es Caesar A. Zeppeli, el gusto es mío, señor Conway— estrecharon sus manos.

Ese hombre le daba miedo.

La puerta se abrió y Lia salió encontrándose a Caesar con dos adultos más. Se acercó temerosa a su amigo y lo tomó del brazo.

—¿Es tu novia?— Lisa Lisa preguntó sorprendida —No sabía que tenías novia, Caesar.

—N-no es mi novia— se rasco la nuca con nerviosismo —es mi mejor amiga.

—Oh, lo siento— sonrió con pena la castaña.

—Soy Lia Gatti, un gusto— saludo tímida la más baja.

—Soy Lisa Lisa, el gusto es mío.

—Soy Jack Conway, pareja de Lisa Lisa— de nuevo estiro su mano a la jovencita.

Al escuchar la voz de ese hombre las bragas de Lia se mojaron bastante.

《Oh. Por. Dios.》

La voz de ese hombre era tan masculina, gruesa y excitante. Si Caesar tenía una voz hermosa y gruesa, la voz de ese señor era lo doble.

—H-hola, un gusto— sonrió con nerviosismo, estiró su mano también y la estrecharon.

—Bueno, debemos irnos. Nos vemos luego— se despidió la señora con una pequeña sonrisa, se alejo junto a su acompañante.

—¿Escuchaste la voz de ese hombre?— preguntó la ojigris mientras no despegaba la vista del hombre.

—Si, ¿que tiene?

—Solamente diré que me mojó las bragas— se giró para ver al rubio, su rostro seguía sorprendido.

—Eres una cerda— rodó los ojos para después reír sobre las tonterías que dice Lia —Vayamos a los postres, tengo ganas de comer helado de limón.

—¡Vamos!— camino con rapidez su amiga tomándolo por la mano —Oye, ¿quién era ella?

—Ella es mi maestra de Hamon, aparte también maestra de defensa personal— le contesto —Aparte es mi amor imposible.

—Es bastante guapa, tiene un estilo fascinante— movio su mano entrelaza con la del italiano.

—Lo sé— soltó un suspiro recordando lo hermosa que se ve está noche.

—Ojalá tengan panna cotta sino voy a llorar.

Caminaron hasta que llegaron a la mesa dónde se encontraba repleta de todo tipo de postres. Se encontraban varías personas las cuáles no conocían en absoluto así que los ignoraron y le pidieron a una mesera ayuda de dónde se encontraba el helado de limón, la joven les indico que los tenían en el congelador, que esperará un momento y podía traerle su helado. Caesar y Lia sin ningún problema aceptaron esperar ahí.

—¿Sabes quién me hablo?

—Déjame adivinar... ¿Abraham?— dijo Caesar quién preguntaba con algo de enfado.

Ese tipo era un ex novio de Lia, el problema que no la dejaba en paz y siempre la molestaba ya sea a la salida de la escuela, yendo a su casa o por llamadas. Aunque ella ya lo haya superado y le haya dejado en claro que no quiere saber absolutamente nada de él seguía fastidiando.

—¿Cómo sabes?— preguntó con sarcasmo. Comía con felicidad su panna cotta bañado en frutos rojos.

—No lo sé, tú dime.

La mirada inquieta del italiano comenzó de nuevo a observar con atención a las personas. Por una extraña razón quería ver a JoJo. No quería hablar con él ni saber nada de su vida pero verlo le daba ansiedad.

—Entonces el me dijo que me extraña y que desde hace meses quería hablar conmigo para disculparse por todo el daño que me hizo— la albina contó con algo de enfado, siempre se repetía la misma historia con ese tipo.

—Quiero golpearlo, en serio. ¿Puedo golpearlo?— le preguntó con una mirada de súplica.

—No, después van a hacer una pelea grande y...

Escuchó detrás de él voces familiares, podía reconocerlas desde kilómetros. Se giró con discreción para ver si venía la mesera y confirmar si son esas personas que piensan.

Cómo diría Joseph Joestar.

《Oh no》

Estaba el castaño detrás suyo con su novia. Los dos platicaban mientras también comían los postres. Parecían divertidos ya que la joven se carcajeaba.

No quería confirmar que ella era quién pensaba.

