De la nada, en la puerta de la cocina entraron Dobby y Kreacher con Mundungs Fletcher entre ellos. Y sin pensarlo dos veces, los tres comenzaron a interrogarle. Sacándole la información de que lo vendió a la señora de rosa, aquella que estuvo en sus pesadillas durante Hogwarts.

— Siento que es un mal plan — murmura Selene al estar sola en Grimmauld después de que los cuatro concordaran en un plan, después de que Fletcher les reveló que le vendió el guardapelo a Umbridge.

Daba vueltas de un lado a otro, preocupada por el trío; cuando despues un rato, observó un revoltijo en el aire, y sin dudar, tomo la bolsa y coloco su mano en ese círculo, viajando y cayendo un tumulo de hojas secas.

Esucho exclamaciones de horror y preocupación por parte de Hermione, por lo que se levanto y observo lo que sucedía, ya Harry ayudaba a la chica de rulos.

Al ver que estaban en un bosque, decidio empezar a colocar unos hechizos de protección. A sabiendas de que lo sucedido con Ron, no podrían hacer apariciones otra vez, el temor comenzó a crecer.

Los días pasaban, y con ello, decidían cambiar de lugares para no ser atrapados por los mortífagos. También la pelizaul presentía una tension entre el trío, a sabiendas de que ella se negó a usar el guardapelo, viendo lo que le sucedía a todos quien lo traía puesto.

Estando cerca de un río, y con Hermione recordando algo esencial para la destrucción del guardapelo. Creo uuna discusión entre los hombres.

— Ya basta, ¡basta! — interrumpe la metamorfomada con gritos — Dame el horrucruz y largate si tanto quieres hacerlo —

Y con eso dicho, el pelirrojo se fue, dejando en manos de la platinada el guardapelo.

Después de eso, los tres viajaron y volvieron a centrarse en buscar respuestas.

Las dos chicas estaban afuera, cada una en su mundo, cuando Potter salio de la tienda gritando que lograr ver el recuerdo de la snitch. Con eso, Selene se levanto de su lugar y fue con ellos.

— Me abro al cierre — leyó de la snitch la platinada — Es casi lo que te dijo el fantasma de Hera, presta atención a la historia desde el principio — repite la chica — ¿No se referirá a tu hogar, Harry? —

El azabache exclama. — Ya había pensado en ir, no es un lugar que solo me represente a mi, sino también al Señor Oscuro —

Los ahora, el nuevo trío, acudieron al Valle de Godric, buscando respuestas, yendo al cementerio en plena navidad; Selene se alejo de ellos, dandole la privacidad a Potter para estar con su padres.

Mientras notaba a lo lejos a una señora, siguiendola y detrás de ella, el duo, adelantandose Harry al ver que es Bathilda, la persona que escribió la biografia de Dumbledore.

Hermione y Selen estuvieron juntas recorriendo la casa de la señora, pero ambas concordaban que el ambiente no se sentía bien, estaba tenso; y lo confirmaron cuando se escucho un ajetreo.

Del cual, pudieron librarse entre la mutua ayuda de la castaña y la platinada, pero solo lograron escapar Potter y grnager, dejandola a ella detrás.

— ¡Maldición! — exclama enojada la chica.

Y con varita en mano, baja las esclaeras de la casa, rodeando la serpiente y saliendo del edificio para enontrarse frente a frente con aquel que el elegido queria destuir.

— Pero miren que tenemos aquí — habla con una enorme sonrisa en su pálido rostro — Selene Ragnor, hija de Lucinda Travers y Perseus —

Y ella sabía que de esta no saldría viva.