xxxii. the sun dies
Selene paso los últimos días con sus padres antes de irse con Potter, pero se llevo la gran sorpresa que Luce y Perseus son parte de la Orden de Fénix.
— ¿Desde cuando? — había cuestionado ella cuando se entero.
— Nos unimos después de la muerte de los Potter — dijo su padre no muy convencido — Pero se disolvieron creyendo que el señor oscuro había sido asesinado —
— Lo cual no fue cierto — mencionó su madre con sarcasmos mientras servía una porción de puré en el plato de Perseus.
— La orden se rehizo cuando Harry declaró que el señor oscuro regresó después de aquella prueba — prosiguió contando su padre — Y ahora, formaremos parte de la contienda para protegerlo. Él es el único que puede destruir al Lord —
Y ahí, supo Selene que sobrevaloró todo lo relacionado con el elegido. Había pensado que era una fantasía y mucho cargo para un simple adolescente pero era real, y ella lo apoyaría ahora.
Sin embargo, esa noche, la metamorfomaga cargaba con un sentimiento amargo en el pecho. No le dio importancia y disfruto de la cena con sus padres.
Antes de partir a la casa donde Potter vivía con su tíos, Selene hizo una maleta, en la que cargaba cosas de necesidad y así como el diario de los Ragnor y entre otros libros. Tuvo que hacerle un hechizo para que cupiesen más cosas. Con eso terminado, bajo con sus padres, apareciéndose en frente de una casa muggle y y ahí ya estaba la mayoría de la orden.
La chica se emociono al ver a los gemelos, su cabello tornándose en amarillo radiante y corrió a abrazarlos. Y a su vez, la puerta principal era abierta por el elegido, recibiéndolos a todos. Cuando entraron, Alastor comenzó a decir el plan para lograr sacar a Harry pero su atención fue acaparada en sus padres, abrazando con una extrema felicidad a Remus y a Tonks, y no sabia el porque.
Ver a su madre convertida en Harry le causo risa, y no solo a ella, quien su padre también se burlaba, y lo único malo que Selene encontraba era que iría en su propia escoba al no tener con quien ir.
Todo estaba yendo bien, solo esas nubes cargadas de agua y con truenos dentro de ellas molestaban a la chica.
— ¡Hagrid se desvió! — grito Tonks que iba enseguida de ella.
Eso fue lo que aviso lo que sucedería.
Mortifagos cayeron sobre ellos, atacándolos. Selene hacia lo posible por esquivarlos, sin embargo, no predijo que uno estaría detrás de ella cuando atacaba a uno de enfrente.
Y sin evitarlo, uno de los Harry se posiciono detrás de ella, recibiendo el ataque y cayendo del cielo.
Selene giro y observo, aquello que su madre conservo para distinguirla de los otros, un pequeño pendiente que era un H, recordando a su vieja amiga. Sus ojos se aguadaron, y sin preverlo, lanzaba un hechizo y otro mientras volaba a toda velocidad hacia la Madriguera.
Cayo sobre sus rodillas, sin ver quien estaría frente a ella y solo hizo lo que podía hacer. Llorar.
Porque esta fue la última noche que pudo pasar con sus padres, porque no estuvo lo suficiente con ellos y porque no pudo salvarlos de esta tragedia.
Sintió unos cálidos brazos alrededor de ella, y alzo la mirada, encontrándose al profesor Lupin.
— Tus padres están orgullosos de ti — fue lo único que le dijo, no evitando que la chica llorara aun más.
Y observándola estaba el trío de oro, Kingsley y los Weasley, porque Nymphadora ya estaba a un lado de ellos, con su mano sobre la espalda de la chica de cabellos azul oscuro.
Porque es día, para Selene, el sol murió.
La verdad, me duele haber asesinado a los Ragnor, pero era algo que debía de hacer porque así estaba marcada mi línea del tiempo.
Y ahora si, nos adentramos mas a las Reliquias de la Muerte.
(Hay errores pero no son intencionales).
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro