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【 C A P I T U L O T R ES 】

Era alrededor de medio día, el sol estaba en todo su esplendor y el calor era insoportable. Le di un vistazo a mi cantimplora por cuarta vez consecutiva, estaba a medio llenar y aún quedaban un día o dos de viaje. Solté un suspiro y la guardé, a pesar de que moría de sed tenia que racionar el agua pues no era algo de lo que tuviéramos acceso rápidamente.

──Podríamos detenernos un par de minutos──sugiero mientras cubría mi frente con mi antebrazo.

──Es apenas medio día, podemos seguir ──se apresuró a decir Glenn. Todos estábamos agotados, incluido el, pero supongo que aquel mensaje en el cartel de las vías era motivación suficiente.

No todos podemos──murmuro.

Tara había tenido un pequeño accidente, culpa de Eugene y su torpeza. La había visto cojear hace mas de una hora y no podía disimular las muecas de dolor, necesitaba descansar o su estado empeoraría y solamente seria peso muerto, no necesitamos eso.

──¿Estás bien? ¿Puedes seguir? ──le consultó Glenn, preocupado.

Tara movió su tobillo y soltó un chasquido. ──No es nada, puedo seguir.

──Si ella puede, entonces no nos detendremos──murmuro Glenn.

──Ella hará cualquier cosa por ti, Glenn──gruñí──. Siente que está en deuda contigo.

Tara me observo con enojo y Glenn soltó un suspiro, pero decidió ignorarme y seguir caminado. Los demás no dijeron nada y lo siguieron en silencio.

Seguía sin comprender bien porque seguía con ellos, podía fácilmente irme y seguir otro rumbo, estaba segura de que Eugene era un farsante y todo el tema de la cura era una mentira, quizás Abraham igual lo sabía, pero, estaba cegado con la idea que no lo dejaba ver las cosas con claridad, y Rosita lo seguiría a todas partes, no por la cura, no por proteger a Eugene, sino que por él. Glenn probablemente no descansaría hasta encontrar alguna otra pista de su esposa o las vías que lo llevaran hacia ese lugar y Tara iría con él, porque la gente que siente culpa siempre hace eso.

¿Dónde se suponía que encajaba yo?

Todos tenían un propósito, menos yo. Estaba a la deriva.

Gran parte del camino estuve divagando con mis pensamientos e ignorando que conversaban los demás, últimamente era así, yo y mis pensamientos.

Glenn lideraba la caminata, detrás de el iba Abraham y Rosita conversando, Eugene iba detrás de ellas mirando el suelo y Tara iba casi a la par mía, su frente estaba cubierta de sudor y su cara parecía contraída por el dolor.

──Sigo insistiendo en que deberíamos parar──murmure.

──Estoy bien──dijo ella en un gruñido.

Si, claro.

Tara soltó un bufido y siguió caminando a duras penas, moví la cabeza y solté un suspiro, me acerqué a ella y le ofrecí mi brazo de malas ganas, ella me miro y luego miro mi brazo extendido.

──Estoy bien.

──Sigue repitiéndote eso, pero la verdad es que si no paras y descansas solo serás peso muerto──gruñí. Tara se afirmo de mi brazo de malas ganas y comenzamos a caminar un poco más rápido.

El día avanzaba y el clima era más fresco y era un alivio, entre ayudar a caminar a Tara y el calor insoportable de la mañana ya casi no tenia energía. Glenn había optado seguir por las vías, era el camino más rápido y seguro de seguir, la verdad es que tampoco tenía energías para discutir con el y su insoportable optimismo.

Paramos por primera vez frente a un túnel, Glenn se acerco corriendo hacia el cartel que había colgado a un lado y sonrió entusiasmado. Era otro mensaje.

──La sangre esta fresca, debieron pasar por aquí──murmuro observando el largo y oscuro túnel.

──¿Oyes eso? ──preguntó Ford, todos nos mantuvimos en silencio.

El sonido era bastante claro. Gruñidos.

──Podemos rodearlo──acotó Rosita, cruzada de brazos.

──Puede que nos tomé un día o más──argumente, miré hacía el túnel y sentí escalofríos, estaba demasiado oscuro.

──No hay tiempo que perder──dijo Glenn, decidido.

──Pasar por ahí es un suicidio──dije y lo mire con el ceño fruncido──. Puede que tu esposa ni siquiera lo lograra. O quizás ella lo rodeo.

──Lo logro.

Abrí la boca para argumentar, no era posible que él lo supiera.

──Estoy seguro, ella lo logro──Vi la determinación en su mirada y la seguridad en su voz.

──Entonces aquí nos separamos──murmuro Abraham, el no se iba a arriesgar y era comprensible, entrar en ese túnel era una sentencia de muerte.

El pelirrojo saco unas latas de conservas y un par de linternas y se las dio a Glenn, Rosita y Eugene le desearon buen viaje y suerte, ninguno le pregunto a Tara si iría con ellos, sabían la respuesta. Me quede quieta en mi lugar y me cruce de brazos, estaba pensando en todas mis posibilidades, podía irme con Ford y los demás, era lo mas sensato, pero mi vista se dirigió a Tara que aun cojeaba y Glenn no podría protegerlos a ambos, estarían perdidos si iban solos.

Solté un suspiro y cerré los ojos, probablemente me arrepentiría de esto.

──Iré con ustedes.

──¿Por qué? ──pregunto Glenn.