《No puede ser ella》

—¡JoJo! ¡Basta!— se reía con diversión —Me haces cosquillas.

¡No, no, no y no!

No podía ser Suzi Q quién está con Joseph, no era posible eso. No quería confirmar que ella es su novia.

《¿Entonces...? ¿Por ella me dejo?》

Su mente se lleno de muchas preguntas y dudas, no las podía responder o aclarar todas.

¿Desde cuándo son pareja?

¿Salía con ella cuando ellos estaban juntos?

¿Tal vez y...?

Volvió a girarse perplejo por lo que acaba de ver y todo el torbellino que ahora había en su mente. No podía con tantas dudas así que tomó de la mano a Lia y la jalo a otro lugar alejados de ellos. La albina al principio se empezó a quejar por el jalón pero entendió el por qué lo hizo. Joseph estaba ahí con su novia.

Se alejaron de las personas, subieron a la terraza del lugar y Caesar empezó a alterarse y ponerse ansioso por lo ocurrido. Necesitaba calmar sus nervios y mente con tabaco. Pero no tenía nada de cigarros ahora ya que Lia se los quitaba.

Mierda.

Minutos después sus ojos verdes limón se comenzaron a cristalizar dándole un ataque de ansiedad. Comenzó a sentir cómo ahora tenía temor por culpa de sus pensamientos. Su ritmo cardiaco comenzó a aumentar haciendo que su respiración se acelerará.

Lia al verlo de esa manera se tensó.

—Dame cigarros, Lia— exigió con desespero el rubio.

—Caesar, no es la forma para que te calmes...— fue interrumpida.

—¡Por favor, dame los cigarros! Los necesito...— sus ojos se los pedían con suplica y con lágrimas. Ella no se podía resistir a esa mirada.

Dio un fuerte suspiro, sabía que no se iba a calmar así que abrió su pequeña bolsa dónde trae cigarros para ocasiones especiales. Le extiende la cajetilla y un encendedor, él los toma y con desespero saca un cigarro, lo pone entre sus labios y hace una casita con sus manos para prenderlo.

Comienza a inhalar en pequeñas cantidades para sentir la sensación placentera que causa la nicotina.

《Joder, que bien se siente》

Por otro lado, Lia lo mira inquieta haciendo que juegue con sus dedos y manos. Quería abrazarlo, quería llenarlo de mimos y platicar sobre la sucedido. Pero tenía que esperar unos minutos para hacer eso.

Dos cigarrillos después...

Su mente ya se encontraba tranquila, seguía respirando despacio para poder sentirse aún mejor. Estaba recostado en las piernas de Lia observando el cielo estrellado.

Las estrellas eran brillantes y hermosas.

—Las estrellas me recuerdan a él— hablo por fin después de su ataque. Ya se sentía bien para hablar.

—¿Por qué?— acariciaba su cabello de dorado.

—En primera, su apellido lleva "star", ¿que significa? Estrella en ingles. Aparte, tiene una maldita marca de nacimiento cerca del hombro y siempre se cree la persona estrella— soltó un bufido.

—Sino me dices no me doy cuenta.

—Creo que pronto se cumplen dos meses desde que dejamos de hablar. Lo peor es que se fue sin más y renuncio a quererme— sus ojos de nuevo se llenaron de lágrimas.

Era la verdad. Lo dejo sin importar que, sin importarle lo que sentía él dejando su mente con preguntas tormentosas.
Desde hace dos meses no hablaban para absolutamente nada, algunas veces cruzaban miradas y eso era demasiado.
Parecía no conocerlo y eso dolía. ¿Que paso con todos los momentos especiales que tenían juntos?

—No, no llores— lo miro a los ojos y lo tomo por los cachetes —Se fue porqué no soportaba amar a alguien tan valioso, no soporto que lo amarán incondicionalmente, no soporto estar enamorado de un hombre. Así que estuvo bien que se fuera si no iba a seguir con su juego. En esto dos meses has progresado bastante y le has enseñado que puedes levantarte a pesar de todo. Poco a poco estás volviendo a ser tú y eso es lo que importa. No merece tus lágrimas ni que estés mal por él, ¡así que ponte de pie y demuéstrale que no te afecta ya nada de lo que haga!

—Tienes razón... No me voy a poner mal por un bastardo cómo él— limpió sus lágrimas con la manga de su camisa, se levanto de las piernas de la contraria.

Sin avisar Caesar tomo a Lia para cargarla, está solto un gritillo de emoción.

—Vamos a emborracharnos y hagamos nuestras tonterías juntos, ¿aceptas, diosa gótica sin culo?— acomodó bien a Lia, ella se agarro del cuello con fuerza.

—Acepto, Dios Griego— asintió con felicidad.

《Esto se va a descontrolar》

Los dos bajaron de la terraza riendo cómo tontos. Cuando llegaron al salón el rubio la bajo y vieron que estaban bailando la mayoría de personas. Los dos quisieron unirse para demostrar el vals que hace bastante tiempo habían ensayado.

El Danubio Azul de Johann Strauss comenzó a ser tocada por la orquesta.

《Es la canción perfecta para bailar》

Con elegancia Caesar toma la mano de Lia y se dirigen a la pista, dan un giro para después Caesar pase una mano por su espalda, la contraria hace lo mismo, los dos se toman la mano y comienzan a bailar, los dos se balancean de un lado a otro.

En la pista también se encontraba Joseph y Suzi bailando, pudieron observar que ellos dos están juntos.

—¿Ese es Caesar?— pregunto animada la pequeña rubia.

—Si, lo es— murmuró observando cómo los dos sonreían mientras bailaban.

—¿Es su novia? Es bastante hermosa— dijo la más baja—Tiene una cintura de avispa y un cabello bastante lindo.

—No son novios— le respondió molesto —solamente son mejores amigos.

El rostro de Joseph se veía molesto, no le gustaba mucho la idea de que estuviera aquí él. Sabía exactamente que podía pasar y no quería que volviera a ocurrir.

En cambio, Suzi no sabía que ocurría con su novio, ¿ver a Caesar le molestaba? No sabía con exactitud que había pasado con ellos pero la mayoría sabía que esos dos estaban peleados.

Al poco rato de bailar se aburrieron ya que ahora todos se encontraban bailando y era algo incómodo. Pusieron manos a la obra para buscar bebidas alcohólicas. El dúo empezó a molestar a los meseros que si podían darles Whisky ya que era lo único que se encontraban sirviendo. Cómo buenos niños mimados consiguieron lo que quisieron y se perdieron en una esquina hablando de cualquier cosa.

Horas después...

La mayoría de las personas que se encontraban se encontraban en estado de ebriedad. Jonathan, Speedwagon, Mario, entré más personas hablaban animados sobre temas de ciencia mientras que las mujeres hablaban sobre moda.

Los adolescentes que se encontraban ahí estaban esparcidos. Había un grupo con JoJo, otro grupo de adolescentes desconocidos y por último Caesar y Lia estaban solos como siempre.

—¡Hey Lia!— la llamo mientras bebía de su copa —A que no haces está pose.

Estaba haciendo sus poses raras, esa pose la hizo reírse bastante, se puso de pie y la hizo aunque por poco se resbalaba y se cae.

—Mira, tú haz esta pose hip— la pose de Lia era bastante fácil.

Con facilidad la recreó, los dos se la pasaron bebiendo y haciendo poses por un buen rato.

Por otro lado...

—Joseph, ¿puedes venir un momento?— la maestra Lisa Lisa se paro enfrente del grupo de adolescentes que se encontraba ahí.

—Claro, maestra— se puso de pie y se dirigió a ella para saber que se le ofrecía.

—Necesito hablar con tus abuelos sobre un tema bastante importante. ¿Puedes reunirlos junto con ellos?— Joseph frunció el ceño sobre la petición de Lisa Lisa pero no dijo nada y asintió.

¿De que quería hablar?

Ahora tenía miedo de que lo podía acusar por todas las travesuras que hace en la isla junto con Suzi Q o pudo descubrir que la espiaba mientras tomaba duchas. Ay Dios, si le decía algo lo iban a castigar por bastante meses.

Primero llamo a su abuela Erina que se encontraba con la madre de Caesar.

《Había olvidado lo buena que es la madre de Caesar》

Después de interrumpir su plática con la señora Zeppeli le dijo que debía hablarle al abuelo Jonathan porque la señorita Lisa Lisa debería hablar con ellos.

Lo primero que pensó Erina es que JoJo hizo algo una travesura. Soltó un suspiro y se dirigió a hablarle a su esposo.

Ya reunidos los abuelos junto con su nieto, ls mujer hizo acto de presencia con una copa entre sus labios rojizos. Joseph se encontraba bastante inquieto.

—Buenas noches, señores Joestar— saludo con elegancia —Soy Lisa Lisa, la entrenadora de Joseph Joestar.

—Un gusto— contestaron al unísono los dos mayores.

—El gusto es mío— respondió con una sonrisa de labios—¿Podemos hablar? Verán, quisiera conversar con ustedes sobre un tema delicado.

—Claro, ¿De que se trata?— cuestionó el festejado con un tono algo dudoso.

—Cómo decirlo...— rasca su nuca intranquila, se acerca con cautela hacía el más joven de los Joestar —Joseph, tu perdiste a tu madre, ¿no es cierto?

—Es cierto...— respondió inseguro.

—Bueno, déjame decirte que... Yo Elizabeth Joestar, soy tu madre.

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Los jóvenes italianos ya estaban bastantes ebrios, bailaban en la pista a un ritmo bastante lento. Lia estaba recargada en el hombro de su acompañante disfrutando ser abrazada por él.

—Caesar...— levanto un poco su rostro para mirarlo.

—¿Si?

—¿Quieres saber un secreto? Hip— se acercó un poco más a él.

—Dímelo y que no sea una tontería, Lilita— le advirtió con una sonrisita, llamarla por ese apodo le divertía.

—¿Enserio quieres saberlo?— ladeo un poco su cabeza mirándolo con sus pupilas dilatadas.

—Si, dímelo sino me voy a enojar hip— respondió.

Se acercó a su rostro quedando a pocos centímetros de los labios del contario. Esos labios que quería besar desde años estaban ahí, enfrente suyo. Los ojos de Lia se cerraron y junto sus labios con los de su mejor amigo para poder besarlos. El rubio quedo pasmado por la acción de la contraria pero no hizo nada, cerro sus ojos y le siguió el beso. Sus labios se movían de una forma torpe. No sabían lo que exactamente hacían pero se dejaban llevar a causa del alcohol.

Los segundos pasaron y los dos se separaron del dulce beso por falta de aire.

—El secreto es que estoy enamorada de ti Caesar Zeppeli— soltó las palabras en un susurro.

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Holi boli brócoli!

¿Cómo se encuentran dinofans? <3

Escribir la parte de Lia y Caesar fue muy random, no pensaba añadirlo pero me pregunte "¿Por qué no hacerlo?"

¿Quieren saber que pasa con Joseph y sobre que pasa sobre la verdad que Lisa Lisa es su madre y el que pasará con Lia y Caesar?

Porfis, si me ayudan a decirme el poque están enamorados de Caesar y de Lia, les doy      mucho amor  y un capítulo dedicado :( 

Se que van a preguntarse "¿Por qué preguntas esto?" Verán, soy mala expresando los sentimientos y es para explicar el porque Lia se encuentra enamorada de Caesar, se  más o menos el porqué pero no encuentro las palabras  :(
No se si me entiendan.
Así que ayúdenme. TuT

Bueno, mucho texto.

¡Gracias a las nuevas personas que le dieron una oportunidad a mi fic, eso me hace bastante feliz! <3333

¡Los amo cómo Lia ama a Caesar! <3

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¡Extras!

¡Quiero presumir los hermosos dibujos que hizo guacagomi_uwu de Lia Gatti <3

Muchas gracias por dibujarla y AHHHHHH, DIBUJAS TAN HERMOSO Y ME ENCANTARON MIL GRACIAAAAAAAS <3333

Miren nomas ese a r t e. 💖

Aquí dibujitos míos para que vean cómo dibujo y cómo es Lia Gatti:

Y así Lia se mira en la fiesta de Jonathan bb:

Si alguien quiere dibujarla pueden mandarme los dibujitos por mi Instagram uwu <3
También me hace muy feliz cuando hacen dibujitos jsjsj<333

Me despido! 3: