❝ 𝘾𝙖𝙚𝙨𝙖𝙧, 𝙚𝙡 𝙗𝙚𝙡𝙡𝙤 𝙙𝙪𝙧𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚❞

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Esos días seguían lloviendo ya que había un huracán en la zona, algunas tiendas se encontraban cerradas debido a que había poca gente, aunque en la florería no cerraron Caesar se encontraba acomodando arreglos que tenía pendientes ese día. Algunos arreglos llevaban girasoles la flor que le encantaba a Caesar.

Pasaron algunas horas y las personas recogieron sus pedidos. Cuando por fin iba a cerrar y dirigirse a entrenar con la señorita Lisa Lisa llego un señor con cabello azul con algunas canas.

—Disculpe, aquí me dijeron que vendían las mejores flores de Venecia, ¿eso es cierto?

—Claro, señor. ¿Que necesita?— pregunta Caesar con una gran sonrisa.

—Hmmmm, veamos... A Erina le encantan los tulipanes— mira los de color amarillo que estaban a un lado del señor.

—¿Le arreglo un ramo de tulipanes amarillos?— se acerca a él para tomar los tulipanes.

—Por favor, joven— le dedica una pequeña sonrisa. Caesar toma los tulipanes necesarios para el ramo, el señor observa en los demás tulipanes aunque se queda viendo en los de color azul —, joven, ¿también podría ponerle tulipanes de color azul?— asiente el rubio y toma las flores.

Con mucho cuidado envuelve los tulipanes en un papel color blanco y les pone un listón rojo, extiende los brazos para entregárselo y el de cabello azul toma el ramo satisfecho, le entrega el dinero y se marcha.

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La lluvia había dejado de caer pero el clima seguía frío pero sin importar Lisa Lisa y Caesar se encontraban entrenando en casa de la señora. Cansados tomaron un pequeño descanso, Suzie Q traía unas tazas de té para ellos con mucho cuidado les entrego a cada uno una taza, le dieron un sorbo a sus té y le agradecieron a Suzie la cual se sonrojo.

—¿Que tal la escuela, Caesar?— Lisa Lisa miraba al rubio, esté aclaro su garganta.

—Todo tranquilo. Aunque se volvieron más estrictos— dio un suspiro recordando todas las tareas y trabajos que tiene que entregar en la semana.

—Me imagino, último año se vuelve difícil para poder entrar a la universidad— el asintió para después dar un sorbo al té.

—También entro un nuevo compañero a la clase— frunció el ceño recordando el momento cuando Joseph le dijo sobre el hamon —, comento que entrena Hamon y su abuelo también lo hace.

La pelinegra sintió curiosidad por aquel joven.

—¿Cómo se llama, Zeppeli?

—Joseph Joestar, señorita Lisa Lisa.

Sus ojos se abrieron con sorpresa por esa respuesta pero pronto la quito reemplazandola por su cara seria. Caesar ladeo su rostro preguntándose el por qué reaccionó así.

《¿Acaso lo conoce?》

—¿Que más te comento del Hamon? Aquel joven suena interesante.

Caesar rodó los ojos recordando los primeros días que paso junto a él haciéndolo pasar por algunos corajes, pequeñas peleas o risas.

—JoJo suele ser enfadoso y quiere hacerse el gracioso pero es un buen chico. Bueno, sobre el Hamon... comento que no lo entrena mucho como su abuelo pero se divierte haciendo algunos trucos con él— dio el último sorbo de té para después entregarle la taza a Suzie Q, estiro los brazos con cansancio.

—Me preguntaba si lo puedes traer para enseñarle más sobre el Hamon y conocerlo mejor— acomodo su bufanda con elegancia, pasa a un lado su largo cabello haciendo que se quede embobado Caesar. —. Es todo por hoy Caesar, puedes retirarte.

—¡Hasta luego, señorita Lisa Lisa!— se alejo hacía la canoa que lo iba a llevar,
Y Lisa Lisa lo observaba con cariño junto con Suzie Q.

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Ahora el sol salía por fin dando por echo que el huracán ya no estaba. El rubio iba rumbo a la escuela con algo de sueño ya que en la noche no descanso lo suficiente por el insomnio.
Con duras penas llego a su salón, tomo asiento en su habitual lugar, lo único que quería era dormir cinco minutos, acomodo sus brazos en el escritorio y apoyo la cabeza descansando mientras llegaba el profesor. Llego Joseph unos minutos después al salón, cuando se acercaba a su respectivo asiento observo a Caesar durmiendo.

—Maldito flojo, la escuela no es para dormir— hablo para así despertarlo pero el rubio no se movió.

Joseph tomo asiento, hizo un puchero ya que él quisiera estar así. Lo observo y sus pestañas rubias brillaban junto a unas ojeras que se le notaban, sus mejillas se encantaban algo rosadas y sus labios se encontraban cerrados. Verlo así le dio ¿ternura? Se veía tan inocente, tan tierno. Quiso despertarlo solamente para que dejara de ser lindo. Nadie era más lindo que Joseph.
Entro el profesor Cars al salón listo para dar clases, se le hizo raro que Caesar estuviera dormido pero no lo quiso interrumpir su siesta. Comenzó a dar la clase dejando algunas actividades, JoJo miro de nuevo a Zeppeli pero seguía surmergido en el sueño, dio un bufido.

—Holy shit, Caesar. Ahora seré yo el que te pase los trabajos— comenzó a escribir y poner demasiada atención para explicarle después a su compañero toda la clase de biología en la cual durmió plácidamente.

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Poco a poco comenzó a abrir los ojos, miro la figura de JoJo que comía tranquilo mientras escribía en la libreta. Se levanto y el contrario se giro para mirarlo.

—¿Cómo durmió el Bello Durmiente?— pregunto con una risita.

—Supongo que bien...— el rubio bostezo y estiro los brazos.

—Por tu culpa tuve que poner mejor atención para explicarte las actividades y hacer bien los trabajos— se cruza de brazos un poco molesto y tuerce un poco el rostro.

—Gracias, Joseph— ríe ante su acción. —pero no debías hacerlo, podía pedírselo a Lia.

—Yo quería explicarte para agradecerte por ayudarme cuando entré...— ahora se rasca la nuca, sentía como las mejillas le ardían un poco.

—Está bien, de todos modos te lo agradezco— le da una pequeña palmada en la espalda. —Nadie se había preocupado por mí de esa manera.

—¿En serio?— Caesar asiente.

—Yo soy quién debe explicarles— suelta un bufido —y si yo no entendí debo preguntarle al profesor. En fin, ¿Me explicas y me pasas los trabajos después de clases?

—Si, solamente debo decirle a mis abuelos que me quedaré después de clases— toma su comida y prueba bocado.

—Me parece bien— también saca su comida de la lonchera y se disponen a comer en silencio.

Como pasaban los días Caesar comenzaba a sentirse cómodo con JoJo, aunque fuera algo problemático no dejaba de ser un joven bueno, le gustaba hacer bromas, decir las próximas frases del profesor y hacerlo molestar un poco.

Mientras Caesar miraba a reojo a JoJo haciendo gestos mientras comía se acordó lo que le dijo la señorita Lisa Lisa.

—Oye, JoJo— juega con el tenedor de su comida.

—¿Hum?— gira su rostro para mirar a Zeppeli.

—Mi maestra de Hamon te quiere conocer porque le platique un poco sobre ti, después de que me pases los trabajos puedo llevarte con la señorita Lisa Lisa— frunce el ceño JoJo preguntándose porque hizo eso.

—Me parece bien— apoya su mano en la mesa jugando con una servilleta —. Pensaba que te caía mal pero hasta ya has hablado de mí y me vas a llevar con tu maestra— levanta las cejas dándole una mirada pervertida —, ¿Esta buena?

—¡Oye!— le suelta un golpe haciendo que grite de dolor Joseph —¡se respetuoso con la maestra Lisa Lisa!

—¡Me dolió hasta los testículos...!— sobo la parte de su hombro donde pronto se haría un morete, hace una mueca de dolor y Caesar rueda los ojos.

—Qué dramático eres, JoJo— se cruza de brazos. Se aclara la garganta para hablar sobre lo que dijo el castaño. —Me caes todavía un poco mal, pero como pasan los días, me sorprendes mucho pero eres un pervertido— Ahora nuestro JoJo veía unas chicas que eran muy guapas y enseñaban algo de carne haciendo que el castaño las mirara con perversión. Caesar rueda los ojos y estampa su puño cargado de Hamon en el mismo lugar donde lo golpeó, el contrario se gira y grita de nuevo con mucho dolor.

—¡Oh shit, Shiza-chan!

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El reloj marcaban las 14:00 HRS en Venecia, la mayoría de estudiantes salían de clases listos para dirigirse a sus casas o trabajos, Caesar junto con Joseph esperaban a que viniera la abuela de JoJo que ella fue quien se encargo de él desde que era un bebé. Platicaban sobre como es New York y los lugares que ha visitado a lo largo de su vida Joestar.

—Es algo difícil vivir por allá, esa ciudad es muy ruidosa y parecen que nunca duermen. Para ir a visitar es muy divertido, pero si vives ahí pasas por muchas cosas— rueda los ojos mientras bebe una Coca cola. Aparte del uniforme de la escuela llevaba una chamarra color cereza que hacía que resaltará en la calle, en los bolsillos de la chamarra llevaba su cartera.

—Aquí en Venecia es tranquilo, el lugar es bastante agradable, ya verás que olvidarás todo lo ruidoso de New York— su vista se dirigió a la de Joseph, él lo miraba con las cejas arqueadas y con una sonrisa.

—Really?

—Yes— le dio una sonrisa y bebió también de su Coca cola —. También podría enseñarte el lugar si no te molesta.

—¡Ay, Shiza! A todos lados me quieres llevar a conocer y según te caigo mal— acerca su rostro a la del rubio, el contrario frunce el ceño y se gira.

—Quiero ser amable y todo un caballero, pero sino quieres entonces no te llevo a ningún lado, maldito— se cruza de brazos.

Suelta una risa y observa que viene el auto donde lo traen a la escuela, en los asientos de adelante viene la abuela Erina y el abuelo Jonathan.

—¡Ya llegaron mi abuela Erina junto con mi abuela!

Caesar frunció el ceño recordando que hace días arreglo unos tulipanes para una mujer llamada así. Se acercó junto con JoJo para saludar a sus abuelos para no se mal educado. Observa como Joseph abre la puerta donde estaba sentada la señora, le da un abrazo y ella lo corresponde. Su mirada se centra en la del abuelo. ¡Mamma mía! Pero si es el mismo señor al que le vendió aquellos tulipanes.

—¿Quién es tu nuevo amigo, JoJo?— pregunta con curiosidad.

—Soy Caesar Zeppeli, señores. Un gusto en conocerlos— estira la mano para saludarlos a cada uno.

—¿Zeppeli?— pregunta el abuelo de JoJo, el rubio asiente algo confundido —. Pero si también eres el joven que me vendió hace días los hermosos tulipanes.

Joseph se voltea a ver a Zeppeli con sorpresa.

—Así que ya conociste al abuelo— se encoge de hombros para después voltear a verlos listo para pedir permiso —. ¿Puedo ir con Caesar a pasarle unos trabajos?

Jonathan no dejaba de ver a Caesar, se parecía tanto a su abuelo que se le vino los recuerdos de la aventura contra Dio. Aquel Zeppeli fue quien le enseño lo que ahora sabe del Hamon.

—Claro, Joseph. Sabes que tienes que regresar antes de la cena— lo miro con seriedad.

—Si, abuelo Jonathan— rodó los ojos fastidiado, siempre le decía eso cuando saldría a la calle.

—¿Quieren que los llevemos?— pregunto ahora la abuela Erina —Vamos con los de la fundación— Joseph miro al rubio para que él contestará.

—Podrían llevarnos a la Florería— contesto Caesar y miro a Joseph algo tímido.

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Holi boli brócoli uwu

¡Ahora Lisa Lisa sabe de la existencia de Joseph! Ya quiero que se conozcan para que ahora si entrene con mi girasol uwu ♡

¡También Jonathan se entero que el muchacho de los tulipanes es un Zeppeli y amigo de Joseph ewe

En fin, ojalá les esté gustando la historia. (En realidad nadie la esta leyendo qwq <\3).

Me despido. 3: ♡