T r e i n t a Y T r e s
😍¡100K!😍
No sé como agradecerles por todo ❤️
¡PENÚLTIMO CAPITULO!
¿Deseando de que acabe?
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— ¡Mamá!
—¡Katy!
—¡Alexia, no!
Cierro los ojos con fuerza, esperando el inmenso dolor en el vientre. Dejando escapar dos lágrimas cuando mi cerebro procesa que lo que tengo dentro de mí también me lo van a arrebatar. Tengo los ojos cerrados, pero noto como los demás forcejean para poder llegar hasta mi.
Pero no siento nada.
Solo un pequeño pinchazo por encima de mi ombligo, por donde sale un pequeño hilo de sangre que humedece mi camiseta.
Abro un ojo. Veo a Alexia con el ceño fruncido. Gruñe e intenta seguir avanzando con la espada que me pincha, pero su fuerza no es la suficiente como para atravesarme, solo me empuja.
Aunque sé que ese no es el caso. Sé que la espada envuelta en llamas puede cortar en dos una montaña con un pequeño movimiento.
Duele, pero no lo que debería.
Miro anonadada la punta incrustada en mi piel y luego a ella, que parece estar tan estupefacta como yo.
—No puede ser. —retira la espada y vuelve a intentar clavármela soltando un grito ahogado.
Pero ahora ya estoy fuera del shock y con la palma de mi mano abierta, aparto su espada mandándola lejos. No sé de cómo, pero hago.
— ¡Oh, si!¡la pequeña pollo se protege sola! — festejea Loryan, pero tan pronto como lo hace su rostro se ensombrece. — Jodida puta desquiciada, voy a arrancarte uno a uno los malditos pelos del...
— Bigote — se apresura a decir Hadriel y lo fulmina con la mirada. —, los pelos del bigote.
Loryan se encoge de hombros y Alexia pone cara de asco cuando le guiña un ojo.
— No es lo que iba a decir, pero me conformaré.
Dicho esto sus manos brillan y cuando toca a dos demonios que tiene delante, se ven envueltos en la columna de luz y desaparecen. Hadriel lo imita y los templarios los siguen ayudando. Aun hay muchos que les impiden el paso para que puedan estar junto a mi y eso parece frustrarlos, pero no se detienen.
— No es momento para distraerse.
Giro sobre mis pies para encarar a Alexia, que abre su mano y su espada vuelve a ella como si fuese un imán. La sujeta con firmeza y hace una pirueta extraña con ella hasta que acaba en posición como en una película ninja, con su arma cubriéndole el rostro y los músculos de los brazos tensos, preparados para atacar.
¿Se supone que yo también tengo que hacer algo así?
Doy una vuelta sobre mí, moviendo mis manos sin saber si estoy espantando moscas o bailando flamenco y, acabo en una postura parecida a la de Alex el león cuando ruge en su show del zoo. Aunque sé que no estoy cerca de ser intimidante como un león. De hecho, el sonido que sale de mi garganta es mas parecido a un gato que le han pisado la cola, pero para que mi escena no sea tan deprimente, en mis manos, dejo que fluyan agua y rayos que es lo que creo que juntos pueden hacer mas daño.
Dejo de pensar en cuanto se abalanza sobre mí, intentando cortarme como a un vegetal.
Esquivo su golpe de un pequeño salto a mi derecha y me agacho cuando hace un movimiento que podría haberme cortado la cabeza. Gimo con dolor al ver que ha cortado varios mechones de mi pelo.
Pon la mano en su pierna e imagina que quieres empujarla con todas tus fuerzas.
Sin pararme a pensar, hago lo que la voz de mi conciencia me dicta y enseguida siento como mi pulso se acelera y mi sangre corre mas rápido hasta que se acumula en mis manos en menos de dos segundos.
Alexia sale volando por los aires, chocando con varios de los suyos antes de caer y rodar por el suelo un par de veces.
Parpadeo repetidas veces mirando donde ha caído, cerca de diez metros al frente. Aunque se incorpora y me mira con odio no puedo dejar de sonreír. Acabo de utilizar el elemento aire sin esfuerzo alguno.
No dejes que se acerque.
La morena empieza a correr para alcanzarme y pienso que de la tierra salen muros delante de ella.
Así sucede.
Antes de que ella de un paso, un muro de piedra se levanta obstaculizándole el camino.