──Alguien tiene que evitar que esas cosas los maten──dije y me encogí de hombros. Vi su mirada agradecida y una pequeña sonrisa.

Ford me tomo del brazo y me alejo de ellos. Imaginaba lo que vendría a continuación.

──¿Estas segura? ──pregunto con los ojos entrecerrados── Tu misma los dijiste, entrar ahí es como un suicidio.

Mire a Glenn que estudiaba el túnel, vi su mirada y vi su esperanza, yo no le arrebataría eso y tampoco le arrebataría la oportunidad de reencontrarse con su esposa. Tal vez sea una misión suicida y quizás no lo lograríamos, pero lo ayudaría a intentarlo, le daría esa oportunidad que yo nunca tuve.

──Si, lo estoy──murmure devolviendo mi vista hacia él── Ademas, estoy segura de que nos volveremos a ver.

El puso una de sus enormes manos en mi hombro y lo palmeo un par de veces──Eso espero, Harris, eso espero.

(...)

El túnel resultaba más tenebroso e intimidante una vez que estas dentro, las linternas que nos había dado Abraham no lograban alumbrar lo suficiente y aquellos nos hacía estar prácticamente a ciegas. Respire hondo y trate de calmar mi corazón, podía escuchar los gruñidos y ni siquiera lograba identificar desde donde venían.

──Creo que están atrapados──susurro Tara.

──Comienzo a creer que esta idea fue realmente estúpida──gruñí.

Caminamos entre los escombros y subimos hacia el mas alto con cuidado, comencé a alumbrar hacia adelante para ver a que nos enfrentábamos, era mas de una docena de esas cosas, algunos estaban atrapados y otros no. Glenn comenzó a llamar su atención alumbrando sus rostros, uno por uno.

──¿Qué carajos haces? ──murmuré con los dientes apretados── los estas atrayendo justo hacia nosotros, idiota.

──Ella no está aquí──susurro aliviado ──, salió con vida.

──Si sigues atrayendo su atención, no creo que corramos la misma suerte──dije.

──Apaga tu linterna──ordeno. Le hice caso y la guardé en bolsillo de mi pantalón.

Glenn tomo la suya y la lanzo en la dirección contraria, los muertos comenzaron a seguir la luz y Glenn bajo de los escombros con cuidado, lo ayude a bajar a Tara. La oscuridad no nos permitía ver bien y al momento de tomar la mano de Glenn, pise mal y resbale, solté un chillido.

──¡Mierda, mierda, mierda!

Tome la linterna de mi bolsillo y alumbre haci el suelo, solté un quejido cuando vi mi pie atorado entre las rocas, alce la vista y mire a Glenn con los ojos bien abiertos.

──Lo sacaremos──murmuro y comenzó a tirar de mi pie y Tara removió las rocas, pero aquello solo me provocaba más dolor.

Por un segundo no pude ver ni oír nada, solo podía escuchar los latidos de mi corazón y el aire me comenzaba a escasear. No podían sacarme el pie a tiempo, no antes que esas cosas notaran nuestro olor.

──¡Basta! ──dije y me sorprendió escuchar mis voz tan ronca──¡váyanse!

──¡Estás loca, no te dejaremos!──murmuro Glenn, podía notar la desesperación en su voz.

──¡Esta bien, Glenn! ──susurre y cerré los ojos──Y-yo no tengo a nadie que me espere, así que váyanse.

──No te dejaremos aquí──gruño Tara, mientras trataba de mover las piedras.

Los muertos se dieron cuenta de nosotros y caminaban hacía acá, tome mi arma y comencé a disparar, falle en varios tiros gracias a la poca luminosidad, Tara dejo de escarbar los escombros y se unió a mí, pero esas cosas estaban cada vez mas cerca y las balas que teníamos eran limitadas. Glenn se unió a nosotras con un cuchillo, acabo con los que estaban mas cerca, pero cada vez había más y más.

──¡P-por favor, solo váyanse! ──grite. Ya lo había aceptado, había llegado mi hora.

──No te dejare morir aquí, Olive──gruño Glenn mientras acababa con otro muerto.

Las balas de Tara se habían acabado y había tomado mi machete para apoyar a Glenn, ambos trataban de cubrirme, pero al final moriríamos todos. Trague con fuerza cuando dispare mi ultima bala, los muertos habían disminuido, pero aun quedaban demasiados como para que ellos lo combatieran.

¿De verdad así acabaríamos?

Un par de luces alumbró el lugar e hizo que nos cubriéramos los ojos, luego escuchamos un grito— ¡cúbranse!

Glenn se ganó de manera protectora sobre nosotras, el sonido de los disparos llenó el lugar y cuando por fin cesaron me permití abrir los ojos. Las luces no nos permitían ver los rostros de nuestros salvadores, pero uno de ellos se acercó más a nosotros, era una chica mas o menos de mi edad, era guapa a pesar de toda la suciedad que llevaba encima y estaba llorando.

──Maggie──susurro Glenn antes de salir corriendo hacia ella. Ambos se fundieron en un abrazo y la tristeza volvió a inundarme cuando vi aquella escena.

─────ＮＯＴＡ ＡＵＴＯＲＡ: Tercer capitulo de SURVIVORS, espero que les haya gustado, apreciaría que pudiesen votar y comentar que tal les pareció. Estoy tratando de editar los capítulos rápido, no hay muchos cambios, pero si los necesarios.

Ademas, quiero agradecerle a las nuevas personas que se han unido y han leído este Fanfic, son los mejores.