───── 11: continuamos
【 C A P I T U L O O N C E 】
Miro a Daryl a los ojos y este me devuelve la mirada con intensidad, la tensión es palpable y ambos lo sabemos, sin embargo, ni él ni yo somos capaces de dar el último paso, nos quedamos en nuestros lugares estoicos y serios.
Una sensación extraña me abruma, no sabía si era por la tensión del momento o por la cercanía de Dixon, pero no me permito verme más vulnerable y me alejo un par de pasos.
—Se que crees que estás solo en tu dolor, pero no es así. Tienes una familia que te puede contener.
Es lo último que digo antes de voltear y caminar hacia el grupo. Tomo una bocanada de aire y me obligo a tranquilizar los latidos erráticos de mi corazón, ni sabía qué clase de locura era capaz de cometer.
El grupo seguía caminando con desánimo igual que hace un rato atrás, Rick caminaba junto a sus hijos acompañado por Michonne, más atrás iba Glenn junto a una silenciosa Maggie, a su lado estaba rosita quien sonreía ligeramente y conversaba con Tara y Eugene, Ford caminaba por el costado con la mirada seria y Sasha parecía no inmutarse por lo que sucedía a su alrededor.
—Si no encontramos un lugar pronto, estaremos jodidos—murmuro Merle a mi lado. Este se cubrió con su antebrazo y observó el cielo, de pronto se había nublado y parecía que en cualquier momento se largaría a llover— se avecina una tormenta.
Miró a Merle al mismo tiempo que la lluvia nos golpea con fuerza, abro la boca y luego la cierro, él me guiña un ojo y yo suelto un chasquido un poco sorprendida.
—Jamás me equivoco con las tormentas.
—No lo pondré en duda—digo mientras sonrió.
La lluvia caía a cántaros y los truenos resonaban con fuerza. Me había quitado la chaqueta y se la había puesto encima a Judith, Carl también había intentado cubrirla con su peculiar sombrero de sheriff, pero aún así habíamos fracasado en la tarea de mantener a la bebe seca.
Judith parecía ajena a todo lo que sucedía a su alrededor y tampoco parecía importarle estar empapada y escuchar los truenos de fondo, tenía una sonrisa en su pequeño rostro y jugaba con el sombrero de su hermano.
—¿Quieres tenerla?—me pregunta Carl con una sonrisa. Lo miró unos segundos y luego a la bebe, está alzaba sus pequeños brazos y soltaba risotadas.
—Está bien —titubeo mientras me acerco a ellos. Tomo con cuidado a Judith y la acomodo para sostener su peso en mi cadera. Esta comenzó a balbucear y logró que sonriera con ternura— definitivamente eres un rayo de luz en medio de esta tormenta. No permitiré que sigas pasando hambre y frío, ni tu padre y mucho menos tu hermano mayor, eres lo más valioso que tiene este grupo y haremos lo necesario para salvarte de esta mierda.
—Creo que no deberías hablar de esa forma, menos frente a un bebé– murmuró alguien a mi lado. Ladeé mi cabeza y vi a Daryl, alce una ceja y lo miré burlona.
—Tío Daryl es un imbécil, ¿cierto, Judith?–pregunté, la pequeña me miró sin comprender lo que decía y soltó un balbuceó. Daryl soltó un bufido divertido y lo miré fijamente sin borrar la sonrisa de mi cara. No sabia si había sido esa extraña discusión que habíamos tenido o si me seguía el juego con la bebe, pero me alegraba verlo un poco más tranquilo y que no sentir tanta incomodidad —¿Lo vez? Ella piensa igual que yo.
—Tienes razón, ninguno permitirá que le suceda algo –murmuro él mientras acercaba su mano hacia Judith y esta tomaba uno de sus dedos— menos en lo último, ¿cierto, pequeña patea traseros?
fruncí el ceño sin borrar la sonrisa de mi cara.—¿patea traseros, enserio?
—A ella le gusta.
Daryl me mira unos segundos y luego hace una mueca, veo la duda en sus ojos y por eso soy yo quien decide preguntar.
—¿Qué?
—No quería decir todas esas cosas—murmuro él, lo veo frotar su nariz con sus dedos y puedo darme cuenta de lo nervioso que está.
Abro la boca para responder que sí quería decirlas y que estaba bien, la verdad muchas veces es cruel y dolorosa, sin embargo, Rick nos interrumpe.
—Miren esto– gruñe Rick mientras nos tiende un papel arrugado y húmedo.
—"De parte de un amigo"–lee Daryl y yo frunzo el ceño, sujeto con más fuerza a Judith y miró a nuestro alrededor. Al menos una docena de botellas de agua están en medio del camino, como si alguien hubiese adivinado lo sedientos que estábamos. Cruce miradas con Rick, esto no era nada bueno.—¿Que diablos significa?
—¿Que hacemos?– pregunta Tara mientras se acerca, su semblante preocupado pone en alerta a los demás.