Atácala.
¿Como mierda la ataco con un elemento si ya tengo otro en uso? No tengo la suficiente capacidad mental para hacer dos cosas a la vez. Bastante es que esté hablando conmigo misma y peleando a la vez.
Solo deja que fluya, no te esfuerces.
Suspiro con pesadez y cierro los ojos, pero hago lo que mi consciencia me pide. Cuando utilicé demasiado mis poderes con Adán me debilité e incluso sangré.
Me relajo y abro y cierro las manos varias veces cuando noto que la piel me quema. Entonces abro los ojos y miro las palmas de mis manos. Están rojas. Las posiciono delante de mi y al hacerlo, mi respiración se agita cuando queman aun mas y tengo la necesidad de sacudirlas que, cuando lo hago, esferas de fuego son lanzadas hacia la chica que aun está esquivando y cortando los muros que se levantan contra ella.
— ¡Dios! ¡Soy impresionante! — grito entusiasmada.
Una de las bolas de fuego le atiza en el hombro y cae de espaldas, dándose un golpe en la cabeza.
Frunzo el ceño cuando desde el suelo comienza a reír.
— Oh, mierda — Hadriel coge del cuello a un endemoniado y a otro de una oreja, cuando los hace de brillar y desaparecen. —. Está mas loca de lo que nos suponíamos.
— Yo te advertí, Jace — Ashton habla mientras sujeta a dos para que Loryan los libere y parece divertido por lo que va a decir. — Esas hermanas están jodidamente locas. Te lo dije antes de que te acostaras con ella.
Viviane lo fulmina con la mirada.
— Eso no es lo que me dices mientras me follas.
Me atraganto con mi propia saliva. Ashton suelta una carcajada y va hacia ella para besarla, pero ella le da una patada en la espinilla y le dice que tiene suerte de que no le haya dado en sus partes nobles porque quiere mas a esa parte que a él.
Alexia se pone en pie.
Jace le da con el mango de su espada a uno en la cabeza y lo deja inconsciente.
— No sabía que estaba enamorada de mí.
— Tranquilo, hermano — Loryan le da palmaditas en la espalda. —. Tampoco es como si fuese a levantar un ejercito para matar a la mujer de la que tú estas enamorado. Ah, no. Eso si lo ha hecho. — ríe y coge de los pelos a un endemoniado que pasa por su lado, liberándolo en el acto.
Me concentro en Alexia y me doy cuenta de que aún sonríe.
— Definitivamente, no es un psicólogo lo que esta chica necesita — Hadriel mira hacia ambos lados buscando algo. — ¿Alguien sabe donde hay una cruz para exorcizarla?
— O un martillo para tirárselo en la cabeza, lo que más cerca esté — Loryan se encoge de hombros y sin moverse de su sitio, estira la mano pegándole un puñetazo a lo que se supone que es una chica sin siquiera mirarla y ésta, para en las manos de Hadriel que al instante la libera.
¡Maldita sea, no bajes la guardia!
— ¡Katy!
En lo que parpadeo dos veces, me encuentro con la puntiaguda punta de una espada justo a un centímetro de mi hombro izquierdo. Pero eso no es lo que me paraliza, sino ver que lo que ha detenido a dicha espada es un cuerpo que se a interpuesto entre ella y yo.
—¡NO! — el grito de Alexia hace eco en el lugar.
El largo y firme cuerpo de Jace está ahora atravesado justo a la altura de su pulmón y veo como desde la extremidad de la espada cae un hilo de sangre hasta manchando mis deportivas.
Es immortal, no puede morir. Me recuerdo a mi misma, pero el grito de Alexia me inquieta y me confunde en partes iguales.
Ella, con lágrimas en los ojos está tan afectada como yo. Tanto, que su cuerpo tiembla incontrolablemente y pequeños espasmos la sacuden a causa del llanto mientras que mira donde ha herido a Jace sin pestañear.
Jace jadea y escupe a su derecha un poco de sangre. Ladea la cabeza un poco más y me recorre de arriba a bajo ligeramente con la mirada. Un suspiro de claro alivio escapa por sus labios cuando ve que estoy intacta y me regala una sonrisa ladina de labios cerrados.
— ¡Eres un idiota! — lloriquea Alexia y su voz se rompe cuando habla :— Sabes que no podrás curarte rápidamente porque te herí con la espada.
— Arrepiéntete, Alexia. — susurra Jace entrecoradamente —. Dios tendrá misericordia de ti.
— No... — lágrimas caen libres por sus mejillas — Tengo que... Ella no...
— Sabes de sobra que los demonios no tienen nada que hacer contra los ángeles ni ningún ser divino — puntualiza el rubio, haciendo un ademán con la mano para hacer mas verídico lo que ha dicho y mostrarle como los demonios van desapareciendo uno a uno. — y también, que antes de matarla me tendrías que matar a mi.
Alexia deja escapar el aire de sus pulmones y cierra los ojos como si esas palabras fueran ácido para ella.
— Has trabajado con Adán y matado a Suryan al entregarlo, pero... has perdido el tiempo — Jace la empuja suavemente con una mano mientras que con la otra se saca la espada del pecho haciendo una mueca de dolor.
—También has perdido nuestro cariño — continua hablando Ashton ayudando a nuestro amigo a mantenerse en pie. Es cierto que esa herida tardará en recuperarse, casi puedo ver como se una lentamente su carne.
Alexia baja la mirada a sus pies.
— Y tu salvación — culmina Viviane con lágrimas en los ojos, manteniendo en un firme agarre a varios endemoniados para que Loryan y Hadriel hagan su trabajo.
De repente, levanta la cabeza y sus ojos brillan con algo que no puedo descifrar. Se me eriza la piel y mi estómago se revuelve cuando con voz ronca y cargada de odio pronuncia:
— Yo lo habré perdido todo, pero vosotros la perderéis a ella.
Una vez más, alza la palma de su mano, arrancando de los dedos de Jace su espada. Ésta, reconoce a su dueña y enseguida las llamas la rodean.
Y en menos de un segundo la tengo delante de mi de nuevo.
Me cubro con un escudo de fuerza, pero no ocurre nada. Ni un impacto, ni un golpe. Nada.
¿Ahora quien me ha salvado? Ay, Diosito, por favor. No quiero ver a otro de mis amigos atravesado.
Abro uno de los ojos que he cerrado sin que me de cuenta y nuevamente me petrifico.
— Hola, mi estrella.
Mis ojos recorren desde un par de vans negras hasta unos iris grises que hacen que el aire se escape de mis pulmones. Miro por encima de su hombro y veo como Alexia intenta escapar sin éxito de una jaula, que supongo, le ha impuesto Suryan con el elemento rayo.
¿Es posible sentir como tu alma brinca de alegría? ¿Es posible sentir que el corazón retoma una marcha frenética cuando ya estaba palpitando con fuerza? ¿ Es posible tener ganas de reír, llorar y gritar al mismo tiempo? Me siento un poco bipolar, no sé que hacer mientras no quiero ni pestañear por miedo a que sea una mala broma de alguien y que el hombre que estoy viendo frente a mí, sonriéndome con ternura y acariciando mi rostro con dos dedos desaparezca de un momento a otro.
Pero sé que esto no es una broma. Sé que esto es tan real como que siento cómo se humedecen mis ojos y cómo mis mejillas se mojan a causa de las lágrimas que están escapando de mis ojos. Sé que Suryan está delante de mi porque mi piel está increíblemente erizada por su contacto y mi corazón golpeando eufórico en mi pecho. Sé que es real, tiene que serlo.
Unas ganas inconmensurables de enredar mis piernas en su cintura y que me abrace tan fuerte que hasta mis huesos crujan me tientan, pero me contengo. Me quedo inmóvil absorbiendo cada caricia que me proporciona, la penetrante mirada de color tormenta que me atraviesa el alma y la sonrisa sincera que proyecta. Su rostro y cada leve movimiento detonan la añoranza y el amor que me tiene y lo disfruto enormemente.
Lo disfruto porque jamás he deseado tanto a alguien como lo hago con él. Jamás he llegado a pensar que no me importaría ir al infierno si así estaría con él. Jamás he amado de la manera en la que lo amo a él; dolorosamente. Porque estar sintiendo el calor que desprende su piel a causa de su cercanía, duele. Duele porque he echado tanto de menos su voz y su tacto que parece que ha pasado una eternidad desde la última vez que lo ví, que lo sentí.
Me arrepiento tanto de no haberme arriesgado antes y descubrir lo que verdaderamente sentía por él...
— Ya estoy aquí, amor.
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