—Si es una trampa–miré a mi alrededor nuevamente y luego a Rick– ya caímos.
Las gotas de lluvia no tardaron en caer y pronto se convirtieron en un torrencial. Carl tomó a la pequeña Judith y le acomodó su sombrero de sheriff, con los demás comenzamos a reunir las botellas y envases vacíos que teníamos para recolectar agua de lluvia que parecía más confiable que las de plástico que alguien había puesto en medio de la carretera.
Tara y Rosita sonrieron mientras se lanzaban al suelo u disfrutaban del torrencial, sonreí al ver cómo disfrutaban la lluvia al igual que los niños. Cerré los ojos y dejé que la lluvia me empape y se deslice por mi cuerpo, era una sensación bastante agradable, sobretodo con el clima tan húmedo que había.
—¡Vi un lugar en el bosque, un granero!– dijo Daryl, alzando un poco la voz y avisando a los demás –¡Viene una tormenta, no es seguro estar aquí afuera!
La lluvia parecía no querer cesar y cada vez el clima se ponía más intenso, el viento soplaba fuerte y podía escuchar algunos truenos, miraba a Merle de vez en cuando y este me sonreía burlesco, el hijo de puta había tenido razón sobre la tormenta y le gusta alardear de eso.
—No importa que nos espere en Washington, pero estoy seguro que sobreviviremos—murmuró Rick con seriedad mientras acunaba a su hija más pequeña cerca de la fogata improvisada que habíamos armado.
—Alguien una vez me dijo que la vida no se trata de sólo sobrevivir– susurré y miré de reojo a Glenn, este sonrió apenas – al principio no lo creía porque llevo toda una vida sobreviviendo, como muchos aquí. Ahora, las cosas tampoco son muy diferentes a lo que era antes, pero me estoy permitiendo sentir algo que había perdido hace tiempo, ustedes me han devuelto la esperanza de que las cosas sí pueden mejorar y se que lo que nos esperan en Washington, será algo bueno, una nueva oportunidad de volver a vivir.
—Salud por eso —murmuro Merle mientras bebía un sorbo de algo en su petaca.
La mayoría se había acomodado en algún rincón del granero, necesitábamos descansar un poco y reponer fuerzas, sin embargo, por más agotada que pareciera estar me negaba a cerrar un ojo. La tormenta no parecía querer cesar pronto y el viento helado se colaba por algunas rendijas del granero, aquello me ponía demasiado nerviosa como para intentar si quiera dormir.
Solté un suspiro y me apoye en la pared mientras veía como se consumían las brazas, mi cabeza divagaba entre lo que había ocurrido este último tiempo y no podía evitar sentir un poco de nostalgia. Hace un tiempo no hubiese imaginado estar rodeada de tanta gente a la que estimaba, no hubiese soportando volver abrir mi corazón y permitirme ser vulnerable.
—Hey, ¿todo bien?– Daryl se sentó a mi lado y me miró con preocupación.
—¿Eh? –preguntó un tanto confundida.
—Te vez horrible cuando lloras, ¿lo sabías?– dijo dándome un empujón. Me toque el rostro y sentí la humedad, ni siquiera me había dado cuenta que estaba llorando– así que no sigas haciéndolo.
Lo empujé de vuelta y sonreí a medias.
— Eres un idiota, Dixon.
—Tal vez.
Al parecer no era la única con insomnio, Daryl se acomodó a mi lado y comenzó a lanzar pequeñas ramas para avivar el fuego.
—¿En qué pensabas?— pregunto luego de un rato.
—En mis hermanos, en el grupo...en ti—murmuro mientras le doy un rápido vistazo, este hace una mueca— me preguntaba si las cosas hubiesen sido distintas. ¿Crees que nos hubiéramos conocido sin toda esta mierda?
Daryl tardó en responder, pasó un dedo bajo su nariz y luego soltó un bufido.
—No sé, espero que no—dijo este, lo mire confundida— no era un buen tipo, no era la persona que soy hoy y no sé si soy mejor.
Nos quedamos mirando unos segundos, esta vez fui yo quién decidió tomar la iniciativa. Tomé el rostro de Daryl con mi manos y estampé mis labios con los suyos, al principio fue un beso lento, totalmente inocente, como si fuéramos niños primerizos experimentando por primera vez.
Daryl se alejó unos segundo y me miró directo a los ojos, su mirada azulada penetró con intensidad todo mi ser y reveló todo lo que estaba sintiendo en este momento. Me sorprendió un poco su timidez, pero también me embriagó de ternura.
—Eres un buen tipo, Daryl Dixon. Eres mucho más de lo que cual quiera aquí podría ser.
—NOTA AUTORA: Onceavo capitulo de SURVIVORS, espero que les haya gustado, apreciaría que pudiesen votar y comentar que tal les pareció.
Quiero profundizar un poco más en la extraña dinámica/relación entre Daryl y Olive, por eso no quiero que todo parezca muy forzado , pero no les mentiré, me gusto mucho escribir este capítulo.
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